MITCHELL Y LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ


Leí la novela de Margaret Mitchell en dos semanas-dijo Toci, mi compañera de escalar montañas-. Eso me llevó a más de medio centenar de páginas en un día. Era tan interesante que no podía parar de leer.

Empecé de nuevo su lectura pero ahora con la idea de no leer  más de tres páginas en una jornada, lo que me tardó un año. El contexto social en el que se desarrollan los acontecimientos es la Guerra de Secesión en Estados Unidos, pero yo veía que  Mitchell en realidad estaba relatando lo que el viento no pudo haberse llevado y son  las razones y los valores fundamentales del mundo occidental.

Lo dice mediante una Scarlett O´Hara egocéntrica que, al menos en la primera parte de la obra, se preocupa de su cintura de cuarenta centímetros. Y que su esclava  negra Mamita le aplique el corsé, lo más apretado que pueda, para ser la cintura más delgada de las chicas casaderas en cien kilómetros a la redonda de la plantación  Tara. Se pasa dos horas escogiendo el vestido, color verde manzana, para el baile de la noche. Es bella, rica  y enérgica, pero muy celosa de asegurarse de cada día tener  al menos media docena de jóvenes haciéndole la corte.

Se aferra a su tierra nutricia de Tara y a su convicción de ser la mujer más bella de todo el condado. La que con tan sólo un guiño desbarata compromisos de casamiento para tener un nuevo galán solicitándole siquiera una pieza en el siguiente  baile anual.
Scarlett O´Hara (de la película Lo que el viento se llevó)

Y Ashley Wilkes, al que  ama Scarlett O´Hara, la gente lo tilda de loco porque le gustan las cosas de la cultura. La misma Scarlett exclama: “¡Oh!¿Por qué era tan atractivamente rubio, tan cortésmente distraído, tan enloquecedoramente aburrido con su charla sobre Europa, los libros, la música, la poesía y otras cosas que a ella no le interesaba…Sólo él sentía interés  por los libros y la música y era aficionado a las musas.”

Después aparecerá en escena el incómodo Rhett Butler que dice a la asamblea de sureños que en la guerra hablan los cañones, no hablan las razones ni mucho menos las pasiones. Los sureños están seguros de ganar la guerra en tan sólo un mes. Butler les dice que bastará sólo un mes para que el norte gane esa guerra. El Sur carece de fábricas, fundiciones, buques de guerra…Todo eso lo tienen los norteños. Butler abandona la asamblea porque más de uno quiere armar jaleo contra él.

Scarlett es la mujer de todos los tiempos.La que vive las felices condiciones de la preguerra,conoce la angustia y penalidades de la guerra y luego se enfrentará a las brutales condiciones de la posguerra. Igual se trate de la muchachita frívola evocada por Margaret Mitchell, en la Atlanta del sur de Estados Unidos, que de Hécuba,reina de Troya, cantada por Homero. Dentro de los próximos mil años habrá muchas Scarlett y muchas Hécubas. La vida la volverá neurótica y llena de astucia femenina para sacar adelante lo queda entre las ruinas.  "En la guerra no hay heroismo,sólo hambre, piojos y disentería",dijo Scarlett.

"Habían cuidado a los heridos, cerrado ojos moribundos, sufrido la guerra y el fuego de la devastación, habían conocido el terror y la huida, el hambre y la muerte." En un momento de desesperación Scarlett pensó en cierto modo de prostituirse.

En el sur la guerra había enviado a la tumba a  miles de hombres.Ahora muchas chicas quedarían solteras.

Y, la otra cara de Scarlett, Melanie,la mujer llena de amor y bondad que, ocupando siempre un segundo plano,es el verdadero manantial de energía en el que quedan a buen resguardo los valores vitales de la humanidad.
Lo que el viento se llevó es un tratado de psicología femenina como no se puede encontrar en otra parte. 

Scarlett no es la mujer que pide a los hombres le permitan ser igual a ellos ocupando una curul en el Palacio Legislativo con la cuota del cincuenta por ciento.Ni siquiera es la astuta mujer que,pidiendo igualdad,logra exclusividad. Scarlett nada tiene que ver en absoluto con el voto femenino en la urnas. Scarlett es como la Coatlicue azteca, la dulce y a la vez terrible personificación de la naturaleza.

La novela de Margaret Mitchell es el verdadero relato de la Guerra de Cecesión que rebasa con mucho cuanto volumen lleno de nombres,fechas y lugares, hayan escrito los historiadores: "Es una guerra de ricos hecha por los pobres."No habla de fechas y apenas menciona algunos nombres de los generales de ambos bandos.Lo que Mitchell escribió fue el espíritu de esa guerra.

En el plano de la literatura ni Tolstoi ni Tomás Mann escribieron una novela, de mil páginas, que jamás perdiera suspenso debido al  increíble absurdo humano,dice Mitchell por medio de uno de sus personajes, que "Los hombres aman más a la guerra que a las mujeres." En cambio la seductora y despiadada Scarlett nos dice que las mujeres aman más la vida que a los hombres.

Mujer al fin,en ese juego inmediato de la vida,siempre habrá una Scarlett que vivirá persiguiendo un imposible, absurdo e inútil sueño de amor, sin darse cuenta,a tiempo,que junto a ella,y sólo para ella,está el verdadero amor masculino.



























“Margaret Mitchell (Atlanta, Estados Unidos, 8 de noviembre de 1900 – Ibídem, 16 de agosto de 1949) nació y murió en Atlanta, ciudad que influiría en su única obra Lo que el viento se llevó, una de las novelas más populares de la historia de la literatura, que el director de cine Victor Fleming inmortalizaría en la pantalla en 1939.”










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