PLATÓN, LA MÁS VERDADERAMENTE FELIZ MANERA DE GOBERNAR


 

Se llega al poder político de cien maneras, lícitamente. Algún desempleado hace méritos para que le den oportunidad  en un sindicato o partido político pintando bardas, pegando propaganda o repartiendo material de mano en la calle, en los mercados, en las lecherías populares a las cinco de la mañana. Algunos de estos, a la vuelta de los años, los encontramos, como titulares, en la cámara de senadores o en la de diputados. Extraordinaria carrera a base de esfuerzo propio.

Otros desde la academia. Toda una vida dedicada a los libros y al fin alguien los descubrió como gente de valer para la sociedad. La verdad que son pocos los académicos que llegan a los mandos supremos de la política nacional, en comparación con los de la actividad empírica que acabamos de mencionar.

Otros llegaron al poder desde el mundo artístico, cinematográfico. El arte era lo suyo. A través de las pantallas eran  dueños de una imagen frete al público que se forjaron durante años y más años. Algunos de ellos tal vez ni siquiera soñaron con entrar en la política de partido. Pero…La praxis política profesional los descubrió, muy ad hoc, para su partido  ganar una elección popular y no perder cierto distrito o hasta algún Estado. O hasta la presidencia del país. Su fama en las pantallas traería votos para el partido. Aun en   países del primer mundo algunos artistas de cine llegaron a la suprema gubernatura de ese país.

Es el maravilloso juego democrático de cuando los países son libres. Sólo que, para efecto de la idea de esta nota, hay que señalar que, al final de alguna de esta carreras, las arcas de erario público  quedaron tan desfalcadas que, con lo que se llevaron unos pocos, ese país sin nombre bien pudo haber ascendido al rango de los países del primer mundo. Alimentación, educación, fuentes de empleos, salud, cultura. Por ahora sigue hundido en la miseria, en la insalubridad, la ignorancia y en la inseguridad.

Dibujo tomado del diario El País.
¿Dónde estuvo la falla? Platón va a dar su punto de vista.

Procedí desde el principio siguiendo lo que se llama la causa final. Según la meta fijada de antemano, en lo individual.

Platón: "La realización correcta de la función depende de la estructura, concebida como la debida subordinación de las partes al todo." La república.

En otras palabras actué buscando  mi interés o el interés del pueblo.

Varias maneras  tenían los griegos homéricos, para “medir” la inclinación de nuestra voluntad hacia el bien estar material (legitimo o sin medida) y el progreso espiritual.

El modo más conocido es el de Odiseo. Consciente de sus debilidades de voluntad, sabe que no va a poder resistir al paso de su nave frente a la isla habitada por las mortales, aunque irresistibles seductoras criaturas. Dice  que lo aten al mástil de la nave. Con la orden que, diga lo que diga, no le hagan caso.

 El otro modo deja al individuo en plena libertad de decisión. Se dice que si no hay libertad de decisión no hay responsabilidad moral.

Este modo era  beber, o no, las aguas del Leteo.

Luego de caminar por el árido desierto se experimenta  una sed intensa. El grado  de resistencia en no beber agua daba la medida de mi apego a las cosas sensibles, materiales, o bien intencionadas para el pueblo todo.

En la sombra, con agua al alcance, todos juramos probidad hasta el heroísmo. Las buenas intenciones, aún  no han sido puestas a prueba. Por eso, para conocer la validez de esta metáfora, era requisito estar dentro de las condiciones desérticas señaladas por Platón.

El dirigente de una nación, en singular (presidente) o en plural (cada uno de los miembros de la cámara alta y de la baja), debe tener preparación exhaustiva para ese cargo. Platón hace sus cuentas y encuentra que se requieren algo así como 24 años. Se empezaría a la edad de  los 11 y saldría a los 35.La formación debe ser holística, como a hora se le dice.

Aquí la utopía de Platón.

“la larga y rigurosa disciplina a que tiene que someterse antes de hallarse preparados para gobernar. A la educación elemental, que se prolongará hasta los diecisiete o dieciocho años, seguirán tres años de preparación física y militar. Vendrán después diez años de estudio de las matemáticas superiores, a los que seguirían otros cinco dedicados a las ramas más elevada  de la filosofía. En cada una de estas etapas resultan eliminados algunos individuos y los que lleguen hasta el final y sean definitivamente seleccionados podrán entrar en el despeño de cargos secundarios a la edad de 35 años.”

(William K, C, Guthrie, Los filósofos griegos)

-¡Cargos secundarios!-dijo Yuma, mi compañero de escalada en la “Cueva del Muerto”, sierra de Pachuca, Hidalgo, México, en la que pasamos la noche después de subir algunas rocas de la región-Se necesita vocación de servicio, sobre todo. Y  creo que ni aun así. Por eso esa clase gobernante en el Estado platónico seguirá en la utopía.

-Más cuando Guthrie agrega, siguiendo a Platón: “Para estos filósofos, el poder político será una carga más que una tentación, pero la soportarán por el bien de la comunidad.”

-Como digo, es una utopía. Se dará, quizá, por aquí o por allá, pero más general…

PLATÓN
“Platónn. 1 (en griego antiguo: Πλάτων) (Atenas o Egina,1 ca. 427-347 a. C.)2 fue un filósofo griego seguidor de Sócratesn. 2 y maestro de Aristóteles.3 En 387 fundó la Academia,4 institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos añosn. 3 y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro.n. 4 Platón participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación; intentó también plasmar en un Estado real su original teoría política,”WIKIPEDIA

 

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