DELINCUENCIA ORGANIZADA ROBA Y ASESINA A ALPINISTAS EN MEXICO


 

 

 

La frecuencia con que la delincuencia  asalta y asesina a alpinistas en México ha dado origen a que se formen varios grupos con la finalidad de sanear el ambiente en lo posible. Están la Policía de montaña y Alianza por la seguridad en las montañas.

Pero el daño es de tal magnitud que eso es insuficiente a juzgar por las notas que han salido publicadas hasta el momento, al menos de las que nos hemos enterado.

No obstante las facilidades de comunicación de los alpinistas con las autoridades de los pueblos subyacentes, por medio de los celulares, la delincuencia sigue incontenible.

 

Hace mucho tiempo hubo un asalto a montañistas en el lado sur de la Iztaccihuatl, propiamente en el paraje La Joya. Las autoridades de ese tiempo tomaron una medida inmediata y tan drástica, ahí mismo, en el lugar,  que por cincuenta años no volvió a saberse de algún otro asalto a los alpinistas.

 

5 de marzo del 2012 salió publicada esta nota en el diario El Universal. Se trata de un asalto a montañistas en la Iztaccihuatl. En este caso, como en el del Nevado de Toluca, las autoridades castigan a los montañistas impidiéndoles  el acceso a esos lugares, en lugar de buscar y sancionar a los delincuentes, de manera efectiva y suficiente.
 
Flanco oeste de la Iztaccihuatl
 
Ahí han tenido lugar los asaltos y
asesinatos de montañistas.
Por experiencia propia podemos decir
que la vertiente del este tampoco está limpia
 de rufianes.
Suben a caballo o en motos hasta cotas altas.
Por lo demás el refugio del Teyotl,
en la vertiente norte, es visitado por
la delincuencia debido a que los alpinistas dejan
 ahí parte de su equipo en tanto efectúan
su ascensión por ese lado.
Y, como se podrá constatar en las notas
 publicadas que siguen, la vertiente sur está
también muy expuesta. 
 

 
 


 TLALMANALCO, Méx., marzo 5 (EL UNIVERSAL).- La zona boscosa de San Rafael, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, es muy peligrosa para montañistas que visitan el lugar ya que operan bandas de delincuentes que fuertemente armados los asaltan y violan a las mujeres, advirtieron los propios excursionistas.

 Según las propias autoridades municipales, se presentan hasta ocho atracos al mes en contra de deportistas extremos que acuden a este lugar, sobre todo los fines de semana, porque no hay vigilancia de ninguna de las corporaciones municipales, estatales y federales, ni de los ejidatarios que controlan el parque.

 Juan Carlos Durán Gutiérrez, director de Protección Civil de Tlalmanalco, reconoció que cada fin de semana se registra un robo en diferentes parajes del ejido, pero hay ocasiones que son hasta dos, principalmente en “Las Trancas”, el más alejado de la caseta de vigilancia del área que administran ejidatarios que cobran una cuota a los visitantes.

 El domingo 26 de febrero, 60 personas que acampaban y comían en el paraje “Nexcoalanco”, fueron asaltadas por 25 hombres armados y encapuchados que golpearon y causaron heridas a más de 20, incluyendo a un niño de ocho años y abusaron de tres mujeres.

 Los ladrones, vestidos con ropa camufleada, cubiertos de la cara con pasamontañas, salieron de entre los matorrales armados con rifles, escopetas, pistolas y machetes para rodear primero a un grupo de aproximadamente 40 personas que acampaban y comían.

 Luego sometieron a otras más que venían bajando, amarrándolas a todas, hasta sumar más de 60, incluyendo niños y mujeres.

 Los encapuchados hicieron disparos al aire y a casi todos los hombres les pegaron con machetes y pistolas, causándoles lesiones a por lo menos a 20 en cara, cuerpo y cabeza, entre ellos Fernando, de ocho años, a quien le pegaron en la espalda.

 A Alejandro, de 27 años, le fracturaron la nariz con la cacha y a Salvador lo hirieron de una pierna con una pistola de diábolos.

 Un perro bóxer que acompañaba a campistas de Cuautitlán fue baleado en el cuello con una escopeta.

“Entregamos celulares, carteras, dinero, relojes, cámaras, equipo de montaña y luego nos quitaron los zapatos que aventaron a una camioneta Chevrolet para luego amarrarnos de pies y manos con las agujetas”, recordaron.

 La misma suerte corrió un profesor y 11 alumnos de la primaria Juan Jacobo Rousseau, del Distrito Federal, que acampaban en la zona.

 El jueves pasado, el ayuntamiento clausuró el parque ecoturismo “Dos Aguas” por carecer de licencia de funcionamiento y por falta de medidas de seguridad para protección de los paseantes.

 El lugar se mantendrá cerrado, hasta que la empresa no regularice su situación administrativa ante el gobierno local y tome medidas internas para garantizar la seguridad de quienes semanalmente visitan el sitio.

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 Otros asaltos en el SW de la Iztccihuatl.

 

  Nota publicada en el diario  Excelsior

23/07/2015 13:03 Dalila Ramírez/Corresponsal       

 Nueve montañistas fueron amagados las faldas del volcán Iztaccíhuatl el pasado 4 de julio                           

ESTADO DE MÉXICO, 23 de julio.- La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) anunció la captura de nueve sujetos, entre ellos dos mujeres, en el municipio de Tlalmanalco, quienes presuntamente conforman una banda delincuencial relacionada con al menos dos asaltos con violencia a montañistas.

El aseguramiento se realizó tras una denuncia mediante la cual las víctimas señalaron que cuando se encontraban en un paraje de ese  municipio en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, fueron amagados por varios sujetos, quienes los despojaron de sus pertenencias.

 Derivado de ello, se hizo un operativo encubierto en el lugar “Piedra Lisa”, donde fueron detenidos los probables responsables al momento en que presuntamente cometían un robo en contra de tres montañistas.

 Los detenidos tienen entre los 20 y 40 años y al indagar se pudo determinar que estos sujetos se relacionan con el robo del pasado 4 de julio en el paraje “El Refugio de los Cien”, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, lugar en donde al parecer amagaron a nueve montañistas, a quienes presuntamente les hurtaron diversos objetos y dinero en efectivo.

 Los nueve detenidos fueron ingresados al Centro Preventivo y de Readaptación Social de Chalco.

 

 

 

 

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Salió publicado en Internet el 30 de mayo 2018

TEXCOCO, Méx. 30 de abril 2017.- Una pareja de paseantes que caminaban por una vereda del Monte Tláloc fueron asesinados a la altura del paraje Jardín del pueblo de Coatlichan.

A cada uno se le dio un tiro en la cabeza, al parecer para robar sus pertenencias, ya que a un lado había dos mochilas y algunas pertenencias en el suelo.

Hasta este lugar llegó una perito de la fiscalía de Texcoco para el levantamiento de los cuerpos.

Las víctimas eran jóvenes y no rebasaban los 30 años de edad.

Al Monte Tláloc arriban caminantes, deportistas, montañistas y familias a caminar o hacer deporte.

A la entrada hay una pluma operada por vigilantes de los ejidos que son responsables de esa área de recreo.

Por la zona hay poca vigilancia policiaca y muchas personas caminan por las veredas del Monte Tláloc, sin tomar sus medidas preventivas.

 
Esta es la foto de la nota de los asesinados en el monte Tlaloc

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Nota  publicada en Internet en 30/sep/2018

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Dos distintos grupos de montañistas sufren asalto a mano armada en las faldas del Iztaccíhuatl el pasado 23 de septiembre.

 

Actualización: 24 de septiembre, 17:04 hrs. Se incluye comentario sobre la seguridad en el Iztaccíhuatl por el lado de Paso de Cortés, y mención de la lista de parajes peligrosos identificados por la Alianza por la Seguridad en las Montañas.

 

 

El pasado 23 de septiembre dos grupos distintos de montañistas sufrieron un asalto por un grupo armado en las faldas del Iztaccíhuatl, a la altura de Loma Corta, alrededor de las 4:30 de la tarde, de acuerdo a lo comentado a Freeman Outdoors por personas cercanas al hecho, así como autoridades locales.

 

El primer asalto a un grupo de tres montañistas, se presentó al inicio de Loma Corta. El segundo asalto fue a dos mujeres, quienes se encontraban unos cuantos metros más arriba.

 

Los tres asaltantes, quienes portaban machetes y un arma larga, despojaron de sus pertenencias a ambos grupos. Tras el segundo atraco y al verse sorprendidos por un tercer grupo de montañistas que presenciaron los hechos, huyeron por el costado derecho de Loma Corta.

 

Finalmente, el primer grupo avisó a la policía y posteriormente se encontraron todos en la zona de Nexcoalango, tanto los dos grupos de personas que sufrieron el asalto como los montañistas que pudieron presenciar los hechos. La Policía de Montaña desplegó un operativo de búsqueda en la zona.

 

 

“Montamos el operativo desde los senderos inferiores hacia los superiores.  Posteriormente, elementos de seguridad dieron con el grupo de asaltantes, quienes intentaban escapar en motocicleta. Sin embargo, al perder el control del vehículo, los asaltantes comenzaron un enfrentamiento con los elementos de seguridad, disparándoles y posteriormente huyendo. El vehículo fue entregado al ministerio público. La investigación continúa y estamos presumiendo de quiénes se trata.” – Juan Salvador Sánchez (Encargado Policía de Montaña y Agreste)

 

La última vez que se realizó un reporte de asalto en la zona fue hace más de tres años, gracias a los esfuerzos de la Policía de Montaña y apoyo de gobierno en la región.

 

A partir de la creación de la Policía de Montaña -un logro importante conseguido a través del grupo “Montañistas Unidos”, y la atención de las autoridades del Estado de México-, se ha logrado mantener la seguridad en el Iztaccíhuatl por el lado de Paso de Cortés, donde se considera perfectamente seguro al momento. Sin embargo, la zona de “la Cabeza”, que parte del poblado de San Rafael, aún se considera de alto riesgo.

 

 

“Pudimos observar (más cerca de lo que nos hubiera gustado) como estos tres infelices tapados de la cara y vestidos con ropa negra y de camuflaje, bajaron con mochilas y otras pertenencias en las manos. (…) No quisimos arriesgarnos y esperamos un tiempo, luego nos pasamos del otro lado de la loma y bajamos escondiéndonos entre maleza y árboles. Una vez llegados a trancas, escuchamos ruidos de una moto, afortunadamente eran dos policías en una cuatrimoto y les contamos lo sucedido.” – Testigo del hecho

 

Se esperan reportes positivos por parte de la Policía de Montaña, quienes han contribuido consistentemente a la seguridad en el Iztaccíhuatl y Nevado de Toluca en los últimos años. Asimismo, se recuerda a los visitantes que extremen precauciones en zonas de conocida peligrosidad, y se invita a continuar impulsando el sentido de solidaridad que caracteriza a la comunidad de montaña.

 

En 2012, de acuerdo a lo publicado entonces por el portal Montañismo y Exploración, las zonas identificadas de riesgo -y que hoy en día siguen presentando reportes de inseguridad-, son 18 parajes en las montañas de México central. Dicha lista fue elaborada por la Alianza por la Seguridad en las Montañas, y puede consultarse en la publicación original, aquí.

 

Se anexan tres comentarios que en internet se hicieron el mismo día a esta noticia:

 

Fidel Martinez

O sea, la policía iba en moto, los malandros a pie porque perdieron el control de la moto en la que iban, se enfrentaron, ellos con escopeta y los policías con su armamento y radios. ¿Y se les escaparon? 😂😂😂

No pues...saquen sus propias conclusiones

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David Webb M G

Que triste... Lo malo es que cuando uno se defiende y toma medidas... Valen más los derechos de esos desgraciados que los de uno.

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El Gallo

Me queda la duda de a qué le llaman "Loma Corta". Yo "Loma Corta" la ubico arriba de Loma Larga, antes de llegar a Láminas.

Y no es cierto que el último reporte de asalto "fue hace más de tres años". En Semana Santa de este 2018, un grupo de jóvenes fue asaltado en la misma zona (Trancas). Encapuchados con ropa de camuflaje ya los esperaban en ese lugar para amagarlos y robarles

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Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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