Liga el tema de caminar con la intención de
escribir.
“Haga ejercicio, el alpinismo es muy bueno,
pero de cualquier modo salga de la ciudad, las ciudades matan a los escritores,
están llenas de intelectuales y escritores…Escriba de eso, escriba de cosas
fuertes y que usted haya vivido, no le crea a Arreola (José entonces no tenía
idea de Arreola), orita todos quieren escribir como Arreola y Borges, quieren
hacer literatura de encajitos, pura mariconería.”
Consejos de Juan Rulfo a un aprendiz de escritor, por José de la Colina, Laberinto, diario
Milenio, 5 de febrero de 2020.
Pueblo de Cerezo Hgo, México, camino de la región de los Frailes, Actopan. Foto de Armando Altamira |
En ese sentido Rulfo es del mismo
pensar que Emerson y Thoreau. Caminar por caminar. Por salud psicofísica del
individuo que se reflejará en la sociedad.
Y el médico apremia: camine siquiera una media hora.
Y el médico apremia: camine siquiera una media hora.
De alguna manera el sobrecupo de
los hospitales ( y las cárceles) son el
reflejo de una sociedad que se apoltrona en las delicias de una ciudad llena de
necesidades inventadas.
Todos llegamos a los hospitales, pero la idea es no llegar antes de tiempo.
Todos llegamos a los hospitales, pero la idea es no llegar antes de tiempo.
No hay excusa: se puede caminar en
las calles de la ciudad, en los parques o en las montañas cercanas. Subir las escaleras del metro por los escalones...
Dado que nuestro deporte (o estilo de
vida) es ir a las montañas (parece que también Rulfo practicó el alpinismo),
encontramos que la práctica del vivaquismo
es algo completo.
Dibujo tomado del libro Tecnica alpina de Manuel Sánchez y Armando Altamira Publicado por la UNAM, 1978 |
Dormir no en el valle alpino sino en
alguna parte de la pared. Colgados del
arnés oscilando sobre el vacío, lo mismo que en una tienda especial para el
caso, o sentados sobre la roca, con lo pies colgando sobre el valle, hay tiempo
para pensar…
Esto del vivac en el alpinismo
europeo es algo ya muy antiguo. Aunque ellos lo hacen por la necesidad que
impone una larga ascensión que no se puede realizar en un día.
La idea nuestra es el vivaquismo como un fin. Este es un neologismo inventado por nosotros.
La idea nuestra es el vivaquismo como un fin. Este es un neologismo inventado por nosotros.
Decimos que es algo completo porque
para llegar al lugar del vivac es necesario caminar por las montañas, escalar,
pernoctar, al final descender por cuerdas (rappel) y volver a caminar de
regreso. Todo eso cargando el equipo necesario.
En escalada hemos hecho(desde los años sesentas del siglo pasado) del vivac un
fin en sí mismo, a 100 metros, o más, arriban de la base (norte de la
pared Rosendo de la Peña, Las Monjas
,Chico, Hidalgo, la Oeste del Centinela, en la cañada de Milpulco, suroeste de
la Iztaccihuatl, norte de Abanico, Popocatépetl, Corredor Superior Oeste de la
Iztaccihuatl), ya no tanto por necesidad de seguir avanzando hacia arriba.
La cumbre de La Colorada, frente a la norte de Las Goteras, es un lugar al que siempre volvemos para el vivac de varios días.
Al fondo la pared sur de La Colorada |
La cumbre de La Colorada, frente a la norte de Las Goteras, es un lugar al que siempre volvemos para el vivac de varios días.
¿Tiempo para pensar? Un vivac en las
montañas es ante todo un encuentro con la vida, conmigo, con mi mismo, con todo
lo que forma parte de mi vida, la familia, los amigos, el pasado, el presente,
el a priori, las tragedias y las alegrías que componen mi dosier, los valores espirituales, la lógica de lo ilógico y hasta
salen a relucir las monedas que faltan en mi bolsillo.
Todo eso y mucho más se piensa en el
transcurso de un vivac colgado de la pared o dormitando sobre la arista.
Y, sin embargo, un vivac no tiene la
intención de ser una experiencia filosófica sino solamente de resolver un
problema de montaña para el cual no alcanzó el día. Pero ahora, como decimos, practicado como un fin.
Pero como en un vivac no hay otra más
que pensar (así era antes del celular), comentamos, los del vivac, que hace apenas diez mil años que
salimos de la selva, ¿cómo en tan corto tiempo se nos olvidó caminar? ¿Y con
ello el principio de la razón
suficiente? La evolución para más.
Inventamos lo necesario para ya no
sentir frío, sed, hambre, cansancio. ¿Masoquistas? ¡Nuestros sistemas de adaptación
al medio atmosférico se anquilosaron!
Es como si nuestra admirable tecnología (el uso que hacemos de ella) contradijera a Darwin al emprender el camino de la desevolución, otro neologismo nuestro. En otras palabras, en lugar del devenir para el alza, corremos en dirección contraria.
“Con la cruda realidad (dice alguien desde el fondo de su sleeping, pues son las cuatro de la mañana y un fuerte viento nos llega en ese momento desde Atotonilco el Grande)),que cuando volvamos a la selva ya nuestros mecanismos de adaptación al medio estarán atrofiados.”
En las regiones desérticas del norte de México hay variaciones de hasta cincuenta grados cada doce horas.40 grados en el cenit (en ocasiones sube hasta 50-52) y cero en la madrugada.
Es como si nuestra admirable tecnología (el uso que hacemos de ella) contradijera a Darwin al emprender el camino de la desevolución, otro neologismo nuestro. En otras palabras, en lugar del devenir para el alza, corremos en dirección contraria.
“Con la cruda realidad (dice alguien desde el fondo de su sleeping, pues son las cuatro de la mañana y un fuerte viento nos llega en ese momento desde Atotonilco el Grande)),que cuando volvamos a la selva ya nuestros mecanismos de adaptación al medio estarán atrofiados.”
En las regiones desérticas del norte de México hay variaciones de hasta cincuenta grados cada doce horas.40 grados en el cenit (en ocasiones sube hasta 50-52) y cero en la madrugada.
Nota de internet del 6 de enero de
2020:
“Los científicos que estudian las
causas de mortalidad más comunes están preocupados por la vida sedentaria de
los adultos, especialmente los de más edad. Un estudio con una muestra masiva
publicado en la Revista de Oncología Clínica en Estados Unidos ha observado que
con sólo 20 minutos al día andando se reducen las posibilidades de sufrir 7
tipos muy habituales de esta enfermedad.”
Hay un valor de calidad insospechado detrás de esos 20 minutos que recomiendan. Parecerían una bagatela. Pueden ser 30 o 60 o un día o tres días (en el caso del alpinismo).Lo que vale es la disposición de ánimo para echarse a caminar. En otras palabras: al ponerse los tenis para caminar, se refrenda la intención de seguir moviéndose, de querer seguir viviendo.
Hay un valor de calidad insospechado detrás de esos 20 minutos que recomiendan. Parecerían una bagatela. Pueden ser 30 o 60 o un día o tres días (en el caso del alpinismo).Lo que vale es la disposición de ánimo para echarse a caminar. En otras palabras: al ponerse los tenis para caminar, se refrenda la intención de seguir moviéndose, de querer seguir viviendo.
¡Pura mariconería!, refriéndose a algunos intelectuales, dijo Rulfo.
Los numerosos premios Nobel a la paz no han disminuido ninguna guerra y ni siquiera la violencia de la calle del barrio, el hambre del pueblo no se ha solucionado y los sistemas de educación de las escuelas públicas…Muchas de las obras literarias, tan festejadas, no son otra cosa que versiones intelectualizadas de la Declaración de Principios de algún partido político.
Los numerosos premios Nobel a la paz no han disminuido ninguna guerra y ni siquiera la violencia de la calle del barrio, el hambre del pueblo no se ha solucionado y los sistemas de educación de las escuelas públicas…Muchas de las obras literarias, tan festejadas, no son otra cosa que versiones intelectualizadas de la Declaración de Principios de algún partido político.
Dibujo tomado del diario El Pais |
Se nos ocurre (pura ocurrencia nuestra ) que Rulfo se refería a
eso cuando decía:
“Le voy a dar un consejo, si deveras quiere ser escritor mejor no se junte con escritores, es lo peor si quiere escribir, no se junte con escritores, no ande en las capillitas de los intelectuales, los intelectuales de orita son putos, y cuando no son putos son pendejos, pero quesque muy cultos, y no lea a los de aquí, lea a William Faulkner…”
“Le voy a dar un consejo, si deveras quiere ser escritor mejor no se junte con escritores, es lo peor si quiere escribir, no se junte con escritores, no ande en las capillitas de los intelectuales, los intelectuales de orita son putos, y cuando no son putos son pendejos, pero quesque muy cultos, y no lea a los de aquí, lea a William Faulkner…”
“Camine siquiera media hora al día”,
dice el médico.
Pero aunque lo dice como un imperativo categórico kantiano, los hospitales siguen en sobre cupo. Ni el ISSSTE ni el Seguro Social se dan abasto. ¡ y las cárceles, ni hablar!
Pero aunque lo dice como un imperativo categórico kantiano, los hospitales siguen en sobre cupo. Ni el ISSSTE ni el Seguro Social se dan abasto. ¡ y las cárceles, ni hablar!
Rulfo le insiste a José de la Colina
en eso de caminar: “haga ejercicio, salga a caminar, haga hambre, cómase un
buen bistec, vuelva a caminar, y sólo entonces, si tiene ganas de escribir,
pero sólo si de veras tiene ganas, ora sí, póngase a escribir.”
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