LA CONQUISTA DE LA AGUJA LOS FRAILES DE ACTOPAN -5

 


 

                       La aguja del fondo(izquierda) es El Fraile

                                         Visto desde la roca  El Conejo

                                            Foto de Armando Altamira

Es nuestra última noche de vivaquear en esta región. Mañana descenderemos al valle. Ese valle  que ha permanecido infestado  de coronavirus por medio año. Esperamos encontrar el semáforo en verde. De otro modo volveremos a remontar la cuesta y acampar otra vez en los valles altos de la Sierra de Pachuca.

Lejos de los valles frecuentados por los montañistas y escaladores, instalamos nuestro campamento de cinco tiendas individuales. Valles altos cerrados a todos, escaladores y turistas, por lo de la pandemia mundial.

 Ante tal prohibición buscamos el rincón más apartado del grupo de Las Monjas, en los 3 mil metros  sobre el nivel del mar, arriba del pueblo de Chico, Hidalgo, México.

Kiva, la muchacha escaladora, nos preguntó si conocíamos los detalles de la primera escalada a Los Frailes de Actopan, como le llamamos en el alpinismo (en la región se le conoce como Los Órganos de Actopan).

Con Kiva y con Yuma escalamos hace tiempo, conectando, la pared oeste de la Torre Negra y la norte del Abanico (dicho relato está en este mismo blog, en la sección de alpinismo).

Raúl y Rafael ya nos habían hablado de diferentes temas en los días anteriores. Raúl de los dioses, que se deslindan, y  nada tienen que ver cómo fermenta la pasta humana. Rafael comentó la película Stanley & Iris, del director Martín Ritt, 1990, con   Robert de Niro y  Jane Fonda, Pancho hizo una remembranza del día que regresaron los muertos, el 1 y 2 de noviembre de este 2020. Y en particular recordó a nuestros amigos del alpinismo muertos en la montaña en el trascurso de las ascensiones.

                      Un modelo de arnés,de tantos modos,  para asegurarse a la cuerda
                                     Dibujo tomado del libro Técnica Alpina

                                  de Manuel Sánchez y Armando Altamira

Ninguno de nosotros conocía la historia de la conquista de Los Frailes.

Interesante porque esta aguja  se encuentra en lo alto de la sierra de ese sector, de tal manera que se le distingue, bella e impresionante,  desde muy lejos, casi desde la misma Pachuca, o desviación de la carretera que va hacia Actopan.

En su tiempo debió requerir una muy especial presencia de ánimo en los hombres que pensaron en su conquista.

Más que no había los recursos técnicos para escalar de la actualidad como cuerdas de perlón (eran de ixtle - cáñamo) o cuando más de algodón que, en alta montaña, al contacto con la nieve, se mojaban y adquirían la dureza del metal), tiendas para acampar (dormían en cuevas o bajo desniveles de  los taludes o a campo raso bajo las estrellas o la lluvia), sacos de dormir (sólo cobijas), clavijas de diseño diverso para asegurar (no eran rara la utilización de los clavos de vía del ferrocarril), etc.

En cambio prevalecía la mentalidad de lo que se conoce como “escalada libre”. Se conoce ahora en la literatura pero casi desconocida  como práctica. Treinta metros o más a puro musculo estuviera como se presentara el terreno.

 No existía la pervertida práctica de asegurar al primero de la cuerda desde arriba…

Proliferaban los clubes alpinos en la capital de México. Se acostumbraba dejar una nota al llegar a la cumbre con el nombre del club o de los componentes de la cordada.

Se llegaba por primera vez a la cumbre y, como veremos en este relato, tenía lugar en fecha posterior “La escalada oficial” en la que se daba conocer al alpinismo  tal ascensión. Había ritual, ceremonia y, en síntesis, algo muy necesario para el deporte, había “atmósfera”.


                                                Nudo bulin sencillo,para sólo la cintura
     Raúl recuerda que con este nudo se realizaron las más grandes escaladas de México en el siglo veinte de la Sierra de Pachucha y de alta montaña




                                          Nudo bulin doble para cintura y espalda

Usado de preferencia en escalada de extra plomos. La idea es repartir el peso del cuerpo y en caso de caída, protege la cintura.

Se aplica en la Directa de El Centinela (cañada de Milpulco,suroeste de la Iztaccihuatl) y en algunas ascensiones de la Sierra de Pachuca,Estado de Hidalgo, México


Fue en 1934 el año que se llevó a cabo esta primera escalada. Dijo Kiva siguiendo textualmente la reseña tal como Enrique Elizaga la escribió,  y está publicada, en la revista Sierra Club, México, D.F. del mes de octubre de 1934.

En el Estado de Hidalgo, kilómetro 109 de la carretera de México Laredo, se encuentra situada la ex hacienda de San José Tepenené.

Desde este lugar, se ve al N.E. y a unos cinco kilómetros de distancia, un crestería y acantilados, cuyos puntos culminantes son: La Peña Ancha y El Fraile. La primera escalada a esta aguja rocosa tuvo lugar el 25 de noviembre, se supone que fue en el año de la publicación del relato, es decir, en 1934.

El que tenga información histórica del alpinismo mundial recordará que es la época de las grande primeras escaladas en los alpes europeos que aun quedaba por conquistar. Las Jorasses, la norte del Cervino y El Ogro.

Kiva busca en su celular. Encuentra la publicación original de la conquista de Los Frailes y nos la muestra.




 

 

 

 

 

 


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