Trajimos del desierto de Altar una
rama de unos cinco centímetros. En ella estaba un animalito que apenas pudimos
distinguir de tan pequeño. ´
Manuel Sánchez (coautor del primer
libro de Técnica Alpina, escrito e ilustrado en el país por mexicanos, UNAM
1978) se empeñó en traerla, la metió en un frasquito y cargó con él en toda la
travesía.
En México, la ciudad, lo pusimos bajo
la torreta del microscopio. Luego, para apreciar mejor los detalles, cambiamos
a un objetivo (lente) de mayor acercamiento.
En la misma rama se movía otro animal
que jamás habríamos visto a simple vista de tan pequeño.
Hay mundos, o niveles, que están
fuera de nuestra percepción.
Yo no puedo ver los átomos ni me los
imagino. Lucrecio, hace más de veinte siglos, escribió una obra de trescientas
páginas describiéndolos. Unos son lisos,-dice-
y otros son redondos, otros duros y otros maleables.
¿Coronavirus? Mi casa es amplia y
podemos permanecer holgadamente los que la habitamos medio año o más sin salir
de ella. Los víveres los pedimos por teléfono y son rigurosamente saneados, en la salita, de
la entrada antes de llegar a la cocina.
Un amigo mío, lo conocí hace un
lustro cuando ascendimos el monte Tacaná (4,092m), frontera de México y
Guatemala.
Vendía periódicos en las esquinas. En el mejor
de los casos sus ganancias económicas
eran magras. Cuando las calles se quedaron solas, por lo de la epidemia, cerraron
los periódicos. Además se le veía como un agente de seguro contagio al repartir los diarios.
No
volví a verlo. Encerrado en sus dos cuartos, que era toda la vivienda de la familia, esperaron inútilmente
que, tanto los átomos de Lucrecio, como los los noúmenos de Leibniz, les
llevaran comida. De la precarista vecindad donde vivía, me dijeron, se fue a
buscar lugar a una de las ciudades perdidas de la gran ciudad centroamericana.
La Muerte es la más antidemocrática
de las dimensiones metafísicas. Las
epidemias no son como la “comadre” (la Muerte) de Macario, el del cuento, que
se lleva a todos por igual. ¡Lo que se le ocurre a los escritores!
En la realidad la Muerte respeta a los ricos (los deja para después) y
se lleva primero, por carretonadas)) a los
mal alimentados o a los que viven en hacinamientos insalubres.
La siguiente ocasión que oigas que la
Muerte se lleva a todos por parejo de
seguro que se trata de uno de eso que escriben por encargo, de algún partido
político, o alguna secta cultural.
No puedo ver los átomos, como
Lucrecio, pero tampoco puedo ver a Dios. San Agustín hablaba con Jesucristo como si lo tuviera
enfrente. Le decía que, después de haber caminado mucho, y conocido modos y más
modos de pensar de los filósofos (en especial a Platón), ya estaba listo para
seguirlo pero…le gustaba mucho el mundo y en especial las mujeres… Escribió dos
libros en este soliloquio frente a la divinidad.
Jean Wahl le da una repasada a las
diferentes teorías que los filósofos han tenido a lo largo de los siglos de la
idea de la causalidad: Aristóteles, Maine de Biran, Gabriel Marcel,
Merleau-Ponty, Bergson…
Causalidad, un antes y un después, la
bola de billar le pega a la otra bola. Con el taco en la mano yo sé que si le
pego a ésta voy a impactar a la bola de más allá.
Pero no me detengo a pensar que eso
sucede en diferentes momentos en una dimensión que se llama tiempo, espacio y
vacío.
Vacío, entre una cosa material y otra, es una
idea que traía de cabeza a Lucrecio y
después, ese dolor de cabeza, lo heredaron los filósofos posteriores. Algunos escritores han llegado a creer que el
vacío, que está en todas partes, es el
avatar (el nagual, decimos en México) de Dios.
Wahl:
“La idea de causalidad es
verdadera para nosotros porque es
verdadera a nuestro nivel. Lo que no quiere decir que sea falsa. Quiere decir
exclusiva y rigurosamente que es verdadera a nuestro nivel.”
La dificultad en la ascensión radica sólo en quien contempla, a su nivel, la montaña |
Un poeta, Ezra Pound, por ejemplo, es
incomprendido y criticado porque el
crítico lo ve desde su nivel, no el de Pound.
Una teoría filosófica, Kant,
Aristóteles, Hegel, Maine de Biran,
Gabriel Marcel, Merleau-Ponty, Bergson…es criticada porque el crítico piensa a
su nivel, no en el nivel del autor
criticado. “Lo que no
quiere decir que sea falsa. Quiere decir exclusiva y rigurosamente que es
verdadera a nuestro nivel.”
De la misma manera, la economía, la sociología, la política y demás son reales a nuestro nivel de percepción. Sé de memoria
veinte versículos de la Biblia y ya me siento teólogo. Veinte versículos es
toda mi teología. Ese es mi nivel.
Hace ya un siglo que se hacen en el
mundo películas de todo tipo. Fuera de mi tema las otras me parecen tiempo perdido sentarse a verlas. ¡Zombis, extraterrestres,
psicológicas, balazos al por mayor, megasexuales, deprimentes, vampiros. Hay
grandes públicos para cada uno de estos temas.
Me cuidaría mucho de ponerles un adjetivo. Sólo decir que están en un tema o nivel que no es el mío.
Y es a nuestro nivel como vemos
asuntos como la belleza, la dificultad para subir una montaña, manejar en
carretera o el matrimonio.
La dificultad en la ascensión radica sólo en quien contempla, a su nivel, la
montaña.
En el siglo diecinueve los guías alpinos veían al monte Cervino (entre
Italia y Suiza) como un lugar habitado por demonios y por lo tanto imposible de
escalar. Edward Whymper insistía en que sí era posible subirlo por primera vez.
Ya sabemos que al final lo logró.
La cosa que nos parece bella, de la misma
manera, nada tiene que ver en el asunto. La belleza, considerada por algunos
filósofos como cosa en sí, esto es, fuera del tiempo, del espacio y del vacío,
vive en los valores eternos.
En la economía de mercado la
belleza es votada en la asamblea, en el “certamen
de belleza” o en la subasta de ver quién da más, se mueve en el terreno del
utilitarismo.
Hablando de algún aspecto del cine, Mailer escribió: “han ingresado en los
engranajes de la manipulación de las grandes instituciones.” Pontificaciones conversaciones con Norman Mailer. Editorial Celtia, Buenos Aires,
Argentina, 1983.
El
matrimonio occidental, monógamo, sigue
el mismo patrón. La familia se considera
el fundamento de la sociedad y se funda en los valores de trascendencia, la
tradición y la historia.
El individuo es el que actuará a su
nivel, ortodoxo o heterodoxo, monógamo, polígamo o de relativismo sexual...
Otro amigo mío maneja autobuses de pasajeros de
Ciudad Juárez, Chihuahua, hasta Mérida, Yucatán. De punta a punta el país. Dos
mil kilómetros. Ida y vuelta y otra vez ida y vuelta…
Le pregunté qué carretera es la más peligrosa.
Ninguna carretera es peligrosa-me contestó- sino rebasas los señalamientos. El
peligro, o no, está en el que maneja. Cada quien ve la carretera a su nivel.
La carretera nada tiene que ver
en esto.
Protágoras decía, antes de nuestra
era, que las cosas son como se ven.
Quería decir que hay existencias pero no esencias. Protágoras es uno de los
inspiradores de la filosofía nietzscheana. Nietzsche dice que no hay que andar
buscando debajo de las piedras cosas que no existen.
Nosotros nos preguntamos cómo ve las
cosas el que las ve. El microscopio “ve” lo que nosotros no podemos ver a mera
vista. El tiempo para un físico no es el mismo que para el criterio común.
Nietzsche veía solo piedras.
En el
Pico de Orizaba (5,700m), México, se han registrado muchos accidentes mortales
al subir por su glaciar del norte, conocido como Jamapa. Su superficie, llana y despejada, cautiva a los
alpinistas, aun a los experimentados. En su bucólica superficie han rescatado
cuerpos de hasta medio siglo de permanecer en ese lugar. Ven, como Nietzsche,
sólo la superficie, no las grietas que subyacen.
Los filósofos insisten en que nos
proyectamos nosotros mismos en las cosas. Voy a la tienda de autoservicio y
echo en el carrito lo que a mí me gusta de lo que necesito.
A la vez mi yo hace un ejercicio al no dejarse seducir por la ciencia de la
mercadotecnia que llenaría de cosas innecesarias el desván de mi casa. ¡La
mercadotecnia quiere llevarme a su nivel!
Pienso que esto vale para las cuestiones
subjetivas del amor. Mi desván sentimental también puede llenarse de
cachivaches…Se llenará, como en el caso de las carreteras, si rebaso los
señalamientos…
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