CON SÉNECA ENTRE LA GENTE


Convivir con la gente, y retirarse  de la gente, es la manera en que Séneca propone ( y que él practicaba) para poder guardar un equilibrio de ánimo (Tratados filosóficos).

Mucha convivencia pudre al individuo, cero convivencia lo vuelve loco.

Su sociedad romana de hace veinte siglos la vemos desde nuestro tiempo como un mundo casi idílico, rural, natural. Había pocos millones de humanos que habitaban el planeta, todavía no se encontraba el uso masivo del petróleo ni la producción en serie de aves de corral, con su crecimiento anormalmente acelerado, a base de hormonas.

Pocas ciudades, poca gente, modos de comunicarse cara a cara, diversiones comunitarias, alternadas con acontecimientos  culturales. Al estilo del irreverente, casi iconoclasta,  Aristofanes.

Siglos antes entre los griegos Aristofanes escribía sus obras de teatro para divertir a la gente. Pero a condición de “bajar “ las ideas de los grandes pensadores, contemporáneos suyos, como Sócrates.

Decía, entre el populacho que estallaba en risas, para hacerles comprender el fenómeno del tiempo, que una mariposa se paraba en la calva de Sócrates y después volaba para posarse en una de sus peludas orejas.

De platón Aristofanes se pitorreaba con sus ideas de socializarlo todo. ¿Todo? preguntaba Aristofanes en el teatro, en medio de carcajadas de los asistentes. La convivencia sexual  va a ser libre y comunitaria. Nadie paga y  todas contra todos. Otro personaje apuntaba  que las mujeres van a preferir a los hombres guapos y bien formados, y no nos van a hacer caso a los chaparros y panzones. Y otra vez las carcajadas.

Con esa maneras tan ligera y audaz  que tenía Aristofanes en sus comedias, ya quedaba la consideración de temas como el tiempo, el espacio, de la propiedad privada, etc. a costa de Platón.

Con excepciones, en el siglo veintiuno, el teatro se ha politizado, no “filosofado”, “es la voz de los que callan”. Los otros medios de diversión, como el cine, está “crimninalizado”,”hamponizado” en sus argumentos.

 A muy pocos humanos les llama la atención la antinomia realidad-idealidad. No interesa investigar que las cosas no son tan lineales como parecen. Que tienen su otro punto de vista, por mejor decir, se referencia. Decimos que hay frío porque estábamos en el calor y viceversa. Que había pocos porque ahora somos muchos.

Diógenes Laercio apunta que el primero que dijo estas cosas fue Protágoras: “Fue el primero que dijo que en todas las cosas hay dos razones contrarias entre sí.” (Vida de los filósofos más ilustres)

 Como el ejemplo  arrastra vivimos, con negligencia, no con sencillez. “Conviene poner límite-dice Séneca-.habiendo mucha diferencia del vivir con sencillez al vivir con negligencia.”

Con negligencia respecto a los valores de las cosas. Con frecuencia nos quedamos en las cosas. Si seguimos la ruta de esa depreciación, encontramos que las mujeres son cosas, no son mujeres. Y como el victimario no escapa al proceso de depreciación, los que así actúan han dejado de ser hombres, si alguna vez lo fueron, para también convertirse en cosas. O ya nacieron cosas y de ahí no pasaron.

Todo esto hace remolino lleno de valores pero en el que abundan los no valores. O, para decirlo de otra manera, los valores empíricos de sobrevivencia, como en la selva.

De una o de otra manera  todo esto daña a la mente, como las heces de perro, al secarse, y vuelan en el aire, lo  envuelven todo, altos o chaparros, pobres o ricos, niños, viejos.

Las heces tienen una manera de medirse, que es por las partículas que flotan en el aire. El daño mental también se mide, y es la existencia de clínicas, hospitales y casa de retiro para la salud mental. Estos hospitales no son un invento, son unas necesidad.Es cuando Séneca recomienda:
DIBUJO TOMADO DE LA OBRA LA PSIQUIATRÍA EN LA VIDA DIARIA, DE FRITZ REDLICH,1968

“Conviene mucho retirarnos en nosotros mismos, porque la conversación que se tiene con los que no son nuestros semejantes descompone todo lo bien puesto, y renueva los afectos y las llagas de todo aquello que en el ánimo está flaco y mal curado.”

Pero como es sumamente fácil confundir el retiro con la huida, la soledad terapéutica con la soledad patológica, es por lo que Séneca se apresura a agregar:

“Pero también conviene mezclar y alternar la soledad y la comunicación.”
 
SÉNECA
“Lucio Anneo Séneca (Latín: Lucius Annæus Seneca), llamado Séneca el Joven (4 a. C.65) fue un filósofo, político, orador y escritor romano conocido por sus obras de carácter moralista. Hijo del orador Marco Anneo Séneca, fue Cuestor, Pretor y Senador del Imperio Romano durante los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, además de Ministro, tutor y consejero del emperador Nerón.”




































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