Correr en el valle o en la media montaña tal vez sea el mejor ejercicio preparatorio para la práctica del montañismo. Pero con frecuencia hay lastimaduras en las rodillas mientras se corre. Mencionamos cuatro modos para reducir este inconveniente.
1- No levantar mucho los pies a la hora de correr o trotar. Ir casi a ras de suelo. De esta manera el golpeteo contra el suelo será mínimo. Los huesos de las rodillas “casi” no saldrán lastimados
2- Bajar de peso corporal. Cada gramo sobre del peso corporal que nos corresponde, según la complexión, edad y estatura, repercutirá negativamente sobre nuestras rodillas.
Los más expuestos a salir lastimados son los que andan en el sobrepeso. Lo más sensato, en este caso, es limitarse a caminar, en tanto bajan de peso.
3- No correr, sólo trotar.
4- No envejecer…
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