EL PUNTO DE VISTA DE EPICTETO

 

Referencias:

Epicteto, Manual

Soren Kierkegaard, El concepto de la angustia

Jean Wahl, El camino del filósofo. 

Graham Greene, Los caminos sin ley

Martín Luther King,Discurso de Detroit el 18 de febrero de 1954

Armando Altamira G. Los Mexicanos en la ruta de los polacos(ascensión al Glaciar NE del monte Aconcagua)

 


“Recuerda que eres un actor que interpreta un papel asignado por el poeta que escribió el drama”

 

El que escribe la obra de teatro es el autor, no el actor. Igual en la novela.

Epicteto afirma que cada individuo posee un yo designado por el Otro.

Los espíritus religiosos, con el cielo, se parecen a los obreros  en cuanto no cejan de presentar su “pliego petitorio”  al dueño de la fábrica. Éste dice que hay que ver el todo, no la abstracción.

En la fábrica cada quien tiene asignado desempeñar una función… En la escuela el director, el maestro, el conserje…

 


                           El autor escribe los parlamentos, no los actores

                                 Dibujo tomado del diario  El País

Bipolar con   un pie en la ansiedad y el otro en la angustia. Descifra los sueños de otros. Nadie puede soñar por otro. Igual que nadie puede ir al retrete por otro. Así es en la concepción de la vida espiritual. En la representación del Otro,  cada pueblo tiene sus propios símbolos. Su propio Otro.

La angustia y la ansiedad son muy del occidente, dice Kierkegaard, por aquel  episodio del Edén. Los pueblos amerindios, en cambio,  tienen otros símbolos. Son más conducentes a la sencillez que a la presunción.

Ya Greene lo dejó anotado en su viaje que hizo a Chiapas y Tabasco, México, en el primer tercio del siglo veinte: " Era como si esta gente no necesitara de la lujuria,sus nervios eran más tranquilos"

¿El ¿Otro? Eurípides, Shakespeare, Schiller, Ibsen, Shaw, Somerset Mauhgam… ya designaron los papeles que deben representar los actores.

En Descartes  las ideas se parecen a ese autor de la obra de teatro, a ese Otro, dice Wahl: “Según Descartes, se hallan estas (las ideas) presentes evidentemente en nosotros, por haberlas puesto Dios dentro de nosotros.”

 ¿Mi yo, mi libertad? ¿Qué cosas, no? exclamaría el dueño de la obra.

La ansiedad personal de los actores viene de  sólo ver las  abstracciones del libreto. Su angustia, insiste Kierkegaard, de los habitantes del mítico Edén, parte de su decisión de libertad. ¡Y cayeron en la ansiedad!

Los alcohólicos salvaron su vida en AA sólo para caer en otra patología, dado el local encerrado y lleno de de humo de tabaco: enfisema pulmonar crónico.

Ante el imperativo categórico del Otro, el narcismo de los actores no puede aflorar, queda reprimido.

 


                          Ansiedad y angustia en la abstracción del todo.

                                     Dibujo tomado del libro

                               La psiquiatría en la vida diaria.

                                  De Fritz Redlich, 1968

Los actores, igual que los militares,  del cabal cumplimiento de la parte, depende el éxito de la empresa.

El caos en el quehacer filosófico es que se confunde el tiempo del “pliego petitorio” del actor  con el tiempo del imperativo categórico del autor.

El Otro. La voluntad del pueblo, en el Palacio Legislativo con la expedición de leyes o imperativos categóricos, en defensa de la democracia.

En la vida el alpinista no puede tener vocación de crónico apoltronamiento.

Las expediciones de alpinismo a la montaña del extranjero, que no cuenta con refugios para alta montaña, y debe instalar campamento de altura, cada miembro desempeña la función que se le ha asignado.

 Aquí no cabe el vedetismo que descompone la armonía y compromete no sólo el éxito de la empresa sino que también pone en riesgo la vida de los componentes de la expedición. Es lo que dice Epicteto: “Interpreta correctamente  el papel que has recibido.”

 En México, al menos, hay una larga historia que ilustra este vedetismo alpino en el extranjero. Este vedetismo es contrastado con los planes ejecutados con toda disciplina, también por mexicanos.

La cumbre es sólo un inevitable símbolo. El meollo de la filosofía alpina está en el hacer.

El sentimiento de frustración cuando  no se consigue la cumbre, así como la exagerada exaltación cuando se consigue, corresponde a psicologías en proceso de formación.

¿Llegamos a la cumbre? ¡Bebamos un tarro de cerveza para celebrarlo! ¿No llegamos? ¡Bebamos un tarro de cerveza pues el año que viene volveremos a intentarlo! El hacer…

Hay la práctica de alpinismo como deporte y, otra, alpinismo como plan de vida: hacer…

Para Luther King Dios es el Otro, el que está detrás de cada proceso:

“Éste es un universo moral. Es dependiente de fundamentos morales. Si vamos a hacer de éste un mundo mejor, tenemos que volver atrás y redescubrir ese precioso valor que hemos olvidado.  Toda la realidad tiene un control espiritual; en otras palabras, tenemos que volver atrás y redescubrir el principio de que hay un Dios detrás del proceso.”  Luther King

Pero   ese Otro, ya  sea  de este mundo o del de allá,  la realidad para Epicteto es que es él quien escribe el guion y pide que se interprete correctamente:

 “Será un papel breve, si él quiere que sea breve; largo si quiere que sea largo. Si quiere que interpretes a un mendigo, preocúpate  de hacerlo con talento, lo mismo que si se trata de un cojo, de un gobernante o de un hombre ordinario. Pues lo tuyo se limita a eso: interpretar correctamente el papel que has recibido. Elegirlo es cosa de otro”

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