J.WAHL, UN MUNDO DE MUCHAS COSAS Y POCOS VALORES



Lo importante no es tanto reflexionar sobre los valores cuanto reflejarnos en ellos- J.Wahl

Valores materiales, valores de sustancia.

Dinero, celular, comida, casa, 25 pares de zapatos,ropa, muchísima ropa, automóvil…familia, cultura, libros, moral, religión…

Un buen paquete para llevar cargando en la mochila.

 Pero siempre en la excursión falta algo. Nos damos cuenta cuando notamos su ausencia. Sin agua en el desierto es cuando se piensa que es necesaria el agua.

Sin un centavo en la bolsa aceptamos(diga lo que se diga de él) lo importante que es el dinero. Con mucho dinero, vemos que el dinero vale según el que lo tiene.

En el nihilismo de la ciudad, cuando hay muchas cosas pero pocos valores, es el tiempo que se tiene conciencia  en los valores ausentes o perdidos, como cuando ya no hay agua en el desierto.

Escalar en la montaña, o vivir alguna situación de frontera, es cuando se toman en cuenta los valores bilógicos y los valores por encima de la biología. Los objetivos y los subjetivos.

Diez segundos metidos en la eternidad
 y se sabe que la vida no es para
llenarla de  cachivaches,sino
 de valores positivos

Del libro Técnica Alpina
de Manuel Sánchez y Armando
Altamira.
Editado por la UNAM,
México, 1978
Por lo general vivo muy cómodo. Ni de los valores prácticos  tengo mucha conciencia, aunque los tenga a la mano, y menos de los valores ideales. Y como no soy consciente, me lleno de trebejos a costa de los valores vitales.

 El liberalismo moderno me ha revuelto  estos valores relativizándolos.

El hombre, se dice, es el que crea, en lo particular, esos valores. Pero siempre hay la sensación que hay valores eternos, para todos. Lo Bello, por ejemplo.

Siempre hay una traducción intelectual con los juicios de valor. El montañista, por esa cercanía con la naturaleza, lo que vive no son juicios, son actos de valor, el valor que tienen  los actos.  “Por sus actos los conocerás” dijo alguien y después muchos lo han repetido muchísimo, como un mantra.

“La existencia de juicios de valor sólo puede entenderse suponiendo la previa existencia de esta experiencia del valor”, dice Wahl.

Jean Wahl. Introducción a la filosofía.

¿El humano como creador de los valores, incluidas las cuestiones sagradas. Es gran imaginador de mitos, religiones y sus respectivos cánones y rituales?

¿O sólo es el sedal que pasca al pez en el río? Se mueve así  porque es el portador de valores ya preexistentes?

Kant tiene la teoría que algunas cosas tienen ambos valores, el inmediato y el que no tiene fin. Insiste en que a la persona se le respete en lo individual, como un fin por los actos morales. Y en lo transitorio porque es parte de un todo que es la sociedad.

Esta falta de respeto hacia el individuo, hacia los valores, es lo que niega la validez de la sociedad como algo de valor positivo para todos.

En algunos  países del mundo los políticos en campaña prometen al pueblo lo que sólo podrán cumplir tal vez sólo el diez por ciento. El resto, de su praxis, al final de la jornada, es materia para los encabezados escandalosos de los noticieros.

 Justo es reconocer que esto no es propio de las Cámaras de legisladores. Estas Cámaras son recintos creados  para poner orden y progreso en la vida del pueblo, comida y cultura.

 La historia empezó mucho antes, en los valores que se practicaban en el hogar de cada uno de  esos todavía lejanos legisladores…

Dibujo tomado del libro
La psiquiatría en la vida diaria
de Fritz Redlich,1968
“El liberalismo intensifica el deseo de distinción publica, de lujo, del amor rodeado  de placeres refinados. El Estado liberal estimula la imaginación del ambicioso hasta el último grado” escribe George Santayana, filósofo estadounidense  en su obra La ironía del liberalismo (1921).

Se puede hablar, afirmar o poner en duda a los valores, pero si nuestros actos no reflejan esos valores, como dice el pensamiento de Wahl: Lo importante no es tanto reflexionar sobre los valores cuanto reflejarnos en ellos.

Si no es así entonces  todo quedó en una sabrosa charla de café, nada más.

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