Referencias:
Mazzotti,
Introducción a la montaña, editorial Juventud, Barcelona 1952
“Muchos alpinistas, en cuanto consuman
su ascensión, experimentan el frenesí del retorno. Cuando alcanzan el refugio
por la tarde o al anochecer, bajan, cansados, precipitados, rendidos, por
interminables pedregales y derrumbaderos, atravesando prados y bosques, con el
ansia de alcanzar en seguida el pueblo o el hotel de donde han partido.”
Estamos
en el albergue de Piedra Grande (4,260m) flanco norte del Citlaltepetl o Pico
de Orizaba (5,600).Tres días atrás salimos del pueblo Jacal (3,000m), en el
noreste. Caminando, en una jornada ardua, se llega el mismo día al albergue.
Esta vez hemos acampado, antes de llegar al albergue, dos noches en el
bosque helado al fondo de la cañada,
hacia los 3,800, a la orilla del río Jamapa.
Es,
en rigor, un arroyo que se surte del agua por el deshielo del glaciar Jamapa. El
glaciar Jamapa es por el que suben las
cordadas que van a la cumbre del volcán por el lado norte, saliendo del
albergue de Piedra Grande.
Observamos
que este glaciar también ha entrado en agonía. El calentamiento mundial lo está
asesinando.
Desde
las ciudades industriales, la computadora, el teléfono móvil, la estufa del
hogar, el juego erótico,el cigarro que se enciende, las calorías mismas de los cuerpos de
millones de millones de gentes habitantes de este planeta, hasta la lumbre de
nuestra fogata del vivac, contribuyen a su extinción. Nuestra vida civilizada
nos ha metido en el callejón de las aporías en donde parece no haber salida.
¿Dos
noches en el bosque de la barranca
Jamapa? Lleva tiempo considerar la idea de realizar una salida a la montaña,
días, semanas y, en ocasiones, años ¿Para regresar a toda prisa ese mismos día
una vez alcanzada la meta? En nuestra prisa occidental hemos olvidado el ocio terapéutico étnico y lo hemos cambiado por la poltronería.
En: Mis escaladas, Mummery escribe: “Encontré
un día, a las once de la mañana, a un hombre que había efectuado la ascensión
del Charmoz. Parecía muy orgulloso de su empresa y, desde luego, debía haber
caminado con extrema celeridad ¿Por qué,
me pregunté habrá andado tan de prisa? ¿Cómo un individuo tan dotado de ojos y
de alma puede abandonar las agrestes bellezas de las crestas del Charmoz,
cambiándolas por la grey de los turistas que llenan y hacen insoportables las
tardes del Montenvers? Aquel no era un caso excepcional. En Zermatt es fácil
encontrar a hora temprana hombres que abandonan estúpidamente los rincones más
bellos y secretos de los Alpes, como el Gabelhorn, el Rothhorn u otras cumbres
semejantes, para correr en pos de alguna orquesta, algún cantor negro u otras diversiones usuales en eso centros
excursionistas.”
El
práctico de nuestro grupo dice: “Que se quiten de cuentos. En España que
celebren a Hernán Cortés y en México nosotros a Cuauhtémoc. Lo degenerado es que fuera al revés”.
Alguien
se topa en Internet con un trabajo
publicado por el Dr. Roberto Rivera Pérez, con el título: La antropofagia y el canibalismo, ¿mito o realidad? Lo leen voz
alta. Entre otras cosas dice el Dr. Rivera:
“Todo lo descrito anteriormente, es parte del
resultado de las crónicas, testimonios orales, falsas interpretaciones y
leyendas, que en su momento elaboraron los exploradores, conquistadores,
colonialistas, misioneros, buscadores de tesoros, sobre grupos culturales
concretos. Donde el resultado, fue la circulación de falsas propagandas que
terminaron por justificar el sometimiento y exterminio de muchas culturas en el
mundo, pero en realidad se encubría empresas comerciales y deseos de expansiones
territoriales.“
El
escéptico del grupo exclama: las guerras no son encuentros de hermanitas de la
caridad. En ambos bandos hay grandezas y vilezas. Así fue desde el principio y así será hasta que este planeta haga ¡plop! Y los que logren escapar en sus
modernas naves hacia otros planetas, como en los cuentos de Ray Bradbury,
llevarán las excelencias de su tecnología
y la misma grandeza y la misma vileza en sus genes.
Volvemos
a lo de Mummery. Resolver los problemas de la ascensión, paso a paso, nos impide ver la belleza del conjunto. Una vez
que hemos logrado la cumbre emprendemos
presurosos el regreso a la ciudad. ¿La contemplación estética, la reflexión
filosófica, motivada por el medio
natural, dónde quedaron?
Aparte
de la contemplación estética tómese a la soledad como algo curativo, o bien
preventivo, así como sucede en la medicina. Siempre se necesitarán menos monedas para una excursión a las montañas que una consulta al psiquiatra.
Tenemos a la mano una nota:
“En datos del Instituto
Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en 2020 se registraron 7 mil 869
suicidios a nivel nacional, la cifra más alta registrada en los últimos 10
años.
"En el marco del Día Mundial del Suicidio, Amaranta Arias García, directora de Ciencias de la Salud de UVM campus Querétaro; explicó que la pandemia y el confinamiento, así como el cambio de hábitos fueron factor para agudizar rasgos de depresión, soledad y desesperanza en la población. “El aislamiento impactó en la sociedad en diversas conductas, como la ingesta de alimentos de manera emocional, el aumento en el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias, también hubo mayor presencia en la población de sentimientos de depresión, desesperanza y conducta suicida” explicó Amaranta Arias García."
Se
justifica esa prisa si mañana debo presentarme a laborar en la fábrica, en la
oficina o la escuela. Pero igual me apresuro
si tengo tiempo libre por delante.
Es
lo que se pregunta Mazzotti, ¿cuándo tiene lugar la convivencia con la
naturaleza, el bosque o asistir a la disipación de las sombras nocturnas cuando
el sol anuncia su proximidad en el horizonte rojizo?
A-Nuestro campamento.B-Cumbre del monte Chichimeco.C-Ubicación del albergue Piedra Grande.E-E-E Ruta de ascensión por el glaciar Jamapa.D- Pueblo de Miguel Hidalgo.F-Sierra Negra.G- Pueblo de Texmalaquilla(punto de partida para subir al volcán por el lado sur).
Foto tomada de Internet
Pasaremos dos noches en el albergue de Piedra Grande y luego descenderemos al pueblo de Miguel Hidalgo, en el noroeste. A pie es un recorrido cómodo, por arena primero y después por el bosque, de apenas dos horas. Nosotros tardaremos otra noche con un campamento a la mitad del camino.
Parece
una idea curiosa, o hasta ociosa, esto de buscar la soledad, a través de una estancia en la montaña sin
prisa, porque es fácilmente confundible con la huida patológica.
La soledad es el antídoto para la tensión, o el estrés, de los que habitamos en la ciudad. Al regreso al valle encontraremos más calidad y calidez en la vida humana. La vida es como es, yo soy el que necesito encontrar mi lugar, según soy, ya en la soledad ya entre la multitud.
El frío, la lluvia, el calor,la incomodidad, hacen funcionar los mecanismos de adaptación al medio, pero también entran en ejercicio las potencialidades frente a las cosas intuidas, no razonadas, tenidas por inútiles, como la poesía, buscar la esencia detrás del fenómeno material,etc.
Hace tiempo realizamos la vuelta a este volcán en la cota de los 4,200m.Requirió cinco días. Tiempo después, con Armando Altamira Areyán (uno de los cuatro de la circunvalación) incursionamos por varios días en la ladera oeste, también en la cota 4,200, acampando sobre los lahares y bajo los glaciares de ese lado.
Son lugares de la montaña por completo
solitarios. La gente llega a Piedra Grande, sin desviarse un metro, sube el
glaciar y de ahí emprende el descenso a la ciudad. Traducido en números quiere decir que de 360 grados frecuentan 1 grado.
Plano de la región.La línea de los 3,800 es el camino de terracería.La de los 4,120 la ruta que seguimos para arribar al albergue de Piedra Grande.
Nuestra prolongada permanencia de esta ocasión en el albergue nos permite observar a los alpinistas que van a la cumbre. Se levantan a las cuatro de la mañana (personalmente la emprendo a las siete de la mañana), para remontar, linterna en mano, y casi al borde congelamiento, o hipotermia, la morrena y las primeras luces del día los encuentran en la cota de las primeras nieves. Llegan a la cumbre (si antes no se los traga el glaciar, cosa que no es rara en este flanco porque todos van por la misma ruta de la zona de grietas, que es en la que desparecen los alpinistas, en lugar de buscar otra vía de ascenso más segura hacia la izquierda. Después que diez cordadas que han pasado por el mismo lugar los puentes de hielo acaban por quebrarse…Los que la libran descienden hacia el medio día al albergue y, sin comer, abordan sus vehículos y desparecen camino del valle.
En
algunas montañas de México se requiere de cierta estrategia para realizar la
idea de la ascensión o de la travesía, pero en especial en el Pico de Orizaba.
Ahora
que los glaciares dejaron de proporcionar agua de deshielo que los montañistas
tomábamos para preparar los alimentos, hace falta un plan para no sufrir por
esa causa.
Nuestra
vuelta a esta montaña, en la cota 4,200, requirió de cinco días (ver reseña en
este mismo blog). Nadie puede llevar agua para cinco días además de equipo, comida y tienda.
Por algo verdaderamente circunstancial en esa
ocasión nosotros encontramos agua.
Fuera
de eso se requiere de un mecanismo que se llama de lanzadera. Es decir instalar
uno o dos campamentos, aprovisionarlos de lo necesario y después, el grupo emprender la travesía. Se
trata de un trabajo de equipo, tipo expedición a montañas desconocidas o
desprovistas de refugios y albergues. Cada lugar precisa de un planteamiento
propio.
Semejante
planteamiento sirve para las grandes travesías en los desiertos de México, como
es Altar, en Sonora, y Samalayuca en Chihuahua.
Se
entiende travesías en el más puro estilo alpino, es decir, caminando y cargando
mochila.
Camellos,
jeps y todo vigilado por helicóptero, es una
concepción que debe ubicarse en otro deporte.
Para
nuestra travesía: Jacal, Piedra Grande y Miguel Hidalgo es necesario resolver
cómo llegar a Jacal (desde la ciudad de Orizaba, Veracruz) y cómo salir por
Tlalchichuca (Puebla).
Hay
un camino de terracería para camioneta desde Orizaba hasta Tlalchichuca que
conecta con el albergue de Piedra Grande. Y esto puede facilitar la estrategia.
La travesía en las cotas altas de la montaña, que
en esta ocasión llevamos a cabo: es de
mucha belleza alpina teniendo siempre a la vista en las proximidades a la
montaña más alta del país. En el día se puede andar en mangas de camisa pero
por las noches el termómetro se cae más allá del cero.
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