En el onomástico de Maugham, nacido en Paris, Francia, el 25 de enero de 1874
“Un amor
templado es mucho más duradero que un amor violento que somete al
individuo entero y lo hace juguete de las pasiones”. Esto lo dijo Wilhelm
Stekel, psiquiatra alemán, hace casi un siglo en un tratado que escribió sobre
la psicopatología de la vida amorosa de la mujer. Las palabras de Stekel
podrían servir de epígrafe para este cuento del novelista inglés W. Somerset
Maugham titulado “La Carta”.
Sigue diciendo Stekel: “Las
potencias repulsivas que aspiran a la separación reaccionarán con mayor violencia...
Hay pequeñísimas disonancias y un día
tiene lugar la catástrofe; el odio explota con una violencia elemental. El odio
aspira a la destrucción del individuo odiado”.
W.Somerset Maugham
El cuento de Maugham comienza cuando una mujer, Leslie Crosbie, descarga seis tiros de
pistola sobre un individuo llamado Hammond. Dijo que había intentado violarla.
Enseguida llega John Witers, el jefe del distrito. Tres horas más tarde llega
también Roberto Crosbie, el esposo de Leslie. Tanto él como sus amistades comprenden
a Leslie y se afanan en rodearla de atenciones. De seguro, dicen, las
autoridades tomarán en cuenta que Leslie
haya defendido su libertad y su persona. Claro que está el extraño detalle que cuatro de los
seis tiros hayan sido disparados cuando el cuerpo de Hammond se encontraba ya
en el piso...
Hay que tomar en cuenta que la homosexualidad de este gran novelista que es Maugham lo va a llevar a repetir el estereotipo que desempeñan las heroínas de sus novelas y obras de teatro. Capaces de las actitudes más violentas. En contratesis de la actitud mesurada de los hombres. Así fue en sus novelas “Servidumbre Humana”, “Al Filo de la Navaja”, “La Otra Comedia”.
Un epígrafe nuestro de esta novela fue publicado en el cuaderno número 86, del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), en octubre de 2006.
Leslie fue acusada de
asesinato y encarcelada a pesar de que todos estaban de acuerdo en que había
obrado en legítima defensa. El proceso duró varias semanas. Ella demostraba una
entereza enorme y causaba la admiración de los jueces por la precisión de su
relato. Roberto, el esposo, estaba indignado de la lentitud de la justicia y
muy especialmente de que la última audiencia del día siguiente fuese pública.
Al final Leslie fue absuelta por los jueces y se convirtió en heroína. De
inmediato pudo reunirse con su marido en su plantación de caucho, en la que
vivían, y en la que había tenido lugar la tragedia, en los alrededores de
Singapur.
Mientras duró el proceso se
habían desarrollado algunas situaciones que darían un giro a los
acontecimientos. Un abogado chino, llamado Ong Chi Seng, sabía de la existencia
de una carta que Leslie le había enviado a Hammond. Le pedía encarecidamente
que se reuniera con ella en su casa.
En realidad Leslie y Hammond
eran amantes pero éste estaba a punto de abandonar a Leslie. Había otra mujer
de por medio, una china. Leslie le reclamó a Hammond y hubo una escena de celos
muy fuerte. Pero al final Leslie terminó aceptando la situación al declararle
que no podría vivir sin él. No obstante, Hammond se mantuvo firme en su
intención de dejarla e irse a vivir con la china. Y esto fue lo que Leslie no
pudo soportar. Aceptaba el triángulo pero no que la dejara por la otra. Fue
cuando sacó el arma y le disparó dos balazos mortales. Y aun muerto Hammond, y
yaciendo en el suelo, le disparó otros cuatro balazos.
El chino Ong Chi Seng le dijo
a Joyce, un amigo de la familia de Leslie, que tenía la carta y que la china
pedía por ella diez mil dólares. Era una cantidad enorme y Joyce tuvo que
decirle la verdad a Roberto, el esposo de Leslie. De otra manera la carta iría
a dar a manos de los jueces y el caso se reabriría. Leslie seguramente sería
condenada a morir ahorcada.
La carta se pagó, Leslie quedó
libre definitivamente, la verdad del asunto se puso al descubierto al interior
de la familia y Roberto abandonó a su
esposa. Los que lo conocían sabían que a la postre acabaría regresando con
Leslie pues la amaba y era un hombre noble.
Fatigada y soñadora, Leslie
bajó al jardín. La Luna la perseguía por el camino, alcanzando su figura
vaporosa donde no la cubrían las sombras profundas de la plantación y, por un
segundo, iluminó también otra figura que sigilosamente pasó detrás...Joyce y
Roberto salieron alarmados a buscar a Leslie cuando pasó el tiempo y se
percataron que no regresaba. Fueron llamándola por el jardín. De pronto
tropezaron con un cuerpo inerte al borde del camino. Era Leslie que yacía
muerta.“En el suelo brillaba una daga china y junto a la hoja, húmeda y letal,
parecían destilar odio los ojos fosforescentes de un dragón”. Leslie no perdonó
a Hammond que la dejara por la china y la china no perdonó a Leslie que hubiera
matado a Hammond...
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