JASPER, SITUACIONES LÍMITES

 


Referencias:

Karl Jasper, La filosofía, Fondo de Cultura Económica, México,1996

 

Norman Mailer, Pontificaciones, compilación de Michael Lennon, Editorial Celtia, Buenos Aires, Argentina, 1983

 

 

 

Necesitas veinte litros de agua para cruzar, caminando, este desierto-le advierte alguien que conoce el desierto-.¡Cuídala, en ello te va la vida!

-¿Qué quieres decir’

-Si no la cuidas morirás antes de tiempo.

-¿Si la cuido?

-También morirás, pues eres un ser finito, pero a tu tiempo.

Partió despreocupado y feliz en su libertad. No creyó que la vida, y la libertad, tienen sus límites insoslayables y abrevaba y abrevaba de su cantimplora.

Se terminó su reserva de agua cuando iba apenas a la mitad del recorrido.

Entonces se dio cuenta que  la vida, en efecto, no es para despilfarrarla. Que la potencia sexual, en el hombre, no es para siempre. Que no se puede comer pasteles rebosantes de azúcar por siempre. Que comer palomitas fritas llenas de sal tiene también su límite. Que si te pasas de listo, con las bebidas espirituosas, Baco te agarra de la garganta para no soltarte jamás. Y nuestra devoción por gustar de las sabrosas grasas saturadas asesinas se paga caro, muy caro.

Que si vives en el tiempo mental de los troglodios, y maltratas a la mujer, ahora hay límites y que lo menos que te puede pasar es que te cuelguen de las bolas.

Recuerda que en lo moral Oscar Wilde enseñó, en su novela Retrato, que también ahí, y sobre todo ahí, existen las situaciones límites.

 Y esa es la idea de Jasper  que él llama situaciones límites.

La vida feliz es una aspiración genuina, pero también puede ser mirar hacia ella para no ver las situaciones límites a que estamos sujetos, como individuos perecederos, y no puedo cambiar, como el nace y morir. Como miramos para otro lado cuando nos van a inyectar la vacuna.

 


                                  Dibujo tomado de El País, 2017

Jasper pone el ejemplo del existir humano como  alguien que viaja en un tranvía deleitándose del paisaje pero que ignora por qué empezó su viaje ni sabe hacia dónde se dirige.

Entre tanto se divierte y es feliz en su libertad, para no pensar en estas situaciones tan pesadas. Prefiere divertirse, hacerse la vida ligera. De por sí los apocalípticos todos los días tocan a sus puertas diciendo que ¡el mundo ya kaput! Y ahora, con estas situaciones límites...

En la televisión casera vemos cosas absurdas pero nos ensimismamos en su desarrollo, como el que viaja en el tranvía. O apurando contenidos más de lo que le toca, como el del caminante del desierto.

Jasper:

“En la vida corriente huimos frecuentemente ante ellas cerrando los ojos y haciendo como que no existieran.”

Es el primer impulso que nos  hace negar que  situaciones  como el  covid-19 existan en la realidad. Es imperdonable esa actitud por irresponsable, pero tantas veces, los de aquí y los de allá,  nos vendieron verdades que con el tiempo resultaron sofismas…

Ejemplo. Si quieres saber de historia universal, lee novelas, si quieres leer novelas lee a los historiadores, escribe Norman Mailer, el autor norteamericano de la novela Los Desnudos y los Muertos.

Nos refugiamos, escribe Jasper,  ante situaciones concretas en las que podemos velar la crudeza de lo inevitable. Veo la televisión, atiendo cincuenta veces al día el celular y otras tantas hago yo las llamadas, fuera de las cosas de negocios, se entiende.

Intuimos que todo eso existe pero me resisto, o me tardo, cuanto pueda, en razonar.

¿Son reales las situaciones límites? Tan reales como que el helicobacter pylori existe. Sigue de incrédulo, niega al  helicobacter pylori, cierra los ojos, y veras qué le sucede a tus pantalones.

El osario, o zompantli azteca, tenía esa misión, recordar en cada momento, vivir la vida en conciencia porque cada quien tiene en su vida una cantimplora de capacidad limite.

 


                                          Zompantli

Ya Balzac lo había advertido en su novela La piel de zapa. Rafael, su personaje, pedía y pedía a la piel (moderna versión del genio de La lámpara de Aladino) pero en cada pedido la piel se achicaba hasta llegar al límite en el que ya no podía ir a menos. Rico y famoso, murió a los veintitantos años de edad.

Jasper anota: “Hay situaciones por su esencia, permanentes, aun cuando se altere su apariencia momentánea y se cubra de un velo su poder sobrecogedor.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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