DEL LIBRO SEGUNDO DE SEVERINO BOECIO


 

La filosofía es una guía en el camino de la vida, y también puede ayudar cuando ese camino se ha perdido.

 Así le pasó a Boecio.

Poderosos malandrines se coordinaron para culpar a Boecio de algo que no había hecho. La honradez y eficacia conque Boecio se desempeñaba, aun siendo muy joven, en sus altos cargos junto al rey Teodorico, suscitó la envidia de los otros que no pararon hasta enviarlo al cadalso.

En nuestra vida todos encontramos a esos “otros”.

Procedía de una  familia cuyos miembros ocuparon, en la Roma del siglo quinto, los más altos cargos, entre los que se  cuentan tres reyes y dos papas, el segundo de estos fue San Gregorio Magno.

Ese mundo suyo, tan increíble de poder terrenal y también en el terreno intelectual, en el que él mismo se había desempeñado con tanto éxito, pero ahora ya recluido en su celda y a punto de ser enviado a la horca, le hizo pensar vivamente en los altibajos con los que podemos encontrarnos en la vida.

Tremendamente abatido en su estado de ánimo, como podemos imaginar, encontró consolación en la filosofía. Con la que desde joven se había familiarizado. Inventó, o tal vez, en el intenso estado febril por la proximidad de su muerte, se le concedió ver realmente entrar en su celda a la Filosofía en forma de mujer de la que escuchó reflexiones que tuvieron el poder de consolarlo.

Los mortales del común, sobre todo si vemos mucha televisión, no podemos creer esto pero, recuérdese que  Dante   también en forma de  mujer  pudo ver a la Teología.

Escribió Boecio reflexiones que tal vez al trabajador del salario mínimo de nuestro siglo, ajeno al poder y al dinero, no le digan más que lugares comunes, como sacados de un libro de autoayuda.

Pero es el caso que este día, del mes de septiembre, del año 2015, miles de individuos, hombres y mujeres,  están siendo elevados a los más altos cargos de dirección en sus respectivos países. Al tiempo que otros miles también, están dejando sus cargos, por las buenas o por las malas.

 Lejos ya de los sugestivos presupuestos, institucionales o empresariales,  de los halagos de los mil “amigos” y del estatus social  que ha sufrido un despiadado  coscorrón. Creemos que estos son los que apreciarán la filosofía de Boecio en toda su intensidad.

 Al que podemos imaginar como un Sinhué verdadero. Es posible que Milka Waltari se haya inspirado en la vida de  Boecio para escribir se bella novela.

Tal vez parecerá  increíble que Boecio se pusiera a escribir  su filosofía a punto de ser ahorcado. Recordamos a Werner Jaeger que escribió, en un año, sentenciado ya de muerte por el mal que padecía, un bello libro de filosofía que publicó el Fondo de Cultura Económica, México,  en 1974, titulado El cristianismo primitivo y  Paideia griega.

Pensaba agregarlo  a su monumental obra de la cultura griega, algo así como un capítulo que él creía le hacía falta a su Paideia.  El brazo, la mano, el cuerpo todo, ya a punto de desfallecer, seguía moviéndose por su enorme voluntad. Igual pasó con Federico Schiller. Así debió suceder con Boecio.

En el capítulo segundo, o segundo libro, de su obra  La consolación de la filosofía, Boecio dice que la sociedad que encontramos al nacer está hecha de tal manera que es la que nos va a llevar para allá o para acá: “Si por casos navegas no irías a donde quisieras, más a donde te echen los vientos.”

La otra es que si decidimos entrar en el juego, hay que seguir las reglas del juego. Ni el soberano del imperio más poderoso del planeta escapa a esa regla: “Este es nuestro poder: siempre jugamos un juego. Una rueda presurosa volvemos al derredor. Abatimos lo subido, subimos lo desechado. Sube en ella, si quieres; más con esta condición: que si las ordenaciones de nuestro juego mandaren que desciendas, no te afrentes.”

Y para los especiales que sienten que la Fortuna es su comadre, les recomienda que mejor consulten con la almohada. “…ten corazón, no desmayes, y pues vives en el mundo, que es reino común a todos, no quieras privilegiarte.”

Llegamos al mundo como una página en blanco donde se pueden escribir los más bellos poemas y las más didácticas novelas. Pero pronto nos damos cuenta que todos corren ya en la pista de los mil carriles y la meta es la filosofía del bien estar económico.

La Filosofía consuela a Boecio en su último día.
Hay que formar parte del reducido  grupo de los vencedores que primero llegará a la meta. En la brega por adelantar a otros nos olvidamos, si es que alguna vez estuvimos conscientes de ello, que hay otra meta, y es la que nos va  a permitir por las noches, sin necesidad de somníferos,  sueños apacibles:

“…digan mortales, la felicidad que está metida dentro de ustedes, ¿por qué la buscan fuera.”

Aquí Boecio va a coincidir con Jean Wahl, filósofo marsellés del siglo veinte, cuando éste dice: “…es nuestra presencia necesaria para que aparezcan las cualidades, y una vez más vemos que lo que hace posible la causalidad es el encuentro de los mundos externo e interno, de los cuales el externo es el mundo de las cantidades, pero un mundo que se reviste de las cualidades en el interno.”

Para los atletas que este día van a correr en el Maratón de la filosofía del bienestar económico, les invita a que mejor corran en el otro Maratón, en el de los sueños felices:

“No podrá ser sumo bien lo que se puede quitar, porque le tiene ventaja lo que no  puede tirarse. Luego queda manifiesto que los bienes transitorios no dan bienaventuranza.”

William James, filósofo moderno norteamericano, se refiere a  esos dos modos de pensar de manera suscita: “La opinión opuesta al misticismo, en filosofía, se llama racionalismo”

Esta reticencia de Boecio, a la filosofía del bienestar económico, como única meta en la vida,se repite a lo  largo de su obra. Tiene el fundamento en que ese bienestar material se adquiere en la medida que se aleja de la solidaridad:

 “Y si uno poseyese todo el dinero del mundo, todos los otros que viven tendrían pobreza de ello.”

 
Boecio

“Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio (en latín: Anicius Manlius Severinus Boëthius) (Roma, c. 480 – Pavía, 524/525) fue un filósofo romano. Provenía de una importante y antigua familia romana, la gens Anicia, que dio dos emperadores y tres Papas. Fue hijo de Flavio Manlio Boecio. Empezó estudios de retórica y filosofía, conocimientos que amplió en Atenas. Se casó con Rusticiana, hija del senador Símaco (senador y cónsul en el año 485).Wikipedia

 

 

SCHOPENHAUER, LO DIFICIL DE LA FILOSOFÍA


 

Leer filosofía es una cosa rara. No porque sean difíciles su lectura y comprensión. Es porque sus postulados, como los de la religión, hay que ponerlos en práctica.

Para qué estudiar chino si no lo voy a hablar.

La cultura del bienestar económico de nuestro siglo no compagina con la teoría filosófica, menos con su práctica.

Ya no hay rincones tranquilos para filosofar, sólo grandes espacios para bailes con música estridentes. Tanto que los grandes vidrios de las ventanas de casas, situadas a cinco kilómetros de distancia del “concierto”, no se salvan de vibrar. Todo por escapar del ocio.

Para muchos el ocio es sinónimo de aburrirse y haraganear. El ocio al que Schopenhauer se refiere es la oportunidad de oro para bregar en la cultura:

“Entre más ocio y cultura intelectual, y de otra parte más lujo y bienestar, es característico el elegir por regla general lo último, prefiriendo el champagne al ocio.”

Irónico lugar ocupan estos pensadores en la sociedad. Tradicionalmente, desde los emperadores romanos, los filósofos han sido perseguidos como a perros del mal por las clases dirigentes. Y las grandes masas de la población, por su parte, simplemente los ignoran.

Sin embargo, del siglo de la estridencia, siempre hay quien frecuente a estos pensadores. No sólo feas verdades señala la filosofía, dice Schopenhauer, cuando se refiere a la ligereza de costumbres en que la mayoría de la gente vive.

La filosofía es una guía para la vida, a través de una detenida reflexión de la misma. Para otros los filósofos Presocráticos, y otros pensadores que le siguieron, hasta nuestros días, son tan familiares como estar viendo a Stallone con su saga de Rambo.

Hay épocas en las que más se frecuenta la filosofía y otras en que menos: “ Si su vida y su actuación caen en una época en la que no puede reconocerle y apreciarle, siempre queda pareciéndose a un viajero que tiene que pernoctar en una mala posada, continuando alegremente su viaje al día siguiente.”

Al antiquísimo Platón se le lee con asiduidad, y es vigente, debido al magro pensamiento de los siglos. Esos largos siglos en los que “el cerebro es sólo un obrero al servicio del estómago.”

¿Por qué volver a consultar las obras de Platón? Por lo mismo que leemos El gran Gatsby, de FitzGerald, varias veces, y es la ligereza que corre en otras novelas.

Regresamos, una y otra vez, a ver Shane o Lo que el viento se llevó. Preferible a las toneladas de plomo que salen de pistolas y metralletas, que vemos disparar en la películas de la actualidad, sin contar apenas con argumento alguno.

Si la naturaleza hizo a Platón, observa Schopenhauer, es que puede hacer otro Platón o muchos platones. Sin embargo todo parece indicar que Ariosto tuvo razón al escribir, refiriéndose a Platón: “La naturaleza lo hizo y después rompió el molde.”

El pensamiento filosófico dice que en el mismo siglo cabemos todos. La estridencia y la práctica de pensar:

 “Tal vez pueda estar contento con su época un pensador  o poeta, si ésta le permite solamente pensar y poetizar sin ser estorbado en su rincón, satisfecho de su suerte, si encuentra ese rincón donde pueda pensar y poetizar sin importarle nada lo demás.”

SCHOPENHAUER
“Arthur Schopenhauer [  'ʔatʰu:ɐ 'ʃo:pnhaʊɐ (?•i)] (Danzig, 22 de febrero de 1788 — Fráncfort del Meno, Reino de Prusia, 21 de septiembre de 1860) fue un filósofo alemán. Su filosofía, concebida esencialmente como un «pensar hasta el final» la filosofía de Kant, es deudora de Platón y Spinoza, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo, el taoísmo y el vedanta.”Wikipedia

W.JAMES, LAS LEJANAS RAICES DEL ALPINISMO


 

Estas raíces se encuentran en la antinomia por excelencia de la cultura occidental, aquella que dice que el hombre es la medida de todas las cosas pero que Dios hizo al hombre.

Racionalismo y misticismo son las dos magníficas piernas con las que vamos caminando, trotando o corriendo por la vida.

El hombre mismo fue dotado del poder de hacer milagros si tiene suficiente fe para creer en los milagros. Y cree en los milagros porque cree en el curso normal de la naturaleza.

Aun para brincar el arroyo se necesita fe en que lo lograremos.

No hay modo de escapar de esta antinomia. Pifiando como caldera vieja, aunque se tenga veinte años, sudando hasta por las bolas, mientras se sube por esa pendiente que se antoja interminable, el alpinista piensa en todo esto, si bien de manera atropellada.

Ese es nuestro juego. “Por nuestra propia cuenta y riesgo, imaginamos una realidad, fabricamos una realidad imaginaria, puro invento nuestro.” Este invento nuestro se llama alpinismo. El pensamiento es de Ortega y Gasset En torno a Galileo.


Del libro Técnica Alpina
UNAM,1985
Dibujo de Manuel Sánchez
El pragmatismo-empirismo natural, citado por Jean Wahl, floreció en Gran Bretaña y en Estados Unidos de Norteamérica, con William James, consignado en su libro La libertad de creer:

“Según él-dice Wahl, en El camino del filósofo-,nuestra fe tiene una gran influencia sobre la posibilidad de nuestras acciones, y así como nuestra fe en nuestra aptitud para saltar un arroyo nos hará capaces de saltarlo, de igual manera si creemos que el mundo es bueno, será el mundo mejor por el simple hecho de creerlo nosotros así.”

Este pragmatismo natural, sabemos, tiene su lejano antecedente en Protágoras y fue sistematizado, en el siglo diecinueve, sobre todo por filósofos ingleses.

El empirismo natural es uno de los resortes  en el que se desarrolla el alpinismo como deporte, establecido, como tal, en los Alpes europeos desde mediados del siglo diecisiete.

El  inexplicable afán del humano por alcanzar una cumbre de montaña. Amateur o profesional el fondo es el mismo. Vendiendo naranjas en el mercado se puede ganar lo mismo sin necesidad de ir a las montañas. El caso es que el individuo  escoge ir a las montañas como guía profesional…

 El mercado es el lugar donde hay lo necesario para alimentar al cuerpo. En las montañas, en cambio,  es el campus donde, “Los dioses lanzan sus dados”, según canta Agnetha Fältskog.

El alpinista goza en el esfuerzo que hace en tanto se mueve y trata de aligerar el peso de los tirantes de la mochila que parece partirle en dos cada clavícula.

Tirado en el cómodo sillón de su casa pensaba en este movimiento. Ahora que está en el movimiento piensa en la génesis del movimiento…

En su cómodo sillón era una circunstancia que no le decía mucho de él. Necesita otra circunstancia, de frontera, para poder asomarse a otra posibilidad (brincar el arroyo puede ser esa situación de frontera).Para poder tener conciencia del inmensurable  valor de su vida común. La “vida común” es un tesoro pero los humanos,al no tener conciencia de la misma, se aburren de ella.

 Necesitan meter, como dice Graham Greene, una pierna dentro de la eternidad siquiera por veinticuatro horas. Si no se asoma a esa ventana hay el alto riesgo que proliferen las patologías psicofísicas. Scott Fitzgerald murió de un ataque al corazón con un alcoholismo muy avanzado. Ernest Hemingway…

El empirismo, con orientación a lo religioso, arranca desde los Presocráticos y se afirmó  muy tempranamente con Platón. En América precristiana el alpinismo-andinismo religioso arrancó desde tiempos remotos que sólo la arqueología nos ha ido revelando gradualmente.

En México la primera ascensión documentada fue al volcán Popocatépetl (5,452m),  en el año de 1287. Este dato está consignado en Relaciones Originales de Chalco Amaquemecan Fondo de Cultura Económica. México-Buenos Aires, 1965. Fueron escritas por Don Domingo  Francisco de San Antón Muñon Chimalphain Cuauhtlehuanitzin, nacido el 27 de mayo de1579, en el pueblo de Amecameca, actual Estado de México.

En el montañismo religioso suramericano, según el material de que disponemos, citamos al monte llullaillaco, de  6,739 msnm en los Andes. República Argentina-Chile. Estratovolcán. 24°43’47’’ S._68°32’45’’ O. Primera ascensión religiosa probablemente  a principios del siglo XV. Primera deportiva: diciembre 1952, por Bión González y Juan Harseim.

 Pero hay  testimonios de la conquista  alpina religiosa precristiana, de numerosas cumbres, que también pasan los 6 mil. Ver el material publicado en la Revista Andina, en Santiago de Chile, en julio de 1968, en relación al Llullaillaco.

Todo esto es posible, sin importar la época ni el continente, por lo que dijo William James, sólo con la fe necesaria para saltar el arroyo.

La existencia que encuentra el caminante por medio de la resistencia que el arroyo le opone para ser brincado. También la montaña le presenta al alpinista una serie de obstáculos que deben ser resueltos.

En rigor la montaña ni el arroyo oponen nada, sólo son, como dice Ortega, situaciones del juego que nosotros inventamos. Por lo que la conclusión nuestra es que la dificultad está en el alpinista, no en la montaña.

Pero el “simple” hecho de saltar el arroyo tiene motivaciones insospechadas. La intuición va por delante. Sólo que la intuición no se compra en el mercado ni en parte alguna. Por ella sabemos que podemos brincar el arroyo, o bien, que, al menos por esta vez, no lo lograremos.

Para saltar el arroyo es necesario, dice James, no suprimir el miedo ni la alegría. Ambas tienen su función reguladora, como los sentidos de la vista, el olfato y el oído, lo tienen para que guardemos el equilibrio al caminar. Así son el miedo y la alegría.

En la bandolera o cinta, pues, del escalador, es imprescindible que vayan, junto a los mosquetones y las clavijas, el miedo y la fe.

Es una manera de decir que aquí es donde se juntan los empirismos natural y el empirismo con orientación religiosa. O, para los de la jerga filosófica, racionalismo y misticismo.

En su bello libro Las variedades de la experiencia religiosa, James dice de  la intuición:

“Si tenemos alguna intuición, proviene de un nivel más profundo de nuestra naturaleza que el nivel verbal donde reside el racionalismo. Toda nuestra vida subconsciente, nuestros impulsos, nuestras creencias, nuestras necesidades, nuestras intuiciones han preparado las premisas y nuestra conciencia siente ahora el peso de los resultados; algo dentro de nosotros sabe con certeza que estos han de ser más verdaderos que ninguna otra charla racionalista deducida por la lógica, por más inteligente que sea, que los pueda contradecir.”

W.JAMES
 “William James fue un filósofo estadounidense con una larga y brillante carrera en la Universidad de Harvard, donde fue profesor de psicología, y fue fundador de la psicología funcional. Fue hermano mayor del escritor Henry James. Fecha de nacimiento: 11 de enero de 1842, Nueva York, Nueva York, Estados Unidos. Fecha de la muerte: 26 de agosto de 1910, Tamworth, Nuevo Hampshire, Estados Unidos” WIKIPEDIA

SAN AGUSTÍN, APRENDIZ DE PARADIGMAS PERVERSOS


 

Agustín habla de dioses promiscuos, como Zeus, para resaltar su encuentro con el cristianismo. No de los dioses de la virtud y la estética.

Júpiter Tonante era adúltero. Era un dios y los muchachos, condiscípulos de Agustín, aprendían en la escuela, impuesto con todo rigor, lo relacionado al tema del adulterio.

 Agustín dice que detestaba la literatura griega por las fábulas que en ella encontraba: “Supongo que también a los niños griegos les pasará lo mismo con Virgilio, cuando lo tienen que aprender a la fuerza, como yo a Homero…Aun no conocía yo ninguna de aquellas palabras y, con crueles y terribles castigos, se me presionaba violentamente para que las aprendiera.”

Hablar del tema del adulterio es confirmar que en la sociedad griega, de aquellos tiempos  homéricos, lo establecido era el matrimonio monógamo.

El modelo del matrimonio monógamo se encuentra ya en la antiquísima leyenda de Penélope que, durante veinte años, espera a su amado Odiseo, pese a las reiteradas solicitudes que le hacían los más de cien indeseables que frecuentaban su casa.

Eran los profesores  de Agustín  que le imponían esas enseñanzas, dice, y se entiende que era algo así como un programa oficial de las escuelas. Agustín, con su desarrollada manera de penetrar las situaciones, intuyó que tal didáctica tenía como fin justificar esas prácticas ilícitas de los hombres poniendo como ejemplo la conducta de los dioses. Si los dioses  hacían eso trazaba toda una perspectiva pedagógica para el humano.

Dibujo tomado del libro
La psiquiatría en la vida diaria
de Fritz Redlich,1968
 
Werner Jaeger, la autoridad sobre la educación griega, hace distinción entre la demanda de las pulsiones y el verdadero discípulo del eros. Éste reconoce y ama la belleza corporal y espiritual, en todos, y por lo mismo ve una sola y única belleza:

“Esto no significa, naturalmente, una serie de aventuras vividas al azar con numerosos individuos, sino la maduración del sentido de la belleza en sí.”(Paideia, Cap. VIII)

Aristófanes mismo, que tomó de La república, de Platón, el tema  de su experimento promiscuo  fallido, a nivel general de la sociedad,  en La asamblea de las mujeres, se retrae al matrimonio monogámico.

Lo que Agustín quiere señalar es un modo de enseñar, paradigmático, que aparece en todos los tiempos. Los films que se exhibían en las salas de cine, de mediados del siglo veinte, sus personajes fumaban durante todo el desarrollo de la película.

 Fumar lo hacían las famosas “estrellas” del cine y la gente fumaba en la calle, los restaurantes y en todas partes. En el cine mexicano había prototipos de  hombres mujeriegos. En el siglo veintiuno ya casi somos  150 millones de habitantes en el país.

En Internet apareció publicada una nota, el 21 de septiembre de 2015, que relaciona, según el espíritu de nuestra nota, cómo la realidad reproduce, o parece hacerlo coincidentemente, lo que es tema de algún medio, en este caso el cine:
“Cabeza” de la nota: Las misteriosas mujeres que viven en un aeropuerto desde hace 15 meses
De Benito Kozman | El Viralero
“La historia protagonizada por Tom Hanks en el cine se repite una vez más. Como en una secuela de la película La Terminal, las autoridades de Chipre han detectado a dos mujeres que han estado viviendo en el estacionamiento del aeropuerto internacional de Larnaka, en Chipre,  durante los últimos 15 meses…Se trata de dos alemanas, madre e hija, quienes de acuerdo con Adamos Aspris, portavoz del aeropuerto. Han estado durmiendo en sacos de dormir en el duro suelo del estacionamiento, pero se han negado a recibir ayuda. La situación de las alemanas recuerda la película La Terminal, protagonizada por Tom Hanks, quien interpreta un hombre de Krakozhia atrapado en el aeropuerto JFK de Nueva York tras negársele la entrada a Estados Unidos e imposibilitado de volver a su tierra natal debido a una revolución…La cinta se inspiró en la estancia de Karimi Nasseri en el Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle de 1988 a 2006, durante 18 años.”

 
 

En Confesiones, capítulo XVI, Agustín habla de lo que él llama la educación corruptora: “una ficción que atribuía a hombres corrompidos atributos divinos, a fin de que no fuese tenida por corrupción la corrupción y, si algún hombre se entregaba a ella, pareciese que imitaba, no a hombres degenerados sino a los dioses celestiales.”

SAN AGUSTÍN
“Agustín, considerado el más grande entre Los Padres de la Iglesia y uno de los filósofos cristianos más importantes de todos los tiempos, nació en el año 354 en la ciudad de Tagaste, en la provincia romana de Numidia (hoy Argelia, en el norte de África). Su padre era pagano y su madre cristiana (santa Mónica).”

CICERON, GRAN PONTIFICADOR


 

Los actores en el teatro prefieren el “papel” a representar en la escena que mejor cuadra con su modo de ser predominante. Si, llevados por las circunstancias, debe representar otros “papeles”, ya es una elaboración profesional, no desempeño natural.

De esta manera Cicerón nos está diciendo, con su modo de guía de la juventud, o como ahora se dice, pontificador, que la felicidad consiste en actuar como es. La doble moral, aparentar ser virtuoso el bucanero, no garantiza felices sueños.

Irónico pero, el diablo,   Mefistófeles, nos dio una lección de probidad al presentarse a Fausto, de Goethe, como Mefistófeles, no como ángel alguno.

Pontificar tiene ahora una connotación displicente. Con eso estamos rechazando de alguna manera la experiencia de los que nos precedieron en el tiempo o en el terreno de la experiencia. Somos de la generación espontánea y llegamos a este mundo con un letrero en la frente que dice: “conmigo empieza la posteridad.”

No se puede decir que algo, una técnica de escribir o una escalada a la montaña, es nuevo sino se refiere a lo conocido. La cara norte del Matterhorn se escaló, por primera vez, en 1931.Antes  se había subido comúnmente, desde 1865,  por la arista Hornli.

 
Dibujo tomado del libro
La psiquiatría en la vida diaria
de Fritz Redlich,1968
 Se cree que el estilo de escribir de Hemingway es nuevo por sus frases cortas y porque hacía una descripción, sólo implícita, del carácter de sus personajes.

 “El espíritu humano es de tal índole que sólo comienza a comprender lo nuevo cuando ha procurado referirlo a lo antiguo.”)H. Bergson, Introducción a la metafísica)

Cicerón  reitera (en Los oficios)  que guardemos una conducta uniforme. Algo así que no estemos en el templo rezando a la diosa Tonantzin y en el Palacio Legislativo, como escribió Scott Fitzgerald pensando en Hemingway: “Trataré de ser un animal correcto, y sí me tiran un hueso con bastante carne, hasta puede que les lama la mano.”(Scott Donaldson, Hemingway contra Fitzgerald)

Pero en el juego de mi yo, y mis otros yos, fácil es el autoengaño de conveniencia. A la naturaleza es a la que no puedo engañar. Por eso Cicerón recomienda que:



 “En nada nos engañemos contra el orden general de la naturaleza….Conozca, pues, el hombre su genio, y sea censor severo de sus buenas disposiciones y de sus defectos, porque no parezcan que muestran los comediantes en la escena más discernimiento y prudencia; los cuales no se apropian los personajes mejores, sino aquellos que dicen más bien con su genio.”


CICERÓN


“Marco Tulio Cicerón, en latín Marcus Tullius Cicero1 (pronunciado ['mar.kʊs 'tul.liʊs ˈkɪkɛroː]), (Arpino, 3 de enero de 106 a. C. - Formia, 7 de diciembre de 43 a. C.) fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.WIKIPEDIA

KANT, LA IRRESISTIBLE NECESIDAD DE PREGUNTAR


 

Muchas limitaciones en la vida del humano  encuentra Kant. Eso le hizo pensar en la libertad y en la inmortalidad.

Sólo con la razón se puede intentar pensar en esos temas pero, la razón no puede ir más allá de lo que ve.

Seguía la pregunta si en el campo de la experiencia la razón es la última palabra.

Lo que Kant encontró es que el hombre siempre se está haciendo preguntas sobre sí mismo y respecto del mundo material en el que se mueve.

“Si renunciara a ese impulso dejaría de ser hombre y se hundiría en la barbarie y el caos”

Empero no se puede avanzar más por las cavilaciones puramente teóricas.

En esta situación, no obstante, el hombre se encuentra con una especie de orden irresistible a continuar preguntando y buscando. Como si alguien le dijera “debes”.

¡PREGUNTA!
Debes seguir buscando. Pero esa irresistible necesidad de seguir buscando no lo lanza de cabeza a investigar  sin ton ni son, sino con cierto orden. Otra vez, sirviéndose de la razón.

 Pero como cualquier ocurrencia de taberna puede tomarse como razonamiento lógico, entonces es necesario cuidar lo razonable, criticarlo. Criticar a la razón pura. Llegar, como dice Emerson, a la última frontera  y ver si después se puede saltar el muro-cosa, para el otro lado. Hacia la irrealidad del arte.

Como sea, parece que el humano está calibrado para no actuar a lo loco. Salvo patologías.

“Opinaba que cuando el hombre  desea sinceramente saber cómo comportarse, se enfrenta a una orden absoluta, a un imperativo categórico que le impide actuar de manera arbitraria y caprichosa.”

Ante una orden, el hombre decide si obedece o no. De esa manera descubre que tiene libertad de decisión. Que la libertad existe.

Pero, como la cumbre de la montaña, hay que conquistarla. O al menos vivir en el empeño de conseguirla. Con lo que a la postre lo que viene resultando más trascendental es no la cumbre sino el afán de obtenerla.

“El hecho de escuchar una orden absoluta y en la libertad que se le concede, el hombre descubre que, por muy sujeto que se encuentre a lo finito, lo más significativo de su naturaleza pertenece a una orden superior, y que es esto lo que le da su dignidad singular.”

De esta manera “Kant trató de probar la inmortalidad del alma y la existencia de Dios como postulados necesarios de la existencia moral.”

“De todos modos-dice W. Weischedel, en su obra Los filósofos entre bambalinas-, es difícil aceptar sus argumentos sin más ni más.” Por lo tanto es necesario seguir preguntando.

La prueba de lo anterior es que tanto Schopenhauer, que mucho apreciaba y respetaba  la obra de Kant, como Max Scheler, le señalaron dos o tres cosillas…

Si nos quedamos con la inmortalidad del alma, o con la razón pura, tal vez no sea en lo cercano lo más importante.

Seguramente lo valioso es no dejar de  hacer preguntas, porque de ser así nos hundiríamos, como dice Henry Miller, en la imbecilidad y en el caos.

Y para que se den los valores esenciales es necesario cuidar la coherencia los valores materiales.

 
KANT

“Immanuel Kant (ɪˈmaːnu̯eːl ˈkant) (Königsberg, Prusia, 22 de abril de1724 – Königsberg, 12 de febrero de 1804) fue un filósofo prusiano de la Ilustración. Es el primero y más importante representante delcriticismo y precursor del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.”WIKIPEDIA

 

 

 

 

 

 

 

SÉNECA, VIVAC ALPINO


 

"Los libros, bien utilizados, son la mejor de las cosas; abusando de ellos, son la peor."

 Lo dijo Emerson en un discurso pronunciado, el 31 de agosto de 1837 ante la Sociedad PHI Beta Kappa, en Cambridge.

"Estamos a media altura de la pared oeste de la Torre Negra, NNW del volcán Popocatépetl, México. Nuestras botas  se balancean   setecientos metros sobre  del fondo de la bella y extensa cañada de Nexpayantla y cien por debajo de la cumbre.

Por la mañana nos internamos en la pared hacia el sur, cruzando desde el filo norte superior de la cañada procurando no perder altura. Hasta alcanzar una plataforma suficiente para  instalar la tienda.

La Oeste de la Torre, la precaria consistencia de su roca de superficie, parece ser el reino de la concrescencia. Como si se le hubieran pegado los salientes después de su origen concreto o sólido. Lo que en arqueología se llama técnica de pastillaje. En realidad es el trabajo constante de la denudación. El agua que se filtra en sus fisuras durante el día, por las noches se congela (registramos una temperatura de 15 bajo cero), se expande y va desgranando la roca sólida con la facilidad de un cartucho de dinamita que se introduce y hace explotar.

Oeste de la Torre Negra
Yuma.-Ahora que lo mencionas, aquí, a la vuelta en el lado sur de la cumbre, casi sobre nuestras cabezas, están los someros restos arqueológicos del Adoratorio Nexpayantla, del que José Deseado Charnay dijo, en su expedición  del siglo diecinueve, que eran del periodo tolteca. Una serie de adoratorios que empezaban en Tlamacazcalco (4 mil) y terminaban en Teopixcalco (5mil).

No hay intención esta vez de ir a la cumbre ni descender a la base. Sólo vivaquear en esta pared de roca muy erosionada, festoneada  por corredores de nieve y hielo. En tres días saldremos por la vía de llegada. Unos dos largos de cuerda.

Vivaquear como fin no se estila en México, sólo,  y rara vez, como recurso obligado en tanto llega el amanecer para seguir hacia la cumbre. Nosotros lo hacemos como fin desde mediados  del siglo pasado.

Se requiere otro tipo de disposición de ánimo para resistir en la inmovilidad. Viendo  con nostalgia  pasar, en los 4 mil doscientos, a las veloces nubes  frente a nuestras narices.

Yuma.-Una actividad que resulta familiar para la gente que escala montañas.

Cork.-Con una experiencia de estas la gente de la ciudad se ahorraría unas veinte idas con el psiquiatra.

Toci.-Recuerdo una expresión de Graham Greene, textualmente dice que “a todo millonario le convendría pasar siquiera veinticuatro horas con un pie metido en la eternidad.”

Yuma.-¿Bella, dijiste? El mundo sensible es nuestro mundo. El asunto es que cada quien tiene su percepción. Y ésta se define por el instinto y la inteligencia de cada quien.

Toci.-Un misterio eso de la percepción. A Malcolm Lowry esta bella cañada le parecía la horrible boca del Tártaro.

Yuma.-No olvides que cuando Lowry llegó hasta aquí, en el filo norte de la Cañada, traía una resaca terrible. Tan terrible que pudo comparar la “cruda” con la pavorosa casa de Usher. Lo que está Bajo el Volcán (título de su novela) no es Cuernavaca, como se cree. Para él la Cañada de Nexpayantla es la terrible boca del Tártaro.

Cork.-Para los sacerdotes de Quetzalcóatl esto era la antesala del cielo. Para Lowry la entrada al infierno.

Entre tantos temas que se mencionan (tenemos 72 horas por delante metidos en un espacio de dos por tres)yo sacó el de literatura, propiamente a  Séneca.

Yuma.-Las novelas se reescriben, o se continúan, no porque el autor sea otro. Lo que sucede que de viejo se tienen más recursos lexicográficos y culturales para decir las cosas, a la vez que se hace más sintéticos y hay menos paja.

Toci, la muchacha que podía escalar en todas las cotas,  tiene además una memoria fotográfica, o como se le llame. Recuerda a Scott Fitzgerald: “

“Muy a menudo los escritores nos repetimos, comenta SFitzgerald en  un ensayo de 1933.Tenemos dos o tres grandes y emocionantes experiencias a lo largo de nuestra vida…Luego aprendemos nuestro oficio más o menos bien, y las volcamos en dos o tres relatos-cada vez bajo un nuevo disfraz-quizá diez veces, quizá hasta un centenar, tantas como la gente esté dispuesta escucharnos.” (Del libro de Scott Donaldson: Hemingway contra Fitzgerald)

Cork.-Pero siempre escribirá como  es el que escribe. Los personajes antitéticos que él inventa, para sus novelas, son sacadas de su “modem” o “disco duro”  estructural. Como saca el actor vestimentas de su baúl para el personaje que representa en la escena.

Yo.-“Pero ten cuidado con el exceso de lecturas-le escribe Séneca a Lucilio-, porque esa multitud de obras y de autores de toda especie pudiera ser ligereza e inconstancia. Hay que dedicarse a unos cuantos autores escogidos, nutrirse de su substancia para que se nos grabe en el alma alguna cosa.”

Yuma.-De manera particular leer lo nuestro. Todos tenemos “lo nuestro”. Con los autores que nos identificamos. Es como una especie de retroalimentación.

-Toci.-Más no rehuir, o desconocer a “los otros”. Leerlos directamente para evitar deformaciones involuntarias o mal intencionadas. El mundo está lleno de historias y biografías de personajes que dijeron lo que nunca dijeron.

Cork.-No hay porque asustarse con las expresiones de “lo nuestro” y “los otros”. Se reafirma lo propio negando lo opuesto. De la misma manera aquellos  afirman sus creencias negando las nuestras.

Toci.-Todo queda en su lugar.

Yo.-Séneca lo expresa sin darle rodeos al asunto cuando se refiere a algo que escribió Epicuro: “Lo tomo de Epicuro, pues con frecuencia me paso al bando enemigo, no como trásfuga, sino como explorador.”

Toci.-Séneca sugiere tomar precauciones, con las lecturas de muchos autores, para de esa manera evitar el eclecticismo disolvente. Algunos leyeron tanto que no se dieron cuenta cuándo se les descompuso la brújula: “Leer demasiado libros distrae, pero no enseña. Y ya que no pueden leerse todos, mejor es contentarse con leer algunos.”

Cork.- En estos tiempos parece que sería mejor plantearlo con el símil de la comida. Comer lo necesario es sano. Comer más de esa medida acarrea consigo la destrucción.

Séneca
 

“Lucio Anneo Séneca (Latín: Lucius Annæus Seneca), llamado Séneca el Joven (4 a. C. – 65) fue un filósofo, político, orador y escritor romano conocido por sus obras de carácter moralista. Hijo del orador Marco Anneo Séneca, fue Cuestor, Pretor y Senador del Imperio Romano durante los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, además de Ministro, tutor y consejero del emperador Nerón.”WIKIPEDIA

 

 

 

 

PLUTO, DE ARISTÓFANES


 

los pobres son ricos.

 Es la tesis de Aristófanes en su obra Pluto, del año 388 a C.

Y los ricos son pobres.

El público griego de los días de Aristófanes ya conocía su otra obra, La asamblea de las mujeres, donde el comunismo no funcionó porque ya nadie quería hacer algo y todo lo esperaba del Estado. A su vez, el Estado regulaba  la manera, no sólo de vestir sino, hasta de copular. Implosionó.

Pluto es la contra tesis. Si todos fueran ricos tampoco nadie haría nada. Todos querrían que les hicieran. La vida implosionaría también, empezando con el individuo. Ante tanta inmovilidad la vida se volvería un desastre.

Aristófanes tenía ante sus ojos los modelos de ambos extremos. En la sociedad que vivió la esclavitud se veía como la situación natural. Esclavos y ricos. Los que no tenían ni manto conque cubrirse y los que no se ponían el mismo manto dos veces.

Fue cuando Aristófanes encontró el aristotélico término medio: la pobreza. Pero no la pobreza al estilo del siglo veintiuno, sin fuentes de trabajo, o trabajo en el outsorcing sin prestaciones de obreros sin contratos colectivos, etc. Eso sería para Aristófanes la mendicidad.

No la mendicidad profesional como ahora la vemos, pedir limosna por la mañana y por la tarde depositar en la cuenta bancaria.

Se refería a la mendicidad que pide porque, verdaderamente,  se está a punto de morir de hambre.

Para tal efecto aparecen en su obra de teatro dos númenes antitéticos, la Pobreza y Pluto, el dios de la abundancia. Sólo que Pluto  es un numen ciego.

Carión y Cremilo son dos individuos que conocen a Pluto y descubren que es el dios que reparte las riquezas. Lo encierran en un templo para obligarlo que haga ricos a todos. Es cuando la obra revela un amplio grupo de patologías en la conducta humana “Algunas de vivencia perenne y universal.”

Poros, el dios ciego de la abundancia

Estos dos individuos preparan un remedio que aplican a los ojos de Pluto con el  fin de que el dios pueda ver y, en adelante, reparta las riquezas con sensatez porque por ahora todos eso está desbalanceado.
La misma Pobreza les advierte:¨¡que barbaridad acaban de hacer!

 Los primeros que protestan  son los ricos ¿quién nos va a servir?

Y los pobres dicen que, efectivamente, en adelante no servirán a nadie. Que su  plus valía amañada  se la metan por…

Will Durant: "es difícil ser revolucionario cuando casi todas las familias tienen riqueza suficiente para mantener su propia casa y cuando los automóviles son tan comunes...Frente a esa prosperidad desvergonzada y desproporcionada ha quedado herido o muerto el petirrojo que antes cantaba el himno de la revolución."(Filosofía, Cultura y Vida, tomo II,1960)


Blepsidemo, otro personaje, es el que desconfía de la riqueza  ganada de ese modo. Algo hay en ello que no permite felices amaneceres: “Mal me parece el negocio. No me gusta mucho. Eso de hacerse rico de repente y luego andar con miedos, es de gente que no tiene muy sana la conciencia.”

Se considera que, igual que en La asamblea de las mujeres, en Pluto el problema humano queda sin resolver.

En realidad ambas obras nos revelan el gran secreto: sin el esfuerzo humano todo es amenazado por la ruina.

La mendicidad y la riqueza son dos extremos peligrosos para la salud psicofísica y espiritual del individuo y de la sociedad. Las dos tesis las dice Aristófanes con su peculiar modo de expresión que enseñaba, aun las más  crueles realidades, haciendo que la gente se riera.

Cremilo le echa en cara al alegórico personaje de la Pobreza: “¿Y tú qué puedes darnos? ¡Quemaduras en los baños, parvadas de chiquillos muertos de hambre, viejitas macilentas! Y no te diré nada de las muchas chinches y pulgas y piojos y mosquitos que va y vienen rodeando nuestras cabezas.”
Penia, diosa de la pobreza

La Pobreza toma su propia defensa y replica a Cremilo: “¿Qué hace Pluto? Hombres reumáticos, panzones, de piernas tardas para andar, gordinflones y grasosos. Pero yo los tengo esbeltos, como avispas en ligereza.”

Hasta aquí ambos personajes han esgrimido  valores hedónicos, valores de civilización. El leit motiv de la obra en realidad no es quien tiene más o quién tiene menos, sino quién vive mejor, en la perspectiva de los valores esenciales.

 Ricos que saben  vivir  bien, pobres que saben viven bien. Ricos que viven mal. Pobres que viven mal.

Habla la Sabiduría por medio de la Pobreza: “Sepan ustedes que la moderación y la templanza vienen conmigo, mientras que la soberbia y desorden están con Pluto.”

Aristófanes conocía  de primera mano las teorías  filosóficas de su tiempo. Le servían para encontrar temas de sus obras de teatro. Es probable que para Pluto se haya inspirado en una idea del Libro Primero de  La República, de Platón.

En ella el acaudalado Céfalo le dice a Sócrates, después que éste le ha hecho la pregunta cuál es el beneficio más grande que se obtiene con las riquezas. Céfalo responde que cuando se ha llegado a la vejez:

 “Entonces se empieza a hacer un recuento de lo vivido, para verificar si se ha dañado a alguien. Quien examinando su proceder se da cuenta de que cometió arbitrariedades, se atemoriza, cae presa de la ansiedad, y el miedo lo despierta en el trascurso de la noche y lo llena de pavor, como a un niño. En cambio el que no siente inquietud alguna, vive una dulce esperanza que será nodriza de su ancianidad.”

 
ARISTÓFANES

“Aristófanes (en griego Ἀριστοφάνης; Atenas, 444 a. C. - 385 a. C.) fue un famoso comediógrafo griego, principal exponente del  género cómico Vivió durante la Guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su consecuente derrota a manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV a. C. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la Atenas de aquella época. Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia Las nubes lo presenta como un demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una degradación del teatro clásico.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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