DESCARTES, PARA NIÑOS


 

 Mundo de film es el campus global moderno en el que  sólo  se ve la superficie de las cosas y de las situaciones.

La idea, dicha por  Jean Wahl (camino del filósofo), se inspiró en la Caverna de Platón, en la que sólo se ven las sombras.

JEAN WAHL
Obra: El camino del filósofo
Veinticinco siglos después esa metáfora la ve el niño al “prender” su video Descartes para niños. Un personaje que de pronto ya no quiere ser caricatura. La caricatura anhela ser real. Pero cuando el niño apaga el video no queda nada. Todo era virtual. Sólo pantalla en blanco. Se asoma detrás de la pantalla y, ¡no hay nada! O no hay algo, para hablar con propiedad.

El niño veía que  la caricatura se movía alternativamente en círculo y en una escalera. Era la actividad de creer y de dudar. Lo primero porque cree por la fe y luego se vuelve escéptico por la razón, le explica su papá.

Lo segundo, la escalera, mediante una tabla de valores. Van de los materiales hasta las esencias. Entre menos materialistas más esencias. Y viceversa. Hay una larga lista de los que así explican esa dualidad, empezando por Platón, San Agustín, Santa Teresa de Ávila, Leibniz, Kant, Spinoza, Max Scheler, Ortega y Gasset…

Descartes llega a dudar que sea realidad lo que damos por hecho. Pero aunque se debate en el plano del antropocéntrico, el hombre se pregunta, entre todo esto, ¿Dónde quedó Dios?

Descartes se da cuenta que está metido, hasta el cuello, en el círculo vicioso, o tal vez luminoso, de creer y dudar. No hay fe más fuerte que la fe que duda, había dicho San Agustín muchos siglos atrás. Descartes es como un San Agustín de los nuevos tiempos. Sólo que San Agustín se decidió finalmente por los altares. Descartes, en cambio, está colgado de las nubes pero atado a la tierra por medio de  la razón.

-No le digas esas cosas al niño, lo vas a hacer bolas. Está muy chico.

- ¿Entonces cuando? ¿Prefieres que la televisión lo haga bolas? ¿Sabes que Mozart a los cinco años…? Ganemos al niño para la filosofía, antes que la dictadura de los medios nos lo gane. Si en el kindergarten o guardería les enseñan las letras y los números desde los tres años de edad ¿por qué no filosofía? Además no son cosas que desconozca aun  a esta temprana edad. Su “disco duro” ya trae información al nacer.

-Por esa convicción-siguió diciendo el padre al niño-, seguida de la duda, W. Weischedel anota que “a pesar de todo ello, Descartes es el principal  simulador de la filosofía posterior, tanto en sus bosquejos metafísicos como en sus tendencias ilustracioncitas, en sus pensamientos creyentes como en su desesperación nihilista. Así, se presenta a nuestros ojos de manera singular, entre dos luces.”(Los filósofos entre bambalinas)

Ortega y Gasset dice que Descartes es la figura con mayor evidencia que representa los caracteres esenciales de esa época de la filosofía, al filo de la Edad Media: “Pocas veces un innovador lo ha sido tan decisiva y plenamente; quiero decir, que haya dado su innovación en forma más madura consciente de sí misma, en formulación ya perfecta.”
ORTEGA Y GASSET
Obra: El torno a Galileo

Que un pensador como Ortega lo diga, hay que creerlo. Y anota en seguida, de dar la fecha en que Descartes cumplía treinta años de edad (1,626), como una referencia histórica en la filosofía para el futuro y para el pretérito: “punto de partida para fijar a uno y a otro lado las demás…Cuando muere Descartes, puede decirse  que está hecha la nueva casa, el edificio de cultura según el nuevo modo,” (En torno a Galileo)

Una voz hacía decir a la caricatura que Descartes quiso descubrir la verdad por medio de las matemáticas. Estudió en La Fléche, escuela de los jesuitas en Francia, pero ahora quiere prescindir de la Tradición. Propone que cualquier descubrimiento debe repetirse varias veces para evitar el error.

A semejanza de San Agustín, Descartes dudaba para buscar la certeza. Tenía un escepticismo positivo.

Igual que Platón, seguía diciendo la voz detrás de la caricatura, que Shakespeare, Nezahualcóyotl, Calderón, Descartes se apoyó en los sueños para tener la certeza de existir cuando estaba despierto.

Enseguida llegaba a la conclusión que el hecho de estar pensando estas cosas le daba certeza que existía el que pensaba.

La caricatura hacía un juego de palabras  al preguntar si el que no piensa  existe o existe aunque no piense.

El caso es que si está seguro de que existe, también es seguro que ustedes existen y también existe lo que llamamos “mundo”. Pero todo esto de mi yo, de mi “tú, del “ustedes”, es finito.

Y si hay un finito también hay un infinito. Porque si no hay un infinito, tampoco hay un  finito. Volveríamos al punto de partida. Pero si hay una causa que nos produce entonces hay la seguridad en que esa misma causa nos conservará más allá del mundo finito.

¿Cómo fue que la materia ejecutó un brinco para tener conciencia de su existencia? Necesario seguir preguntando porque parece un cuento chino eso de la célula primordial.

Considerando el asunto de los sueños, de naturaleza ingrávida, Descartes pensó que nuestro cuerpo ocupa el espacio y el tiempo pero, como el caso de los sueños, lo que nos anima, el alma está fuera de la fenomenología.

Algunas cosas  que decía la caricatura para el niño eran, efectivamente, familiares. Hay ideas claras y distintas, preconcebidas, que vemos en nuestros niños, sin tener experiencia previa de ello. Lo dice Jean Wahl, estudiando a Descartes, que nunca vienen de la simple observancia del mundo sino que son innatas. Pero no que hayan nacido con el niño pero sí al modo como lo expresa Carl Jung con su inconsciente colectivo.

Wahl: “No quiere decir para Descartes que están completamente presentes en el espíritu del hombre en el momento de su nacimiento, sino que hay predisposiciones a pensar tales ideas como ciertas enfermedades están presentes en determinadas personas en virtud de la predisposición de ciertas familias para ellas.”

El niño oye a la mamá que le dice: “Apaga esa video y ven a comer”. Y en tanto el niño se lava las manos, la mujer le dice a su marido. ”Y después de comer vamos de compras”.

El marido, que estaba leyendo algo de M. J. Albert, en el diario El País, de España, sobre lo que dijo José Mujica, expresidente de Uruguay, quiso hace una broma a su mujer y leyó: “No vinimos al mundo sólo a trabajar y comprar.”

Pero se dio cuenta que su mujer no estaba para bromas. Tenía el duro rostro del realismo. En esta sociedad no somos como somos sino como la sociedad quiere que seamos. ¡Compro, luego existo!

Un último intento:

- ¿Y la verdad?

-¡No empieces con esas cosas! Te vas a seguir con el tiempo, el espacio, la dialéctica, la libertad, el devenir, que las cosas no son lo que parecen y que el espíritu humano es según si eres flaco o gordo o chaparro. Mejor baja la voz, no sea que los vecinos te reporten a la Secretaría de Sanidad Pública.

DESCARTES
 “René Descartes1 (La Haye, Turena francesa, 31 de marzo de 1596 - Estocolmo, Suecia, 11 de febrero de 1650), también llamado Renatus Cartesius, fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica.”Wikipedia.

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