Dejar de ser sin morir: Alzhaimer

El ejercicio mejora la actividad cerebral


¿Recuerdas? preguntó el médico.

  Sí.

 Pues escribe.

 Empecé a escribir: “Recuerdo tal canción porque a mi novia le gustaba que fuéramos  a buscar una novela de A. J. Cronin.  Y camino de la librería comprábamos duraznos pues a ella   el olor de esa fruta la cautivaba.

  Esto lo dije, lo escribí, la semana pasada no en el consultorio del psicólogo sino en el del geriatra. Lo aclaro porque  mucha  gente gusta  esconderse en el pasado para no enfrentar el presente o por miedo al futuro. 

¿Para qué escribí ese párrafo? le pregunté al médico.

 Para que no se te borre la película, me dijo. ¿Tú, que haces?

 Escribo.

 ¡Ha, bueno, imagínate que se te olvide escribir, en que bronca te metes. Estarías fuera!  ¿Haces ejercicio físico o te pasas el día frente a la computadora o la televisión?

Lo último

Buscó un poco en su escritorio y extrajo una publicación cuyo título decía: “El ejercicio mejora la actividad cerebral”. Era la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) del 11 de octubre de 2004.

 Ahora explíqueme, doctor.

Me explicó: La cosa puede ser  más delicada de lo que  parece si te abandonas al sedentarismo. Todo lo que un individuo es, está en su memoria. Si esa memoria se borra ese individuo prácticamente  deja de ser. Imagínate  que llevas un fólder o carpeta con tus documentos personales, acta de nacimiento, credencial del IFE, pasaporte, etc., y se te pierde. Para efectos legales tú ya no existes.   Así es con el cerebro que llega a  olvidar todo, de manera gradual hasta que queda absolutamente en blanco. Y puede llegar al punto en el que se le olvidan las cosas no solo consciente sino hasta las inconscientes como respirar o ir al baño o comer. No te voy a aburrir con los cablecitos que tenemos en el cerebro y que por medio de substancias químicas producen corrientes eléctricas que facilitan la comunicación de las ideas, los recuerdos  y todo eso. Hay mucho avance de la ciencia para prevenir ese deterioro cerebral  pero la verdad falta mucho camino por recorrer.

¿Qué se puede hacer de manera preventiva?

 Lo más inmediato es el ejercicio físico y mental, como el que estamos haciendo con tu novia y el durazno y el libro.  Ahora te explico. Se recomienda escuchar canciones  o música no por payasada  sino porque de manera automática nos regresa al pasado en el que tuvimos una experiencia y nos quedó grabada. Ese ejercicio presente-pasado-presente es el que nos hace falta para defendernos contra el olvido. Recordar la trama de un libro, sus   lugares, personajes y situaciones, es otro ejercicio cerebral muy recomendable. Recordar el olor de la fruta (con los ojos cerrados) también ha resultado útil a la geriatría.

Luego el geriatra  me pregunto, a boca de jarro: ¿Cuál era el título del artículo que te mostré?

 “El ejercicio mejora la actividad cerebral”.

 Bien ahora te voy a leer algo del mismo artículo para que no crea que estoy inventando: “La doctora Feggy Ostrosky, que es jefa del Laboratorio de Neuropsicología de la Facultad de Psicología de la UNAM, al hablar sobre recientes estudios desarrollados por neuropsicólogos, de la universidad de Illinois, destacó que, para evitar el envejecimiento prematuro del cerebro, es necesario practicar algún  tipo de deporte”.

El geriatra concluyó:

Ya sabes, o haces ejercicio físico caminando, y ejercicio mental leyendo, o se te borra la película...Dejas de ser.

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