Emerson sintetiza, en una sola
página, toda la locura de siglos del pensamiento humano que llena bibliotecas:
En el terreno de las ideas sólo hay dos grupos, los fenomenologistas y los
trascendentalistas, dice:
“como pensadores los hombres se han
dividido siempre en dos sectas: materialistas e idealistas.”
Edgar Lee Masters. Emerson. Discurso leído en el Templo Masónico de Boston, en
enero de 1842.
Cada una de estas corrientes de
pensamiento ha producido mil argumentos en contra del otro parecer. A la vez
que elaborado otros mil “matices” hacia el interior de su propia corriente.
Casi nos acabamos los árboles del
bosque editando tantos libros.
De los materialistas:
“Se basan en la experiencia,.”
De los idealistas:
“Se basan en la conciencia.”
De los materialistas:
“Comienzan a pensar partiendo de los
datos de los sentidos.”
De los idealistas:
“Perciben que los sentidos no son
decisivos y dicen que los sentidos nos dan representaciones de las cosas pero
que no nos dicen qué son las cosas en sí mismas.”
Dibujo tomado del libro
La psiquiatría en la vida diaria
de Fritz Redlich,1968
De los materialistas:
“Insisten en los hechos, en su historia,
en la fuerza de las circunstancias y en las necesidades animales del hombre.”
De los idealistas:
Insisten en el poder del Pensamiento
y de la Voluntad, en la inspiración, en el milagro, en la cultura individual.”
Dice
algo más allá de lo que Bergson
asegura, cuando éste se refiere a la moral social, esa conducta general que nos
obliga, literalmente, a ser como es la sociedad.
Emerson observa, en cambio, que, si
hay dos posiciones, la materialista y la idealista, es prueba que la decisión
individual va por delante.
En una sociedad de no democracia, los que piensan diferente
están en la cárcel y se obliga a los otros a fingir. Sabido que en estos no hay
responsabilidad moral ya que para que esta responsabilidad moral tenga efecto
se necesita la libertad.
En los lugares donde se puede hablar,
escribir y publicar con libertad, ahí se manifiesta libremente en la sociedad
lo que se conoce como el “yo íntimo”. Emerson lo dice de esta manera:
“Según como soy así me asociaré y así
obraré.”
Ofrece dos ejemplos de la historia:
“La vida de Cesar retrata a Cesar.
Jesús actuó como actuó porque pensaba así.”
Es encantador el pensar
trascendentalistas pero, en el mundo de la carrera por el tener, no tanto por
el ser y el saber, al final quedan pocos en el panorama de las ideas.
Una leyenda que le compusieron a
Agustín es que cuando era monaguillo ( el que conoce la vida de este santo sabe
que, en efecto, es puro lirismo) el sacerdote le dijo fuera a ver qué tan
concurrido estaba el templo, día domingo, para empezar a celebrar la misa.
Regresó y dijo que había muy pocas creyentes. El sacerdote se asomó y vio que
el templo estaba a rebosar de gente. Lo reprendió y el monaguillo dijo “Usted
me dijo creyentes, no asistentes”.
Semejante dice Emerson de los
idealistas:
“Habla con un marinero de los azares
de su profesión y les preguntará “¿Dónde están los viejos marineros? ¿No ves
que todos son jóvenes? Y nosotros, en este
mar del pensamiento, humano, preguntamos del mismo modo:” ¿Dónde están
los viejos idealistas? ¿Dónde están los que representaban para la última
generación aquella esperanza extravagante?”
Sí, hay mucho escrito de esta
dualidad de pensamiento, antigua como la humanidad. Pero no abundan los
tratamientos dialécticos como el que Emerson nos ofrece.
“Me crees hijo de mi
circunstancia-escribe Emerson poniéndose en lugar del materialista-.Yo hago mi
circunstancia. Si mi pensamiento o mi motivo fuesen diferentes de lo que son,
la diferencia transformaría mi condición y mi economía.”
Y, luego, habla del otro:
“El idealista, al hablar de los acontecimientos,
los ve como espíritus. No niega el hecho sensorio, de ninguna manera, pero no
quiere ver únicamente ese hecho. No niega la presencia de esta mesa, o de esta silla,
o de las paredes de esta habitación, pero mira estas cosas como el reveso del tapiz,
como el otro lado, y cada una de ellas es una secuela o terminación de un
hecho espiritual que nos afecta muy cerca.”
“Ralph Waldo Emerson (1803 – 1882)
fue un escritor, filósofo y poeta estadounidense. Líder del movimiento del
trascendentalismo a principios del siglo XIX. Sus enseñanzas contribuyeron al
desarrollo del movimiento del Nuevo Pensamiento, a mediados del siglo XIX.
“Como conferenciante y orador, Emerson –apodado «el sabio de Concord»- comenzó
siendo la voz líder de la cultura intelectual yanqui. Herman Melville, quien
conoció a Emerson en 1849, pensó que tenía un “defecto en la región del
corazón” y una “autoconciencia tan intelectualmente intensa que en un comienzo
uno duda de llamarla por su nombre”, y más tarde admitiría que Emerson era “un
gran hombre”. Theodore Parker, un ministro y trascendentalista, notó su
habilidad para influenciar e inspirar a los demás: El trabajo de Emerson no
solo influenció a sus contemporáneos como Whitman y Thoreau, sino que
continuaría influenciando pensadores y escritores en los Estados Unidos y en
todo el mundo hasta el momento. Nietzsche y William James reconocieron la
influencia del «Sabio de Concord». También en Henri Bergson, cuyo élan vital es
una transcripción literal de lo que él llamó “vital force”.WIKIPEDIA
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