Plotino |
En 1923 la Universidad Nacional de México, (todavía no era autónoma) publicó una obra de las Enéadas de Plotino, que es propiamente el ideario de este filósofo, y relatadas por el filósofo judío Porfirio (Plotino era griego nacido en Egipto). Al final el trabajo de la Universidad hace un estudio del neoplatonismo por Eduardo Zeller. Más reciente La editorial Siglo XXI publicó la Historia de la Filosofía con más de 10 volúmenes. El volumen número 3 comprende un estudio del neoplatonismo por Jean Trouillard.
Plotino es importante porque aparece como el último gran filósofo que produjo el mundo griego de la antigüedad. Para el cristianismo, su existencia fue de tal modo esencial, que, como dice Eucken, exceptuando a San Agustín, ningún pensador ha influido tanto en el movimiento cristiano como Plotino. A diferencia de Bergson, que creía que la conciencia está caracterizada por su duración creadora, Plotino asegura que el movimiento es circular, siempre presente. “El equilibrio del círculo expresa muy bien el del espíritu, porque, sea cual sea la expansión del radio, jamás se separa de su centro generador. Y su fin no es otro que su principio” (J.T.).
Desde luego Plotino aboga por un pensamiento universal y destierra los sectarismos. En su tesis sólo hay fecundidad en la conjunción de principios antitéticos o contrarios. Es una condición para la vida equilibrada y asegura que si no hay luz, no hay tampoco sombra”. Aquí Plotino nos recuerda el justo medio aristotélico, que no debe confundirse con la mediocridad.
Zeller nos relata el fin del neoplatonismo pagano: “pero ya en el imperio romano vuelto cristiano, la filosofía no podía conservar por más tiempo una posición independiente de la Iglesia victoriosa. El año 529 Justiniano prohibió por un edicto que en Atenas se enseñara filosofía.. .Poco después de mediado el siglo VI se extinguieron los últimos platónicos que no habían pasado a la Iglesia cristiana”.
Durante los primeros trescientos años los seguidores de Cristo habían sido despiadadamente perseguidos y masacrados en los circos romanos. Ahora se tomaban la revancha en esa longitud donde los intelectuales se hacen la guerra.
Sin duda que en su tiempo fue una verdadera tragedia que, ¡precisamente en Atenas, se prohibiera enseñar filosofía! Por lo demás, exactamente por eso mismo, el cristianismo lleva en su seno todo el tesoro de la filosofía griega (véase, por ejemplo, esa fusión o sincretismo del “Dios Desconocido” de los griegos con el “a Dios nadie lo ha visto de los cristianos). Al prohibir que se filosofara, la Iglesia se hizo heredera y responsable de tan grande tesoro cultural ofrecido por los griegos.
Lo mismo sucedió en México cuando se prohibió la religión mesoamericana (recuérdese la figura altamente sincrética de la Virgen de Guadalupe, católica, que se funde con la adoradísima Diosa Coatlicue-Tonantzin, de la religión de Tezcatlipoca). No hay religión en el mundo que sea tan “mexicana” como el cristianismo católico. Así como no hay religión que sea más “griega” que el cristianismo romano. Empezando porque el Nuevo Testamento ni se escribió en arameo, que era el que hablaba Jesús, ni en hebreo, lengua de Jerusalén, sino en griego, que era la lengua dominante de ese tiempo, en aquella región del Cercano Oriente.
Pero no sólo por lo anterior el catolicismo cristiano tiene mucho de griego. Los grandes maestros de la filosofía griega de la antigüedad: Maestros ambulantes de sabiduría” dice Antonio Gómez Robledo, entre ellos Plotino, habían elaborado abundantes temas que, andando el tiempo, chocarían con las enseñanzas que irían predicando por aquel mundo los sencillos pescadores de Galilea. Pero más tarde se irían fundiendo unas y otras. Así fue como empezó un deslumbrante sincretismo ideológico. Por eso se puede hablar de filósofos neoplatónicos de antes y de después de Cristo.
“Plotino nació en el 204 ó el 205 en la ciudad egipcia Licópolis, hoy Assiut. En el 232 entró en el círculo de Ammonio Saccas (o Sakkas) en Alejandría, de quien también fueron discípulos Orígenes, Longino y Erenio. Se dice de él que recogía niños huérfanos y les daba educación. Su discípulo Porfirio, autor de su biografía Vida de Plotino y de la sistematización y publicación de su obra central Enéadas, refiere que en los seis años que estuvo con él tuvo hasta 4 uniones místicas.
Desde el 254 comienza a poner sus obras por escrito. Sus tratados son en total 54 y están ordenados en seis grupos de nueve, resultado de lo cual reciben el nombre de Enéadas. Se considera como uno de los Tratados más sólidos de la Antigüedad, junto a los de Platón y los de Aristóteles. Murió aquejado de una dolorosa enfermedad (lepra) en el 270 d.C. a los 66 años.
Definido como Neoplatónico místico, Plotino realiza una nueva fundamentación de la metafísica clásica, tomando caminos más ligados a la mística de raigambre pitagórica y platónica que al camino seguido por Aristóteles.
Habría que partir de la idea de que la filosofía de Plotino es una suerte de Cosmogonía unida a una Física. La forma teórica que asume su discurso es la metafísica. En ese sentido es heredero de Aristóteles y, sobre todo, de Platón” Wikipedia
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