TLALOC, ¿UN DIOS OBSOLETO?


TLALOC, ¿UN DIOS OBSOLETO?

¡Son puerilidades! dicen los de la gran religión espiritual

¡Son fantasías! aseguran los fenomenólogos  y de la razón pura.

¡El gran debate está entre Creación y Evolución, no con los viejos ídolos de piedra.

Entretanto, ¿qué hacemos con el aire viciado que recorre las calles de la ciudad y manda al panteón más cadáveres que la batalla de Waterloo?

La espiritualidad (en la que creemos con firmeza) nos habla de una vida feliz en la otra vida. Pero, ¿qué hacemos, mientras, con el aire sucio de esta vida?

¡Y no es metáfora! ¡Sino podemos resolver lo material, menos vamos a poder con  la esencia de lo  metafórico!

Los de la razón pura ya no hablan de dioses, pero tampoco encuentran la salida del laberinto de la contaminación.

El antropocentrismo se ha puesto en el escalón más alto de la escalera. Bueno, que el antropocentrismo nos limpie la atmosfera en el Valle de México.

No estamos jugando a las canicas. A mediados de mayo (2019) cincuenta millones de estudiantes  suspendieron clases dos días por los elevados puntos IMECAS que recorrían ciudades y campos.

¡Lo que eso significa en dinero, retardo de adquisición de conocimiento y entorpecer la labor académica! 
 

Tiempo de volver  nuestra mirada hacia los museos de antropología. Detrás de la vitrina está la representación, el avatar, del dios del agua.

Tláloc debe ser una figura antropomorfa horrible para el mundo occidental: dos grandes ojos, chorros de agua que salen de su boca en forma de colmillos, las orejas enormes y arriba, en la cabeza, un hato de serpientes.

Las orejas corresponden a Ehecatl, dios del viento.
Tláloc
Encontrado en la cumbre más
alta del monte Ajusco
por Javier Osorio Betancourt y
Armando Altamira.
(ahora en el Museo Nacional de
Antropología e Historia.

Para el mundo náhuatl era, y sigue siendo, en las cincuenta etnias originales del país, una figura altamente benéfica.

Las serpientes son la representación de las mazorcas de maíz. Para que surja el maíz de la tierra, sabido es, se necesita  agua, y  sol, y para que el agua llegue, es necesario que sople el viento y traiga y lleve las nubes de mares, lagunas y ríos. Así de sencillo.

La contaminación atmosférica ciertamente es asunto global, ya que ahora todo está mundializado. Si alguien enciende un cigarro en China nos llega el humo a México, y viceversa.

Pero, como escribió Lawrence en su novela Canguro: basta de recetas mundiales. Que el hermano amarillo y el hermano negro barran sus banquetas, nosotros concentrémonos en barrer las nuestras.

La vida  en el Valle de México sigue como era hace muchos, muchos siglos. Antes, cuando la sequía se prolongaba y amenazaba con la muerte por hambre, se sacrificaban prisioneros de guerra para que Tláloc enviara su agua.
Monte Ajusco
Sierra sur del Valle de México
El punto rojo marca el sitio, del flanco norte,
en el que fue encontrado el Tláloc arriba mencionado

En la actualidad, cuando la contaminación atmosférica ha subido tanto que ya es una amenaza para la vida, se sacrifican funcionarios por no haber podido, por más planes que se elaboran, contra la contingencia ambiental.

Y, mientras esto sucede, todos, pueblo y dirigentes vemos esperanzados y muy angustiados, hacia el este. Ahí, entre las grandes montañas Iztaccihuatl y Popocatépetl, está el puerto elevado, arriba de los tres mil y de cinco kilómetros de extensión entre volcán y volcán.

¡Por ahí  llegará Ehecatl-Quetzalcóatl, que regresa de la legendaria Tlapallan, y trae vientos frescos y limpios.

Es el último tercio de mayo, ya casi junio, Tláloc-Ehecatl llegará y con los vientos tendremos las lluvias y todos volveremos a ser felices con menos aire contaminado.

A Tláloc y a sus dioses auxiliares, los tlaloques, los volveremos a meter en las vitrinas de los museos de antropología.

¡Regresaremos al  gran debate de altura de los tiempos modernos! ¿Creación o Evolución?

El próximo año, en el mes de mayo, habrán muerto más por contaminación.Sacaremos a Tláloc de su vitrina.

En junio, cuando ya los vientos y lluvias se hayan llevado buena parte del aire contaminado tornaremos a meter a Tláloc a su vitrina.

El  apriorismo nos dice que así será año tras año. 

Cada vez  volveremos a meter a Tláloc a su vitrina.

Nosotros reanudaremos nuestro debate de gran altura de los tiempos modernos: ¿Creación o Evolución?
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario