Argentina, siglo diecinueve
"Los
europeos y sus descendientes culturales en América tienen una nefasta historia
de destrucción de culturas aborígenes en nombre del cristianismo y de la
Ilustración."
James Rachels, Introducción a la filosofía moral
Autor Lucio V.
Mansilla
Título: Una
excursión a los Indios Ranqueles
Estudio
preliminar de Mariano de Vedia y Mitre
Ediciones Estrada. Buenos Aires, República
Argentina
27 de mayo de
1959. Dos tomos.
Los pueblos americanos, de
origen indígena, conocen su prehistoria merced a los trabajos de antropología.
Pero la mayor parte de su historia por escritores extranjeros, principalmente
por los sacerdotes cristianos católicos y, en segundo lugar, por los soldados
conquistadores.
Ambos escribían desde la
óptica de los fines que perseguían. Los conquistadores espirituales satanizando
toda muestra de espiritualidad original y los soldados remarcando las practicas
de las etnias para justificar sus propios
desmanes.
Sin embargo, el nivel cultural
de los invasores dejaba su sello. En México se tuvo la fortuna de haber tardado
menos de medio siglo cuando la Universidad Real y Pontificia empezó a funcionar
de manera regular todavía en el siglo dieciséis que fue el de la conquista (esto
quiere decir que una parte de su presupuesto los ponía la Corona y la otra el Vaticano).
A los soldados les importaba
muy poco la presencia de las luces y lo
que dijeran y dispusieran en los mandos del reino español y del Vaticano. Lo
que les interesaba era la explotación del indio. Pero, como sea, la presencia
del Papa y del Rey ya estaba presentes de alguna manera.
Otros reinos precristianos
corrieron con menos fortuna al ser
conquistados por gente ignorante,perversa y sin contar en lo inmediato con la
presencia universitaria. Y en la seguridad que cierta protección de España, para con los indios,
seguía en la lejanía casi inagotable. Tampoco hacían caso de las protestas de
los religiosos cuando salían en defensa de los indios.
La iglesia veía con buenos ojos, y alentaba la
destrucción de las imágenes de la “divinidad pagana”, y asistía indiferente a
la quema de los idolatras, y se apresuraba a cobijar amorosamente a los indios
bajo el signo de la cruz.
En el siglo diecinueve los
indios ranqueles, habitantes del centro-norte de la República Argentina, fueron
visitados por el coronel Lucio V. Mansilla. Hombre de gran cultura y
conocimiento de la vida en Europa y
viajero de tres continentes. Conocía siete idiomas. Esto le dio una gran
comprensión de los indios ranqueles. Entendía su atraso con respecto a la nueva
civilización y quiso tender un puente antes que se pusiera en marcha la
solución de exterminio.
Lucio V. Mansilla
Exterminio es una condición
para que adquiera el grado de genocidio. Jamás en el mundo se dieron genocidios
a la escala que en el continente indio tuvo lugar a partir del siglo dieciséis.
Los pueblos amerindios los vivieron en carne
propia. En México, por ejemplo, se considera que a principios del siglo
dieciséis las etnias hacían un total de quince millones de habitantes (calculo
empírico pues no existía un censo de población pero puede ayudar a comprender
la categoría de genocidio) y por efecto de la guerra, la esclavitud y los virus
que trajeron los conquistadores para los que aquí no se tenían defensas
naturales, al final del mismo siglo quedaba sólo medio millón de habitantes.
¡Sólo en México!
El relato que Mansilla hace de
su expedición es muy documentado y ameno al darle a sus memorias un
tratamiento como sólo un hombre de su
intelectualidad supo plasmar. Sus escritos tuvieron “el ropaje aparente de
cartas de campamento, pero con un fondo positivo de esencia humana y de
significación nacional”.
Mujer ranquel
Mansilla era criollo de nacimiento, de
formación y de corazón. No fue conquistado por los ranqueles, como sueles
suceder (por ejemplo Fray Bernardino de Sahagún en México). Sus luces le
permitían un examen objetivo y, como decimos, de gran profundidad, pero no más
allá.
Su incursión, excursión, a la región de los ranqueles se debió más
bien a que los mandos del ejercito (general Emilio Mitre) necesitaban conocer
más de cerca la vida de los indios “El problema de los indios preocupaba a uno
y a otro, como que era una pesadilla para el país”.
El coronel, y después
general, Mansilla, abrigaba la esperanza
que mediante la palabra él podría convencer a los jefes ranqueles de llegar a
un acuerdo sin necesidad de entrar en conflicto armado, como de todas maneras
sucedería: “le asistía justa razón para
encontrar que procediendo, como él lo hacía, con los indios se podía llegar a
una pacificación general, y no llevándoles una guerra agresiva como se había hecho hasta entonces y se hizo después hasta asegurarse su reducción en la campaña
al desierto del general Roca en 1879”. Mansilla hizo todo lo que estuvo de su
parte para que los indios ranqueles fueran integrados a la civilización de los blancos pero, al final:
“Los indios fueron exterminados, pero no incorporados a la civilización”.
Ranqueles
A principio del siglo veinte,
Eric von Rosen escribió: " Durante la primera mitad del siglo XIX y hasta
1880, fueron muchas veces asolados los alrededores de Buenos Aires por tribus
nómadas de indios;el presidente Avellaneda(1874-1880) llevó una guerra de
exterminación contra ellos y logró eliminar tribus enteras." ( En
Förgangen Värld, Un Mundo que se va, Estocolmo,1916)
Foto tomada del libro de Eric
von Rosen
Nació Mansilla
en Buenos Aires el 23 de diciembre de 1831. Fue un gran patriota y tomó parte activa en
contra de las invasiones inglesas.
Propiamente la región visitada
por Mansilla fue entre los Río Cuarto y Quinto. Al sur y sureste de Córdoba y
al sur de Santa fe. Sucedió a mediado
del siglo diecinueve. El trabajo de Mansilla es de una calidad literaria que no
conocerla resulta una grave falta cultural. No sólo informa de la guerra sino
de manera pormenorizada de las costumbres de los indios, sus creencias e
historia.
Mansilla va describiendo ese
mundo de indios ranqueles tenidos como salvajes, apenas gente de razón, apenas
considerados humanos. Conforme avanzaba la civilización de los blancos ellos
iban perdiendo sus tierras. Ante esto, para defenderse, los ranqueles mataban a
cuanto se moviera. Nada diferente de cómo los argentinos en la actualidad
defienden sus Islas Malvinas de los invasores ingleses.
Una noche, mientras escucha
Mansilla "relatos de fogón", piensa en la civilización. Reflexión
que, viniendo de un hombre tan ilustrado y de mundo como él era, sabía lo que su yo interior le estaba revelando:
" La civilización consiste, si yo me hago una idea exacta de ella, en usar
cuellos de papel,que salen los más económicos,botas de charol y guantes de
cabritilla. En que haya muchos médicos y muchos enfermos, muchos abogados y
muchos pleitos,muchos soldados y muchas guerras, muchos ricos y muchos pobres.
En que se impriman muchos periodicos y circulen muchas mentiras. En que se
edifiquen muchas casas, con muchas piezas y con muy pocas comodidades. En que
funcione un gobierno compuesto de muchas personas como presidentes, ministros,
congresales y en que se gobierne lo menos posible.En que haya muchísimos
hoteles y todos muy malos y todos muy caros".
Los indios ranqueles fueron
exterminados en Argentina por una población de origen europeo.
En México estuvo peor. Los indios mexicanos:
apaches, mayos, tarahumaras, yaquis y otros sufrieron una intensa campaña de
exterminio por mexicanos de poder también en el siglo diecinueve y muy entrado
el siglo veinte. No eran blancos exterminando a indios. Eran indios
exterminando a indios de su misma tierra (ver La Frontera Nómada, de Héctor
Aguilar Camin,Editorial Siglo XXI,S.A. 1977).
Todavía en pleno siglo
veintiuno, tiempo de los Derechos Humanos el antirracismo, la democracia, el
derecho de los pueblos indígenas, la investigación y difusión de la antropología
académica en México etc.,la etnia yaqui
está bloquendo carreteras en protesta porque no se les entrega el agua de sus
tierras ( finales de junio del año 2013).Primero les quitaron sus mejores
tierras y ahora se les quiere privar del agua,lo que significa la extinción de
la etnia. En sus declaraciones a la prensa han dicho que defenderan su derecho
a sus aguas y que no se extinguirán como etnia.
Esta última reflexión tal vez
nos ayude a comprender en toda su intensidad la exclamación desgarradora de ese
gran argentino, general Mansilla, que
hace al final de su monumental obra: “Todos los americanos tenemos
sangre de indios en las venas, ¿por qué ese grito constante de exterminio
contra los bárbaros?”
Para mejor conocimiento de la
obra literaria de Mansilla, remitimos al lector de esta nota a un trabajo del
argentino Carlos Orlando Nallim. Fue publicado por la Universidad Nacional
Autónoma de México, en 1973, y cuyo título es Cinco Narradores Argentinos. Lo
editó el Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinamericanos de la UNAM.
Ofrecemos algunos pensamientos
del general Mansilla que están en la obra citada.Estos nos revelan que el autor
no rindio un informe de cuartel sino que dejó para la posteridad la obra literaria de un argentino de dimensiones
universales.
Las olas del tiempo se tragan
tantas reputaciones.
No es mal sastre quien conoce
el paño.
El tipo odioso por
excelencia,es el de aquel que,violando la sabía ley de la reciprocidad,se
mancha eternamente con el borrón de la ingratitud
Estar prevenido es la mitad de
la batalla ganada
Toda narración sencilla,
natural,sin artificios ni afectaciones, halla ecos simpáticos en el corazón.
Por bien templado que tengamos
el corazón, es indudable que el silencio, la soledad, el aislamiento y el abandono,
hacen crecer el peligro en la medrosa imaginación...Es por eso que el valor a
medianoche es el valor por excelencia.
El valor es cuestión de
público.
Yo tengo un miedo cerval a los
perros, son mi pesadilla; por donde hay, no digo perros,un perro, ya no paso
por el oro del mundo si voy solo, no lo puedo remediar, es un heroismo superior
a mí mismo.
Las tinieblas tienen un no sé
qué de solemne, que suele helar la sangre en las venas hasta congelarla.
No puede ser bueno quien no
ama la música.
Alguien gastaría cien mil
pesos en un auténtico Rubens, pero no haría un sacrificio por el amigo más
querido.
Al más ducho se le queman los
libros en presencia de un hombre de estado primitivo.
El pueblo comprenderá siempre
mejor lo que es la vara de la ley, que la ley.
Yo tengo el derecho de hablar,
vos también.Si os impongo silencio y no callo, os oprimo. Yo tengo el derecho
de trabajar para mí,vos también. Si os hago mi esclavo, os tiranizo.
Si Dios no existiese sería
menester inventarlo.
El continente indio no murió. De la Tierra de Fuego hasta Alaska y Brasil,el totemismo sigue vivo. Y más fuerte que antes, del siglo dieciséis, por las pruebas de disolución a las que ha sido sometido, tales como la conquista espiritual, la moderna tecnología de guerra y los virus patógenos para los que no se tenían inmunidad, la tribu sigue.
Es una noche iluminada por la luz de la pagana luna. En medio del humo de copal, los huesos adivinadores sobre el tapete y rítmica danza en círculo cerrado, al estilo de la Danza del Gran Espíritu de los arapahoes, los representantes de le etnia son avisados (por esos huesos adivinadores) que con las flamantes tres carabelas de Colón llegaba un paquete muy bien surtido de latrías. Su contenido son valores antitéticos entre si, encabezados por la cristianolatría, y la laicolatria. Le siguen la dinerolatria, la ciencialatría, la democracialatría, la dictaduralatría, la egolatría individual y la grupal, la establishmentlatria, la jetsetlatría, la cambalachelatria ( esto en un apriorismo del gran Santo Discépolo),la relativolatria...
No han dado resultado
mediatizador los reiterados intentos de colonizar la mente de los pueblos originales,
ya por el laicismo sin alma como por el cristianismo tanto romano como protestante. Y últimamente por todas esas
iglesias que nacen todos los días al tun tun.
Las etnias siguen con sus costumbres
ancestrales y con sus dioses. Monoteísmo y politeísmo son palabras que los
tiene sin cuidado. Son herramientas de colonizar, se dice. De alguna manera
saben que la divinidad está fuera del espacio y del tiempo y por lo tanto no
tiene hijos preferidos que unos llegaron primero y otros después o sin son de
este color o son de aquel. Si se le representa con imágenes como sin ellas. La
divinidad no necesita calendarios, caballos, barcos o aviones para llegar al
corazón de los humanos.
Henry Bergson, el ilustre
pensador del siglo veinte, como pocos
pensadores occidentales, supo ver en el totemismo una enorme fuerza de
integración social. Y, sometido a prueba, el totemismo impide la desintegración
del grupo. La tribu vive una filosofía perenne en desarrollo, no una cuestión
estática.
Por razones históricas, y
necesidades del mercado, del estudio y de
trabajo, hay una amplia convivencia de la etnia con el modelo de la ciudad
industrial occidental. Sus hijos juegan ahora en la fábrica, lo mismo que en la
política, la cultura y la academia. Y aun en la religión impuesta del
catolicismo romano, a la que consideran la gran síntesis de calidad de la
filosofía con la teología.
El pensamiento occidental
juega a absorber el pensamiento indio para desaparecerlo por medio del liberalismo
moderno y su brazo ejecutor el relativismo, el pensamiento indio juega a
absorber la gran cultura occidental para enriquecer la suya propia.
El tótem, como Coatlicue, la
diosa azteca, no sólo es un destino espiritual. Coatlicue hunde sus raíces en
la tierra. Como la Scarlett O´Hara de Margaret Mitchell cuando exclama: “La
tierra en que se vive y de la que vive
es como una madre. Es lo único que justifica que se trabaje, se luche y se
muere por ella.”
De Bergson son estas palabras:
“La religión tribal es vista en primer lugar como una reacción defensiva contra
el disolvente poder de la inteligencia. Abandonada a sí misma la inteligencia
aconsejaría primariamente el egoísmo, la naturaleza, vigilante, crea una
salvaguarda con las costumbres sagradas.” (Las
dos fuentes de la moral y de la religión)
Todo esto Mansilla lo sabía y
lo plasmó en su valiosa obra citada.
Nota de Internet:
“El 14 de agosto
de 2007 el gobierno de la provincia de San Luis restituyó 2500 ha al pueblo
ranquel, incluyendo dos lagunas, ubicadas 124 km al sur de la localidad de
Fraga.1314
El 30 de mayo de
2009 fue fundado en el lugar el pueblo de Rancul Che, ubicado a 178 kilómetros
de la capital provincial, al entregar el gobierno 22 viviendas para las dos
comunidades ranqueles de la provincia.”
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