¿CÓMO ESCALAMOS? ¡NO POR QUÉ ESCALAMOS!


 

Se escala por el conocimiento que se ha adquirido en otras escaladas. Y mediante este razonamiento se conoce, en una primera, escalada, lo que todavía no se conoce.

En otras palabras, la experiencia se adquiere a posteriori, por haberlo vivido. Y se escala a priori, cuando todavía no se conoce el tramo de pared, que nos espera más adelante.

Todavía no lo conocemos sobre el terreno pero tenemos suficiente información, por la experiencia, de saber con suficiente aproximación, lo que encontraremos de manera empírica.

Hay otro modo de decirlo: escalamos por conceptos (categorías inventadas por nosotros), también por intuición, o sea, lo que imaginamos, lo que sospechamos, que está más adelante.

Intuición se define como conocimiento antes del conocimiento. Bergson dice que es inteligencia más instinto.

Adelantemos que la montaña, es decir, sus dificultades para escalarla, nada tienen que ver con el embrollo   que al respecto hemos hecho los escaladores de ponerle valores matemáticos a lo que es de naturaleza cien por cien  subjetiva.

Escalar es a la manera del arte o de la poesía. Sobre toda una técnica, que está bien sistematizada en los libros de alpinismo, es una inspiración muy particular del escalador.

¿Por qué no hay dos o tres, o más, Van Gog? Porque nadie puede pintar los girasoles como él. Horribles o bellos, son muy suyos.

En una misma cordada, atados a la cuerda, cada quien vive su escalada, y no hay relación cómo la vive el otro que va adelante o detras de mí.

Aquel puede superar un tramo con cierta facilidad, el mismo tramo que yo pasaré con dificultad o que ni siquiera librare sino es con la ayuda de la cuerda.

Clasificar este paso como fácil o difícil de subir es un puro subjetivismo.
Unos lo superarán sin sacar las manos de los bolsillos del pantalón y otros
 aferrándose hasta con las diez uñas de las manos y, si pudieran, con las de los pies..
Cada quien lo va a considerar según la medida de sus intrínsecas posibilidades
tanto biológicas como filosóficas y espirituales.
"Allí donde nosotros vemos molinos de viento, Don Quijote verá gigantes": Bergson.
Sierra de Pachuca Hgo.México.
Foto de Omar Altamira A. 17/ marzo/ 2019
 
Eduardo Manjarrez, El Whymper, escalador de la ciudad de México, de los años sesentas, del siglo pasado (veinte) escalaba la aguja de El Colmilllo, en la región de Los Frailes de Actopan, estado de Hidalgo, México, con destreza en tanto nosotros subíamos detrás de él como humanos demasiado humanos.

La tercera vez que escalé la norte de la pared Benito Ramírez, en el Macizo de Las Monjas, al oeste del pueblo de Chico, Hidalgo, México, al haber superado los cuarenta metros  completamente libres (rogamos a los dioses que no los hayan llenado de clavijas y barrenos) iniciales de esa escalada, di la señal a mi compañero de cordada, Rafael Ascencio, El Karquis, que empezara  a subir. Es un tramo que no se sube, por decirlo de alguna manera. O, de diez, ocho se desprenden y quedan colgando de la cuerda. Vi emerger del abismo  a Rafael que superaba ese tramo de la pared. No sólo con suma facilidad, sino que, dueño de una  confianza casi suicida, no se había atado la cuerda a la cintura, sino al cuello, con un nudo corredizo, al estilo de las películas del oeste.

¿Cómo veía Rafael  lo que nosotros llamamos dificultad de la montaña? Nadie puede saberlo, sólo él.

Pidan a alguien que pinte los girasoles de Van Gog y jamás podrá hacerlo. Los pintará mejores o peores. Pero estas categorías de mejores o peores es puro subjetivismo del espectador.

Las dificultades de la escalada, como el arte, no se miden por criterios matemáticos.5 grados bajo cero, la temperatura, la marca el mercurio en la escala grabada del termómetro.43,6 centímetros están jerarquizados  en el metro de cien centímetros.

¿Con base en qué escala matemática, aceptada universalmente, puede decirse que este tramo de pared  es de 3 grados de dificultad o 9 grados?

Un libro de técnica alpina es como la Biblia o como el Baldor  o como el Epicteto. O como la música, que tienen mucho más que letras y técnica.

Cada quien tiene que vivir su escalada  desde cuatro aspectos muy particulares: Su biología, su espiritualidad, su filosofía y su intuición.

Lo demás, como dijo Nietzsche, lo demás es puro periodismo…

 

 

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