EN NOVIEMBRE REGRESAN LOS DIOSES MEXICANOS

 

 


 

La muerte es lo único cierto en esta vida.

Lo demás está por comprobarse.

La muerte como castigo por los pecados cometidos es un cuerpo extraño en los pueblos originarios en Nativoamerica. Es un espantajo terrible, huele mal y es acompañado de seres feos como brujas, figuras antropomorfas con patas de cabra, y todos esos seres del Walpurgis, imaginados por el gran Goethe. Llegó a Nativoamerica en el siglo dieciséis con la espada y la cruz.

En México nativo la muerte es un recordatorio que todo pasará, y que más vale vivirla lo mejor posible “Para bien”, dice Platón.













 Tres zompantlis o muro de los cráneos.

Superior:  en la zona de Tula, de la civilización tolteca.

Intermedia: los niños mexicanos dibujan zompantlis.

Inferior: Mictlan como recordatorio que aquí todo perece y más vale  darle valor a este día. 

Museo del Templo Mayor, Ciudad de México






La ruta a seguir, es caminar por el cielo oscuro llamado Mictlan, presidido por los dioses Mictlantecuhtli y su esposa Mictlancihuatl. Llegar al luminoso Tlalocan, paraíso donde ya nada perece por estar más allá del espacio y del tiempo.

La mayoria de los dioses mexicas ( o nahuas) tienen esposa.En otras palabras, en este  cielo no hay misoginia.

Sociedad matrilineal desde milenios."Es tiempo de mujeres" dijo desde palacio Claudia Sheinbaum, primera presidenta en la historia de México. "Somos madres, abuelas, hijas, nietas, cuidamos de la casa y en ocasiones, hasta del marido." 

Lejos de ser una pieza de oratoria, desde la conferencia mañanera para el pueblo, a iniciativa suya busca llevar a derecho constitucional una pensión para las mujeres de los 60 a los 64 años. Aparte de la pensión universal para adultos ya vigente, en la practica, desde hace años.Así de famliares son los dioses mexicanos, así es la familia humana mexicana.

Siempre lo fue, solo que el liberalismo moderno había convertido a las mexicanas en "cosa adyacente" al hombre.



El Mural de Tepantitla, en el lado noreste, dentro de la ciudad sagrada de Teotihuacán, es una idea del Tlalocan: “Donde nunca faltan los bastimentos, hay flores y canto y revolotean las mariposas solares, que una vez fueron humanos", lejos de todo imperativo categorico.




Al Tlalocan llegan todas y todos. Aquí la divinidad, en plural, no tiene preferidos, no es elitista. 

Dicho de otra manera: entran los que se pasaron la vida acumulando fortunas de dinero y despues gastaron fortunas tratando de recuperar la salud. Igual entran lo que cultivaron la sobriedad fisica como espiritual.

Los dioses abren la puerta del paraiso-Tlalocan y ya, sin más. Como lo haría, así de sencillo, Huckleberry Finn.

En cambio otras religiones, (por ejemplo los cristianos de todos los matices) son inclinados a complicarse el camino al cielo, al estilo de como lo planearía  Tom Sawyer. Se cayeron, se levantaron, los rescataron, no los levantaron y, como los migrantes, falta que al final alguien esté  conforme con abrirles la puerta, etc.


El 1 y 2 de noviembre llegan los familiares y amigos ya fallecidos. Primero los niños y le siguen los adultos.

 Al despuntar el alba del día 3 regresan al Mural de Tepantitla, a vivir su vida en plena libertad, lejos de todo imperativo categorico.




Entrada al Tlalocan,donde habita Tlaloc, dios de la lluvia.

Cumbre del monte Tlaloc, 4,150m.

Fotos y dibujos tomados de internet


Y esto es tan cierto como que el Sol de Día (Nanahuatzin) “sale” cada mañana y lo seguirá, al oscurecer, el Sol de Noche (Tecuciztecatl), para iluminar el camino de los todavía mortales.

Mientras tanto, pongamos el “pan de muerto”, con sus huesos  cruzados, la flor amarilla, que se eleve el humo de copal, preparemos los tamales , el atole y el pulque(bebida sagrada erótica, que garantizará la continuidad de los mortales en esta tierra bendita( Chicomecoatl), porque los dioses, que antes fueron humanos, están por llegar.

 

                                                                                  

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