Hay un nivel de fraternidad del pueblo mexicano
hacia el pueblo español, que se ha materializado, desde 1828, hasta octubre del
2024.
Pero hay otro nivel en España con el que sólo el
modo violento ha sido la salida, desde 1521 hasta 2024.
Referencias:
La expulsión de los españoles
de México (1821-1828).
Harold D.Sims, Fondo de
Cultura Económica, Secretaria de Educación Pública,
1985, Lecturas Mexicanas
número 79.
Pontificaciones,
Conversaciones con Norman Mailer. Editorial Gedisa, S.A. Buenos Aires
Argentina.1983
Apuntes de filosofía, Bernal
Martínez Gutiérrez, Editorial Digital, Imprenta Nacional, Costa Rica.
SINOPSIS PARA LECTORES APRESURADOS
Con sus particularidades
regionales la historia de México es la misma de todo el continente americano, a
partir del siglo dieciséis, con la conquista europea y sus guerras de
independencia en el siglo diecinueve.
En la realidad la lucha de los
españoles por no dejar el poder, y recuperarlo una vez ya perdido, duró más de
dos siglos, 214 años exactamente. Lucha que comenzó Hidalgo, la continuó
Francisco I Madero y la cristalizó
Andrés Manuel López Obrador en 2024 (este
con el episodio de la compañía española
Iberdrola y el conocido desacuerdo con su rey).
Es la historia de 5 siglos que
los mexicanos conocemos como fragmentos al parecer sin relación uno con otro.
Historia de 5 siglos que comprende 5 momentos:1-conquista
del coatepantli azteca por aliados europeos e indígenas en1521,2-Grito de
libertad en Dolores, por el padre Hidalgo en 1810,3-la expulsión de los
españoles en 1828,4-levantamiento general el 20 de noviembre de 1910 y 5 el
humanismo mexicano (también llamado la revolución pacifica de las conciencias)
en 2018-2024…
Humanismo
mexicano igual a prosperidad compartida y justicia para los que menos tienen.
El desfile cívico-militar del
16 de setiembre (1810), así como el del 20 de noviembre (1910), en México se
les presenta como episodios desvinculados unos de otros.
Le revolución mexicana fue,
hasta entonces, 1910, el fin de una
opresión que ya duraba cinco siglos.
Tres de la Colonia y dos con el corrupto México ya independiente, ( salvo dos excepciones:
Benito Juárez y Lázaro Cárdenas).
Un “independiente” entre
comillas, como veremos, en el que los españoles supieron conservar, por medio
de la corrupción de mexicanos en el poder, la hegemonía sin tener ya el poder
absoluto, como antaño.
Una historia que el pueblo
común (mal) conoce como cinco historias casi ajenas una de otra. La realidad es
que cada evento dejó secuelas que dieron lugar a la segunda, a la tercera a la
cuarta, conocida como revolución mexicana y está a la quinta, a partir de 2018:
la Revolución de las Conciencias.
¡La más grande de las
revoluciones en México sin disparar un solo tiro ni reprimir manifestaciones en
contra ni matar estudiantes!) Al autor de esta epopeya, aun los detractores, le
han llamado “genio de la política”
Miguel Hidalgo
Se le conoce como el padre de
la patria mexicana. Luchaba por ideales, como la libertad. Y junto con Morelos
y matamoros, otros sacerdotes católicos,
por la igualdad en derechos civiles y económicos del pueblo y la reivindicación
de los pueblos originarios. Tres sacerdotes sucesores de Cuahtemoc, el venerable
abuelo azteca de los mexicanos, primera
figura que desde el siglo dieciséis inauguró el movimiento de lo que ahora se
llama La resistencia indígena.
En 1810 Hidalgo dio lo que se
conoce como “El Grito de Dolores” contra el poder de España en México. Es lo que
se celebra el 16 de septiembre en todo México y con un desfile militar en el Zócalo,
plaza del primer cuadro de la Ciudad de México, seguido el del 20 de noviembre.
Once años duró la lucha que
desembocó con la firma de los “Tratados
de Córdoba, celebrados en la Villa de Córdova el 24 de agosto de 1821, entre
don Juan O´Donojú, teniente general de los ejércitos de España, y don Agustín
de Iturbide, primer jefe del ejército imperial mexicano de las tres garantías.
Villa de Córdova, 24 de agosto de 1821”.
Ese tiempo, exactamente diez años, la cabeza del padre Hidalgo permaneció colgada, en la plaza publica, de la ciudad de Guanajuato, para escarmiento, luego que los españoles lo fusilaran el 30 de julio de 1811,en Chihuahua. Once meses después de haber dado el “Grito de Dolores”.
En la realidad Iturbide ue el que
consumó la independencia. Pero su lucha era por el poder personal, no por la
libertad, y el pueblo no se identifica con él
Pero sería hasta El 28 de diciembre de 1836, a través del
tratado Santa María Calatrava, que España finalmente reconocería a México como nación libre, soberana e
independiente.
Lo que aquí se relata es la
culpa que España tuvo de tanta sangre española que se derramó en México durante
esos 26 años en el país en la que buscó
la reconquista de México.
Y Más adelante, con el país ya
independiente, la corrupta connivencia del resto del poderío español con gobiernos
mexicanos y que provocaría la primera gran revolución popular del siglo veinte.
Esta nota se centra en la
tercera etapa que es la expulsión de los españoles.
El
Teniente Coronel Bernardo Tello recibe, de parte del gobierno mexicano, su
pasaporte de expulsado y en ese momento cae muerto.
Le seguirán en el proceso de
expulsión unos mil 700 españoles. Se quedarán en el país, por lo pronto, otros
4 mil.
El episodio de Tello nos da
una idea del estrés, como ahora se dice al extremo sentimiento de angustia, que
vivían los que estaban en situación de
ser expulsados.
Quince años vivieron estos
españoles de México un ambiente que se
les había vuelto muy violento. De lo que
se conoce como el abrazo de Acatempan, cuando cesó la guerra entre españoles
e insurgentes, en 1821, y el reconocimiento de España en 1836.
Fue el tiempo en el que España
aceptara por fin reconoce la independencia de México. Violencia que en momentos
cobraba más intensidad por las noticias que llegaban de que España intentaría
la reconquista. O bien por los movimientos pro españoles internos que buscaban con las armas volver a
retomar la hegemonía, entre ellos, el alto clero de la Iglesia católica, en
oposición del bajo clero que, en numerosos casos, encabezaba en el campo de
batalla esa independencia, como se
apuntó: Hidalgo, Morelos, Matamoros…
Este éxodo comenzó a
principios de 1828 por disposición de
la ley del 20 de diciembre de
1827:
“Es mucho el número de coches
salidos (de la ciudad de México) hoy con gachupines, no se tiende la vista por
ninguna calle que no se vea uno o dos carrages cargadas.”
¿Qué había sucedido en una
ciudad, y en un inmenso territorio, en la que por trescientos años ellos fueron
los amos, en la que habían destrozado toda una cultura milenaria náhuatl,
haciendo añicos los edificios del hermoso coatepantli azteca y en su lugar erigido
sus edificios de arquitectura europea e
impuesto con
violencia, sus modos de conducta a su antojo y su
religión?
Se considera un auténtico
genocidio que de quince millones de
habitantes se redujo a medio millón (un estimado al vuelo por no contarse en esa época con un censo, pero que
da idea de la inmensa carnicería lleva da a cabo contra los pueblos originarios).
Andrés Manuel López Obrador
pidió en 2023 al rey de España y al Vaticano
se disculparán por tan vesánica conducta. Sólo el papa Francisco lo hizo.
Claudia Sheinbaum, primera
presidenta de los mexicanos, en doscientos años de México independiente,
sucesora de Obrador, respalda que “debe haber un perdón por parte de España” a
México. Aquí la nota de la Agencia EFE:
mar, 30 de julio de 2024
“Ciudad de México, 30 jul
(EFE).- La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, expresó este martes
estar de acuerdo en que “debe haber un perdón por parte de España” por la “la
conquista española” que dejó “muchas masacres y violencia”, aunque insistió en
mantener las relaciones con ese país.
“Estoy de acuerdo que debe
haber un perdón por parte de España. Lo he dicho en varias ocasiones, no es la
primera vez que lo digo. Lo hizo ya el papa Francisco”, declaró Sheinbaum en
conferencia de prensa.
No obstante, la mandataria
electa, quien asumirá la presidencia el próximo 1 de octubre, señaló que “hay
que mantener las relaciones con España y seguir insistiendo” en la disculpa.
“Porque la conquista española
tuvo muchas masacres y mucha violencia, por eso el presidente (Andrés Manuel
López Obrador) le llama ‘la invasión de España’. Nada más hay que pensar en la
(masacre) de Cholula o en la del Templo Mayor”, expuso Sheibaum.
Asimismo, indicó que en su
mandato como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2023) se cambiaron
los nombres de algunas calles “para que se reconociera México-Tenochtitlán y no
a la Conquista”.
“Había una calle que era
Puerto de Alvarado. Imagínense, Alvarado
fue el perpetrador de la masacre del Templo Mayor y llevaba un nombre, una
calle”, apuntó la futura presidenta.
La próxima mandataria
mexicana, que será la primera mujer en ocupar la presidencia del país en 200
años de república, insistió en que “tiene que haber un reconocimiento de ello”,
pues “el perdón en las sociedades”, afirmó, “engrandece, no empobrece,
engrandece y empieza a sanar heridas, aunque haya sido hace 500 años”.
En 2024 AMLO, como presidente
todavía de México, y Claudia Sheinbaum, pidieron, personalmente, perdón al
pueblo yaquí por las bestiales matanzas y despojos de tierras y aguas que
gobiernos mexicanos corruptos del siglo diecinueve llevaron a cabo.
Sheinbaum, quien en su toma de
protesta como presidenta recibirá a mandatarios de varios países, no precisó si
el rey Felipe VI estará presente en el acto.
“Ya lo vamos a informar, se
han estado enviando prácticamente a todo el mundo, invitaciones. Obviamente, a
Ecuador y Perú no, porque no estamos de acuerdo con la política que se ha
tenido”, adelantó.
Desde 2019, el presidente
López Obrador, cuyo gobierno termina el próximo 30 de septiembre, ha insistido
en que España debe pedir disculpas a México por los abusos cometidos en la
Conquista, lo que pidió Felipe VI en una carta, que fue rechazada por la corona
española.024”
Eran amos de dos millones de
kilómetros cuadrados de terreno, en lo que va de Yucatán, en el sur o seis
millones si consideramos Guatemala, Honduras, hasta los actuales estados de
Arizona, Nuevo México, Utah, Colorado y Texas. Para no mencionar el caso de
Florida.
Para dar una idea, la Unión
Europea es en la actualidad de 4 millones de kilómetros cuadrados.
Un solo hacendado español se
consideraba dueño de tal cantidad de terrenos, poseía tales riquezas, y
gente esclava, que dos o tres reyes juntos de Europa en esa época.
¿Qué había sucedido? Era tarde
para considerarlo y más para remediarlo. Ahora había que agarrar el camino del
éxodo.
La historia en el planeta para
entonces ya era otra. España había perdido la fuerte presencia que tenía en
países de Europa y los Estados Unidos hacían lo suyo para acabar con los
últimos bastiones del poderío español en América.
El conde de Aranda, preclaro
español con elevado cargo en el gobierno de España, ya había advertido con
respecto a Estados Unidos con toda antelación en el memorial de 1783:”! Vendrá
un día que será gigante, un coloso temible en esas comarcas”, pero ni españoles
(en su tiempo) ni mexicanos (estos
llegado su tiempo) le hicieron caso.
España, no obstante, se
cerraba al reconocimiento de esta nueva realidad. Se considera que de haber enviado el reconocimiento de la
independencia de México (como lo haría quince años más tarde, ver Madam
Calderón de la Barca, Editorial Porrúa, México), el asunto de los españoles, no
obstante el resentimiento que con su
vesánica actitud provocaron durante tres siglos, las aguas no se
levantarían más allá de un oleaje.
En esta sangrienta lucha
veremos que, por lo general, la nobleza del mexicano supera a su bestialidad.
Es lo que se llama humanismo mexicano,
que nada tiene que ver con el tramposo humanismo del moderno liberalismo de
occidente.
En el camino del destierro hacia el puerto de
Veracruz sufrieron de sobresaltos no ya por los contarios
políticos sino por los ladrones comunes que los despojaban de sus pocas
pertenecías que habían logrado llevar:
“Las desgracias de los
españoles que partían eran muchas. No era raro que alguno de ellos fuera robado
o hasta asesinado en el camino de Veracruz…Algunos españoles que lograron
abordar su barco, no llegaron a su destino. Por ejemplo, los 82 pasajeros y
tripulantes que se encontraban a bordo de la corbeta francesa Paquet N° 3,que
zarpó de Veracruz el 3 de abril, fueron sanguinariamente asesinados por el
pirata Pájaro Verde mientras navegaban
rumbo a Burdeos.”
Para recorrer los caminos de la ciudad de México, hacia el
este, a lo largo de 500 kilómetros,
hasta el puerto de Veracruz, debían cruzar,
la elevada cadena montañosa nevada por el poblado de Río Frío (2,980
metros, 9,777pies o por Ituhalco,3,710m
La ancestral ruta que los
pueblos nahuatlacas del valle de México caminaban rumbo al sureste, partiendo
de Amecameca, en el noroeste, en los 2,500 m, ascendían (a pie por no
contar con animales de carga y monta) a
los 3,710, en Ithualco, el gran puerto (de unos 5 kilómetros de amplitud en su
eje norte sur) entre la montaña Iztaccíhuatl y el Popocatépetl (que los
tlaxcaltecas llaman paso de Cortés) para descender hacia Cholula, en los 2,170 m. Un total de 60
kilómetros, aproximadamente. Y seguir descendiendo hasta el todavía lejano
puerto de Veracruz.
En este camino, del lado este
del volcán, están los pueblos de Xalitzintla, San Nicolás de los Ranchos, San
Buenaventura, Nealtican, Acuexcomac. El más próximo es Xalitzintla, en los
2,600 m, 2,836 metros de desnivel bajo
el cráter del Popocatépetl (5, 436m).
Iztaccihuatl (5,230m) y
Popocatépetl (5,426m), vistos desde la Ciudad de México.
El puerto entre las dos
montañas se llama Ituhalco (3, 710 m.s.n.m.).
Tomada de Internet
Era uno de los caminos hacia el Puerto de Veracruz (Amecameca-Ituhalco-Cholula). El otro va por Río Frío, a la izquierda de la Iztaccihuatl.
Foto de Notimex, tomada
de Internet
Pillaje, resentimientos y sed de venganza por mil atropellos sufridos contra las poblaciones indígenas, violencia racial y política, se desataron a lo grande contra los expulsados. Ya desde los días de Hidalgo en Jalisco jóvenes españoles eran llevados a una barranca y acuchillados como animales en el silencio de la noche.
Se confirmó una vez más la
antigua lección de historia que los
excesos de la primera generación de conquistadores la paga, y con creces, la última generación de sus
connacionales cuando esa conquista llega a su fin.
Todo lo que oliera a conquista
quedó grabado en el inconsciente del pueblo mexicano, incluidos Cristóbal Colón
e Isabel la Católica.
Carente de toda disposición de
dialogo, y a la sombra de la vesania, la conquista religiosa, como veremos,
adolece también de graves faltas.
En octubre de 2021 América
latina (también parte de la población anglo en Estados Unidos) se decidió a
derribar estatuas de Cristóbal Colón. Incluido México. Una nota de Diego Flores,
aparecida en Internet el 13 de octubre del 2021, resume lo que a la sazón
apareció publicado en los medios
“El 12 de octubre se conmemora
la llegada de Colón al continente Americano, ese día su estatua se verá en
cenizas por haber masacrado y esclavizado brutalmente a los Indigenas.
Ira desatada contra las
estatuas de Cristóbal Colón en América latina han sido derribadas, decapitadas
y pintadas de rojo que simboliza la sangre derramada de Indígenas en diferentes
ciudades que fueron brutalmente asesinados y apropiados sus recursos naturales”
El mar de los Sargazos, del Océano Atlántico, se le conocerá como la Ruta del Éxodo Español. Un siglo más tarde (111 años) cientos de españoles cruzarán de nuevo estos paralelos oceánicos en otro éxodo tan penoso como este, pero ahora en dirección contraria, del este hacia México, expulsados de España por sus mismos connacionales. Salvados de la muerte a manos de los nazis por el entonces presidente Lázaro Cárdenas.
Sin embargo de todas las
barbaridades que se cometieron contra los expulsados, es una perversa
distorsión de algunos historiadores
comparar este suceso del siglo
diecinueve, en México, con la revolución francesa. Es querer meter con
calzador el águila azteca dentro del
gorro frigio. ¡Esos historiadores!
Ya Norman Mailer había
advertido cuando dice que si quieres
saber de historia leas novelas y si te interesa la novela leas historia. De
tres mil notas sobre su escritorio, dice,
escogen treinta y así arman su historia pintada de un solo color.
Lo hemos dicho con mesura.
Mailer no se anda por las
ramas: “Cuando uno conoce los vacíos y arreglos con los cuales los historiadores escriben su historia,
trabajan sobre diez mil hechos y seleccionan trescientos que les parece bastantes
para ilustrar las cosas, por mucho que a eso se le llame historia todos sabemos que es ficción. La señal del gran
historiador es su capacidad como gran
escritor de ficción…La historia no es historia, sino una serie de novelas inmensamente sobrias que han escrito unos hombres
que no suelen disponer de gran
talento literario y tiene mucho menos
que decir del mundo real que los novelistas. Se trata de un
descubrimiento perturbador: los historiadores no tratan con los hechos sino con las hipótesis que desarrollan en relación a una serie de datos aislados”.
Schopenhauer coincide en todo
con Mailer en esto de la historia y los historiadores, escribió dos siglos
antes: “Los modernos, con pocas excepciones convierten casi siempre la historia
en un montón de basura o en una guardilla trastera, donde se amontonan objetos
inútiles.” Libro Tercero, Cap.LI, El mundo como voluntad y
representación)
George Santayana, el filósofo
español-estadounidense, luego de hacer una serie de consideraciones sobre la
dudosa labor de los historiadores, anota: “ Todo esto es descarada ficción; y
su valor, si alguno tiene, está exclusivamente en la elocuencia, la sabiduría o
la información incidental que encontramos en el historiador. Tal historia puede
escribirse con ventaja en verso, o llevarse a escena, su virtud no es de ningún modo ser verídica, sino estar bien
inventada”. (Diálogos en el Limbo)
Eso hicieron los frailes
cronistas, historiadores de la conquista( y siguen haciendolo historiadores mexicanos novohispanos en estos días del 2024). Ajustaron todo a manera de
justificar los excesos de los soldados españoles, con excepciones como Fray
Bartolomé de las Casas.
¿Guillotina en México? Aquí el
“corte de cabezas” lo sufrieron no los de hasta arriba sino los españoles pobres que no tenían recursos
para moverse hacia otros estados donde el sentimiento antiespañol era menos
fuerte.
Un “corte de cabezas” entre
comillas porque las familias de los desplazados no fueron abandonadas por
completo por los mexicanos. Sims relata el caso del gobierno de Oaxaca:
“El gobierno de Oaxaca, y su
legislatura dominada por los escoces (logia pro española) sentían compasión por
las esposas e hijos de los españoles
forzados a salir por las leyes locales y
federales de expulsión dispuso que se elaborara una lista de las familias que vivían en la pobreza
como resultado de las expulsiones, y que pagara
una pensión diaria de dos reales(a las esposa sin hijos o con uno solo) El 31
de enero de 1828 la legislatura ordenó
al gobernador que cuatro reales (a las
que tuvieran tres o más descendientes).
¡Imaginemos la fraternidad de los jacobinos de la revolución francesa
pensionando a las familias, en Francia,
de los aristócratas en el exilio! ¡O a los dirigentes del Frente Popular
español, de 1937, ayudando con despensas y pensiones a las familias de los fascistas caídos en combate!
Eso de Oaxaca ni Edipo, gran
descifrador de enigmas, podría explicarlo.
Los españoles ricos (sucede
con los ricos en todos los tiempos y en todos los paralelos y lo vimos en las
dos guerras mundiales del siglo veinte) con toda anticipación agarraron sus fortunas
y “volaron” para Europa o para Nueva Orleans (todavía no de Estados
Unidos).Dejaron tras de sí un caos que se le vino encima a sus connacionales
pobres. Luego esos mismos ricos, ya a salvo en el exterior, hablarán de las
barbaridades que los mexicanos cometieron con los españoles pobres.
Sims pone como ejemplo de lo
anterior de los ricos que se ponen a
salvo:
“el conspirador Aviraneta y el
comerciante Rivas pagaron cada uno cien pesos por pasaje de primera clase de Veracruz a Nueva Orleans en el barco
ingles Hibernia, a principios de 1828.”
“Muchos barcos
estadounidenses, británicos y franceses se dirigían a Veracruz para llenar sus
cabinas con españoles que partían al exilio en Nueva Orleans, La Habana o
Europa. Los barcos extranjeros preferían llevar pasajeros que carga: podían
tener mayores
utilidades llevando españoles
a los Estados Unidos o a La Habana que trasportando mercancía a Europa.”
Nueva Orleans, todavía de
México, por quedar tan lejos de la ciudad de México, se había convertido en el punto
de reunión de los conspiradores que preparaban con las armas en la mano la
reconquista:
“Los funcionarios españoles
emprendieron entonces una campaña efectiva cuyo centro fue Nueva Orleans para
reclutar y trasportar a La Habana (todavía de España) a los emigrados
españoles, como preparación para un futuro
intento de reconquista de México.”
Y más adelante:
“Los españoles refugiados en Nueva Orleans se convirtieron en una nueva fuente de conjuras y por ello, en un
nuevo problema para el gobierno de México. En 1828 existan proyectos entre los exiliados en el extranjero para realizar expediciones
filibusteras contra la costa texana (todavía de México), y se hicieron intentos
de establecer una cabeza de puente
española sobre la costa del Golfo de México
y de apoderase de la fortaleza de San
Juan de Ulúa una vez más.
Santa Anna
Este intento de reconquista,
en efecto, se llevaría a cabo. Pero, el
contexto ya era otro. En comparación con el encuentro de los conquistadores del
siglo dieciséis, con armas modernas para ese tiempo, cañones, pólvora,
arcabuces, caballos, virus letales, miles de indígenas incondicionales,
peleando contra lanza y macanas de los
aztecas.
Ya para la guerra de reconquista los mexicanos tenían las
mismas armas que los españoles, el soldado español montado sobre un caballo
había dejado de ser un dios centauro ,
poseían resistencias virales contra lo traído por los españoles, ya no
contaban con tribus incondicionales.
Ya el romance con los
españoles se había acabado cuando los
aliados indígenas, destructores de su misma cultura ancestral, de su
religión y de sus pirámides, fueron convertidos en esclavos de las tiendas de
raya de los hacendados.
El intento fracaso muy
desafortunadamente a manos de Antonio López de Santa Anna. Tan vergonzosamente
que el general español, que dirigía el ataque, se fue a vivir a Estados Unidos
y jamás regresó a España.
Varios días duraron los
encuentros de los españoles y los mexicanos, en las cercanías del río Pánuco y
en la ciudad de Tampico, a partir del 21 de agosto de 1829 (Santa Anna, por
Rafael E. Muñoz, editado por el Fondo de Cultura Económica México, 1993).
El gobierno de México, del que
a la sazón era presidente de la republica Vicente Guerrero, pasaba por una gran
penuria económica y cansancio de casi dos décadas de lucha contra España, a
partir del Grito de Dolores por Miguel Hidalgo. Esa pobreza y ese agotamiento
pudo haber sido aprovechado más inteligentemente por España. La reconquista,
como hemos visto, fue largamente pensada por el gobierno español pero
pesimamente preparada.
De todas maneras nunca
hubieran logrado llegar triunfantes a la
capital del país, en la ciudad de México, pero sí contar con logros señalados
más al interior del territorio, en consonancia con el reconocido valor del español en la guerra.
Tanto el gobierno, español
como el propio brigadier Isidoro Barradas, el encargado de la expedición de
reconquista, pensaron que bastaba la imaginada superioridad racial que se esgrimiera durante tres siglos de la colonia, respecto de los mexicanos. Y volvió
a resonar,en boca y libros de los historiadores novohispanos, el síndrome del “ madrismo” de España con respecto a los países de América.
Este modo de pensar costó la
vida a 1,300 soldados españoles y, a resultas de la capitulación, el 11 de
septiembre del mismo año, 656 españoles salvaron la vida, y pudieron regresar a
la Habana, luego de estar prisioneros en México
casi cuatro meses.
El triunfo se lo llevó Santa
Anna, con distinguidas condecoraciones y festejos, y poco mérito se concede al
general Mier y Terán que, más estratega, hizo mucho para
obtener la victoria.
La expedición de Barradas, al
salir de la Habana venía acompañada de varios sacerdotes para bendecir las
armas españolas.
Cuando llegó a la capital la noticia del triunfo de los mexicanos,
empezaron los festejos: “Las fiestas continuarían varios días ( a partir del 27
de agosto)… Guerrero asiste a una gran misa solemne en la Basílica de
Guadalupe, escoltado hasta las puertas por un largo tren de carros triunfales,
cubiertos de flores, tripulados por bellas muchachas vestidas de alegoría. Más
repiques y más salvas”.
En la santa misa solemne de la
Basílica los sacerdotes bendijeron las armas mexicanas…
No obstante este
descalabro, españoles del estatus medio
encontraron muchos de ellos el medio de defenderse no sólo de permanecer en
México sino buscando la manera de recuperar la hegemonía militar, política y
económica.
En tanto el congreso de la
capital se ponía de acuerdo con los
términos de expulsión en una ley general, cada estado elaboraba su propia ley,
unas muy virulentas contra los españoles y otras protectoras.
Los que pudieron se
desplazaron hacia otras provincias del país. Recurriendo a políticos corruptos contrarios
a la idea de expulsión. Y teniendo a algunos periódicos de la logia escocesa que protestaban contra los
yorkinos, que era la logia que buscaba a toda costa sacarlos de México:
“El gobierno estaba seguro que
los españoles apoyaban a los
revolucionarios con su dinero y consecuentemente, en la ciudad de México se
hicieron entonces esfuerzos extraordinarios para expulsar a los peninsulares.”
Durante tres lustros, a partir
de 1821, España no hizo nada,
deliberadamente no hizo nada, por
buscar paliar el golpe de los españoles en México sino, como anotamos, todo lo
contrario. Que reinara el caos para
encontrar tierra fértil de apoyo a la reconquista. Entretanto, quedaron estos españoles, como se dice, siendo la
carne del sándwich: triturados entre el gobierno español y los yorkinos. Por lo
mismo, gran parte de la sangre española que corrió entonces en México se le debe imputar a España.
“los expulsados españoles que
llegaban a Filadelfia tenían grave urgencia de obtener ayuda de alguna fuente.
El cónsul general de Francia informó en marzo que numerosos exiliados
españoles, después de haber sido abandonados por su propio cónsul se dirigían
al consulado francés en busca de ayuda”.
Los yorkinos sin duda que
cometieron excesos por ese deseo (aquí si a semejanza de la revolución
francesa: quitarles el mando político, el militar y quedarse con los mejores
contratos y puestos burocráticos
manejados hasta entonces por el gobierno español) de desquite que bullía
en el inconsciente colectivo del pueblo en revancha por todas las carnicerías y
persecuciones de que fueron objeto los grupos étnicos a partir de la conquista
en el siglo dieciséis.
Sin embargo los españoles
del estatus medio que ocupaban los
mejores puestos en la política y en el ejército ( y que no había tomado parte
en algunas de las conspiraciones contra el gobierno), fueron removidos pero en
tanto España no reconociera la independencia de México sus sueldos se les
seguirían pagando. Si era expulsado pero dejaban familia en el país con
mexicanas, podían cobrar en el extranjero medio sueldo.
Además los españoles casados
con mexicanas en general no fueron objeto de persecución ni de expulsión.
¿No está por demás insistir:
¿podemos imaginar a los jacobinos de la revolución francesa enviando sus
sueldos a los aristócratas en el exilio? ¿O a los bolcheviques procurando
paliar la pobreza de los familiares de los zares ya depuestos?
Son universales normas de
convivencia del espíritu del mexicano,
ajenas al entendimiento del historiador que
se va por los lugares comunes como cualquier diletante.
El movimiento de independencia
consignado en Los Tratados de Córdova, de tono católico, pronto se volvió
secular y en momentos jacobino. Y los sacerdotes españoles peninsulares fueron
reemplazados, a señalamiento del obispo, por sacerdotes americanos:
“Entre las ordenes que eran
menos “españolas” se encontraban los agustinos, que eran mexicanos en un 92.5
por ciento, y los mercedarios, en cuyas filas sólo había un español.”
En realidad fue el momento,
con el argumento de expulsar a los sacerdotes peninsulares, en que el proceso
de secularización empezaría en la vida de México. Medida sana como recurso
dialectico con lo religioso. Pero que en ocasiones perdería la tolerancia.
Benito Juárez realizó, mediante lo que se llama las Leyes de reforma, lo civil
por un lado y lo religioso por otro lado.
El movimiento de expulsión
levantaba una polvareda que envolvía a los activistas escoceses y yorkinos, a
los representantes de los gobiernos
extranjeros en México y al alto clero.
Sims hace notar “la hostilidad
que existía entre los diplomáticos europeos y el plenipotenciario (Poinsett) de
los Estados Unidos.”
Empero, todo esto fue casi
inútil.
Con el tiempo, los que
lograron escapar al éxodo y se quedaron a vivir en México, no aprendieron la
lección de historia. Mejor dicho, hicieron una mala lectura de esa lección.
A la nobleza de espíritu, al humanismo mexicano, la consideraron
miopía o cobardía. Y es lugar para considerar el esfuerzo que el mexicano tuvo
que desarrollar entonces para no liberar sus instintos bestiales que,
insistimos, también forman parte de su
ser.
Pero en México nunca se perdió
de vista que los pueblos del mundo son
hermanos, o al menos fraternos, y que son las cúpulas gubernamentales los que
corrompen todo por defender los
intereses de sus estatus.
Así es como termina el libro
de Sims: Se reagruparon de la mejor manera para no volver a ser sorprendidos y
en cambio defender la tradición.
¿Pero cuál tradición? ¡La de
su estatus! La tradición del darwinismo social. La que había empezado con los
conquistadores del siglo dieciséis: la tradición de la destrucción y la
esclavitud por medio de las tiendas de raya de las haciendas. En las que se
practicaba, como un credo, todo lo contrario de lo que se conoce desde la
antigüedad griega con Sólon, su autor, como la ley sisactia (sisactia significa
condonación de las deudas).
“Los que quedaban pronto, muy
pronto aceptaron el desafío y buscaron el modo de defenderse. Los que en el
decenio de 1830-40 surgieron como defensores de los fueros tradicionales y de
las propiedades de la Iglesia, eran
gente decidida a impedir en el futuro cualquier ataque sobre los derechos y
privilegios heredados de la tradición.”
No la tradición del pueblo
mexicano con su cultura milenaria y sus apremiantes necesidades enormes de comida, vestido,
educación y cultura.
Rescatar una tradición que
legitimaba la conquista haciendo aparecer
las practicas, reales o inventadas, del pueblo conquistado como asesinos
y caníbales. Adjetivos que aparecen en las Cartas de Relación que Cortés escribía
y enviaba a su rey refriéndose al modo de vivir de los aztecas.
Oswald Spengler se refiere a
México- Tenochtitlán como parte del grupo de las grandes culturas antiguas: “china, egipcia,
babilónica, mejicana”.(La Decadencia de Occidente Vol.II,Cap.I-B ,Pág. 58).
Los frailes, no obstante,
buscando desterrar la “idolatría” para imponer el cristianismo, respaldaban lo
que Cortés decía y agregaban que las tales imágenes de los dioses mexicas eran
representaciones del demonio. Sahagún y Durán lo repiten. Así pues, los
mexicanos eran asesinos, caníbales y satánicos.
Distintivo de nuestros tiempos
modernos es crear una necesidad y, enseguida, vender el remedio de esa
necesidad. Gran cultura original, dice Spengler, de México indio, espiritual,
arquitectura, astronomía, sociedad, tradición, etc. No necesitaba más que
seguir desarrollándose. Pero asesinos, caníbales y satánicos, el cuadro
perfecto, según los frailes, para ser salvados de tal barbarie. Se necesitaba
un Salvador…
Cortés golpeaba con su
cinturón a los que no querían ir a misa.
Otros, por lo mismo, hicieron famoso el “aperreamiento”, muerte en las fauces de los perros .
O los marcaban con hierro candente en la cara.
Así empezó lo que se conoce
como: La Evangelización de América.
Tiempo después, en el siglo
dieciocho, nacería en el seno del mismo pueblo europeo, el que sería uno de los
más grandes pensadores de la cultura occidental. Él diría lo siguiente,
hablando de los valores morales y de la virtud, tan caros al cristianismo:
“El mismo grado de perversidad
puede demostrarse en una nación groseramente entregada al asesinato y al
canibalismo que en otra que cultive la fina intriga cortesana, las
persecuciones e infamias de todas clases disfrazadas elegantemente; el fondo es
el mismo en ambos casos.” Schopenhauer, Libro Cuarto, Cap. LXVI El mundo como
voluntad y representación
El sacerdote azteca levantaba
el cuchillo de obsidiana para abrir el pecho y sacar el corazón del prisionero de guerra. Los españoles y
frailes quemaban en la hoguera a gente
pacífica bajo el cargo de idolatría. ”Por esta cruz te salvaras” le decían al
moribundo ya entre las llamas.
Kant al principio del prólogo
de la Crítica de la razón pura, la de 1781, refiriéndose a la metafísica:
“Su dominio empezó siendo
despótico bajo la administración de los dogmáticos”.
Y tanto que al tiempo que el
poder civil hacia morir en las fauces de los perros al que se resistía a creer
en la cruz, los frailes los hacían perecer en la hoguera.
Para los escépticos: En el
lado sur de la Alameda Central, de la Ciudad de México (oficialmente se escribe
con mayúscula para indicar que se trata de la capital del país para
distinguirla de las otras ciudades), hay
una placa que indica el lugar exacto donde tenían lugar estas cremaciones. Se
le conoce como El Quemadero.
Primeramente quemaban
mexicanos que persistían en adorar,
según el nombre y el avatar icnográfico, de Tezcatlipoca, como venían haciendo
desde tiempos antiguos.
Posteriormente también se
quemarían ahí a judíos que se aferraban a su creencia en la Torá.
No aceptar el cristianismo el
precio era que tlaxcaltecas y españoles
marcaban al azteca en la cara con hierro candente, lo quemaban o moría
en las fauces de los perros.
La perversidad, de la fina
intriga cortesana, como escribe Schopenhauer,
que a la sazón llenaba los corredores de la Corte de España, y parte de
ello los príncipes de Roma, la pone de patente la misma persona de Cortés que
vivió un calvario para que se le reconociera sus méritos de la conquista de
México-Tenochtitlan (a esa altura de los tiempos, de los tlaxcaltecas ni
mención),aunque se seguían sirviendo de ellos, como “carne de cañón”, para
someter a los pueblos originales que se oponían a la conquista.
Al final obtendría el título
de consolación de Márquez del Valle de Oaxaca, valle que nunca conocería
siquiera. Y un escudo de armas. Lo que no salvó
de morir de hambre a la misma madre de Cortés aherrojada en el pueblo de
Texcoco como prisión.
Esta conducta de la corte española contra Cortés, para
reconocer lo que pedía, estaban fundados precisamente teniendo en
cuenta los abusos cometidos por los soldados de Cortés.
Un estatus social, solipsista,
es solo una pequeña parte del todo. Es jugar su
peligroso juego al margen de los demás estatus o, como ahora se dice,
clases. Viene al caso porque muy pronto
se vería en México cuan peligroso es ese juego.
Ahora recién tenían los
mexicanos dos grandes y bellas culturas,
la suya de los soles teotihuacanos y la de la Paideia griega. ¿Pero de qué
servía si ni siquiera sabían leer por carecer de escuelas públicas para el
pueblo?
Sería hasta el 25 de julio de 1921, que el presidente Álvaro
Obregón decretó la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP),
“medida que fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados.
Posteriormente, el 3 de octubre del mismo año, fue publicada en el Diario
Oficial de la Federación (DOF).”
Exactamente a 400 años de la
conquista y a 100 años de la independencia. ¡Tiempo en que, por extraños y por propios, a la educación del pueblo no
se le dio ninguna atención o se le combatió con la indiferencia! ¡Un pecado de
omisión muy grave de los políticos de entonces, y de la Iglesia, que pronto pagarían caro!
Eurípides, Cicerón, Epicteto,
Shakespeare, Platón, Aristóteles, San Agustín, Santo Domingo de Guzmán, San
Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, San Francisco de Asís, Cervantes y otros, eran absolutamente desconocidos para
esta gente.
Ni qué decir de las corrientes
de filosofía que seguían en su apogeo en ese siglo diecinueve en
Europa: Kant, Kierkegaard, Montaigne, Schopenhauer, Goethe, Séneca, Averroes,
Suarez, Gracián…¿Cómo se puede alimentar al espíritu así? ¿Cómo se nutre el
espíritu alejado por la fuerza de sus representaciones propias de la Divinidad
Nanahuatzin-Tezcatlipoca y Chicomecoatl? ¡La espada y la cruz lo habían
mutilado todo en el siglo dieciséis!
Ahora tenían una gran religión
pero por haber sido impuesta a la fuerza por los conquistadores y por los
frailes, siempre fue mal comprendida y peor practicada. Para los católicos
mexicanos, que creen que estamos exagerando, tenemos la siguiente nota que se
refiere a conceptos expresados en estos
días por el papa:
Una nota del otoño de 2021:
“El papa admite errores en
evangelización por imponer solo un modelo cultural
Agencia EFE
miércoles, 13 de octubre de
2021 3:54 a. m.
Ciudad del Vaticano, 13 oct
(EFE).- El papa Francisco admitió que se cometieron “errores en la historia de
la evangelización queriendo imponer un solo modelo cultural” que llevaron
incluso a guerras, durante su catequesis de la audiencia general celebrada hoy
en el aula Pablo VI del Vaticano.
Reconoció que “son muchas las
tentaciones de querer imponer el propio modelo de vida como si fuera el más
evolucionado y el más atractivo” y admitió: “¡Cuántos errores se han realizado
en la historia de la evangelización queriendo imponer un solo modelo cultural!”.
“A veces, no se ha renunciado
ni siquiera a la violencia para que prevalezca el propio punto de vista,
incluso guerras. De esta manera, se ha privado a la Iglesia de la riqueza de
muchas expresiones locales que llevan consigo la tradición cultural de enteras
poblaciones”, reconoció Francisco asegurando que esto es “lo contrario de la
libertad cristiana”.
En breve, solo noventa
años más adelante, la Iglesia pagaría el
precio de no haber enseñado, en esos tres siglos de la colonia, filosofía y
teología al pueblo (a ese pueblo, 90 por ciento de la población, compuesto,
como dice Fray Bernardino de Sahagún, de “maceguales y gente baja”).
Las masas de esclavos de las
tiendas de raya de las haciendas, sólo
conocían, mal conocían, el catecismo de Ripalda. Eso es lo que la
Iglesia, y los centros de investigación
académica, incluso universitarios, llaman “la evangelización de América”. Se
refieren al diez por ciento de la población, no al noventa por ciento.
Ya a pocos años de caído
México –Tenochtitlán los frailes festejaban el triunfo de la cruz por
haber convertido al cristianismo a
millones de indígenas. Una reflexión: Esos millones de indígenas ni entendían
el idioma español ni los españoles, salvo excepciones, habían aprendido a
hablar como los naturales (más de cincuenta etnias con sus diferentes
dialectos).Se publicaron algunos catecismos
en lenguas nativas para los hijos de los caciques indígenas burócratas al
servicio de los hacendados.
Bernal Martínez Gutiérrez en
su obra Apuntes de filosofía, menciona esta doble labor de destrucción y
reconstrucción de la Iglesia. Se refiere
al papel dominante de la Iglesia en el periodo europeo de la Edad Media,
en el contexto social del feudalismo:
“La Iglesia católica, en
franca alianza con el Imperio, dominarán las vidas de los pueblos,
sometiéndolos algunas veces al avasallamiento y a la tortura.” Anota en
seguida.
“Pese a todo, aquella
centralización divina favorecerá instituciones como el monacato, la vida
contemplativa, las ordenes mendicantes y el nacimiento de no pocas órdenes
religiosas que intentan una reforma espiritual de la institución desde dentro.”
En otras palabras el pueblo
del 90 por ciento carecía de vitaminas culturales para saber convivir, con el
sano laicismo, y prevenir el
jacobinismo que después se vino encima.
Ya desde entonces el cierre de
las iglesias, en el país, y la prohibición de la religión, tocaban a sus
puertas.
Como resultado de ese analfabetismo muchos serían lanzados a la guerra a favor del jacobinismo sin saber de qué se trataba éste y otros muchos a defender lo religioso sin tener conciencia de lo que estaba defendiendo sino movidos, ambos bandos, por el ciego fanatismo.
Para filosofar se necesita la
duda a través de la cual se busca la certeza. Para creer en la Divinidad se
requiere una fe que es dotada desde el cielo mismo, no porque se tiene enfrente
una presencia punitiva. Pero nada de esto, Filosofía y Teología, caben
donde se hace todo para que no haya
libertad para pensar.
En rigor, laicismo no es una
meta en si. Más bien se trata de un camino para llegar a un fin. Este fin es el
Humanismo. Humanismo es donde el individuo puede vivir con toda libertad de
pensamiento en el universo de las ideas y las artes tales como la filosofía, el
teatro, la literatura... Cómo se anotó, aquí solo se mal conocía el catecismo
de Ripalda.
Ya en pleno siglo veinte,
cuando las naciones habían agarrado el pulso de
los nuevos tiempos, los mexicanos
seguían de esclavos de la tienda de raya de las haciendas, analfabetas y
descalzos.
Era la evidencia que el
discurso prerrevolucionario, que insiste en la igualdad de los hombres, ya
en la praxis posrevolucionaria, ésta “igualdad” queda en cero como antes de la revolución...
En realidad, insistimos, a la postre todo quedó colgando de un hilo.
La expulsión de los españoles fue muy a
la mexicana. Los odiaban, pero en algunas provincias adyacente al Valle de
México, no tanto.
La gran cultura occidental que
trajeron los españoles y los grandes centros de enseñanza que fundaron recién
la conquista (Tlatelolco, San Ildefonso en la ciudad de México, Colegio San
Nicolás Obispo de Valladolid, Michoacán y cuya literatura llena las bibliotecas
universitarias) fueron pensando en los
hijos de los conquistadores y en las familias de los grandes caciques indígenas
al servicio de los españoles. Pagando así los servicios que habían prestado en
la guerra de conquista y destrucción de
México-Tenochtitlán.
Si todas las etnias (excepto
las etnias chichimecas del norte y del
oeste,que combatieron durante un siglo todo intento de conquista dirigida por
españoles y ejecutada por sus incondicionales aliados del principio) se unieron
al español contra México-Tenochtitlan, en el siglo dieciséis, la lectura del
slogan “resistencia indígena” es un reconocimiento a que los mexicas fueron los únicos en el
centro-sur que resistieron contra la invasión europea.
La esclavitud sufrida durante trescientos años hicieron que se reconociera el error y ahora los otrora enemigos del azteca se arropan bajo el gentilicio de los mexicas, mexicanos. Arropamiento que viene siendo un reconocimiento al heroísmo azteca que cayó en defensa de la original y milenaria cultura náhuatl.
La mención de "nación azteca", tan extendida en deportes, en muchas areas del periodismo y en el dicho popular, es algo que revuelve el estómago a los actuales historiadores mexicanos novohispanos.
Todas estas etnias adversas a los aztecas fueron utilizadas de inmediato por el español para que destruyeran las pirámides del centro ceremonial azteca que estaba rodeado por el gran coatepantli o muro de las serpientes, muro de Quetzalcóatl.
Tlaxcalteca y español marcando con fuego a un azteca
¡Y también las propias
pirámides de los aliados de Cortés con cuyas piedras y losas construyeron las iglesias católicas
conservando la fachada la orientación solar hacia el poniente! Acto seguido
vendría la explotación de las minas para
cargar los barcos de oro y plata rumbo a España, fenómeno que, sabido es, dio pie a la aparición de piratas, bucaneros
y corsarios.
Actualmente en México hay historiadores, novohispanos, que aseguran que ese oro no llegó a España sino que se quedó en las iglesias...
Coatepantli (muro de serpientes) de los aztecas
Hoy conocido el lugar como Zocalo de la Ciudad de Méxio
La traumática situación vivida ochenta años atrás no fue suficiente como para enmendar la actitud hacia el pueblo de los maceguales. Al contrario, se dio un acercamiento entre los altos mandos mexicanos, ya independientes de España, y el alto clero, con los hacendados que había logrado evadir la expulsión.
Ese “borrón y cuenta nueva”,
dicho en otras palabras, era hacerse cómplice esos mexicanos del genocidio
sufrido por las etnias durante tres siglos por los españoles, decir: “Hicieron
bien en casi exterminarlos,
esclavizarlos y marcarlos con hierro candente en la cara y en llevarse
todo el oro y la plata que pudieron, y
quemar vivo al que se resistía creer en Jesucristo” o ser devorado vivo por los
perros de los españoles.”
Todo eso, la existencia de las
tiendas de raya en México, para los primeros años del siglo veinte, es una
realidad patente que tanto esa influencia de Rousseau que influyó en el
desarrollo de la ideas de los héroes mexicanos de la Independencia, como por
otra parte el cristianismo que ya llevaba siglos, todo eso yacía a buen
resguardo en los anaqueles de los intelectuales. ¡Brillantes proclamas desde la
ilustración y sublimes promesas espirituales del romanticismo! El campesino
seguía de esclavo de las haciendas.
Es posible que las
revoluciones de emancipación de España, en otros países de América, tengan su
maternidad en la revolución francesa. En México se trata de una labor de
pastillaje (técnica muy estudiada en arqueología que consiste en ir adhiriendo
elementos a una pieza de cerámica ya hecha) que los historiadores han ido
agregando a la autenticidad de lo mexicano.
De aquí parte el mito, muy
socorrido por algunos historiadores, que tanto la guerra de Independencia, como
la revolución mexicana, alimenta sus raíces de la ilustración europea. ¡Un
colonialismo cultural más sobre el mexicano!
Cinco a ocho millones de adoradores de la Virgen de
Guadalupe que llegan, cada 12 de diciembre, a su basílica en el norte de la
Ciudad de México, dicen otra historia. cifra no superada por los devotos que
van a Roma, Fátima, y Lourdes, juntas,
nos hablan, hay que repetirlo, de otra historia. Son halitos de vida y
espiritualidad que vienen desde muy lejos en el tiempo con el códice de Chicomostoc, Chicomecoatl. Pero esta es
otra historia. No apta para católicos del catecismo de Ripalda.
Un acuerdo, una actitud
dialéctica, entre los antagónicos de
poder, siempre es bienvenido en nombre del bienestar del pueblo. ¡Lo que en la
actualidad se dice “negociar”! Esa fue, al menos la intención, del famoso
abrazo de Acatempan, en el que realistas e insurgentes se dieron la mano
para dar por terminada una lucha
que ya llevaba dos décadas. Ese sería la actitud de España cuando tres lustros
más tarde al fin decidió reconocer la
independencia de México.
Y esa es la misión de los
príncipes de la Iglesia católica, estar en el mundo, en otras palabras, cerca
de los poderes, ser parte de los poderes, con la misión de paliar el
sufrimiento de los pueblos y, en la posibilidad
de las circunstancias, hacer por
desterrar su pobreza económica. Si eso no se da…
Cincuenta etnias en México siguen viviendo, para 2021, sus
costumbres y sus ritos ancestrales a lo largo de todo el país. Lo que se
conquistó en el siglo dieciséis fueron
los grandes centros de poder, cultura y población y el más importante de
todos México-Tenochtitlán.
En otras palabras, el México
nativoamericano no fue borrado. Sigue vivo. Pero también fue abandonado por extraños y propios.
Fue hasta la presidencia de
AMLO, y seguida por la de Claudia Sheinbaum, que se elevó a rasgo constitucional
el derecho, respeto y programas sociales para los pueblos originarios.
Réplica del adoratorio a Huitzilopochtli (llamado Templo Mayor) a iniciativa del presidente constitucional de México, Andres Manuel López Obrador,levantado cerca(cien metros) del lugar original del mismo. Arriba, a la izquierda el recinto de Tlaloc, dios de la lluvia, y a la derecha, el de Huitzilopochtli. Fue el 12 de octubre declarandose "Día de la resistencia indigena",dejando atrás el tan amado Dia de la Raza por los historiadortes mexicanos novohispanos.
Al fondo el palacio nacional.
Dato al margen del espirtu de esta nota: tres de los últimos expresidente de México (Cedillo,Calderón y Peña Nieto) se fueron a vivir a España.Cuando AMLO cumplió su tiempo como presidente se fue a vivir al pie de las piramides del área maya.
En reiteradas,muchas, ocasiones, a lo largo de sus seis años como presidente,desde sus diarias conferencias mañanera desde palacio nacional, AMLO dijo al mundo que si esta nación no colapsó, debido a tanta corrupción desde las altas esferas de la sociedad, solapada por las mercenarias fake news, fue debido a la fuerza emanada de los pueblos originarios y su muy alto legado cultural: "De allí nos viene la fuerza para resurgir, no de otra parte".
La doctora Beatriz Gutirrez Müller,esposa de AMLO, al pie de réplica del adoratorio, leyendo, el 12 de octubre.Al fondo el palacio nacional.
Y hubo periodos, en el siglo
diecinueve, de los gobernantes
mexicanos, que persiguieron con saña a etnias del norte con la misma vesania
que tres siglos atrás lo hicieron los españoles. Despojar las tierras y agua a las tribus y “blanquear” la piel de los étnicos
era la idea. Su ejército sirvió para emprenderla contra los campesinos de Jalisco,
Michoacán y Colima o contra los indios
mayos, tarahumaras, huicholes, otomís, mayas, etc. (ver La Frontera Nómada, de
Héctor Aguilar Camín, editado por Siglo XX 1, México, 1977).
Sí, dos genocidios. El primero
ejecutado por los conquistadores y el segundo por algunos gobiernos de
mexicanos ya independientes de España.
Si bien la antropología social
profesional e institucionalizada nació en México en 1917
con Manuel Gamio, sería hasta el
3 de febrero de 1939, por mandato del
presidente Lázaro Cárdenas, que se fundaría el Instituto Nacional de
Antropología e Historia. Una
dependencia del gobierno federal de los Estados Unidos Mexicanos.
A ochenta años de gobiernos ya
mexicanos, y de aquel sangriento 1828, el noventa por ciento de los mexicanos eran
analfabetas, andaban descalzos y vivían en chozas. Los hijos heredaban la deuda
que el español hacendado había anotado en las tristemente tiendas de raya que
cada hacienda tenia, esto, como se ha anotado, con la venia de gobernantes mexicanos y con el silencio de la Iglesia.
El niño mexicano recién nacido en esos tiempos ya tenía que pagar dos deudas: una deuda en la tienda de raya del hacendado y otra deuda en la iglesia con el nombre de “pecado original”. Dos deudas que, obvio, él no había contraído, pero se las habían endosado. ¡Y a su vez, las heredarían sus hijos y sus nietos.
Una tienda de raya.
tomada de Internet
¡Brillantes proclamas desde la
ilustración y sublimes promesas espirituales del romanticismo! El campesino
seguía de esclavo de las haciendas. En otras palabras, ni teísmo ni ateísmo
hicieron algo por superar esas maneras de esclavitud trascendente.
De la primera no había modo de librarse o iría a dar a la prisión del San Juan de Ulúa, de donde ya no se regresaba y al morir, o si ya estaba muy enfermo, se arrojaba a los tiburones.
El que conoce esas celdas sabe
que los presos no tardaban mucho tiempo en enfermar. Las celdas fuero diseñadas
para ser inundadas a medias cuando sube la marea. Las terribles mazmorras, de
las prisiones europeas durante la Edad Media,
serían un hotel de lujo en comparación con estas celdas de “la muerte
rápida” de San Juan de Ulúa.
Irónico pero el “corte” de la guillotina de la revolución francesa y la “descarga” de la silla eléctrica de los norteamericanos, para sus sentenciados a la pena capital, después de todo no carecen de buena dosis de humanidad.
Aquí los presos de San Juan de
Ulúa tenían que morir pronto pero no tan pronto. Era necesario que conocieran
el poder vesánico español y el poder
corrupto de los gobernantes mexicanos del porfirismo. Horas entre el oleaje de
la marea alta y otras horas en la humedad de la cueva sin sol. Con el sólo
decir, o mostrar, que se encontraban enfermos, eran arrojados a los tiburones
(testimonio de un ancestro del autor de este blog liberado al triunfo de la
revolución de 1910.).
De la segunda, si el
individuo se alejaba de la Iglesia, al
morir iría a dar al infierno. De modo que era ineludible cumplir con la
hacienda y con la Iglesia.
Palabras de Rousseau:
“Aun admitiendo que el
hombre pudiera enajenar su libertad, no
pude enajenar la de sus hijos, nacidos hombres y libres. Su libertad les
pertenece, sin que nadie tenga derecho a
disponer de ella.”
A siglo y medio de haberse
publicado el Contrato Social (1762) toda esa influencia de Rousseau, que dicen
los historiadores, aquí no se veía por ningún lado. Citar a Rousseau como
historiador da tono pero en la realidad fue en México una pura fantasía.
Las luminosas palabras de:
todos los ciudadanos somos iguales ante la ley, para nada tomaban en cuenta a
los mexicanos del noventa por ciento. Las ardientes proclamas, de ecos
rousseaunas habían sido inclementes para atacar al despotismo de la monarquía
española, pero ahora, ya independientes de España, políticos mexicanos y
prelados de la Iglesia, tomaban chocolate y comían tamales en la mesa de los
hacendados.
Mañana la ilustración
levantará la espada contra el romanticismo (Cristiada) y éste responderá de
igual manera a la ilustración. Se volverá a leer a Juan Jacobo Rousseau por un
lado y, por otro lado, el ideario de San
Ignacio de Loyola. Por lo pronto, María,
sirve más chocolate a los señores y trae otra fuente de tamales. Mañana,
después de la hecatombe, que los historiadores escriban sus aburridas y
descoloridas novelas.
Evolución en la que el
romanticismo y la ilustración caben, para bien, dialécticamente en el alma del
individuo. Pues el alma universal del hombre tiene dudas respecto la existencia
del cielo y, a la vez, sabe que el principio de razón es perecedero a tal grado
que vuelve a levantar los ojos al cielo.
“Negociar” es la solución
dialéctica que en el primer tercio del siglo veintiuno emplean los sindicatos,
y los partidos políticos. ¿Por qué el hombre no podría hacer lo mismo con todo
lo controversial que bulle en su
cerebro? Después de todo, la cultura occidental, el pensamiento europeo, desde
los Presocráticos, es bella porque está hecha a base de tesis y contra tesis.
esta época da la impresión que
este atraso es responsabilidad del 90 por ciento de los mexicanos (en especial
de los étnicos y de los mestizos) y no de las condiciones impuestas por los
hacendados. Menudean los adjetivos y la solución es el saber científico,
precisamente cuando no se tenían escuelas.
Así, con ese bagaje histórico,
llegamos al siglo veinte.
Uno del pueblo se encontraba
en la calle a un español, o a un catrín (mexicano cerca del poder), debía
bajarse de la banqueta y no levantar la vista bajo riesgo de ser escupido o golpeado en la cara por insolente. O
enviado al presidio de San Juan de Ulúa,
islote en el mar, de donde, dijimos, jamás regresaba.
Y se daba por hecho, bajo el
silencio de la Iglesia, lo que se llamó el derecho de pernada: en situación de
casamiento el primero que se acostaba con la novia era el hacendado. Costumbre
que empezó en siglo dieciséis cuando las
tribus enemigas de los aztecas ofrecían a sus mujeres a los soldados españoles.
La División del Norte,
cruzando el desierto de Samalayuca, en el camino de librar la batalla final en
Zacatecas, a 1500 kilómetros de distancia.
El 20 de noviembre de 1910,
con la toma de Ciudad Juárez, por Francisco Villa y Pascual Orozco, a las
órdenes de Francisco I Madero, empezó el movimiento revolucionario que se ha
considerado como la primera gran revolución popular del siglo veinte en el
mundo.
La prudencia, y el miedo al caos, habían llegado a su fin. Se desataron las fuerzas bestiales reprimidas durante cuatro siglos en el alma noble del mexicano. En adelante, parafraseando a Goethe: ¡Ningún crimen me es ajeno!
Niña guerrillera. La
praxis un siglo antes que en México
empezarán las luchas por la igualdad de género. Miles de mujeres se fueron a
los frentes de batalla y en los servicios de apoyo. Se les conoció como “Las
Adelitas”
Adelita (Adela Velarde),
la mujer que inspiró el más guerrero de los corridos de esta revolución.
Francisco Villa, Pascual
Orozco y Maclovio Herrera no eran militares. Eran gente del campo de la
infinita llanura norteña que conocía las montañas, sabían montar caballos y disparar en plena carrera, y tenían muy desarrollada la intuición del
guerrillero.
Eran nada. La sociedad de
entonces los había puesto al margen de la ley: pura escoria social, bandidos, salteadores de
caminos, roba vacas.
Fueron la nada que acabó con
siglos de perversa practica de poder de extraños y de propios.
Notese que los de la segunda línea carecen de armas.Esperan tomar el lugar en la primera línea..
En honor de esa “nada” Andrés Manuel López Obrador (en la foto)presidente de la republica mexicana, hizo lo que nadie antes pudo, quiso o se atrevió a hacer: Nombró 2023 el año de Francisco Villa.Tomada de Internet
El noventa por ciento del pueblo ciento, vejado durante tres siglos, ahora iba contra los corruptos mexicanos en el poder y sus compadres los hacendados. Los de la segunda línea carecen de armas. Esperan...
En
tanto los once generales de división
del viejo orden huertista, que comandaban la impresionante columna de
trenes del ferrocarril con soldados del gobierno, trazaban un plan de batalla
para controlar el norte del país, la División del Norte de Villa, compuesta de campesinos, ya había
tomado la ciudad de Torreón, hasta entonces en manos de los huertista, penetraba las defensas
de Paredón y preparaba el ataque
decisivo que tendría lugar en Zacatecas.
23 de junio de 1914. La batalla final de la revolución. Asalto al cerro de La Bufa, Zacatecas, por los revolucionarios, en posesión del ejercito federal.
Mal vestidos, descalzos o con
huaraches y con un taco de frijoles en el morral, quebraron el poder de
federal.
Foto tomada de Internet
El gobierno mexicano
porfirista agarraba de leva a los niños( del pueblo “bajo”) y los obligaba a pelear contra la revolución.
La revolución mexicana casi barrió con todo
esa perniciosa connivencia que ya duraba cinco siglos, empezando con los
cacique indígenas burócratas al servicio de los españoles, del siglo dieciséis,
hasta los mexicanos del régimen porfirista y los del neoporfirismo que le
siguió. Casi…
Un millón de vida sacrificadas en la revolución y de todas maneras al pueblo se le siguió relegando en los tiempos posrevolucionarios.
Con la excepción del
presidente Lázaro Cárdenas, aquí es
donde empieza el gran problema con el que tendría que enfrentarse el auténtico
luchador social, si es que alguna vez llegaba: siguieron décadas de desengaño del
pueblo hacia sus gobernantes que no ocultaban ya su avanzado grado de
corrupción y, como distracción, para que la gente volteara para otro lado, se
daban frecuentes actos de represión.
Cada seis años la gente iba a votar con una inmensurable desconfianza de que,
como siempre prometían las campañas presidenciales, esta vez sí fuera cierto.
Las dos décadas que siguieron
debido a la lucha de facciones de haber quien llegaba primero a punta de balazos a la silla presidencial. Y
el que llegaba pronto era quitado también a balazos por otro grupo.
El pueblo siguió con hambre,
poca cultura y agarrado como carne de cañón para los intereses del 10 por
ciento de la población.
Siguió el eterno, efectivo,
recurso para la desestabilización de cualquier nación: gobierno contra la
iglesia y viceversa: la Cristiada (más balazos y el pueblo seguía sin escuela,
comida y cultura) la lucha armada contra el gobierno federal que había cerrado
templos, prohibida la religión, asesinado sacerdotes y monjas (al menos el 90
por ciento de los mexicanos eran católicos).El caos estaba garantizado, era
inevitable.
Paralelo a eso no sólo el olvido del pueblo
sino continuar con el exterminio de las
comunidades indígenas originarias, para seguirles quitando sus tierras y sus
aguas de ríos y lagunas.
(En octubre del 2024 el presidente AMLO y la presidenta, todavía
electa, Claudia Sheinbaum, pidieron, personalmente
al pueblo yaquí, perdón por todas las atrocidades, verdaderas masacres, exterminios,
de los gobiernos anteriores. Paralelamente buscar dotarlos de aguas y
restitución de sus tierras).
Entre tanto, el 12
de octubre, de 2024, Claudia Sheinbaum Pardo, ya como presidenta
constitucional, dejó claro en su conferencia mañanera, desde el palacio, que en
adelante esta fecha se llamaría “Día de la resistencia indígena”.
Día de la raza y Madrismo… eran ocurrencia españolas rancias del pasado.
Gobiernos mexicanos, posrevolucionarios,
del 10 por ciento blandengues hacia la presión de hegemonías extranjeras y
mucha represión, y mucha corrupción, hacia el interior, hay que insistir en
ello.
Grandes evasores de impuestos,
connivencia con grupos de la delincuencia organizada. Proliferaron los grandes delincuente de cuello negro como los
delincuentes de cuello blanco. Salían libres por orden de algún juez a los dos
o tres días de estar en la cárcel( en el supuesto que en realidad estuvieran o se
les daba por cárcel ir a vivir a su casa).
Quedó en evidencia que era
también un Poder Judicial corrupto (con sus excepciones) hasta la médula. Estaba absolutamente seguro que su fuerza y su autoridad eran
por encima de la Constitución, del Legislativo (Cámara de Diputados y Cámara de
Senadores) y del Ejecutivo.
Sólo faltó buscar la corona de Agustín de Iturbide y ponerla en la cabeza de la presidenta del PJ.
Una muestra. A la sazón el suelo del presidente de México es de 128 mil pesos mensuales, según la Constitución.Varias ocasiones, en las conferencias mañaneras desde palació nacional, se dieron a conocer las percepciones mensuales de algunos ministros y magistrados del Poder Judicial: setecientos mil pesos. ¡Todos ellos se ampararon contra la Constitución en este renglón y siguen cobrando esa cantidad!
Cuando los historiadores
escriban sobre este episodio del viejo
Poder Judicial, y su caída por la
fuerza del Humanismo Mexicano, de llevar a sus jueces, ministros y magistrados,
a ser elegidos en las urnas por el pueblo, encontrarán un abundantísimo
material.
Juventud con escasa oportunidades
de estudiar y menos de trabajar que, con desprecio se les señalaba como
parásitos con la palabra “ninis”(ni estudian ni trabajan). Vicente Fox,
uno de los últimos ex presidente del neoporfirismo, dijo en una ocasión por
televisión “¡mejor trabajen huevones”.
Era la mentalidad de los hasta entonces altos
funcionarios de los que gobernaban para sólo el 10 por ciento de la población.
Los valores de la cultura
ancestral mexicana, milenaria, la de las etnias, impidieron que la degradación
del pueblo se generalizara. En 2024, cuando el Partido de las Utopías, en
coalición con otros partidos, ofrecieron un nuevo estilo de vida, previa
limpieza de tanta corrupción, el pueblo le dio la espalda a los viejos partidos
políticos PAN y PRI (uno, el PRD hasta acabó por desparecer) y obtuvo, para
Claudia Sheinbaum, una victoria de 36 millones de votos contra 15 de la
oposición. ¡Jamás se había obtenido tal votación en el país! ¡Un verdadero
grito de sed de justicia!
Y es aquí donde la historia se
vuelve a enganchar con la presencia del gobierno español. No con el pueblo
español, vale insistir en ello. Empresas (una de ellas Iberdrola) que se
enriquecían con desventaja para la población mexicana.
Ello inspiró la exclamación
del Partido de la Utopía en varios principios básicos: “Bienvenida
la inversión extrajera, pero no queremos industrias ricas con trabajadores
pobres”, seguida de la otra proclama: “Por
el bien de todos, primero los pobres”.
Y una síntesis que englobaba a
la corrupción de los gobiernos pasados, y a la vez una advertencia para la
avaricia que nunca está lejos de los políticos presentes, de todos los partidos
y de los tiempos que están por venir:
Uno de los postulados de la Declaración de Principios del partido Morena dice así en una de sus partes,dirigidos principalmente a sus mismos correligionarios: No robar, No reprimir, No mentir. La antitesis de la praxis de los gobiernos anteriores que robaban, reprimían y mentían al pueblo.
“Morena se esfuerza en establecer una democracia austera, defiende la autodeterminación de los partidos políticos, rechaza toda intromisión en su vida interna y se niega a recibir toda aportación económica, política o propagandística proveniente de corporaciones nacionales, ciudadanía o entidades extranjeras, grupos de interés, ministros de culto y asociaciones de cualquier religión, cabilderos y cualquier persona física o moral a la que las leyes electorales prohíba financiar a los partidos políticos”.
Otro principio básico, para no
perder de vista nunca más, quien es el
que manda: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Y: “No puede haber gobierno
rico con pueblo pobre”.
Gobierno de la Utopía que pronto fue el Gobierno de las Realidades
al impulsar (por lo pronto) veinte
reformas constitucionales. Y la ya realización en la práctica de una serie de
programas de justicia social que buscan pasar a derechos constitucionales.
Sicarios de pluma y micrófono (
en México se les señala como “chayoteros”= mercenarios de la información,
maestros de las fake news y los
montajes) metían miedo a la gente insistiendo, día con día, que AMLO era comunista.
Cerraría los templos, anularía la propiedad privada y todo mundo quedaría sin
propiedades, empezando por las casas-habitación...
Desde el legislativo, la oposición
llamaba abiertamente al ejército de
Estados Unidos a invadir el país con el argumento de perseguir al narcotráfico,
y a la vez desalentaban a la inversión extranjera hablando de la inseguridad
social. Esa doble traición la patria no les quitaba el sueño.
36 millones de votos los
dejaba en la plena obsolencia y ahora solo les quedaba la amarga critica que se
inventaba cada día sin fundamentos.
¿Es usted comunista? , le
preguntaban a AMLO.“Soy humanista pero no como los humanistas del neoliberalismo.
Soy humanista mexicano”.
Fue entonces que la gente empezó
a tener conciencia de cómo ella misma era: Humanismo
mexicano se levantó como bandera de “Bienestar para todos, pero primero
los pobres”.
Era la antítesis de los
gobiernos mexicanos porfiristas y neo porfiristas posteriores a la revolución :
“Bien
estar para todos pero primero los ricos” Si al final del sexenio
que da algo pues hay se lo reparten.
En el último año de cada sexenio corría el dicho: “Este es el año de
Hidalgo *+=”% *+$% el que deje algo”.
Era el lema de que la degradación y la
corrupción había llegado a su máxima expresión. Todo político que actuara con
probidad (aunque usted no lo crea todavía quedaban algunos) era visto con
desconfianza.
El establishment de los privilegios para el 10 por ciento, por boca de
esos partidos políticos anquilosados, en la cámara de diputados y en la cámara
de senadores, desde luego que opuso una resistencia casi feroz para impedir el
cambio constitucional, y habló, día y
noche, por pluma de los mass media
y por medio de la voz de los manfakenews.
Todo inútil: se topaban con 36 millones de votos…
Exhibidos por las numerosas
redes sociales, y 36 millones de votos a favor de la trasformación, pronto se
vio que estaban defendiendo lo indefendible.
Quitar la monarquía en Francia Napoleón realizó grandes batallas y encendió a media Europa.Quitar al omnipotente PJ de México autónomo, pero autónomo del pueblo,el Partido de la Utopía lo logró sin disparar un solo tiro. Ni reprimir al ejercito de los manfakenews del periodico y la pantalla,como se dijo, amos y señores del montaje. "Estan en su derecho de protestar" decía AMLO desde sus conferencias mañaneras en palacio nacional. "Nosotros tambien fuimos oposición por muchos años y sabemos lo que es ser reprimidos con violencia policiaca y desde los medios".
Sabido es que las revoluciones, al menos así fue en México en los últimos doscientos años, es a base de balas de cañón.¡Pero aquí no!¿Cómo fue eso?
Durante treinta años un hombre,joven,sencillo,del pueblo,con el alma llena de utopicas ideas,visitó ciudades,rancherías y etnias originarias apartadas en el desierto y en la remota montaña. Les pedia que, llegado el momento lo apoyaran.El pueblo lo apoyó en dos ocasiones y ganó para presidente de la nación y dos veces le hicieron trampa y pusieron a otro (Fox hizo trampa y puso a Calderón). Siguió adelante. La tercera ocasión ganó con treinta millones de votos contra doce y nueve de los partidos opositores. Jamás votación alguna habia arrojado tal cantidad de votos para alguien.¡Ya no había manera de volver a hacer trampa, a riesgo de una inminente revolución! Peña Nieto así lo comprendió y abrió las puertas de palacio nacional para AMLO.
Tradicionalmente en México el nombre del futuro presidente se barajaba en las altas y muy reducidas esferas del poder económico y politico. Así fue como ese hombre sencillo ganó el que en adelante el pueblo fuera el que decidía.
El siguente paso fue ir contra el muy corrupto PJ. El programa de acción propuesto para la siguiente elección del Poder Ejectivo se pregunto al pueblo si apoyaban la renovación (verdadera revolución) del PJ y que por primera vez, en doscientos años, las boletas de la urnas llevaran a una mujer a la presidencia.El pueblo volvió a responder y ahora superando la votación aterior, con treinta y seis millones de votos.
Un hombre sencillo que en realidad lograba, con su carisma, tres revoluciones: 1) que en adelante el pueblo fuera el que decidiera,2) la transformación del poder judicial y 3) la primera presidenta de la nación mexicana la cual, en este caso, por sus propios méritos, tanto de humanismo como academicos, era una garantía de estabilidad y progreso.
Y aun podriamos agregar otra revolución: en adelante el aspirante a la presidencia de la nación mexicana no se elegirá entre los hogos que proliferan en lo oscurito.¡ Tendrá que ir a consultar al pueblo en su mismo suelo,ciudades, rancherias, etnias originales y comunidades rurales!
Fue de una trascendencia tal el lograr que jueces, ministros y magistrados del Pj fueran elegidos por el pueblo, solo comparada con la que Benito Juarez llevó a cabo en el siglo diecinueve de separar los poderes de la Iglesia de los poderes del Estado.
Los ideales de los padres
Hidalgo, Morelos, Matamoros y otros insurgentes, en la guerra de 1810,
de
libertad con justicia social, al fin, se van haciendo realidad. Llevados
a cabo por lo que se conoce como “la
revolución de las conciencias” y “humanismo mexicano” de la coalición de
partidos Morena, Verde y PT.
Tanto el 16 de septiembre,
como el 20 de noviembre, honran a los miles de combatientes, conocidos y
anónimos, que dieron la vida por la libertad y el progreso para el cien por
cien de los mexicanos, incluido ese histórico acido 10 por ciento