SCHOPENHAUER, TRES CASOS INCREIBLES DE MUERTOS APARECIDOS

 


Caso 1

Cuatro individuos excavan la tierra en busca de tesoro. Son las dos de la mañana y el lugar es un llano afueras de la población de Torreón Coahuila, norte de México. A esa área se le conocía como El Chaparral, por el tipo de vegetación propia del desierto.

Un individuo, de nombre Emiliano A. se llega hasta los buscadores y les insta de manera categórica  que suspendan la búsqueda. Se retira y lo pierden de vista entre la noche y el chaparral. Sólo lo ven alejarse, arrastrando el pie de la pierna derecha lo que lo hace inconfundible, además es alto, fornido y con una voz grave. Lo conocen y lo apreciaban, intrigados, le hacen caso y suspenden la búsqueda.

Dos días después uno de ellos encuentra a Emiliano A. y le pregunta por qué les dijo que suspendieran la búsqueda. Sorprendido, Emiliano A. le pregunta lugar, día y tiempo. A esa hora, les dijo, y ese día, estaba en la fundidora Peñoles, cumpliendo su turno de noche. Su labor consistía en alimentar y cuidar las calderas de vapor que en esa época eran muy frecuentes su uso. No podía distraerse y descuidar su trabajo. Cuando el termómetro rebasaba la presión calculada, la caldera estallaba.

Los cuatro no regresaron a buscar el tesoro. El avatar irreal de Emiliano A. les dejó un mal sabor de boca y abandonaron la idea.

Contexto.

Estamos en el primer tercio del siglo veinte. La revolución mexicana acaba de pasar pero todavía hay grandes combates en el centro y norte del país.

Aquí se requiere una precisión. La revolución mexicana duró cuatro años, con la toma de Ciudad Juárez, el 20 de noviembre de 1910 al 23 de junio de 1914 con la victoria en  la Ciudad de Zacatecas por los revolucionarios contra el ejército federal que sostenía al dictador Victoriano Huerta.

Lo que siguió fue una lucha de facciones, ya entre los revolucionarios, por llegar primero a la silla presidencial y se prolongó durante varios años. Pero se le siguió llamando revolución mexicana. Enseguida se dio el cierre de iglesias, la prohibición de la religión y empezó la percusión religiosa contra el catolicísimo.  Esta guerra duró otros años más.

A la primera etapa, católica, de la independencia, contra España, que encabezaron los sacerdotes Hidalgo, Morelos y otros, en el siglo diecinueve, siguió la etapa de la ilustración. El estandarte ahora ya no era la virgen de Guadalupe sino los escritos de Juan Jacobo Rousseau. Terribles anatemas contra el poder español.

Conseguida la independencia, algunos políticos mexicanos del Ejecutivo se volvieron cómodos y en la mesa del hacendado ahora tomaban chocolate, y comían tamales, los otrora acérrimos enemigos: hacendados, insurgentes, liberales y sacerdotes. Los escritos de Rousseau se guardaron en las vitrinas. Rousseau ahora era algo para no mencionarse.

El 90 por ciento del pueblo mexicano seguía analfabeta, descalzo, muerto de hambre y esclavo de las tiendas de raya de las haciendas. Aquella connivencia entre opuestos dio origen a lo que se considera la primera revolución popular del siglo veinte en el mundo.

Al término de la lucha de facciones se volvieron a sacar de las vitrinas los libros de Rousseau, el liberalismo se volvió jacobino y empezó la lucha que se conoce como la Cristiada.

Le destrucción de las haciendas, en manos de los españoles todavía, y el de las iglesias y conventos, dio como resultado un saqueo de riquezas que quedaron en manos de algunos caudillos.

Había  premura del próximo combate o el defenderse del repentino ataque del ejército contrario  Lo que importa para nuestro relato es que con la prisa enterraban el tesoro o los valores en metal y monedas de oro, cáliz, crucifijos, etc. Muchos de esos caudillos murieron defendiéndose o atacando en la idea de un mayor saqueo. 

Ya los ideales de la lucha del principio habían quedado olvidados, entre proclamas redentoras para el pueblo,  ahora imperaba el interés político o del botín.

Se peleaba como tropa, tanto legal como ilegal siguiendo al general, pero el soldado raso ya había perdido la  idea  por qué se luchaba. En el origen se peleaba por la libertad, por mejoras económicas, etc. Pero ahora era contra aquel general.

Ante tal panorama caótico de conveniencia algunos veteranos, ya diestros en el ejercicio de las armas y la estrategia, abandonaban, formaban su grupo bandolero y se iban a depredar por su cuenta. 

Los ricos tenían manera de defenderse de estas gavillas y entonces se robaba a los pobres. Y así, los pobres  que se fueron a la revolución para dejar de ser pobres ahora robaban  a los pobres.

 Madame Calderón de la Barca consigna en su libro que el general llegaba a  un pueblo y exigía que se alimentara a su tropa. El pueblo, ya totalmente paupérrimo, buscaba las ultimas gallinas que quedaban por ahí y los últimos granos de maíz para las tortillas. 



Madame Calderón de la Barca. Retrato veraz y sin retoque de aquel México, su valiosa obra no es muy frecuentada por los mexicanos.





Frances Erskine Inglis, tambien conocida como Madama Calderón, esposa de Ángel  Calderón de la Barca( plenipotenciario encargado de entregar a México, en el siglo diecinueve, el reconocimiento de la independencia por parte de España).Mujer  culta y hermosa nacida en  1804 en el Reino Unido, que al pisar tierra mexicana conocía la historia del país como muy pocos mexicanos pudieron haberla conocido en esos días. Escribió un libro titulado La vida en México. Prescott, gran historiador de la conquista de México, la alentó a publicar el abundante  bagaje  de notas que ésta llevaba escritas de observaciones que hizo de primera mano(situaciones vividas por ella) de cómo era entonces la tormentosa vida política y civil en México. 

A la semana siguiente llegaba el otro general y exigía lo mismo. Ante la imposibilidad de cumplir se fusilaba a dos o tres y se hacia la acusación de ser seguidores del general de la semana pasada. No es novedad el dato que en este tiempo se llegaron a comer perros y  los cinturones de cuero, para los pantalones,  se hervían para comer como carne. 

 En tanto la gente  rascaba hasta por debajo de la tierra buscando algo para tratar de  comer a la tropa, las muchachas, que previamente eran escondidas, ahora eran buscadas por estos nuevos  libertadores del pueblo.

El México de ese tiempo era la viva imagen de la antrópia, palabra que significa desorganización. Pero una desorganización al grado que  lo colocaba en la antesala de la disolución como Estado. 

Estados Unidos, que siempre ha abrigado la idea de anexión total de México, pudo haberlo hecho   entonces  con todas las posibilidades de éxito (este año, 2022, Donald Trump, expresidente de Estados Unidos acaba de decir que Estados Unidos debería  invadir México como Rusia está haciendo en Ucrania). 

Patton, que entonces era teniente y tomó parte en la Expedición Punitiva que entró a México(con permiso de Venustiano Carranza, entonces el jefe Máximo) en busca de Francisco Villa, levantaba la voz  que era  el  momento de la anexión. 

La inseguridad social que eso implicaba para ellos fue lo que los detuvo. Al otro lado del mar, a la sazón, Alemania había emprendido la guerra que después tomó dimensiones  mundiales. Estados Unidos ahora necesitaba aliados, no enemigos. De manera colateral Alemania salvó a México.

Se perdió de vista si seguían siendo revolucionarios o ya eran del ejército federal. Medio año más tarde el jefe del ejecutivo era asesinado o derrocado (Pedro Lascuráin duró 45 minutos de presidente de la república el 19 de febrero de 1913). Los otrora defensores del orden quedaban de ilegales y los anteriores rebeldes eran ahora los legítimos.


foto de la revolución mexicana

Algunos  ya no regresaron por su tesoro escondido





Y el tesoro se quedó enterrado en un lugar que nadie sabía, solo se imaginaba. De ahí que en tiempos posrevolucionarios hubo mucho afán en buscar tesoros, sobre todo en los desiertos del norte, en el que habían tenido lugar las grandes batallas. Al grado de experimentar un auge la venta de aparatos de buscador de tesoro.

Nota.

Este relato lo escuché al menos doscientas veces en mi vida. Emiliano A. era mi padre. La gente de antes repetía, exactamente, como la vez anterior, su relato oral cuantas oportunidades tenía a la mano con algún familiar o amistad.

A partir de los años cincuenta en México, con la televisión, la gente dejó de tener pretérito.

 

Caso 2

Una numerosa familia regresa a Torreón Coahuila, luego de una visita a la virgen de San Juan de los Lagos, en el estado de Jalisco, México. Comunican a una familia conocida de ellos que en San Juan encontraron a la mamá de la vecina. Estaba barriendo el gran patio exterior del templo de la virgen.

En México la “virgen nacional” es Guadalupe. El pueblo (el 90 por ciento) la adora, no sólo la venera, por llevar grabado en el inconsciente colectivo a Chicomecoatl, la diosa primordial del mito religioso mexica. Con la conquista española, en el siglo dieciséis, Chicomecoatl cambió de iconografía.

Por regiones, los dioses y las diosas de la religión náhuatl, fueron siendo sustituidos por santos o vírgenes del cristianismo. Quetzalcóatl por el Señor de Chalma, Tezcatlipoca por La Santa Cruz, Tláloc por San Isidro el Labrador, Las diosas de la generación (Chicomecoatl, Coatlicue, Tonantzin, Xochiquetzal, Xochiteotl) por la virgen María, Huitzilopochtli por Santiago Apóstol...

¿Dicen que vieron a mi mamá en el atrio de la virgen?¡No puede ser, mi mamá murió hace cuatro meses!

Pues la vimos y eso fue la semana pasada. Y la vimos todos los de mi familia. La saludamos y nos dijo que estaba cumpliendo una manda, de algún milagro que la virgen le hizo y ella agradecida prometió ir a barrer el patio de su iglesia…

 

Caso 3

 

Son las doce del día. Es domingo y la familia a salido de la casa. Unos a la iglesia, otros al mercado, otros al estadio de Ciudad Universitaria a ver el partido de futbol Pumas VS Cruz Azul.

Con la ausencia de tantas voces se oye el silencio de la casa.

¡Leo Moby Dick, me acuerdo bien, en el momento que, luego de la muerte del capitán Ahab, los arponeros del barco ballenero, antes cautos y hasta supersticiosos, se vuelven locos y también van en busca de la ballena asesina al grito de “¡Somos arponeros!  y, en lo posible, rescatar el cuerpo del capitán que ha quedado enredado entre las cuerdas de los arpones que en su cuerpo lleva la ballena.

Escucho la voz, fuerte, de mi hermano Mario que pronuncia mi nombre: ¡Armando! Instintivamente veo la hora en el grande reloj de la pared. ¡Las doce en punto!

Mario llevaba ya semanas internado en el hospital  López Mateos, Del ISSSTE, por habérsele vuelto incontrolable la diabetes.  Lo pasaron a otro hospital, el de las Vías Respiratorias, en Tlalpan, sur del Valle de México. Antes era para sólo tuberculosos.

Era día de visita a los enfermos, a partir de las cuatro de la tarde. Su hermano murió, me dijeron, a las doce del día.

Este fenómeno increíble ya lo consigna Schopenhauer: "Si, por ejemplo, un moribundo actúa con un intenso anhelo o cualquier otra intención de la voluntad sobre una persona lejana, si la acción es muy enérgica se presentará su figura en el cerebro del otro, es decir,  se le aparecerá en la realidad exactamente igual que un cuerpo."

 

 

Schopenhauer, en su obra Parerga y Paralipómena, le dedica un amplio capítulo a experiencias de este tipo. El gran escéptico se apresura a decir que  por algún mecanismo del inconsciente, todo está, en principio, en el que percibe.

Schopenhauer es ateo, lo declara él mismo, y no cree ni en la paz de los sepulcros. Empezando en que no  cree lo que dicen los filósofos, y menos los filósofos   de academia.  Sólo cree en la numinosa Voluntad. A Goethe lo respeta. Se declara kantiano, pero en un 90 por ciento, el resto tampoco le cree a su amado modelo en filosofía.

Sabido es que a Hegel, ese gran paradigma tanto de románticos como de materialistas, le dedica al menos doscientos adjetivos calificativos francamente impublicables pero que él sí se apresuró a publicarlos.

Tan escéptico que francamente no tiene esperanza que los contemporáneos, a los que considera perdidos en la inanidad cultural, sepan apreciar su obra y espera, lo declara, a una generación del futuro que pueda leerlo. Él escribe para la generación que todavía no llega.

 Sin embargo, Schopenhauer no puede escapar al misterio. Menciona numerosos casos de sonambulismo, videntes y espectros de personas ya fallecidas que en algún momento se hacen presentes. Casos   a los que él tuvo acceso en la vida real o en investigaciones de obra literarias, revistas y material hemerográfico.

Entre tantas, cita a san Agustín quien consigna, dice Schopenhauer, un caso de dos muertos que se hacen presentes a alguien todavía con vida ( obra citada,    capitulo:  Ensayo sobre la visión de Espectros y lo que se relaciona con ella).

Schopenhauer no cree que se puedan  remitir estos sucesos a niveles de la metafísica, espera (él mismo declara no saber la respuesta) que un día se podrá encontrar la explicación en el terreno humano, es decir, dentro de le fenomenología.

 Entretanto, el misterio queda en el aire.

 

 

FAULKNER, LA TARDE DE UNA VACA

 


Cuento


Faulkner era un individuo que escribía novelas y cuentos.

El señor Faulkner es homónimo del autor de esta obra o William  Faulkner se metió en el cuento de la vaca como personaje. Es cosa que nunca se sabrá. Lo que es cierto es que la gente de su cercanía le llama (a sus espaldas): Ernest be Toogood que, según la nota del traductor, quiere decir algo así como “Sé demasiado bueno”.

El narrador del cuento está tomando notas de lo que le dice el señor Faulkner  para escribir un artículo que se publicaría al día siguiente. Con mucha atención pues el señor Faulkner es, como algunos intelectuales, de una personalidad prácticamente indescifrable, velada, inexplicable para la gente del común.

 “Violencia estática” es la impresión que la gente tenía de su carácter cotidiano.  Vivía en los niveles numinosos de las letras con casi nada de contacto con lo fenoménico de esta tierra.

El asunto es que una vaca cae en un barranco, parece que se ha perdido y los hombres de la granja, incluido el señor Faulkner,  se avocan a su búsqueda.

Sucede en el trascurso de un pastizal, seco, que de pronto se enciende y el humo impide ver  el horizonte.

Alguien da la alarma:  Stonewall (un caballo), Beulah (otro caballo) y la vaca,  no se ven por ningún lado. El humo espeso dificulta la búsqueda.






W. Faulkner

El señor Faulkner a su vez, por ir a tientas entre el humo, cae en el barranco y, con tan mala suerte que queda debajo de la vaca. 

La vaca, como suele suceder a algunos humanos, cuando están bajo una gran emoción, o un agudo   estrés… Bueno, pues se le aflojó el esfínter y…

Cualquiera se alarmaría al verse cubierto de…El señor Faulkner sólo indicó a uno que estaba arriba.” Echa la cuerda”.

No hay que ir tan lejos para conocer el “indescifrable” carácter o personalidad del individuo. Aunque sea por un instante, un destello. El círculo de personas, cosas o situaciones de nuestro entorno inmediato puede ser suficiente para ello, incluida una vaca.

¿Continuamos donde nos quedamos? preguntó el narrador

-¿Continuamos qué?-dijo el señor Faulkner ya una vez han salido del barranco y rescatado a la vaca.

-Sus ideas para mañana.

El señor Faulkner guardó silencio.  Se limitó a beber con aquella violencia estática que correspondía a su carácter cotidiano. Y entonces supe que volvió a ser el mismo, y que el auténtico señor Faulkner que se había manifestado ante Oliver y ante mi transitoriamente en los pastos había retornado ya a su feudo inaccesible, de donde jamás nadie salvo Beulah, la vaca, le había hecho salir y en donde ya jamás ya nos sería dado verlo.

BERGSON, MAS ALLÁ DEL NIHILISMO

 


Valores eternos son los que busca la filosofía, pero con frecuencia la actualidad,  de    algunos de sus personajes, es rebasada y nos parecen ingenuos vistos en los tiempos que corren. El caso de Santayana, ese gran filósofo estadounidense- español.

 Sus raíces, a las que jamás renunció, pertenecen a España, pero su niñez, así como su   educación (de estudiante y de docente) de toda su vida trascurrió en Estados Unidos.

Se declaraba católico, pero no tan católico. “Católico estético”, se autocalificó. Un día, ya vejestorio (palabra suya) abandonó todo y pasó sus últimos años (murió en 1952) en un convento(de las Hermanas Azules) de Roma.

En su valiosa y amena, por qué no decirlo, referencia a la obra de Dante, encuentra sucesos horribles que siempre han perturbado la mente de la cultura occidental. El caso de Hugolino, encerrado en la torre y condenado a morir de hambre o comerse a uno de sus hijos:

Si tuviéramos que elegir la más espantosa de las escenas del Infierno, tendríamos que escoger la historia de Hugolino, pero ésta no es sino una pálida narración de lo que había realmente presenciado Pisa.    George Santayana, Tres poetas filósofos

A modo del horror que nos causa el sacerdote azteca, sacando en vivo el corazón de un prisionero con un cuchillo de obsidiana, y casi pasar por alto los quince soldados que de un solo cañonazo caían despedazados en el Waterloo de Napoleón.

Así, en países de América, no en todos, usted puede toparse en la calle, entre la basura, con una gran bolsa llena de cabezas humanas. O fosas llamadas clandestinas con cincuenta o cien cadáveres. Con la frecuencia que eso sucede, poco a poco le han ido quitando al hallazgo la traumática sorpresa del principio.

¿Cómo el pueblo sigue manteniendo la fe en un mundo mejor? ¡Precisamente por esos pensadores a los que nos referíamos al principio! Uno de ellos es Bergson.

No es que sean ingenuos, reconsideramos, pues su “talacha”, su diario vivir, su diario trabajar, su diario laborar, consiste en pensar, en sopesar   la tesis y la  contra tesis del bien y el mal, de la verdad, de la libertad.

Talacha. Palabra hibrida de origen náhuatl y español que se refiere a un instrumento para trabajar la tierra. Se menciona como tarea diaria y fatigosa.

En sus Tratados filosóficos, Séneca (4 a C.), hombre de letras, de poder político  muy cercano  a los  emperadores romanos Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, sabe que, en política, en los negocios, en el trabajo, con frecuencia también en el amor, y prácticamente en todos los quehaceres de la vida diaria, hay intereses, no amigos.

Discépolo, gran compositor argentino, metió en uno de sus tangos toda la filosofía escéptica: "La indiferencia del mundo, que es ciego y es mudo...El mundo gira, gira, aunque te quiebre la vida, aunque te muerda un dolor, no esperes nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor..." 

Enrique Santos Discépolo 1901-1951 

Es cuando Séneca  habla al pueblo para no caer en el vacuo.

Señala en qué solar del caminar cotidiano encontraremos amigos que nunca nos defraudarán y es en la filosofía:

Zenón, Pitágoras, Demócrito, Aristóteles, Teofrastro,  y los demás varones eminentes en las buenas ciencias. Ninguno de estos estará ocupado, ninguno dejará de enviar más dichoso y más amador de sí, al que viniera comunicarlos; ninguno de ellos consentirá que los que comunicaren salgan con las manos vacías. Abierta tiene la puerta día y noche a todos los mortales.



Boecio visitado por la Filosofía. 

Injustamente condenado a morir al día siguiente, no perdió tiempo y escribió y escribió y escribió…Del bien y del mal, de la libertad y de la verdad...

Boecio, Roma, Italia,524 d, C.





La tragedia es que el pueblo no conoce, o casi, a esos pensadores.

Los gimnasios, academia y universidades, preparan hombres sabios para la industria, para la prosperidad material. El PIB, para el progreso cultural, en cambio, empieza a atorarse en algún escritorio de los grandes presupuestos.

No obstante, el pueblo ignorante, el hombre de banqueta, sigue adelante porque intuye ( sabe antes de saber o  saber antes del razonar) que en algún lugar de este planeta hay gente como Bergson (siglo veinte) que, contra viento y marea, sostienen la esperanza y escriben, como él lo hizo:

Hay sociedades que progresan, probablemente aquellas que por condiciones de existencia desfavorables se han visto obligadas a cierto esfuerzo para vivir y que de tanto en tanto han consentido en acentuar su esfuerzo para seguir a un iniciador, a un inventor, a un hombre superior.     Bergson, Las dos fuentes de la moral y de la religión

 

 

 

 

 

KANT, EL SABOR DEL VINO

 


El sabor del vino no está en el vino sino en el que lo toma.

 Kant nos dice que hay que atenerse a lo que uno siente y piensa, no en el sabor del vino que otros dicen que tiene.

El sabor del vino no pertenece a las determinaciones objetivas del vino y por lo tanto de un objeto, aun considerado como fenómeno, sino a la particular constitución del  sentido en el sujeto que lo prueba         Critica de la razón pura

Apresurémonos a decir que la comunidad toma parte importante en la evolución de nuestra personalidad, pero entregarle carta blanca te arrojaría a la zona de la vacuidad.


Tu propia disposición y habito te dictarán esos juicios

Apuntó George Santayana en Diálogos en el Limbo


La sexualidad no es como nos dicen que es, sino la que uno vive y piensa.

En entrevista que Jefeey Michelson y Sarah Stone hicieron a Norman Mailer en 1981, el autor de la novela Los desnudos y los muertos, sobre el tema de la sexualidad, haciendo referencia a los movimientos de las feministas.

Creo que la razón fundamental es que mis ideas sobre la sexualidad son más complicadas que las suyas. Y esto no lo toleran. Tienen una noción muy simple de la sexualidad y pretenden arrasar con ella. En cuanto a mí concierne, cuando se ponen así me parecen peores que los comunistas que conocí en las décadas del cuarenta y del cincuenta.

Ya en los comienzos del cine aparecía la advertencia, que se continua hasta la fecha en series cinematográficas surcoreanas: “Los personajes, incidentes, entidades y contextos son ficticios”. Fake News.

Aun la novela, que requiere mucha investigación sobre historia real de grupos, costumbres, países o individuos, va a desarrollarse según lo quiera el autor.

 Esas obras liricas, producto de la mente del escritor, ya existían desde los tiempos de Homero. Y luego Dante y su monumental imaginación con Dite, unos de sus personajes centrales.

Estas obras de imaginación, estas hermosas y cultas fake news, tenían todavía referencia con la realidad. Una realidad, valga la expresión, real.

Era un valioso diálogo entre la idealidad y el también valioso vacuo empico que Cervantes nos dice con sus cautivadoras caminatas de  dos personajes a  través de esos caminos de la Mancha.

Las fake news en la actualidad han pasado a ser parte de la industria de la diversión. Al principio del programa aparecen las palabras fake news noticias falsas. Mentiras que a nadie   engañan pues ya aclararon que son mentiras.








Dibujo tomado de El Pais,11 de octubre de 2014










Así pasamos dos o tres horas frente a la pantalla. Ya no buscamos la verdad y la libertad, metas perseguidas con tesón por grandes pensadores a través de los siglos. Ahora comemos palomitas en tanto vemos fake news.

Para su tiempo Kierkegaard lo dijo de esta manera, doliéndose que precisamente son los intelectuales los llamados a desparecer la inanidad en el pueblo, se avocan en cambio a trata de destacar sobre otros intelectuales, tratando de marcar cual es el sabor del vino.

Un pensador de moda trata de adelantarse a otro añadiéndole nuevos significados a los términos, para obtener un eclecticismo a la moda y un dominio temporal sobre la masa…Las gentes comunes y corrientes se ven arrastradas por las olas sucesivas de opiniones o se retiran con desconfianza y escepticismo de toda actividad intelectual.



Dibujo tomado de El País, 14 de diciembre de 2019


En la actualidad políticos y artistas, en tribuna unos, y otros en la pantalla casera, se agreden hasta con la cubeta. Por la noche cenan felices y contentos en algún restaurante de la ciudad, satisfechos de haber marcado al pueblo cual es el sabor del vino.

En otro nivel Leibniz proclama que este mundo es el mejor de los mundos posibles porque en  él reina una paz preestablecida por una fuerza  numinosa.

Para Schopenhauer es el peor de los mundos pues  es habitado por toda clase de zorros, malvivientes, criminales y destructores de cuanto valor de calidad positiva puede haber en él. Para Schopenhauer lo único valedero es la compasión, antítesis del egoísmo, pero precisamente, dice, es más fácil encontrar oasis en el desierto que compasión entre los hombres.

Todos nos dicen cómo es el sabor del vino, según el sabor de su paladar.

La brújula para conducirse a buen puerto, a través de toda esta locura es, para Kant, en lo individual atender a la razón. Fuera de la cual existe un mundo calcopiritico en lo general y sólo sirve para el interior del grupo o del individuo.

La razón es la que nos puede liberar de la locura de cosas y situaciones, que por estar siempre cambiantes, no llevan a nada. Pero no a la nada tan valiosa de los filósofos sino  a la inanidad de las  fake news.

El vino tiene el sabor que le encuentro, no el que me dicen que tiene.

Kant se refiere también a la rosa, esa belleza de las flores:

Una rosa, vale como cosa en sí misma en el entendimiento empírico, pudiendo sin embargo aparecer, en lo que toca al color, distinta a distintos ojos.

Kierkegaard, ese gran pensador danés  que vivía atormentado por el pecado original, no se expresaba bien de las masas. Lejos de odiarlas, se desesperaba porque no investigaban por su cuenta cuál es el sabor del vino. James Collins, uno de sus biógrafos, anota:

Kierkegaard confesaba que sus ataques iban dirigidos a las masas, no para incitarlas a hacer algo como multitud sino para seleccionar hombres, uno a uno, como individuos. De nuevo volvía a su modelo venerado, Sócrates, un pensador que lucho con todo su corazón para hacer que la gente pensara por sí misma, usara de su juicio independientemente y obrara después de una elección deliberada.

 

 

 

JASPER, IR DE CAMINO, NUESTRA ESENCIA

 

 

Nuestra esencia es ir de camino: Karl Jasper

Da la impresión que está hablando a los alpinistas.

Hubo un tiempo en que la gente se congregaba en sociedad para ayudarse mutuamente y lograr la seguridad, escribió Karl Jasper en su obra La filosofía.

Esto se puede encontrar todavía en comunidades rurales. En la ciudad no. No en lo general y sólo en islas aisladas como partidos políticos históricos, sindicatos serios y algunas asociaciones. En las ciudades son círculos limitados de hombres los que se asisten realmente unos a otros:



En la llanura sin límites de los 52° C, lejos del tumulto y el relativismo

Armando Altamira Areyán y Luis Burgos Peraita

Desierto de Samalayuca, Chihuahua, México.


No hay Estado, ni iglesia ni sociedad que proteja absolutamente. Semejante protección fue la bella ilusión de tiempos tranquilos.

Semejante decadencia es donde se nutren los salvadores de la sociedad o, en los países de la democracia, los partidos políticos de ocasión.

Entretanto el individuo parece perdido en un mundo incierto que ya existía cuando nació:

Ese olvido de si mismo resulta fomentado por el mundo técnico. Este mundo reglamentado por el reloj, dividido en trabajos absorbentes o que corren vacíos y que cada vez llenan menos al hombre en cuanto hombre, llega al extremo de que el hombre se siente parte de una máquina, que es llevada  o traída alternativamente de aquí para allá, y que cuando queda en libertad   nada  sabe qué hacer de si misma. Y cuando empieza justamente a volver en sí, el coloso de este mundo le hundirá  de nuevo  en la omnidevoradora maquinaria del trabajo vacío y de un vacuo  goce de tiempo libre.



Ir de camino, nuestra esencia.

Del libro Técnica alpina, de Manuel Sánchez y Armando Altamira G.  Editado por la UNAM, 1978


Hora de ir a las montañas de la soledad o al desierto sin límite a la vista. Nada nuevo. Durante miles de años el humano, hombres y mujeres, han buscado alejarse del tumulto y de lo relativo para reorganizar los pensamientos y volver al valle con nuevos bríos.

Dialogar conmigo mismo, con mimismo. De ahí la expresión: mi yo. Yo y mi yo. Es como la presencia de un sujeto frente a otro sujeto. De otra manera sólo sería un monólogo. Y de monologuistas está lleno el manicomio. Un manicomio que ya no tiene muros que lo delimiten.



En las montañas de la soledad terapéutica

3,000 m, Sierra de Pachuca, Hidalgo, México


Nadie puede vivir lejos de la comunidad, de la que el individuo es parte. Hasta Zaratustra tuvo que bajar a la aldea después de diez años de vivir solo en su cueva de la montaña.

El pueblo es positivo, no decadente. Cada mañana se levanta en busca de trabajo, de escuela, de comida, de cultura, de sana y terapéutica diversión.

La desilusión que le causaron los que se fueron sin haber cumplido lo que le prometieron: orden social, prosperidad económica y progreso cultural, ya ha sido desplazada y de nuevo vuelve a ponerse en movimiento.

Esperanzado el pueblo acude otra vez a las urnas no por inocente. Va con actitud positiva de que ahora si se haga realidad el mejor de los mundos, tan prometido por lo civil, y tan largamente soñado por los filósofos.



Con mi otro yo

 en los 4,200 m y -10°C del flanco oeste del Pico de Orizaba( 5,600 m) 

Veracruz, México.


 En contra de esta total desconfianza que merece el mundo habla otro hecho. En el mundo hay lo digno de fe. lo que despierta la confianza, hay el fondo en que todo se apoya: el hogar y la patria, los padres y los antepasados, los hermanos y los amigos, la esposa. Hay el fondo histórico de la tradición en la lengua materna, en la fe, en la obra de los pensadores, de los poetas y los artistas.

 Es cuando Jasper dice:

Nuestra esencia es ir de camino

 

 

 

 

LEWIS, ¿POR QUÉ LEER?

 


La literatura nos ayuda a mejorar nuestra comprensión de las personas, y éstas nos ayudan a mejorar la comprensión de la literatura

C.S. Lewis, La experiencia de leer

Todo para mejorar. En un mundo que parece estar patas arriba, leer y escribir es tarea de primera necesidad.

Comemos para alimentar al cuerpo, pero nos olvidamos de nutrir esa dimensión del cerebro que tiene que ver con la cultura y cosas que pueden ser trascendentes para bien.



Tara, el fantástico mundo de Margarita Mitchell


Parece. No es el Apocalipsis, ese libro serio y fundamental para las cuestiones del espíritu, pero que se presenta como   moneda distorsionada que siempre impacta sombríamente a los desprevenidos. Contribuyendo a la confusión que se esparce como virus patógeno infeccionando a la sociedad.

"Tiempos de disolución inaudita", observa Karl Jasper en su La Filosofía.

El mundo marcha porque hay fuerzas, de todo tipo y color, en equilibrio dialectico de los “contrarios”, mejor: opuestos, se oye menos agresivo, o que difieren.

No es, ciertamente, el mejor de los mundos, como asegura Leibniz. Empezando por los medios que nos presentan, de manera destacada, lo que está en descomposición pues es lo que vende. Son un negocio, no una obra de caridad.

Sigue la dudosa calidad de las redes sociales y lo que se llaman las Fake News o noticias falsas.

Tampoco es el mundo nervioso, o estresado, como ahora se estila, que pregona Kierkegaard, por culpa, dice, que cargamos con eso del pecado original.



Marco Aurelio emperador, supo unir lo especulativo con lo espiritual


Es cuando Lewis se refiere a la acción terapéutica de la literatura:

Si no podemos escapar del calabozo, al menos podemos mirar a través de los barrotes. Mejor eso que permanecer en el rincón más oscuro, echados sobre el jergón.

Vieja es la conducta que echa a pelear a la fantasía con el pensamiento especulativo, y viceversa. Son mundos monocromáticos, por demás dogmáticos, y no ayudan a seguir caminando. Con muchos tonos pero que no pasan de un mismo color. 

Meras opiniones que aspiran a ser creídas como valores universales.

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La poesía. Wiliam Carlos Williams


Lewis pugna por las regiones del espíritu donde se puede respirar oxígeno. No hay por qué tenerle miedo a la fantasía, a fantasear. Lejos de las conductas escleróticas que interrumpen la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Si se prefiere, del cuerpo con el alma. 

Hay mucha pobreza material en el mundo, pero es más la pobreza de humanidad. Si sólo el 2 por ciento de la población mundial lee de cultura, la pobreza de humanidad es el resultado lógico. Una sociedad darwiniana que, como en las películas del viejo oeste, el que saca primero la pistola es el que gana.

Lewis:

La mayoría de nosotros no cree que  el universo de Dante se parezca para nada al universo real. Ninguno de nosotros puede aceptar al mismo tiempo las concepciones de la vida de Hous-man, Chesterton o la del Ornar de Fitzgerald y la de Kipling…historias que narran cosas que nunca han sucedido. ¿Qué valor tiene concentrarse para imaginar cosas que nunca podrán existir, como el paraíso terrenal de Dante, el pasaje de la Riada en que Tetis surge del mar para consolar a Aquiles, la dama Naturaleza de Chaucer o de Spenser, o la barca esquelética de La balada del viejo marinero?



                    Cervantes, Idea y mundo


Aquí es donde anota:

La literatura nos ayuda a mejorar nuestra comprensión de las personas, y éstas nos ayudan a mejorar la comprensión de la literatura

Y agrega:

Los que estamos habituados a la buena lectura no solemos tener conciencia de la enorme ampliación de nuestros ser que nos ha deparado el contacto con los escritores.



Nezahualcóyotl, rey–poeta náhuatl, Sólo un poco aquí en la tierra, sólo un poco 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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