La muerte es lo único cierto en esta vida.
Lo demás está por comprobarse.
La muerte como castigo por los
pecados cometidos es un cuerpo extraño en los pueblos originarios en Nativoamerica.
Es un espantajo terrible, huele mal y es acompañado de seres feos como brujas,
figuras antropomorfas con patas de cabra, y todos esos seres del Walpurgis,
imaginados por el gran Goethe. Llegó a Nativoamerica en el siglo dieciséis con
la espada y la cruz.
En México nativo la muerte es
un recordatorio que todo pasará, y que más vale vivirla lo mejor posible “Para
bien”, dice Platón.
Superior: en la zona de Tula, de la civilización tolteca.
Intermedia: los niños mexicanos dibujan zompantlis.
Inferior: Mictlan como recordatorio que aquí todo perece y más vale darle valor a este día.
Museo del Templo Mayor, Ciudad de México
La ruta a seguir, es caminar
por el cielo oscuro llamado Mictlan, presidido por los dioses Mictlantecuhtli y
su esposa Mictlancihuatl. Llegar al luminoso Tlalocan, paraíso donde ya nada
perece por estar más allá del espacio y del tiempo.
La mayoria de los dioses mexicas ( o nahuas) tienen esposa.En otras palabras, en este cielo no hay misoginia.
Sociedad matrilineal desde milenios."Es tiempo de mujeres" dijo desde palacio Claudia Sheinbaum, primera presidenta en la historia de México. "Somos madres, abuelas, hijas, nietas, cuidamos de la casa y en ocasiones, hasta del marido."
Lejos de ser una pieza de oratoria, desde la conferencia mañanera para el pueblo, a iniciativa suya busca llevar a derecho constitucional una pensión para las mujeres de los 60 a los 64 años. Aparte de la pensión universal para adultos ya vigente, en la practica, desde hace años.Así de famliares son los dioses mexicanos, así es la familia humana mexicana.
Siempre lo fue, solo que el liberalismo moderno había convertido a las mexicanas en "cosa adyacente" al hombre.
El Mural de Tepantitla, en el lado noreste, dentro de la ciudad sagrada de Teotihuacán, es una idea del Tlalocan: “Donde nunca faltan los bastimentos, hay flores y canto y revolotean las mariposas solares, que una vez fueron humanos", lejos de todo imperativo categorico.
Al Tlalocan llegan todas y todos. Aquí la divinidad, en plural, no tiene preferidos, no es elitista.
Dicho de otra manera: entran los que se pasaron la vida acumulando fortunas de dinero y despues gastaron fortunas tratando de recuperar la salud. Igual entran lo que cultivaron la sobriedad fisica como espiritual.
Los dioses abren la puerta del paraiso-Tlalocan y ya, sin más. Como lo haría, así de sencillo, Huckleberry Finn.
En cambio otras religiones, (por ejemplo los cristianos de todos los matices) son inclinados a complicarse el camino al cielo, al estilo de como lo planearía Tom Sawyer. Se cayeron, se levantaron, los rescataron, no los levantaron y, como los migrantes, falta que al final alguien esté conforme con abrirles la puerta, etc.
El 1 y 2 de noviembre llegan los familiares y amigos ya fallecidos. Primero los niños y le siguen los adultos.
Al despuntar el alba del día 3 regresan al
Mural de Tepantitla, a vivir su vida en plena libertad, lejos de todo
imperativo categorico.
Entrada al Tlalocan,donde habita Tlaloc, dios de la lluvia.
Cumbre del monte Tlaloc, 4,150m.
Fotos y dibujos tomados de internet
Y esto es tan cierto como que
el Sol de Día (Nanahuatzin) “sale” cada mañana y lo seguirá, al oscurecer, el
Sol de Noche (Tecuciztecatl), para iluminar el camino de los todavía mortales.
Mientras tanto, pongamos el
“pan de muerto”, con sus huesos
cruzados, la flor amarilla, que se eleve el humo de copal, preparemos
los tamales , el atole y el pulque(bebida sagrada erótica, que garantizará la
continuidad de los mortales en esta tierra bendita( Chicomecoatl), porque los
dioses, que antes fueron humanos, están por llegar.
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