J, WAHL, UNA ANTINOMIA NECESARIA PARA VIVIR


 

Dos enunciados hacen una antinomia. Hay tesis, antítesis= dialéctica...

Si  reina sólo un enunciado, mejor salirse  de ese país...

Bella es la vida aunque llena de insatisfacciones.

Introducción necesaria para evitar de entrada la impresión del catastrofismo. Filosofías pesimistas y religiones alarmistas han llenado de nubarrones negros el cielo de tal manera que ya no disfrutamos de la vida.

Esos libros nos dejan la impresión que un noticiero televisivo  de la mañana...Más muertos hay en el subsuelo, de algunos países, que en el subsuelo de Marne y Tannenberg, después de la Primera Guerra Mundial...

Desesperación es un rasgo que caracteriza a no pocos pensadores  que vierten en sus filosofías tal modo de pensar. Igual  sucede a no pocos novelistas. Sin encontrar la salida, el producto se convierte en decadencia.

Empero, después de darle varias vueltas, no obstante, la desesperación va a resultar algo valioso.

El requisito es saber distinguir el oro de la calcopirita…

Wahl observa que la vida no es un tango argentino, pero sí, en cambio, es verdad que hay mucha insatisfacción en ella. De ahí que el capítulo III de su obra Introducción a la filosofía se llame el Ser, la existencia y la realidad.

En un país, al sur de la frontera, con 5 millones de adultos desempleados, y ese mismo país, con 50 millones de jóvenes, no escolarizados y no empleados, la palabra desesperación no es ninguna retórica.

Ante esta realidad a algunos, efectivamente, les da por pintar a la vida por demás sombría. Otros, en cambio, se van al  extremo y no resisten la tentación de invadir los terrenos de le teología (la cosa en sí, la Voluntad, el noúmeno, etc.) aunque con  cautela, pues  en filosofía se camina  en el terreno de la causalidad, no de la religión.

Esa antinomia tal vez sea la cosa inaprensible del Domingo, ese personaje, misterioso de la novela El hombre que fue jueves, de Chesterton, que “sólo puede ser comparado con el universo mismo.”

Dibujo tomado del libro
La psiquiatría en la vida diaria
de Fritz Redlich 1968
Cada uno de los seis personajes (anarquistas-policías) del libro que quieren alcanzar al Domingo lo ven de manera personal, diferente a los demás. Y así es como  ven al Ser los filósofos de todos los modos de pensamiento. Sin faltar los que niegan el Ser, y proclaman el No-Ser.

Wahl: “Dios es una cosa en sí, un noúmeno, mientras que nuestra experiencia sólo puede ser una experiencia de fenómenos.”

Protágoras decía que no se debe usar el término Ser porque todo está en constante movimiento y trasformación. Y es por lo que Berkeley dirá más tarde que la realidad (estable) no existe.

 Schelling, en cambio, trata de demostrar  que, por encima de todos los conceptos, hay un Ser. Y es la fuente de todo. Y así, con esta antinomia, tiene lugar la dialéctica.

Estas cuestiones, que parecen académicas, con poca relación de nuestra vida diaria y “vulgar”, son, en cambio, fundamentales. ¡Se puede disentir o consentir, según sea el caso!

 Y donde no exista esa antinomia mejor hacer la mochila, agarrar la primera diligencia de la mañana  y largarse  del lugar.

Aquí es donde Wahl dice que “la tarea del filósofo es más bien permanecer tan cerca como le sea posible de la existencia.” (Cap. III).

Tarea por demás ardua porque la filosofía tiene que vérsela con múltiples problemas reales. Otros no tan reales que buscan que volteemos hacia otro lado. Otros problemas más que nacen en el eterno conflicto humano y que, pese a nuestras declaraciones de solidaridad, observamos un comportamiento por demás disperso o antagónico…

Por otro lado ese sentimiento de insatisfacción es  una poderosa palanca que le da sentido a la vida porque nos lleva a la acción:

“Este sentimiento de insatisfacción contribuye a dar valor a su existencia misma”, anota Wahl.

Es difícil, o riesgoso, el termino insatisfacción. Puede llevar a la crítica patológica perenne, en otras palabras: “criticón crónico, sin remedio”. A una morbosa  pérdida de interés en cuestiones de la vida o, bien, como dice Wahl, a un dinamismo positivo:

“Una vez más nos encontramos aquí con una antinomia, un conflicto, una dialéctica, y esto es lo que constituye la vida del espíritu.”

Todo depende, como se anotó arriba, si se prefiere la calcopirita o el oro.

 
WAHL

Jean Wahl nació en Marsella, en  1888. Falleció en París en 1974. Filósofo francés. Tras ejercer como profesor en EE UU, regresó a Francia (1945) para enseñar en la Sorbona y fundó el Colegio Filosófico de París. Es recordado, sobre todo, por su estudio sobre La desdicha de la conciencia en la filosofía de Hegel (1929). Otras obras a destacar son, entre otros títulos, Filosofías   pluralistas de Inglaterra y América (1920), Hacia lo concreto (1932) e Introducción a la filosofía (1948).

 

 

 

 

 

 

 

 

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