Postulaba la acción como fin.
Aristóteles nació en Macedonia el año 384 antes de Cristo. Fue discípulo de Platón. Se le considera el creador de la metodología científica.
Postulaba la acción como fin. Muchos hablan pero no hacen. Otros hacen y alcanzan la meta, pero ahí paran. Por algo en la academia existen los cursos de actualización, para que no paren.
Ralph Waldo Emerson lo dice hablando de los libros: "Esos libros, bien utilizados, son los mejores tesoros, pero no sirven más que de inspiración, porque la úica cosa de valor en el mundo es el alma activa..."
Al parar se cancela el devenir y todo va siendo arrojado al archivo muerto, aunque esté revestido de vigencia. Como la gente mayor que se quedó en el relato oral de lo que fue. Fue porque ya no es.
Es un mundo que se detiene. Un poema de Ezra Pound dice:
“Os alabo libros míos,
Porque yo acababa de llegar del campo.
Yo estaba veinte años anticuado
Y por eso hallasteis un público bien dispuesto".
Es ahí donde Aristóteles escribe:” en las cosas que hay uso y hay posesión, siempre es mejor el uso que la posesión. Porque el uso y la acción son el fin, ya que el habito o la posesión están ordenados al uso o acción”
Pero la acción neurótica conlleva riesgos de perder la senda. Es necesario, como el fotógrafo que busca el punto de foco, mantenerse a igual distancia de los extremos.
El otro postulado de Aristóteles es que el individuo se desarrolla siendo parte de la sociedad, no solo.
Pero muy sociable es una deformación tan grave como la soledad. Aquí es donde salta la necesidad del “termino medio” aristotélico. Fuera de la sociedad está la soledad patológica. Pero sin cierto alejamiento, que busque la soledad terapéutica, trae consigo también una deformación.
Un cibernauta que, por gusto, no por necesidad de trabajo o estudio, permanece cinco horas frente a la computadora, ya cortó nexos con la familia y la sociedad. Su necesidad de hipervínculos está en la soledad del ciberespacio, pero no en la cercanía humana.
Como el que permanece muchas horas frente al televisor o hablando por el celular o jugando billar. Aunque parezca lo contrario, todos estos ya cortaron nexos con la gente. Por eso los primeros anacoretas del cristianismo comprendieron que su aislamiento más parecía un narcisismo que un misticismo. Fue cuando emprendieron el regreso y volvieron a mezclarse con la gente. El mismo Jesús estuvo cuarenta días en el aislamiento y se regresó a seguir viviendo la vida. Zaratustra también comprendió que su mensaje no podía comunicarlo al viento y también abandonó la cueva en la montaña y descendió a los pueblos, al encuentro de la plaza pública.
El otro extremo es la convivencia farragosa (más que convivencia simple y forzado acercamiento: trabajo, escuela, cárcel,etc) donde todo mundo practica el monólogo sin importarle un pistache lo que el otro dice. Se trata de dos extremos donde falta el término medio.
Lo anterior es sólo un ejemplo del contenido de la Gran ética de Aristóteles. Buscar el término medio entre los extremos de cada tema o asunto. Su estructura comprende dos partes. El Libro Uno tiene 34 capítulos y el Libro Dos 17 capítulos. Cada capítulo aborda un tema tal como “Relación entre virtud y felicidad”, “la virtud como término medio entre el exceso y la pasión”, “La amistad”, “Los placeres”, etc.
Habito y naturaleza es otro asunto del libro que, durante 25 siglos, ha ocupado a la Humanidad con la dualidad de la pedagogía frente a las pulsiones. O cuál fue primero si el huevo o la gallina.
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