Plotino era pagano, no cristiano. Era
filósofo, no era religioso. Sólo que vivió en un tiempo (205-270 d.C.) en que
religión y filosofía, o teología y filosofía,
estaban aún revueltos.
Pero no era diferente lo que Plotino
decía, de sus dioses paganos, de lo que después dirán los padres de la Iglesia
del cristianismo.
Plotino procede de la multiplicidad
de dioses de la Helade y su versión romana. Los dioses son de la esfera
inmaterial, decía, y ayudan al humano a
tener un principio de orden en su vida particular y en la sociedad a la que pertenece.
El plural ahora es inadmisible para
las religiones con intenciones universales, pero no así para las religiones
étnicas.
De hecho en el mundo nada más hay religiones étnicas. Sólo que algunas, como
el cristianismo, han crecido tanto en adeptos que se consideran universales.
En
rigor no son universales, por numerosas o porque estén en todos los rincones del
planeta, sino por sus ideas esenciales. Si el mayor peso de sus postulados es
espiritual, o si es material...
No hay dioses paganos, sólo representaciones paganas de un mismo dios. En los primeros es la voluntad absolutamente libre de las etnias. En historia tenemos la versión del vencedor, y el nuevo ritual religioso es parte de esa versión impuesta. Pero esta ya no es genuina del pueblo conquistado. El resultado es que se practicará mediocremente.
No hay dioses paganos, sólo representaciones paganas de un mismo dios. En los primeros es la voluntad absolutamente libre de las etnias. En historia tenemos la versión del vencedor, y el nuevo ritual religioso es parte de esa versión impuesta. Pero esta ya no es genuina del pueblo conquistado. El resultado es que se practicará mediocremente.
El principio que siguen los dioses paganos es el Bien o,
como Plotino gusta llamarlo, Inteligible o Inteligencia o Alma universal. Es
una manera de llamar a la realidad metafísica que es el amor fraterno, positivo
entre los individuos.
La definición que Platón hace del Bien, como se
le llame, es que busca siempre el bien para los humanos. En eso Platón coincide con el cristianismo. Una línea recta
que, por lo mismo, no conoce desviaciones ni locas interpretaciones.
Cada grupo tiene el derecho de llamar
a ese Bien a su manera. Los barbaros aztecas
tenía una apertura increíble en este sentido. Todos los dioses, o modos de
decirles, interpretarlos y representarlos,
que tenían las provincias que conquistaban por las armas, eran bienvenidos y
habían edificado un templo, en México-Tenochtitlán, para los “dioses extranjeros”.
Este ecumenismo jamás pudieron entenderlo los frailes que llegaron a México en el siglo
dieciséis.
No hay que reprochárselos porque el
espíritu de los humanos no está calibrado para reconocer el derecho de los
otros, sólo abre sus puertas cuando los otros se ajustan a su modo. Así es en política, en religión y en filosofía.
Los huicholes se refieren a ese Bien
metafísico y lo representan con el avatar de dios- venado, y este dios- venado
no es para nadie más que para los huicholes. En
Génesis 17-7 Jehová es un dios para los judíos, y nada más que para los judíos.
I´toi es para los hohokam y solo para los hohokam. Pachamama para los incas…
Son maneras muy particulares de remitirse
al Bien o Inteligible universal. Cada quien, como Dice Ortega y Gasset, según su
circunstancia, su tiempo, su cultura, su idioma y su modo de ver la vida.
Dibujo tomado de El País 30 de septiembre de 2017 |
El Bien es metafísico, más allá del
espacio y del tiempo de los humanos. De ahí que el Señor del universo no
necesite aviones, camellos, ferrocarriles, ni esperar que la navegación de remos sea superado por el
motor a base de vapor, para hacerse presente en pueblos lejanos de mares y
continentes.
Cuesta trabajo pensar que la
divinidad se manifestó por igual a todos los pueblos, antes o después. San
Agustín, uno de los padres de la Iglesia, de la cepa intelectual de los padres
de la Iglesia, no llegó al cristianismo, según se cree, por Mónica su madre,
ya convertida al cristianismo, fue por el platonismo y el neoplatonismo.
Después de apartarse de los maniqueos,
con los que estuvo nueve años, conoció el platonismo. Cuando Mónica le hablaba del
cristianismo Agustín escuchaba argumentos que ya conocía de Platón. Se dirige en estos términos nada menos que a Dios, ahora ya el Dios bajo el cristianismo, de modo que no hay duda de su sinceridad:
“Púseme a leer y descubrí que todo lo
que había leído de verdadero allá en los platónicos, se decía acá, más con la
recomendación de tu gracia.”
Ese “se decía acá ” se refiere también a
San Ambrosio. Francisco montes de Oca, en su Introducción a Confesiones, en la
edición de Porrúa, México, 1998, anota:
“Comprobada la existencia de elementos
plotinianos en sermones de Ambrosio no es difícil demostrar que Agustín pudo oír esos sermones. Lo
importante era descubrir que en la predicación del obispo milanés iban
íntimamente unidos neoplatonismo y cristianismo…Agustín ha adoptado el
platonismo antes de dar su adhesión al cristianismo, y sólo se ha afiliado al segundo porque lo ha juzgado,
tras ponderado examen, conforme al primero.”
Es probable que Agustín pensara en la trinidad helénica de Júpiter, "Hacedor del mundo y de los hombres", de su padre Saturno y de Eneas, hijo de la diosa Venus, y del mortal Anquises y, por tanto, un Eneas mortal-dios.
Es probable que Agustín pensara en la trinidad helénica de Júpiter, "Hacedor del mundo y de los hombres", de su padre Saturno y de Eneas, hijo de la diosa Venus, y del mortal Anquises y, por tanto, un Eneas mortal-dios.
Agustín piensa con frecuencia en los
tres tiempos de los humanos, que él llama el pasado del presente, el presente
del presente y el futuro del presente, pero, dice, para
Dios son “hoy”. La eternidad y, por lo tanto, Dios estuvo desde el principio de
la Creación en todo y en todos:
“Cuantos días nuestros y de nuestros
padres han discurrido por ese “hoy” tuyo, y de él han recibido su medida y de
alguna manera han existido.”
Confesiones,
libro primero, capítulo VI.
Una vez decidido por el cristianismo,
San Agustín no pudo escapar a esta lógica celosa de todo converso. Empero, era, al estilo de
Emerson, de una mentalidad tan abierta que en cierta ocasión dijo, en el libro
tercero, hablando de los preceptos
divinos. “Sin variarlos un punto…a cada época reserva los preceptos
apropiados.”
El
ecumenismo es un pacto de no agresión, pero no encierra la idea que
todas las religiones se fundan en una, Cada
quien su parcela, su casa, según dijo Jesús. Conociendo la historia de la humanidad,
lo que se quiere es vivir en paz.
Todas las religiones crecen en
adeptos, por más que las plumas
mercenarias digan lo contrario.
Es un hecho conocido que la humanidad
se duplica de tiempo en tiempo (y cada vez el tiempo es más corto).Crece esa población,
crecen sus adeptos.
Los guías religiosos no se dan abasto
para educar, religiosamente, a los de su propia etnia. Son rebasados por el aumento
constante de su población. De ahí que, de la numerosa feligresía, de una
religión, sólo una minoría tenga un
conocimiento amplio y practique sus principios.
La mayoría, en cambio, no pasa más allá del ritual. Con el deplorable resultado, para la sociedad, que la probidad y la lógica se ausenten de las calles de la ciudad. Los medios dan amplia información, todos los días, de esa inseguridad.
Estudiar a Platón y a Plotino es
confiar, o identificarse, en la filosofía pagana de la Helade. Agustín sabía,
por su aguda inteligencia, su experiencia con los maniqueos y por su intuición
para las cuestiones del espíritu, que con Plotino estaba en la metafísica de valor
esencial. Y, por lo tanto, un pensador vigente
a través de los siglos.
Jasper dice que Plotino es “el más grande de los filósofos místicos de Occidente”, que “utiliza la tradición entera de la filosofía
antigua como medio para formular una maravillosa metafísica que, de un temple original,
marcha desde entonces a través de los tiempos como la verdadera metafísica.”
Karl Jasper, La filosofía.
Por su parte Plotino, considerado el
último de los filósofos paganos de la antigüedad, y que pensaba en el Bien
universal con el nombre de Júpiter, pero ya dentro del tercer siglo del cristianismo,
escribió:
“Los seres que llamamos dioses
merecen ser considerados como tales, porque jamás se separan de los
inteligibles, y están suspendidos del Alma universal considerada en su
principio, en el mismo momento en el que surge de la Inteligencia. Así estos
seres son dioses en virtud del principio al que deben su existencia.”
“Plotino nació en el 204 ó el 205 en la ciudad egipcia de Licópolis, hoy Assiut. En el 232entró en el círculo de Amonio Saccas (o Sakkas) en Alejandría, de quien también fueron discípulos Orígenes (no el cristiano)[cita requerida], Longino y Erenio. Se embarcó en 244 en la expedición del emperador Gordiano III contra los persas con el propósito de conocer la filosofía de los pueblos orientales. Fracasada la expedición y asesinado el emperador, logró dificultosamente refugiarse en Antioquía. Abrió en Roma una escuela de Filosofía (246) y llevó una vida severa: era vegetariano, no se casó ni se dejó retratar "para no dar lugar a una sombra de otra sombra". Se le atribuyeron dotes místicas de visionario y se dice de él que recogía niños huérfanos y les daba educación. Su discípulo Porfirio, autor de su biografía Vida de Plotino y de la sistematización y publicación de su obra central Enéadas, refiere que en los seis años que estuvo con él tuvo hasta 4 uniones místicas”WIKIPEDIA.
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