Todo fracaso en alpinismo es un gran logro.
Si estamos abiertos a aprender la lección.
Necesario cuidar que las cuerdas no se crucen |
Sólo es cuestión de tiempo para escalar todo lo que se le presente más arriba.Ël sabe que lo superará. |
Técnica Alpina, editado por la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas de la UNAM, 1978.Textos de Armando Altamira G. y dibujos de Manuel Sánchez.
Las fotos corresponden al libro Alpinismo Mexicano, editorial ECLALSA, México, 1972
La escalada artificial se aplica en terreno rigurosamente vertical, en el que presentan desplomes y, en “techos”. Se van colocando clavos a golpe de martillo o dados para poder avanzar.
En esta escalada se usa la doble cuerda. Son dos líneas paralelas que jamás deberán cruzarse (lo que sucede con frecuencia en la práctica) y mediante las cuales el escalador encuentra facilidad para su manejo y un buen margen de seguridad.
En algunos casos suele usarse también la triple cuerda, que cuelga libre entre escalador y escalador y cuyo único objetivo es enviar víveres, agua o equipo entre los diferentes miembros de la cordada. Por lo general la triple cuerda es de un diámetro menos que las de ataque.
En escalada artificial se usan estribos (de escalón de duraluminio o madera) o de pura cinta para ponerse de pie o sentarse en ellos cuando la pared no presenta rebordes. Un simple “ocho” en el que se meten las piernas o bien un arnés en toda forma que se consiguen en el mercado ya fabricados para ese uso. Los movimientos de la cordada, o reencuentro de los escaladores, se hacen sobre estribos.
La eterna prisa de algunos escaladores por subir la más alta pared en el menor tiempo posible y con el mínimo gasto de energías ha llevado al descubrimiento del “ascender”. Es una especie de pequeña y ligera polea de paredes aplastadas sujeta a la cintura de ataque y la cual mediante un dispositivo permite sólo los movimientos hacia arriba. Este implemento lo emplean quienes ocupan segundos lugares de la cordada los cuales, en vez de escalar por donde pasó el primero, simplemente recorren el desnivel por la cuerda, no por la roca. Cumple el trabajo que antes se realizaba por medio de los nudos Prusik. El ascender es muy efectivo para realizar esa economía de fuerzas y tiempo. Si bien, como se señaló, se priva al segundo de la cuerda del placer de escalar.
Un escalador de lo artificial es la antítesis de la escalada libre. El escalador libre debe ser un virtuoso para ir de saliente en saliente desplazándose con toda libertad en tanto la fuerza de gravedad y el terreno se lo permitan.
Por el contrario, el escalador artificial es prisionero de la ferretería, no puede avanzar sin haber colocado antes otro clavo o fijado de alguna manera su dado u otra clase de artificio que siempre está inventando el diseño industrial. En cambio de ello, puede superar cualquier obstáculo más allá de lo vertical. Y cuando ya no hay fisura donde colocar su clavija le queda el recurso de practicar con taladro eléctrico (antes era con broca de golpe de martillo), un barreno en la roca, colocar su “golo” (remache de diez milímetros), clavo de expansión o su armella y seguir. Lo que va a generar a un escalador libre o un escalador artificial depende del ambiente socio- alpino en el que se mueva.
El libre generalmente es un resistente andarín, de esos que les gusta cruzar sierras y valles y acampar en cualquier lugar al final de la jornada. O plantarse desde media tarde y pasársela tirado fuera de su minúscula tienda individual. O vivaquear a la mitad de la pared, por necesidad o por mero gusto. Por la noche salir a contemplar el pedazo de firmamento que le tocó sobre su vivac.
El artificial es más bien alguien que procede de la sociedad industrial-consumista. Disciplinado socio de los gimnasios es muy resistente para el ejercicio de colocar sus clavos y superar lo que la fantasía le señale. Acampa en los valles, a donde pueda llegar en su automóvil. Su tienda es tan amplia y moderna, con compartimientos para dormir y cocina, que sería la envidia de cualquier jeque del desierto de Arabia. Está al día en cuanto a los avances del extranjero en materia de ferretería diseñada para las montañas. No gusta mucho de hacer vivaques en la pared. Al caer la tarde regresa al valle.
¿Dos milero, tres milero?
Cada generación de montañistas tiene la tentación de autonombrarse "alpinismo moderno". En tanto las leyes de la fisica no cambien, y la fuerza de gravedad siga ejerciendo su atracción, el alpinismo de todas las épocas será el mismo que cuando Whymper conquistó el monte Cervino, en el siglo diecinueve, o Chalchihuitzin el Popocatepetl, en el siglo trece( ver nota respectiva del Popocatepetl en este mismo blog). Lo que sí se moderniza de continuo, afortunadamente, es el equipo. Tanto de abrigo como la "ferretería" y aun de la alimentación.
Por lo que respecta a una referencia real, exenta de pretensiones egocentricas generacionales, para tratar de situar nuestra actuación en la montaña, sería lo que nosotros hemos llamado la " situación milenaria". ¿Escalas en los 2 mil?, ¿En los tres mil?, etc. Aquí son requerimientos concretos, practicos. Una serie de factores señalados por la altitud. o altura sobre el nivel del mar, nos imponenen las condiciones en las que debemos movernos, tales como temperatura, altitud ( haciendo referencia a la producción de globulos rojos en nuestra sangre), subir con otro tipo de ropa diferente a la que usamos en los 2 mil metros de altitud, etc. La psicologia del individuo tampoco es la misma si escalamos una roca dentro de la ciudad ( o en el gimnasio)que si estamos lejos de la gente, entre rocas y hielos... Con base en lo anterior la propuesta milenaria es: ¿eres dos milero?. ¿tres milero?, ¿cuatro milero?, etc
Lo que importa es que se escale en la montaña.Escalar en el gimnasio,en vez de escalar en la montaña,es como hacer el amor con una muñeca inflable, en lugar de con una mujer real.
Pero, escales donde quieras o puedas, recuerda que hay más peligro en cruzar la calle de una ciudad que en escalar montañas o caminar por el bosque (hacer click en video)
No hay comentarios:
Publicar un comentario