Editado enero de 1965 en Buenos Aires |
Autor: Rene Serreau
Editorial: EUDEBA, Universitaria de Buenos Aires
Enero 1965
El hombre es una serie de actos, dice Hegel. Y esto explica en gran medida su modo de hacer filosofía. Ya sea que el humano crea nada más en la razón o ya que también crea en lo subjetivo.
En cada acto el hombre se define cómo es. Lo que dice, lo que cree, lo que hace, lo que deja de hacer. Así es él. Cuando comete un error y es consciente y se lamenta de haberlo cometido, está diciendo que él no es así. Cuando transgrede y está consciente de que eso hace su modus vivendi, está diciendo que él es un pillo. El individuo que no trabaja y se desespera por tal cosa está diciendo que él no es flojo y lo que le falta es la oportunidad. El que trabaja y hace mal las cosas, llega reiteradamente tarde o maltrata a los clientes, a los pasajeros o a los derechohabientes, esta diciendo que es un holgazán. Por eso Hegel dice que el individuo es una serie de actos.
La obra de Hegel parece distante, poco accesible, de los que no están familiarizados con las lecturas filosóficas. Sin embargo su contenido está muy cercano. Por ejemplo, ahora llamamos “doble moral” para el que hace una cosa y dice otra. Schopenhauer dice que el hombre es como es, y Hegel es más puntual y dice que el hombre es como actúa. Si lo que dice concuerda con sus actos, es sincero con él mismo y con el mundo. Si actúa de una manera y dice otra distinta, se está engañando y engañando a los demás.
Debe desconfiarse, dice, de las buenas intenciones. De las orales y de las escritas. Hay genios que te hacen programa de vida para los siguientes mil años, pero sólo son palabras: “Debe desconfiarse, en consecuencia, de la falsa profundidad de las intenciones “geniales” que no explican con nitidez, como de la hipocresía de las buenas intenciones que no se traducen en actos”
El desenvolvimiento del pensamiento humano es uno solo, que fue apareciendo por etapas. Señala así su inconformidad frente a la tendencia de considerar las doctrinas filosóficas como sistemas aparte y con frecuencia encontradas unos y otros. Que Platón haya sido discípulo de Sócrates y Aristóteles discípulo de Platón, sucedió en la antigüedad. Ahora nace, tal modo de pensar, él solo, sin antecedentes, como de generación espontánea. Hegel se refería a esta situación como aquellos que se lanzan al agua sin saber nadar. Primero, al menos, hay que aprender a flotar. No cae en ese juego de “fundadores” y declara que su pensamiento se desarrolló a partir de la tradición, en particular de Kant.
Los filósofos no son los únicos que adolecen de esa tendencia. Muchos historiadores también acusan esa inclinación de hacer cortes del devenir de la humanidad. Una tarde acabó la antigüedad de los imperios y al otro día alguien en el amanecer se asomó a la ventana y dijo: este día empieza la Edad Media. Y, entonces, dice, modos de pensar que son producto de un largo devenir filosófico, se nos presentan como “salido de un pistoletazo”.
“El pensamiento humano progresa en forma dialéctica en el curso de las épocas”. La misma filosofía, cree, es el resultado de ese desenvolvimiento. No es el punto y aparte sino el punto seguido. Estaba convencido que la razón une los diversos pareceres en una totalidad concreta: “Resuelve los contrarios en una síntesis superior, y reduce las diferencias a la identidad”.
En la historia de la filosofía es muy conocida la pugna de Schopenhauer con Hegel. Aquel subestima a éste. Serreau es de otra opinión: “Se ha dicho que Hegel es el Aristóteles de los tiempos modernos. En efecto, su doctrina es el sistema más completo y, sin duda, el más profundo que un filósofo jamás haya concebido. Abraza todos los dominios del saber y reconstruye, con su dialéctica, los más diversos aspectos de la experiencia humana, sin dejar subsistir ningún residuo misterioso, ninguna interioridad oculta, ninguna trascendencia ininteligible…De ahí resultaron corrientes de pensamiento muy divergentes que ven en el hegelianismo ya la interpretación más profunda del cristianismo, ya el fundamento más sólido del humanismo ateo, ya la fuente del pangermanismo, ya la raíz del marxismo”.
Es del parecer que a través de la razón se llega más allá de la causalidad, hasta alcanzar la región de lo trascendente: “La razón, facultad de síntesis suprema que, al apoyarse sobre los principios del entendimiento, construye ideas trascendentes, es decir, sobrepasa el cuadro de la experiencia para alcanzar lo absoluto (por ejemplo: Dios, la causa primera)”. Proclama la razón por medio de la materia, el empirismo, el racionalismo, la forma y del fenómeno. Sólo que el individuo al satisfacerse plenamente en el cumplimiento del deber, trasciende y s e opone al mundo más allá, hasta lo subjetivo o sobrenatural…Esta es la dualidad que no se acepta por los que gustan de dar “pistoletazos”.
La historia del humano no se espera ser escrita cuando haya cumplido cien años de edad el individuo. Esa historia se escribe hora tras hora, en el mismo día. Se mueva o se quede quieto está escribiendo su historia existencial: “Así como es el hombre exteriormente, o sea, en sus actos, así es interiormente”.
René Serreau fue profesor de filosofía en el Liceé Jonson Sailly, Francia. Publicó Hegel y el Hegelianismo en 1962.
"El sistema filosófico de Hegel ejerció una influencia considerable durante el siglo XIX y, tras un largo eclipse, reapareció en nuestros días, con frecuencia asociado a corrientes totalmente opuestas del pensamiento contemporáneo. Hegel y el hegelianismo explica concisa y claramente los temas esenciales que caracterizan la doctrina de Hegel: analiza el sistema tal como se halla expuesto en la Lógica, la Enciclopedia y la Fenomenología, y estudia, también, la filosofía de la religión y la doctrina política hegelianas, problemas éstos que provocaron la escisión de la escuela hegeliana en corrientes divergentes que ven en el hegelianismo ya la interpretación más profunda del cristianismo o el fundamento más sólido del humanismo ateo, ya la fuente del pangermanismo o la raíz del marxismo. Para los estudiosos de los problemas políticos y sociales, esta introducción a Hegel constituirá una valiosa guía de lecturas posteriores; para el lector interesado en filosofía, equivaldrá a una completa presentación del pensamiento sobre el cual se basaron las más significativas realizaciones de los últimos cien años en esa disciplina." WIKIPEDIA
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