Emerson y la aventura de los libros




Si los norteamericanos tuvieran hábitos más rigurosos e hicieran gimnasia de manera constante, caminaran 8 kilómetros al día y comieran 150 gramos menos diarios, alcanzarían la misma salud que los ingleses, dijo Emerson a mediados del siglo diecinueve. Si esto hicieran, serían como los ingleses. Más luego agrega, como considerando otros dos factores que ponían mayor distancia de por medio entre los  pueblos de las dos naciones: “ También saben leer y escribir mejor que nosotros”.

 Buscando fijar el hábito de la lectura (tribu mexicana).

Ralph Waldo Emerson, poeta, escritor y filósofo, que se ganaba la vida dando conferencias, es el educador por excelencia del pueblo norteamericano. A dos siglos de que los “Padres Peregrinos” tocaran tierra en las costas del noroeste, la sociedad estadounidense  había proliferado, se había establecido y se encontraba organizada. Pero le faltaba la finura que da la educación y la tradición, en comparación con la que tenía Inglaterra. Desde esa plataforma Emerson fustiga a sus paisanos.
Nació en Boston, en 1803, y estudió en la universidad de Harvard de 1817 a 1821.Nació cuando se desarrollaba el periodo histórico de la Revolución Francesa. Europa y el mundo estaban deslumbrados con el pueblo francés, pero él no. Lo trata de una especie de blandengue en tanto que hace el más decidido  panegírico de Inglaterra. Pero no se puede decir de Emerson que sea un individuo que haya caído   en los estereotipos de la propaganda de la posguerra napoleónica. Admira al pensador francés Miguel Montaigne tanto o más que al historiador y ensayista británico Thomas Carlyle. Por éste  sentía admiración y con él entabló una gran amistad.  A los alemanes los trataba de lejos y con reserva. Pero no escatima reconocimiento para Goethe.


Apreciaba  de tal manera su pensamiento de Montaigne que escribió, refiriéndose a los Ensayos de este: “ Me pareció haberlo escrito yo mismo en una existencia anterior, tan sinceramente expresaba mis pensamientos y mi experiencia”.

Si los mexicanos pensáramos qué tenemos nosotros qué ver con ese gringo ( o más exactamente, atendiendo a la época, con ese yanqui) habría que  recordar que Emerson, junto con Enrique Thoreau , otro gran pensador norteamericano, más  cincuenta legisladores del momento, alzaron su voz en Washington protestando contra la guerra que Estados Unidos le hizo a México cuando la separación de sus territorios. No sólo eso, volvió a mostrarse en desacuerdo abiertamente cuando Washington decidió despojar de sus tierras al pueblo cherokee. Dirigió entonces una extensa, enérgica y elegante carta al presidente de la nación, Van Buren. Entre otras consideraciones, que hacía a este respecto, dice: “ En comunión con el grueso del pueblo norteamericano, hemos presenciado con simpatía los arduos esfuerzos de estos pieles rojas para redimir a su raza de la sentencia de eterna inferioridad y para adaptar y adiestrar a sus tribus en las artes y las costumbres de la raza caucásica...y el Presidente, el Gabinete, el Senado y la Cámara de Diputados de los  Estados Unidos no los ven ni los oyen, y se disponen ya a colocar a esta activa nación en carretas y lanchas, para arrastrarlos sobre montañas y ríos a más allá del Misisipi”.

Emerson es el revolucionario educador y a la vez cuida mucho el pasado: “ El vendaval que mueve todas las veletas en las  puntas de sus torres sopla de la antigüedad”.Y no duda en relatar al pueblo norteamericano, algo que por sí revela su gran vocación de educador, cuando dice  que los ingleses “tienen acceso  a los buenos libros; las ricas bibliotecas existentes en miles de casas proporcionan una gran ventaja a la juventud de este país, si se detiene uno a pensar cuánto más puede aprender el estudiante que tan pronto como se entera de la existencia de un libro, puede consultarlo, sin necesidad de buscarlo durante años enteros y conformarse con obras inferiores, porque le es imposible encontrar la mejor”

Emerson fue pastor de la Segunda Iglesia de Boston (protestante). En 1829 renunció a su curato  y viajo tres veces a Europa, en donde conoció a Carlyle. Junto con Thoreau, a quien también conoció mucho y trató de cerca,  y con otros  pensadores,  llenaron el periodo cultural estadounidense  llamado “la Nueva Inglaterra”. Su carrera fue de escritor y conferencista sobre diversos temas de la cultura. Escribió ensayos, muchos discursos, poemas y cartas. Llevó, con constancia, durante toda su vida, un diario que a la postre resultó una obra basta y formidable. 
Emerson murió en 1884.

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