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Todo el alpinismo en esta montaña se limita a subir por las conocidas rutas del norte, en Jamapa, y en el sur, arriba del pueblo de Texmalaquilla. El alpinismo internacional gusta del lado norte por el flanco nevado. El alpinismo nacional por el sur. Tal vez por menos costoso el pago de trasporte a partir de la carretera México- Veracruz.Valle de Tlamatzinco (flanco oeste del Citlatépetl); fotos tomadas desde la posición F1 (ver adelante la figura con las estaciones de la ruta que seguimos el día lunes 20 de diciembre de 2010). |
La montaña más alta de México (5,700m) tiene dos nombres. Pico de Orizaba y Citlaltepetl. No son cosas de gustos o preferencias culturales o caprichosos regionalismos. Corresponde a razones de geografía. Cerca del lado oeste del albergue de Piedra Grande, en la ladera norte, hay una cresta rocosa (falla le llaman los geólogos), que oficialmente es el partreaguas de los estados de Puebla, en el oeste, y Veracruz, en el este. Por tal circunstancia el albergue se encuentra ubicado en el estado de Veracruz y para ellos su nombre propio es Pico de Orizaba. El lado poblano se encuentra más a gusto con el nombre de Citlaltepetl. Si nos atenemos a juicios subjetivos alpinos toda la montaña se cuenta entre los más bellos del planeta. Pero si nos referimos a problemas alpinos estos se localizan principalmente en el lado oeste.
La pared oeste Está esperando a los escaladores (foto tomada por Armando A.A.) |
El nombre original (ancestral) de la montaña es Poyahutecatl= Señor de Poyautlan.
Poyautlan es el nombre que tenía toda esa región del noreste con respecto a la montaña ( Coscomatepec, Perote, Xalapa, Xamapa.Orizaba, Fortín,Cordoba...
Cuando la cultura teotihuacana extendio su influencia hacia Mayapan, la montaña pasó a nombrarase como Citlaltépetl= Monte de la Estrella. En devoción a una de sus divinidades tutelares, Quetzalcoatl. Este se identifica, mediante el nombre de Tlahuizcalpantecutli, o como ahora lo llaman los habitantes del campo: Lucero o Estrella de la Mañana y Estrella de la Tarde.
En el siglo dieciséis la conquista europea le puso Pico de Orizaba.Éste nombre no llegó a borrar el de Citlaltépetl y en la actualidad se le llama indistintamente con los dos. Pero su correcta aplicación,como hemos anotado,depende del lado geográfico al que se esté refriendo, ya sea el este o el oeste.
Poyautecatl sólo quedó reservado para los auténticos chamanes y para los historiadores del período de Mesoamérica.
Hemos comprobado que basta una jornada, saliendo del albergue de Piedra Grande, para quedar situados en el centro al pie del lado oeste. Es el lugar donde levantamos la tienda en esta ocasión. Estamos en el flanco de la absoluta soledad, lejos de la ortodoxia alpina. Anoche era distinto. Armando Altamira Areyán anotó en su diario de excursión: “Sábado 18 de diciembre de 2010 15:23 hrs.
Flanco oeste del Citlaltépetl, desde Tlalchichuca (foto de AAA) |
16:28 hrs. Estamos en casa del Sr. Reyes esperando la camioneta que nos suba al refugio de Piedra Grande, voy a componer el tirante de la mochila de mi papá, alguien toca el timbre, lo vemos desde nuestra localidad en el patio, el sol del atardecer nos baña agradablemente.
17:15 hrs. Salimos de la casa del Sr. Reyes rumbo al refugio del volcán.
Albergue de Piedra Grande( 4,260m). Guía alpino de la Cd. de México: Vicente Azpeitia (izquierda), AAA (centro) y el guía alpino de Tlalchichuca: Porfirio Aguila Vázquez (derecha). |
20:18 hrs. Ya todos se acostaron, al menos 5 personas roncan, hice un cálculo y los 6 niveles de literas están llenos, han de haber por lo menos 8 personas por piso, somos ~50 gentes, el ambiente se enfría y yo visto una chamarrita muy ligera, un chaleco y un rompe vientos, esperaré unos minutos para que mi cuerpo procese el líquido del café, orinar y después acostarme, lo ideal sería como a las 21:00 hrs…Escribo a la luz de una veladora en la mesa oeste de albergue”. En el albergue también conocimos a otro guía alpino, este habitante de Tlalchichuca y se llama Porfirio Águila Vázquez. Carlos y Porfirio son personas capaces para la montaña y su trato para con la gente es de mucha humanidad, prontos a servir o a proporcionar alguna orientación de la montaña.
Al cruzar un viejo lecho de agua, ahora seco, toqué apenas una roca de media tonelada que paso rodando treinta centímetros por donde bajaba AAA. Treinta centímetros y lo hubiera destrozado por completo. Esas son las inexplicables intervenciones del azar con las que los montañistas se las tiene que ver con más frecuencia de las que nos podemos imaginar.
En el invierno de 2003 llevamos a cabo la primera circunvalación a esta montaña en la cota de los 4,200, como promedio (ver publicación “La conquista del Pico de Orizaba, Cuaderno de comunicación sindical número 75, Secretaría de Prensa del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, septiembre 2004). Es decir algo arriba por encima del límite superior del bosque. El grupo estuvo integrado por Armando Altamira Areyán, Pedro Arredondo, Pedro Arredondo Guerrero, Laura Rosales Lagarde y Armando Altamira Gallardo. Debido a ello poseemos un conocimiento completo de la estructura de esta montaña volcánica. Se trata de una travesía que cada vez hay que conquistar.
La ladera con remate rocos sobre el arroyo del Valle de Tlamatzinco (derecha al fondo) |
El que marca el paso en la arena volcánica de los 4 mil es A AA. En el invierno de hace 28 años los dos caminábamos por otro tipo de arenas. Las del desierto de Samalayuca, en el norte del estado de Chihuahua. Con apenas 13 años de edad ya cargaba, como ahora lo hace, una mochila extra para llevar agua a través de la infinita llanura de 51 grados centígrados. Ahora, en el oeste del Citlaltepetl, con 5 grados menos cero también hay que cargar otra mochila extra para el agua. En Samalayuca consultaba la brújula y ahora en el Citlaltepetl consulta el GPS.
El primer obstáculo que es necesario resolver aquí es que no hay agua. Hasta ahora no hemos encontrado algún lugar en el bosque superior que nos permita resolver esa necesidad en esta vertiente.
Armando Altamira Areyán.Lugar en la verteinte norte, cerca del albergue Piedra Grande, donde todavía se puede abastecer de agua del deshielo. |
Seis litros más a una mochila ya muy pesada es una absurdidad. A la mitad del trayecto de ida empiezo a sentir malestar en la rodilla izquierda. Para protegerla debo apoyar los pasos en la pierna derecha. La única manera es dejar de caminar de manera inconsciente, mecánica, y procurar avanzar conscientemente, dirigiendo cada movimiento. A mis setenta y cinco años de edad los huesos deben presentar una condición de porosidad que obliga a informarse, con la medicina del deporte, respecto de la relación peso- mochila, edad, peso corporal, estatura, hábitos, alimentación, etc. A AA tiene 41 años de edad y también resiente el sobrepeso. Desde luego sus huesos están resistentes.
Vista aérea que muestra completo al Citaltépetl y nuestra ruta del invierno de 2010 |
La ladera noroeste se caracteriza por montículos que se suceden sin interrupción. Es agotador descubrir que llegando a la cima de la arista que tenemos enfrente es sólo una de las tantas que habrá que superar para llegar alguna vez a la última cresta del depósito de lahar sigue una agotadora bajada que nos sitúa en esa posición y que para salir del fondo de dos colinas es necesario emprender de nuevo otra subida de la que no se tiene idea de cuándo terminará la nueva serie de derrubios.
Caminamos hasta un poco más allá del centro del flanco oeste. Llegamos a un lugar de árboles que van terminando los de más arriba en una especie de la punta de un triangulo, como falange macedónica. Después de ese árbol, sólo unos metros más de grandes gramillas o zacatones de raíces aferradas muy fuertemente al suelo. Instalamos la tienda de dos plazas en un claro entre los altos pastos que nos protegerán del viento. En el principio éramos tres. Luis Arceo resintió la altitud desde el principio y debió regresar al albergue de Piedra Grande.
Absolutamente imposible que alguien pueda vivir entre esa nata de humo y polvo, comento al observar, desde los 4 mil, el cielo negro que antaño era azul, cubriendo las poblaciones y ciudades del valle. No cabe duda que ya somos mutantes.
La insistencia de anotar que nos encontramos en la cota de los 4 mil es porque en esta altitud cada movimiento deja ya una sensación de agotamiento. El arrancar una pequeña mancha de zacate para despejar el terreno e instalar la tienda nos llevó media hora. Armando descubrió un mejor sitio pero ya eran la cinco de la tarde y sólo nos quedaba tiempo para preparar la comida. Esta vez no sufrimos por falta de agua. Aunque nuestras clavículas resintieron el peso de las mochilas ahora podíamos preparar la comida sin la preocupación de lo escaso del agua.
Apenas tuvimos tiempo de recoger los enseres de cocina y ordenar las latas de víveres. La temperatura empezó descender rápidamente. Nos pareció que de súbito. Nos apresuramos a meternos en las bolsas de dormir. Eran las seis de la tarde. Debemos pasar catorce horas acostados. Dormitando. En esas alturas, con cinco bajo cero y con las salidas para las impostergable necesidades fisiológicas. La luna ilumina en su esplendor y no necesitamos recurrir a las linternas. Nuestro equipo es de primera para campar en estas condiciones. Aun bajo una fuerte tempestad de nieve nuestra tienda era a doc. Con dos aros presentando resistencia hacia arriba, como iglú, podía resistir el peso de la nieve. Y con cubierta o techo doble nos protege contra los vientos helados. Las bolsas de dormir, a base de finas plumas de pecho de ganso, nos restablecen pronto el calor de nuestro cuerpo al regreso de la imaginaria letrina.
El sector del NNW |
Este magnifico equipo para campar en las peores condicion e climatológicas, incluidas las botas y los pequeños colchones inflables, los conseguimos hace algunos años en Houston, Texas.
Le digo a A AA que el alpinismo de los años cincuenta del siglo pasado no conoció este equipo. Ni tiendas, ni bolsas de dormir ni chamarras de pluma. Eran, en lo general, salvo extrañísimos casos de individuos que iban a Europa o Estados Unidos, ropa común. Lo más eran sacos de trajes vestir con un suéter abajo. Y para dormir una cobija. El trasporte hacia las altas montañas no era en vehículos sino sobre mulas.
En 1994 nos encontrábamos en esta ladera cuando el Popocatépetl, a lo lejos hacia el oeste, empezó su obvia actividad volcánica. Y esta mañana, dieciséis años más tarde, sigue lanzando al aire enormes volutas. A AA hace varias tomas fotográficas. Entonces eran con la fotografía tradicional de película y papel y ahora con la cámara digital.
Todavía el tema del calentamiento global parecía un tema de los científicos para hacerse pagar un viaje a lejanos países de los congresos. Nadie hizo caso, la industria de los países chicos y grandes siguieron su ritmo de siempre. Las carreteras aumentaron su número de automóviles particulares y los mismos académicos, los más enterados de todos, siguieron viajando en sus vehículos rechazando el trasporte colectivo, los fumadores siguieron fumando, los arbolitos de Navidad siguieron encendiéndose en las calles y en las casas y los bosques continuaron sufriendo la tala clandestina. Una super tecnología que es como una manifestación del yo del hombre que habita las ciudades. Su manifestación volitiva va muy a la zaga de su maravillosa ciencia. No sabe cómo manejar el enigma.
El tema se verbaliza pero no se interioriza.Se habla en tercera persona con el tema de la industrialización con paíse grandes y paises chicos, etc. pero ni siquiera los grupos ambientalistas se bajan de su automovil particular...
Emplazamiento del campamento,4006m., en el SW del Citlatepetl. |
El incremento de la temperatura local y global amenaza con extinguir el oficio de guías de montaña, al igual que todo el contexto de apoyo para la práctica alpina, trasportes, hoteles, comercios que venden equipo para acampar. Y esto va para México, los Alpes europeos, Estados Unidos, el Himalaya…
La letrina, con su aditamento conocido como “taza”, es uno de esos controvertidos diseños de la civilización industrial. Excelente para los viejos que ya no pueden doblar las rodillas más allá de cierto ángulo. Pero casi catastrófico para la gente joven por no tener que sentarse de manera natural, como lo hacían medio millón de años nuestros abuelos facilitando de esa manera el buen funcionamiento de los intestinos. Con el resultado que ahora abundan en las farmacias medicamentos contra el estreñimiento.
Otra vista del sector del NNW |
Este tema del estreñimiento es omnipresente en el alpinismo. La deshidratación que sufre el organismo en la montaña es severa aun cuando se crea que se ingirió suficiente agua. De regreso en la ciudad de todos modos los síntomas de estreñimiento se harán presentes.
Anoche la ortodoxia alpina iba y venía por el albergue de Piedra Grande preparando sus cosas para la ascensión. Los mexicanos somos extrovertidos y nos cuesta trabajo guardar silencio. No permitimos con nuestra charla ruidosa el descanso de los que están metidos en su sleeping tratando de dormir en su tiempo antes de la ascensión. Seis alpinistas extranjeros agarraron sus cosas y cargando todo improvisadamente entre sus brazos, de manera casi atropellada, se mudaron para el pequeño refugio cien metros más arriba en la pendiente norte. Con fina ironía uno de ellos exclamó: “Aquí la gente tiene cosas muy importantes que decirse”.
Desde el NW |
En tanto avanzamos vemos en las alturas del NNW del Citlaltepetl una amplia zona de hielo rizado. Son las grietas donde muchos han desaparecido por años. Tobella y Samaniego, dos alpinistas mexicanos, duraron ahí treinta años. Las tormentas de nieve del otoño aportaban cada vez más nieve que dificultaba su localización. Luego siguieron dos japoneses, con seis años, tres noruegos, dos rusos…Ayer un alpinistas de los grupos que subían por el norte se precipitó y rodo hasta la entrada del glaciar. Lo bajaron entre dos echándose los brazos del accidentado sobre los hombros. De manera inexplicable las cordadas van por el centro de la cúpula nevada del norte. Varias veces hemos subido por la hilera de salientes rocosos del NNO. La ruta se llama “Arista de las Golondrinas”. Tal vez un poco de rodeo pero ahí está a salvo de sorpresas de avalanchas o de las invisibles grietas. A AA ha tomado una magnífica serie de fotografías de esta zona de grietas desde el fondo de la cañada Alpinahua.
En el interior del Albergue de Piedra Grande: Armando Altamira Gallardo,Carlos Sánchez Ratoni (guía profesional de montaña y habitante de Miguel Hidalgo), Luis Arceo y Armando Altamira Areyán. |
A AA confeccionó la despensa a base de latas que tuvieran líquido para ayudarnos con lo escaso de agua de esta ladera. Por ejemplo, en lugar de leche en polvo compró leche Carnation y evitó las verduras deshidratadas y trajo chicharos en su jugo, etc. Es un acierto y sin embargo ahora nuestras mochilas pesan una enormidad. Pruebe alguien en su casa levantar el tanque de gas de veinte kilos y tendrá una idea de lo que estamos diciendo. Y es que el alpinismo de exploración, lejos de los albergues y refugios de montaña, requiere otro tipo de planeación. El alpinismo siguiendo una ruta jalonada por refugios presenta condiciones ya muy establecidas. Pero un avance por lugares apartados exige una evolución a base de ir instalando campamentos y aprovisionándolos de víveres, agua y equipo.
A la mañana siguiente, luego del almuerzo levantamos el campo y desandamos nuestros pasos de regreso al refugio de Piedra Grande. Este trayecto de Piedra Grande al lugar de nuestro campamento, casi en el SSW de la montaña, presenta los referidos obstáculos de lomos de lahar. Los lahares son deslizamientos de barro resultantes de la mezcla de ceniza volcánica y escombros con agua. Pueden ocurrir cuando el calor de un volcán derrite la nieve y el hielo de la cima de un volcán o cuando una erupción afecta al lago de un cráter.
Fuimos por cañadas y lechos cortados de unos 20-30 metros de profundidad. Por las rutas de agua de deshielo de otras épocas geológicas hasta fechas recientes que apareció el fenómeno de la civilización industrial que empezó a incrementar el calentamiento global. De manera especial hay dos obstáculos rocosos que es necesario resolver. El primero, de regreso hacia el albergue, de una ladera de unos doscientos metros de elevación rematada con una franja rocosa. La otra cresta rocosa se encuentra ya para llegar al albergue. Es otra pendiente de unos cien metros rematada por una franja rocosa de menos altura ésta última que la anterior. Es necesario aguzar el ingenio para encontrar el paso, en ambos casos y evitar las verticalidades que las pesadas mochilas nos harían dificultoso superar. A AA ha encontrado un poco a la izquierda un mejor sitio de escape que el que yo desde lejos había propuesto.
Por la tarde volvemos a la ortodoxia del albergue. Los guías profesionales instan a sus clientes a que beban mucho te. Dicen que eso les ayudará contra el mal de montaña. Nos parece que tanta cafeína los mantendrá sin cerrar los ojos durante toda la noche que dure el ascenso. Porque extrañamente empiezan a subir a partir de la doce de la noche y regresan al albergue a las once de la mañana y se pasan durmiendo en sus sleeping todo el día… Los guías tienen sus razones para tal comportamiento. Les pregunto por qué salen tan inusualmente pronto. Dicen que algunos clientes son muy lentos para caminar.
La ruta marcael recorrido desde la ladera norte(izquierda) hasta el lugar de nuestro campamento SW de diciembre de 2010. |
Antes de que caiga la noche A AA va a la ladera norte del volcán y recoge una serie de fragmentos de roca. Al regreso dice: “Tengo casi completa la historia geológica del volcán”. Por la tarde, cuando nos aproximábamos al refugio, procedentes del flanco oeste, encontramos la mitad de una bomba volcánica, perfecta. Pumicita en su interior y por fuera vidrio, diferentes velocidades de enfriamiento, dice A AA. La dejamos de lado en la creencia que la ladera estaba llena de bombas volcánicas. Pero parece que no es así y cuando regresamos a buscarla no pudimos encontrarla. Lo único que A AA dijo: “Es una bomba volcánica de portada de libro…Volveremos a buscarla”
Estas son las rutas tradicionales de la cara norte del Pico de Orizaba, a partir del albergue de Piedra Grande |
Nuestro recorrido completo de 2003 en la cota promedio de los 4,200m. Sirve como plano de ubicación de los diferentes lugares que se mencionan en el relato de diciembre de 2010. |
Hola Armando , soy Ricardo Rodriguez Demeneghi, de Cruz Roja,restaurar nuestros contactos será muy importante para mi,sigo en el Pico y a tus ordenes, Ricardo
ResponderEliminarHola Ricardo
ResponderEliminarMucho gusto saludarte. Un día regresaremos a la bella Orizaba y tendremos,mi hijo Armando y yo,mucha alegría de darte un abrazo.
Saludos
De todas maneras los recuerdos permenecen como en aquella ocasión que subimos al Pico de Orizaba desde Publiosilla por la hermosa región de Poyahutlán.