ZARATUSTRA Y EL VENDEDOR DE PÓCIMAS CONTRA EL INSOMNIO


ASI HABLABA ZARATUSTRA

F.NIETZSCHE
(Las cátedras de la virtud)

“El sueño es el señor de la virtud.”

Así le llamó el viejo predicador, a su plática,  que un día llegó al pueblo en el que se encontraba Zaratustra. En el auditorio lleno de jóvenes, ávidos de escucharlo, el viejo dijo que es necesario saber dormir sin soñar.

Soñar nada más es lo que quita el sueño. Pero que todo aquel que se afana, en el día, por las noches va a dormir bien. Porque su cuerpo está cansado y ya no hay idea por realizar. La idea está ya realizada o en proceso.  La frustración, la depresión, ya no tienen lugar en la almohada. En la almohada sólo hay lugar para el eros y para el descanso.

Pero, qué es afanarse. ¿Acaso estamos hablando de cargar ladrillos?

Tiene diez tareas en el día el que quiera dormir bien, dijo. El albañil es experto en construir la casa de otros pero por lo general vive en una pocilga. Y esto hace que viva amargado y por las noches no consigue el sueño.

 ¿Entienden lo que digo?

 Como el viejo no encontró respuestas fue más literal: “Deberás reconciliarte contigo mismo diez veces al día, porque es amargo vencerse y el que no está reconciliado duerme mal.” Está pensando en él, no en el eros, que es cuestión de dos.
Zoroastro.Suprema Corte,Nueva York

Es amarga la reconciliación con uno mismo. Es más bien una epopeya. Es una herida  que hay que dejarle al cirujano coser.

 Por eso en el mundo hay sacerdotes y psiquiatras. 

Ellos saben. Como sea  saben más que yo.  No te auto mediques porque por torpeza, o por conveniencia, puedes estar engañándote a ti mismo y el señor del sueño descubrirá el truco y tampoco dormirás.

Para dormir bien lo mejor no es la curación sino la prevención. Un cartel a la entrada de un kínder en Coyoacán, Ciudad de México, dice: "No te pido que recojas la basura, sino que no la tires"

 La curación, responsable, ya está en manos de otro. La prevención en tus manos. Como hace el Sector Salud con la aplicación de las vacunas. Come mucha azúcar y se te picarán los dientes y subirás de peso, come mucha sal y la alta presión te hará bailar como trompo. Eso sólo el médico lo sabe curar, pero tú lo antes lo puedes prevenir.

 El viejo se levantó y fue hacia la pizarra. Escribió:

 VIRTUDES PARA DORMIR BIEN

1-¿Levantaré falsos testimonios?

2-¿Cometeré adulterio?

3-¿Arrojaré la basura en la puerta de mi vecino?

El último renglón decía:”todo esto se avendrá mal con un sueño reparador.”

Luego preguntó: ahora entienden cuando les digo que hay que “velar para dormir”. No pasarse la noche en vela sino velar los trabajos durante el día.

La clásica báscula de la justicia también juega en la almohada pero ahora lo que pesa es sueño=insomnio.

 Zaratustra escuchaba perdido entre el auditorio. Tuvo que aceptar la sabiduría del predicador. Se hizo la reflexión que ya quedaban pocos predicadores como ese. Es decir, hay muchos predicadores  pero que “no duran mucho de pie cuando ya se tienden.”

Se preguntaba si aquel viejo era de los grandes predicadores de los que a la postre se tienden. ¿O debería decir grandilocuente? Eso se vería al final porque en el arranque todos dicen cosas bellas para el pueblo.

 ¿Era un predicador viejo que había sorteado con éxito  las grandes tentaciones  o se había hecho viejo esperando que le llegara la oportunidad para tenderse?

Zaratustra cerró sus pensamientos para poder mejor escuchar al viejo que, entretanto,  había escrito en la pizarra otra serie de cuestiones para dormir bien.

A-   Estar bien con el prójimo, con Dios y con el diablo del prójimo, pues de otro modo te asediará por la noche.

B-    Obedecer a la autoridad, aun a la autoridad claudicante porque, de otra manera es un cuento de nunca acabar. Se dijo: “¿Tengo yo la culpa de que al poder le guste andar con piernas cojas?”

C-    Es cierto que se duerme mal sin una buena reputación y un pequeño tesoro. Pero “los grandes tesoros y los grandes honores aumentan mucho la bilis” y eso se paga con insomnio.

D-   Poca compañía y “es preciso que ésta se marche en el momento oportuno: así lo exige el buen sueño.”

Y lo último que el viejo predicador  escribió en el pizarrón  fue como un corolario: “¡Bienaventurados los adormecidos, porque no tardarán en dormirse!.”
 
Nietzsche
“Friedrich Wilhelm Nietzsche (AFI ˌfʁiːdʁɪç ˌvɪlɦɛlm ˈniːt͡ʃə) (Röcken, cerca de Lützen, 15 de octubre de 1844-Weimar, 25 de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX.”



















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