Whitehead busca para qué sirve la razón




La función de la razón
A.N. Whitehead

“Alfred North Whitehead, OM (Ramsgate, 15 de febrero de 1861 - Cambridge, Massachusetts, 30 de diciembre de 1947), fue un matemático y filósofo inglés. Nació en Ramsgate, (Kent, Inglaterra), y falleció en Cambridge, Massachusetts, (Estados Unidos). Publicó trabajos sobre álgebra, lógica, fundamentos de las matemáticas, filosofía de la ciencia, física, metafísica, epistemología y educación. El trabajo más conocido, del que es coautor con Bertrand Russell, es Principia Mathematica. En ese tiempo partiendo de una teoría relacionista (o más bien relativista) del espacio centró su epistemología en la naturaleza de las cosas. Mantuvo tal postura hasta la década de 1930. A partir de entonces su obra tomó visos más metafísicos. Whitehead fue profesor en las universidades de Londres y de Cambridge, donde destacó por sus estudios lógico-matemáticos. Luego en Estados Unidos fue director de la cátedra de filosofía en la Universidad de Harvard, y tuvo entre sus discípulos a Quine.”

Cree que la razón proporciona el juicio para ir de una intuición, o propósito (intuición-percepción), a una realización de hecho:”La Razón es el órgano que pone énfasis sobre la novedad.”

Pone un dique a la anarquía: “La razón tiene como tema considerar la introducción de la anarquía, la rebelión desde la anarquía, el uso de la anarquía y la regulación de la anarquía. La razón civiliza  la fuerza bruta de la apetición anárquica.”

Es cuando se piensa que la evolución no (sólo) está en la adaptación al medio sino, también, la adaptación del medio. El síndrome del éxodo, que ahora viven prácticamente todos los pueblos del planeta, es una dificultad casi patológica de adaptación al nuevo entorno. Una medida de emergencia para salvar la vida... La autentica adaptación se da hasta la tercera generación de sus descendientes, hasta los nietos. 

 En su Isla de la Desesperación Robinson Crusoe se la pasó más de veinte años, día tras día, transformando su inhóspito medio. No se cruzó de brazos y esperar a convertirse en árbol o coral. Todo lo contrario, procuró herramientas, canoas para navegar, hacer el fuego, enseñar a leer al caníbal “Jueves”.

Adaptó el medio a sus necesidades: “En la interpretación  de esta definición, debo oponerme inmediatamente a la falacia evolucionista sugerida por la frase: la supervivencia del más apto. La falacia no consiste en creer  que, en la lucha por la existencia, el más apto para sobrevivir elimina al menos apto. Fomentar el arte de la vida es la función de la Razón.”

Si la evolución consistiera en la eliminación del menos apto por el más apto, ya se hubiera acabado la humanidad. Los más aptos son los que se van a la guerra y en ella mueren. Los considerados menos aptos son los que se quedan en la ciudad y a ellos  se debe que el  grupo étnico se rehaga. De manera destacada es el papel de la mujer en esta reconstrucción.

A.N.Witehead

 En los últimos tiempos los gobiernos inteligentes tienen otro concepto de la expresión  “el más apto”. Antes a un hombre, de constitución física,  un tanto endeble, se le ponía  en la cartilla del servicio militar nacional, en la eventualidad  de ir a la guerra, el sello de “inútil para servir a la patria”, así fuera un albañil, carpintero, doctor en física, doctor en geología o doctor en biología. 

Ahora lo gobiernos que se han despabilado  miden la aptitud  con la escala cognitiva. Al pueblo le cuesta mucho dinero y tiempo  preparar académicamente a los individuos, hombres y mujeres,  en la universidad pública.  Estos son los que van a dirigir la reconstrucción. De manera que en caso de conflicto a los que envía al frente son a los más fuertes físicamente.

Para este autor la Razón tiene dos facetas que son la Razón práctica y la Razón especulativa. La primera “debe ser rastreada  en la vida animal, de la que surgió la humanidad.” La Razón especulativa “fue efectuada por los griegos. Su descubrimiento de las matemáticas y de lógica introdujo un método en la especulación.”  



Esta es la función de la Razón, según Whitehead, trasformar el medio para su sobrevivencia. Si la trasformó hasta el punto de la catástrofe del deshielo de los glaciares, y la consecuente desertización de los campos, es una historia de solipsismo, no de evolución.

También J.G. Fichte, en su Segunda introducción a la teoría de la ciencia, observa: “Yo debo partir  en mi pensar del yo puro y pensar éste como espontaneidad absoluta, no como determinado por las cosas sino como determinante de las cosas.”

La Razón práctica procede desde los albores de la humanidad (antes de la Razón practica, de la percepción, estuvo la intuición). La razón especulativa tal vez desde unos seis  mil años y, mejor aun: “Si, no obstante, incluimos las anticipaciones asiáticas, podemos conceder cerca de tres mil años al uso efectivo de la razón especulativa. Este corto periodo  constituye la historia moderna de la raza humana. Dentro de este periodo se han generado todas las grandes religiones, las grandes filosofías, las grandes ciencias. La vida interior del hombre se ha trasformado.”

Dice que: “El movimiento medieval  fue demasiado erudito” y se conocieron  grupos y etapas que se despegaron demasiado de la tierra y llegó el oscurantismo: “Aun cuando se haga esta concesión  a los defectos del escolasticismo, su éxito fue abrumador. Formó la base intelectual  de uno de los periodos de más rápido avance conocidos en la historia…

“La herencia medieval nunca se perdió. Después del primer periodo de perplejidad, su penetración en el círculo de las ideas escolásticas empezó a destacar. Los hombres de los siglos XVI y XVII fundaron las diversas ciencias modernas, ciencias naturales y morales, expresando sus primeros principios en términos que los escolásticos habrían entendido de un vistazo…La refundación de las ideas medievales a fin de formar los fundamentos de las ciencias modernas fue uno de los triunfos intelectuales universales.”







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