Escalada en la Iztaccihuatl



La conquista de la Pared Oriental del Pecho de la Iztaccihuatl


 Informe del trabajo  expedicionario sobre el monte Aconcagua que la Federación   Mexicana Excursionismo rinde al C. Luis Echeverría Álvarez, presidente constitucional  de los Estados Unidos mexicanos.
México, D. F.
1974
30 páginas
Págs. 8 y 14.

La publicación citada es una referencia sucinta de tal escalada. Un relato más amplio se encuentra publicado en nuestro libro Los mexicanos en la ruta de los polacos (edición particular, de 1975).

La pared oriental del Pecho de la Iztaccihuatl es una de esas ascensiones bellas y obvias  desde la distancia pero que muy pocos abordan. Nosotros la subimos en el invierno del 73.
Sabíamos que los poblanos la habían recorrido con anticipación. Esto es absolutamente posible pues en Puebla se ha practicado siempre  alpinismo de calidad tanto nacional como internacional. Sin embargo, hasta donde hemos podido investigar, no encontramos sustento  hemerográfico ni bibliográfico de tal escalada. Si existiera, nosotros le daríamos crédito en este mismo espacio. Empezaríamos así una especie de historia de esta ruta, pero ahora en el ciberespacio, para el conocimiento de todos los alpinistas del planeta.


El asunto nos lleva otra vez al tema de la necesidad de practicar, de hacer, de escribir y publicar,. Ejercicio tan escaso en el alpinismo mexicano. Muchas ascensiones se hacen en la realidad pero en tanto no se publiquen son susceptibles de quedar en el limbo de la fantasía.
 Su ascensión, como se  trazó por nosotros,  fue en un terreno de roca, nieve y hielo, durante varios centenares de metros. En determinado punto se dirigieron los escaladores hacia la Arista de la Luz, del Cuello. Habían salido del refugio “El 12”


Mario Campos Borges enlos primeros tramos la pared Oriental  través de grandes bloques de roca erosionada en precario equilibrio.


 Para la zona de roca se utilizaron clavijas comunes.Pero para la zona de nieve fabricaron (idea de Hildell) a base de tubos de duraluminio unas clavijas de media pulgada por un metro, con argolla para el mosquetón y punta rebajada para facilitar la penetración en la nieve.

En la primavera de 2010 (5 de mayo) esta pared se encontraba totalmente  desprovista de nieve y hielo, producto del calentamiento local y global. Era una inmensa ladera de roca negra.
Rogelio Rascón en la base de la pared  Oriental




La roca tiene la consistencia que es de esperar en un terreno tan erosionado. Llegados a la zona de la nieve, y en semejante pendiente, tuvieron que emplearse, a manera de clavos, tubos de duraluminio, preparados ex profeso, de hasta un metro de largo. Un extremo cortado en punta para facilitar la penetración a  golpe de martillo. En el otro extremo una argolla tanto para el mosquetón como para facilitar extraerlo mediante un giro inicial.
 La ascensión fue en una sola jornada. La llevaron a cabo Mario Campos Borges, Roland Hilldel y Salvador Alonso Medina, los tres de México- Tenochtitlán e intergantes de la Preselección al monte Aconcagua en 1973. Hilldel es de origen alemán.




Sistema de cañadas del oeste de la Iztaccihuatl. La de Huayatlaco y la del Negro son las que se siguen para llegar al refugio del Teyotl

El refugio “El 12”   estaba ubicado a prudente distancia y exactamente debajo  de la  base de la pared oriental. Enteramente de madera. Sus proporciones eran las de un refugio de alta montaña, no albergue. Contaba con piso y literas  de madera. Algunos años después volvimos al lugar y el   refugio y ya no existía. No es que se hubiera destruido por las condiciones atmosféricas sino que había sido desmantelado. Sus materiales no se veían por ningún lado.
Es necesario cruzar el collado entre la Cabeza y el Teyotl, hacia el este, y luego un poco hacia el sur

Es un error creer que los alpinistas son los destructores de estos refugios. El albergue de Laminas, en el noroeste de la Iztaccihuatl, debajo de la Cabeza, ha sido reconstruido en varias ocasiones desde los años 50 que fue edificado. Las gruesas tablas de sus literas, las grandes láminas de asbesto de su techo no se ven por ningún lado ni fragmentos de las mismas. Lo mismo puede decirse de los varios refugios de los Pies de la Iztaccihuatl y los otros varios de la vertiente norte del Popocatépetl. Propiamente en los que han construido en el enclave al principio de la ruta de Las Cruces. En sus cercanías tampoco se ve el material conque fueron construidos. Es la gente que sube de los pueblos y, en animales de carga o en vehículos, a través de los caminos madereros, suben a desmantelarlos.

Igual suerte corrió el refugio de Los Frailes de Actopan, en el estado de Hidalgo. (Ver el capítulo “Otra vez  Las Goteras” del libro Alpinismo Mexicano, pagina 113). En los años cincuentas existía en ese lugar, debajo de las rocas del Fraile y el Acólito, en el lado oeste, subiendo desde San José Tepenene, un refugio de madera con literas en ambos lados de su interior. Nosotros pasamos allí varias temporadas en tanto escalábamos las rocas de la región. De este refugio hace mucho tiempo que no queda ni siquiera la plataforma en la que estaba construido. También fue desmantelado.

Este tema  del desmantelamiento de los refugios de montaña es doblemente grave. A) deja de dar el servicio que los montañistas esperan encontrar en esas construcciones. B) Los grandes albergues de Talamacazcalco, en el Popocatépetl, las Ventanas, en Hidalgo, el Ajusco, en el suroeste del Valle de México y el del Nevado de Toluca, en el estado de México, fueron construidos en el tiempo del presidente Luis Echeverría Álvarez,  con recursos del gobierno. Pero la mayoría de refugios, si no es que la totalidad, han sido edificados con grandes esfuerzos económicos, de transporte de material y mano de obra, por individuos u organizaciones altruistas. Una de estas, la principal, es el conocido como Grupo de los Cien.

Todos estos grandes  esfuerzos acaban destruidos, desmantelados, por la  acción subrepticia, nocturna, de dos o tres mal vivientes.
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Una última consideración (exclusivamente para novatos, los expertos no la necesitan) es la relativa a la aclimatación a las alturas. Este aspecto es algo  que golpea  y,  con tal fuerza, que el montañista debe dar marcha atrás (después de vomitar o desmayarse) y en ocasiones morir ahí mismo o en breve tiempo a consecuencias de lo mismo. En México ese asunto se le conoce como “mal de montaña”.Es el precio que pagamos por subir en pocas horas lo que debería llevarnos días.

Lo más propio es consultar a la ciencia médica del deporte respecto de este tema. Aquí damos una noticia sucinta del asunto. La intención es despertar el interés para que el individuo se documente más sobre este tema del mal de montaña.

Adolf Mokrejs, en su Guía practica del excursionismo II, (ediciones Roca, México, 1986, Pág. 112) dice que “El “mal de montaña o altura no es una enfermedad sino un indicio de que la aclimatación no ha tenido lugar”. Da enseguida unos datos. Se pueden dividir las diversas zonas de aclimatación. Abarcando cada una de ellas 1,500 metros de altura. Y exigiendo una semana de adaptación. Para la zona entre los 3,000 y los 4,500 se requiere una semana. Para la situada entre los 4,500 y los 6,000, dos semanas.

Es decir que para ir, de la Ciudad de México (2,200m.s, n. m.), a la cumbre del  Pico de Orizaba, necesitaríamos  ir subiendo, acercándonos,  gradualmente, de población en población, dos semanas. Como lo hacemos es en dos días. Uno de acercamiento y el otro para subir a su cumbre. Imagínese la tremenda deficiencia en nuestro modo de subir altas montañas. ¿Qué de raro tienen todos esos dramas originados por el mal de montañas que vemos con frecuencia?

Para subir al Popocatépetl, partiendo de la Ciudad de México, necesitaríamos una marcha de aproximación- aclimatación de  al menos una semana.  Lejos de eso,no es raro que salgamos en la mañana en automóvil de la ciudad, dos horas después estamos en Tlamacazcalco y tres horas más tarde en la cumbre del volcán. Cinco horas lo que necesitó una semana…


En punto de inseguridad la Iztaccihuatl es visitada por los amantes de lo ajeno desde todas sus vertientes. Suben en caballos a los refugios altos. Espían y cuando los alpinistas salen del refugio para su ascensión alcanzan el refugio y se roban las mochilas. Es una experiencia del que esto escribe. Pero si el flanco oeste esta expuesto a las mencionadas practicas  la Cabeza puede ser visitada además desde el norte y noreste.

 En estos dos volcanes(Popo e Iztac.) se han instalado numerosos refugios de alta montaña a lo largo de medio siglo. Acaba desapareciendo. La gente cree que son los propios montañistas los que les dan mal uso. Pero un detalle  nos da la pista: no hay en sus emplazamientos restos los materiales con los que fueron construidos...
El 5 de marzo del 2012 salió publicada esta nota en el diario El Universal. Se trata de un asalto a montañistas en la Iztaccihuatl. En esta caso, como en el del Nevado de Toluca, las autoridades castigan a los montañistas impidiéndoles  el acceso a esos lugares, en lugar de buscar y sancionar a los delincuentes.
TLALMANALCO, Méx., marzo 5 (EL UNIVERSAL).- La zona boscosa de San Rafael, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, es muy peligrosa para montañistas que visitan el lugar ya que operan bandas de delincuentes que fuertemente armados los asaltan y violan a las mujeres, advirtieron los propios excursionistas.

Según las propias autoridades municipales, se presentan hasta ocho atracos al mes en contra de deportistas extremos que acuden a este lugar, sobre todo los fines de semana, porque no hay vigilancia de ninguna de las corporaciones municipales, estatales y federales, ni de los ejidatarios que controlan el parque.

Juan Carlos Durán Gutiérrez, director de Protección Civil de Tlalmanalco, reconoció que cada fin de semana se registra un robo en diferentes parajes del ejido, pero hay ocasiones que son hasta dos, principalmente en “Las Trancas”, el más alejado de la caseta de vigilancia del área que administran ejidatarios que cobran una cuota a los visitantes.

El domingo 26 de febrero, 60 personas que acampaban y comían en el paraje “Nexcoalanco”, fueron asaltadas por 25 hombres armados y encapuchados que golpearon y causaron heridas a más de 20, incluyendo a un niño de ocho años y abusaron de tres mujeres.

Los ladrones, vestidos con ropa camufleada, cubiertos de la cara con pasamontañas, salieron de entre los matorrales armados con rifles, escopetas, pistolas y machetes para rodear primero a un grupo de aproximadamente 40 personas que acampaban y comían.

Luego sometieron a otras más que venían bajando, amarrándolas a todas, hasta sumar más de 60, incluyendo niños y mujeres.

Los encapuchados hicieron disparos al aire y a casi todos los hombres les pegaron con machetes y pistolas, causándoles lesiones a por lo menos a 20 en cara, cuerpo y cabeza, entre ellos Fernando, de ocho años, a quien le pegaron en la espalda.

A Alejandro, de 27 años, le fracturaron la nariz con la cacha y a Salvador lo hirieron de una pierna con una pistola de diábolos.

Un perro bóxer que acompañaba a campistas de Cuautitlán fue baleado en el cuello con una escopeta.

“Entregamos celulares, carteras, dinero, relojes, cámaras, equipo de montaña y luego nos quitaron los zapatos que aventaron a una camioneta Chevrolet para luego amarrarnos de pies y manos con las agujetas”, recordaron.

La misma suerte corrió un profesor y 11 alumnos de la primaria Juan Jacobo Rousseau, del Distrito Federal, que acampaban en la zona.

El jueves pasado, el ayuntamiento clausuró el parque ecoturismo “Dos Aguas” por carecer de licencia de funcionamiento y por falta de medidas de seguridad para protección de los paseantes.

El lugar se mantendrá cerrado, hasta que la empresa no regularice su situación administrativa ante el gobierno local y tome medidas internas para garantizar la seguridad de quienes semanalmente visitan el sitio.



Otros asalto en el SW de la Iztaccihuatl.

Nota publicada en el diario Excélsior-Línea

23/07/2015 13:03 Dalila Ramírez/Corresponsal       


Nueve montañistas fueron amagados las faldas del volcán Iztaccíhuatl el pasado 4 de julio                           


ESTADO DE MÉXICO, 23 de julio.- La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) anunció la captura de nueve sujetos, entre ellos dos mujeres, en el municipio de Tlalmanalco, quienes presuntamente conforman una banda delincuencial relacionada con al menos dos asaltos con violencia a montañistas.
El aseguramiento se realizó tras una denuncia mediante la cual las víctimas señalaron que cuando se encontraban en un paraje de ese  municipio en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, fueron amagados por varios sujetos, quienes los despojaron de sus pertenencias.
Derivado de ello, se hizo un operativo encubierto en el lugar “Piedra Lisa”, donde fueron detenidos los probables responsables al momento en que presuntamente cometían un robo en contra de tres montañistas.
Los detenidos tienen entre los 20 y 40 años y al indagar se pudo determinar que estos sujetos se relacionan con el robo del pasado 4 de julio en el paraje “El Refugio de los Cien”, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, lugar en donde al parecer amagaron a nueve montañistas, a quienes presuntamente les hurtaron diversos objetos y dinero en efectivo.
Los nueve detenidos fueron ingresados al Centro Preventivo y de Readaptación Social de Chalco.

9 comentarios:

  1. QUERIDO AMIGO Y COMPAÑERO, LAS FOTOS NO CORREPONDEN A LO QUE USTD DICE, LA FOTO DE MARIO CAMPOS NO CORRESPONDE A LA PARED OREINTAL ES EN EL FILO NORESTE, LA FOTO N2 EN LA BASE DE LA PARED ORIENTAL NO CORRESPONDE ROGELIO RASCON, EN ESA EPOCA NO SE USABAN BASTONES, Y ROGELIO NO USABA CASCO.

    ATT TU AMIGO DE SIEMPREE MAURICIO LUDICK.

    P.D. FUI A VER A MARIO CAMPOS, Y RECUPERE TU LIBRO, DESPUES T LO PASO A DEJAR.
    SALUDOSS!!!!

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  2. Hola Mauricio, que gusto saber de ti después de tantos años. Te recomiendo le eches un vistazo a la ficha del Popocatepetl. Me refiero a la circunvalación que realizamos. De paso a ver si te acuerdas del nombre del otro componente del grupo, con la idea de darle su crédito en la participación de esa vuelta. Era tu cuate y debes de recordar cómo se llama.

    De lo que dices de la foto de Mario Campos corresponde tal como lo digo. Tan cierto como que fuí yo quien la tomó. El Filo Noroeste no tiene un tramo de escalada como el de la foto. Por lo demás no es Noreste sino Noroeste al que tú te refieres.

    La foto de Rogelio Rascón también correponde al lugar bajo la Oriental. Tienes razón en lo de los bastones. No se usaban. Pero él sí los tenía. Estaba adelantado a su época. ¡Que le vamos a hacer!

    Armando.

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  3. NMAURICIO LUDICK MIRAMDA20 de mayo de 2010, 19:10

    POR MAURICIO LUDICK MIRANDA. APARECIO AQUI EN TU PAGUINA UN COMENTARIO A NOMBRE MIO ACERCA DE DOS FOTOS DE LA PARED ORIENTAL, QUIERO ACLARARTE QUE NO FUI YO EL QUE LO ESCVRIBIO, SE DE LA VERACIDAD DE LOS HECHOS.PRIMERO POR HABER PERTENECIDO AL CLUB BRUJOS DE LA MONTAÑA FUNDADO POR EL SR. CHOSQUI SALVADOR GRAMONT GUERRA EN DONDE NACE EL PROTECTO Y SE REALIZA LA XCOMQUISTA NO SOLO LA DE LA PARED ORIENTAL SINO TAMBIEN SE LLAVAN A CABO LAS ESCALADAS DE LAS MURALLAS BLANCA EL PEÑON DE NEXPAYANTLA LA BRUJA DE ALCALICA LA PARED OESTE DE NEXPAYANTLA SE ABRIERON RUTAS EN PAÑA BERNAL ETC. ETC. POR ESCALADORES DE DICHO CLUB FELIPE SOSA, SALVADOR ALONSO MEDINA, EDUARDO CAMPOS BORGES, JOSE CRUS NARVAEZ, POR SITAR ALGUNOS. SEGUNDO CONOSCO Y SE DE LA CALIDAD Y CAPACIDAD DE MARIO CAMPOS COMO ESCALADOR POR SER SU AMIGO Y COMPAÑERO DE ESCALADA POR MAS DE 35 AÑOS(Y SEGUIMOS ESCALANDO)Y TERCERO POR SER TU AMIGO Y HABER COMPARTIDO EN INFINIDAD DE OCACIONES ESTOS MAGNIFICOS ESTADIOS, YA SABES QUE EN EL MONTAÑISMO MEXICANO DE TODOS LOS TIEMPOS SIEMPRE AN EXISTIDO LOS CELOSOS, LOIS EMBIDIOSOS Y LOS MENTIROSOS, LOS QUE DESTRUYEN LOS QUE CONFRONTAN, YA QUE ES MAS FACIL QUE TOMAR LA MOCHILA Y REALIZAR CUALQUIER ACTIVIDAD EN LA MONTAÑA, MUCHAS DE LAS VECES LA DUDA NACE DEL COMENTARIO INICENTE HASTA CONVERTIRSE EN BURLA CINICA Y DESCARADA Y ESTO ES ABSURDO Y VERGONZASO Y MAS ABSURDO Y MAS VERGONSOS NO ES IMPEDIR LA DIFUCION DEL CONOCIMIENTO PLENO, VERDADERO Y UTIL SINO PROPAGAR LO FALZA, LO IRRACIONAL Y LO FUERA DE RAZÒN, NADA REBAJA TANTO A LA INTELIGENCIA COMO ADMITIR,ADMIRAR Y GLORIFICAR AL NECIO, AL TRAMPOSO Y AL MENTIROSO, Y EN EL ALPINISMO MEXICANO DE TODOS LOS TIEMPOS HAY MUCHO DE ESO

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  4. Hola verdadero Mauricio Ludvick
    No hagas caso. Esas cosas no ayudan al alpinismo.
    Mejor ven a la casa y te regalaré algunos ejemplares de una nueva publicación mía.Se llama "escalando con Schopenhauer".
    Saludos
    Armando

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    1. morís ludick escalar una roca es resultado o mas bien la suma de efectos y de deseos, de miedos de motivaciones que no se buscan resultados, la escalada en roca o mas bien el alpinismo seria subir o ascender montañas y es una perdida de tiempo y de dinero, que jamas a nadie importa,y que a nadie se tiene que justificar, el,alpinismo montanismo la escalada en roca es una actividad libre y cada quien la percibe como la quiere y cada quien la realiza de acuerdo a sus necesidades la montaña es un un crisol donde se vierte no lo bueno y mucho menos lo malo solo que es necesario para realizar un sueño un medio. que se tiene que escalar
      para estar a tu altura

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  5. mi abuelo José Mendez Tejeda fue miembro de este club. Me gustaria saber si aun se reunen y si puedo aprender alpinismo a pesar de tener 31 años de edad! :D

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  6. Mi nombre es Roberto Torres, cuando era muy niño 8 a los 15 años tuve el honor de pertenecer al Club Alpino Brujos de la Montaña y conocer al maravilloso Sr. Chosky y a otros grandes amigos
    y escaladores como Narvaes, Mario, Felipe y Salvado. ahora tengo 60 años y de vez en cuando salgo a la montaña y recuerdo gratamente esos hermosos tiempos, mis hijos Fabian y Mariano son buenos escaladores y amantes de la montaña, de alguna manera heredaron mi aficion. Me gustaria tener la oportunidad de saludar a mis viejos amigos pero no tengo ningun dato de contacto del club, entiendo que todavia existe, agradeceria que alguien me pudiera pasar los datos de contacto

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  7. Hola quisiera saber si tienen alguna información del club Brujos de la Montaña. Mi papa cuando era niño pertenecio al grupo y me ha contado historias maravillosas de las ascenciones al Izta y demas escaladas que realizó con ellos. Actualmente yo y mis jermanos tratamos de seguir sus pasas y nos encanta escalar y caminar por la montaña. Me gustaria tener algun tipo de información del grupo, mi padre por su lado hqa buscado tener contacto con la gente que pertenecia al grupo cuando el estaba ahi y no ha conseguido nada. Su nombre era Roberto Torres Rodriguez y pertenecio al club cuando tenia 8 años en 1961 y se salio cuando tenia 16 años en 1969

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  8. En el pecho existen tres montículos, el que esta al sur, que la mayoría de las personas consideran el punto más alto del Iztaccíhuatl, luego esta la cima oriente desde donde se ve el valle de México y la cima norte donde estan las cruces, y donde yo se que ese es la parte más alta, me gustaría saber si me puede dar las medidas de las tres cumbres del pecho por favor y aclarar me la duda. Gracias

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Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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