Para la religión espiritual, el cristianismo, que vendría cinco siglos después de Aristóteles, también. Todo ser, hombre y mujer, es un humano e hijo de Dios como cualquiera, sea sabio, ignorante, pícaro, santo, pobre, rico, sano, enfermo… Derechos Humanos es una institución humana mediante la cual podemos comprender mejor el modelo divino mencionado.
Tanto en el cristianismo como en Derechos Humanos todos son humanos. Al estilo de un maratón donde todos los corredores participantes reciben una medalla, así sea el último que llegue a la meta. Por el “solo” hecho de nacer, ya es humano.
Para Aristóteles, en cambio, ser humano es una categoría que debe ganarse. Igual que s e obtiene un certificado que lo acredite como carpintero en una escuela técnica o un título en la universidad.
Aristóteles |
Para no escaparse por la tangente, con uno de los mil argumentos, respecto ¿qué es la virtud? Aristóteles quiere ser preciso en la definición y no dejar cabos sueltos. Dice que el virtuoso es el que ha sabido dar a su voluntad, y a sus gustos, un valor “que la haga conforme al bien universal de la naturaleza razonable.”
Cualquier lector de esta nota, con información, sabe que en este punto se abre todo un mundo de interrogantes que hicieron llenar a Sócrates-Platón varios libros. La inteligencia s e desarrolla, para eso vamos a la escuela. El problema es con la virtud. Regresa la pregunta que hizo el viejo Sócrates: ¿Por qué Pericles no pudo enseñar a sus hijos a ser grandes como él lo fue?
Ahora sabemos que ni Jesús pudo hacer a su semejanza a sus primeros apóstoles. Esta tarea se la dejó a una instancia ilógica, extra intelectual, es decir, fuera de la causalidad: el Espíritu Santo.
Como sea, nuestro mundo moderno tiene una apreciación que cuestiona, al igual que lo hizo Aristóteles, que cualquier individuo constructor de ciudades, puede considerase como humano. Ante los asesinos seriales, los tratantes de personas, los estafadores, los agiotistas, los explotadores de trabajadores, etc. salta la expresión que alguna vez hemos dicho: ¡eso es inhumano!”. Es decir, o parece que queremos decir, que no todos, él o la, que así actúan, pertenecen a la humanidad. Para ello es preciso que viva “conforme al bien universal de la naturaleza razonable”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario