Teocuicani visto desde el sur con sus dos cumbres. La de la izquierda, oeste, es donde se localiza el adoratorio precristiano.
Teocuicani es la montaña sagrada que se le había perdido a la arqueología. Encontrarla llevó más de un siglo, a partir de mediados del diecinueve hasta entrado el veinte. Se necesitaron tres generaciones, empezando por el francés Charnay, siguió José Luis Lorenzo y al final nosotros.
Después de buscarla durante diez años, la encontramos cerca del pueblo de Tetela del Volcán, estado de Morelos. Años más tarde volvimos a subirla. De ambas ocasiones hicimos reseñas que fueron publicadas en la revista Jueves de Excelsior número 2612 (10, VIII, 1972) paginas 14 y15 y Los Universitarios (periódico quincenal publicado por la Dirección General de Difusión Cutural de la UNAM) número 149-150, 1979 páginas 30 y 31.
Si Charnay y los que lo seguimos hubiéramos empezado la búsqueda por Tetela del Volcán, se habría necesitado medio día para localizarla. Empezamos por el norte y nos llevó más de cien años.
Explicación de la lámina
Foto superior: la montaña Teocuicani vista desde el pueblo de Tetela del Volcán.En primer término Victor Torres, biólogo y escalador.
Foto intermedia: ceremonia en la cumbre del Teocuicani. Quema de copal en dirección al dios Popocatépetl.
Foto inferior: en el piso del recinto sagrado se distribuyen en la actualidad los alimentos tal como dice Fray diego Durán se hacía en tiempos prehispánicos.
Luis Burgos Peraita es el autor del dibujo del templo prehispánico.
Recientemente hemos encontrado más material que puede ayudar a descorrer otro poco el velo del monte Teocuicani.
Como queda dicho por Durán, Teocuicani estaba representado por un idolo hermosamente tallado que el religioso trata de describir como del tamaño de un muchacho de ocho años. Está la idea de juventud en la mencionada expresión.
Unos 60 kilómetros al este del pueblo de Tetela del Volcán se encuentra la pobalción de San Juan Tianquizmanalco. Todo esto en el sur del volcán Popocatepetl.Tetela en el suroeste y Tianquizmanalco en el sureste.
En Tianquizmanalco se adoraba al dios Telpochtli, en el mes de Toxcatl, que va, en el calendario gregoriano, del 5 al 24 de mayo. Era tan abrumadoramente visitado el dios Telpochtli que incluso llegaba gente desde Guatemala a su santuario en Tianquizmanalco.
Se menciona al dios Telpochtli con las características de "joven" y "mancebo".
Ahora bien, Telpochtli es otro nombre de Tezcatlipoca. Y Toxcatl es el mes de Tezcatlipoca. Y al Teocuicani se le veneraba y se le sigue venerando ( en el lugar y forma) en los primeros días de mayo pero ya sin mencionar ni a Telpochtli ni a Tezcatlipoca.
Tezcatlipoca, por lo demás, es el dios de la guerra. En los colegios conocidos como Telpochcalli (Casa de los sacerdotes de la orden del dios Telpochtli), se enseñaba a los jovenes el arte de la guerra.
Y no hay que perder de vista que bajo el monte Teocuicani siempre había guerras. Al menos una vez al año se acercaban al lugar los ejércitos del Valle de México. Lo propio hacían los ejércitos, enemigos, del lado este del volcán Popocatépetl. La idea de ambos bandos era bajar al ídolo del adoratorio de la Montaña Teocuicani y llevárselo para su bando.
Había incontables muertes y centenares de prisioneros eran llevados para ser sacrificados a los avatares de los dioses. Pero nadie nunca se llevaba la preciosa escultura del lugar. Al año siguiente volvía a darse otra guerra....Era la guerra hecha deporte a la que se le llamó Atlachinolli o Agua Quemada.
La otra guerra, la de conquista, seguía el interés del botín y la exigencia del tributo. La guerra florida, en cambio, era para capturar prisioneros para el sacrificio. En la primera los ejércitos aztecas eran temibles. Pero en la florida era cosa de batalla personalizada en la que se buscaba inmovilizar al contrario. Ahí todos tenían las mismas oportunidades de capturar guerreros.
En el formidable trabajo de Gilhem Olivier, titulado Tezcatlipoca (FCE), diciembre de 2004, se encuentra más información de estos dos nombres (Telpochtli y Tezcatlipoca) del mismo dios relacionado con el pueblo de San Juan Tianquizmanalco.
En el calendario Tonalamatl, del año 1973, y siguiendo a una multitud de historiadores españoles e indígenas que han escrito del mes Toxcatl, a lo largo de los siglos, Dice ilustrando la importancia de Tezcatlipoca: " Toxcatl es el quinto mes del calendario azteca.Y que corresponde a mayo.En el primer día de este mes se hacían grandes fiestas en homenaje al dios llamado Titlacauan, conocido por otros investigadores con el nombre de Tezcatlipoca,el cual era considerado dios de dioses".
La estrategia de los religiosos del siglo dieciséis, para evangelizar a los indios, era procurar encimar fechas de santos del cristianismo con las celebraciones de la religión mexica. De ahí que la fiesta en la cumbre del monte Teocuicani se celebre el día de la Santa Cruz, es decir, el 3 de mayo o el domingo más cercano a esta celebración cristiana, es decir, ya dentro del mes Toxcatl.
Las crónicas no dicen el día exacto,
dentro del mes Toxcatl, que tiene lugar, en Iztapalapa, el sacrificio del hombre-dios representante de Tezcatlipoca y la ceremonia
para señalar su nueva encarnación o representante en México-Tenochtitlán.
Es la Iglesia que nos da una pista
segura para conocer tal fecha. Hay numerosas explicaciones de por qué la
Iglesia católica festeja el día de la Santa Cruz en varios países del mundo.
Por lo general el 14 de mayo.
Siendo Tezcatlipoca el “dios más
grande de todos los dioses”, según constan en las crónicas, era necesario hacer
que en esa misma fecha se festejara en México, al avatar sagrado más grande del cristianismo que es la cruz. Ni siquiera
San Miguel Arcángel era suficientemente poderoso para anteponerlo a Tezcatlipoca, a los ojos de los indígenas.
Tal cosa se confirma porque es en el santuario más grande, de montaña,
dedicado a Tezcatlipoca, Teocuicani, que ha conservado la fecha hasta la
presente, y es, como se ha señalado, el 3 de mayo.
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