C.S.LEWIS, ESTILO PROPIO EN LA ESCRITURA Y MODO DE PRESENTAR SUS IDEAS INNATAS

 


 

24 de diciembre (2021), Navidad de la cultura occidental, se festeja: nacimiento de Jesucristo. Se le considera, en el catolicismo,  dios  creador del universo, de la vida  y de la humanidad.

 


Cruz  avatar de Jesucristo


20 de diciembre- 18 de enero (2021-9 calli), mes náhuatl Titil, se festeja a la diosa Xiuhcihuatl (junto con su contraparte Xiuhtecuhtli son  padres de los dioses y de la humanidad).

 



Olin avatar  movimiento náhuatl

 





“Nunca podemos ver las cosas exactamente como la ven los demás” C.S Lewis.

      

Luis escribió al regreso de la selva de Chiapas un relato de lo que vivió, vio y escuchó en la Segunda Convención del Ejército Zapatista al que habían enviado del periódico como corresponsal de guerra.

Nos contó Luis, una noche frente a la hoguera en nuestro campamento sobre los helados lahares occidentales, en la cota  (4.200m) del Pico de Orizaba(5,600m.).  Por la noche  cayó una nevada que cubrió tiendas, paredes, agujas y bosques de blanco,  pero tan somera que con dos horas de sol desapareció.



En los lahares occidentales (4,200m) del Pico de Orizaba (5, 600m)

Foto de Armando Altamira Areyán

 

A la sazón, dijo Luis,  los zapatistas le habían declarado la guerra al Ejército Federal.

Escribió un libro y alguien, que también estuvo en Chiapas, le reclamó que eso no era lo que había pasado en la Convención.

¿Qué hiciste-le preguntó Pancho en tanto arrojaba salchichas a la hoguera.

Le dije que escribiera su punto de vista. Lo hizo y  al salir publicado su libro, cinco  le reclamaron que de eso no se había tratado la Convención.

Entre otras cosas eso confirma que el mundo está lleno de  perezosos que no escriben pero sí critican.

¿Conclusión?-pregunto Kiva, la otra integrante de nuestro grupo en la montaña.

Pues la conclusión es que cada uno de nosotros tiene su modo muy particular de ver el mundo. Tal como lo dice Clive Staples Lewis, apologista cristiano, medievalista y escritor británico (1898-1963), en su libro  La experiencia de leer:

“Nunca podemos ver las cosas exactamente como la ven los demás”.

 Su carácter o fatum, su cultura, la información que le falta, la que quiere exhibir, la que esconde, etc.

 Es frecuente oír: “Esa muchacha tan bonita cómo pudo enamorarse de ese tipo tan feo”. Es obvio que las dos mujeres no ven de igual manera al galán en cuestión.

Así en literatura, en religión,   en historia, en política y en fútbol.

Más bien  quería comentarles  algo relacionado con esto de la diferencia  de modos de ver la vida,  en relación con  un individuo  interesante del segundo siglo de nuestra era que se llama Tertuliano.

Tertuliano es  gran  defensor del cristianismo que me parece viene a cuento con nuestro mundo moderno del relativismo y la Navidad que está cerca: gustaba criticar el politeísmo (él mismo era politeísta antes de convertirse en cristiano) pero después no admitía que lo criticaran.



Tertuliano


Y ese es el meollo del asunto: cada uno de nosotros ve su mundo que no necesariamente es el que el otro cree. Pero hay mucha proclividad en tratar de imponer a los demás nuestro modo de ser.  Queremos colonizar su mente.

Eso fue lo que sucedió en México en el siglo dieciséis. La cruz fue impuesta por la espada y se colonizó sin mediar el menor diálogo o señal de  eclecticismo.

La curiosa palabra eclecticismo es conocer las ideas del mundo y buscar vivir en armonía con ellas. Se parece al ecumenismo. Pero imponer su modo de pensar es tratar de colonizar nuestra mente, o nosotros la de ellos. En otras palabras, meterse con el  modo de pensar del otro.

El 10 de diciembre de este año (2021) en la Ciudad de México alguien dejó ir a propósito su automóvil a toda marcha contra una columna de peregrinos que caminando se dirigían a la Basílica de Guadalupe. Lesionó a diez personas. Pensaba diferente al modo católico, quería que los católicos pensaran como él.

Los inconformes con mi relato de lo de Chiapas padecían de ese síndrome. Con su crítica me estaba diciendo “Por qué no escribiste como yo pienso”.

Así va a pasar con Tertuliano. Tres contendientes había en la arena hace 18 siglos: gentiles, atomismo y monoteísmo. Con diferentes nombres han llegado hasta nosotros. Estos camorristas han hecho  historia, hablaban mucho entre ellos. Pero no para conocerse sino para imponerse.

Pero no nos apresuremos a condenarlos porque en  los siglos que estaban por llegar la cosa se iba a poner fea. Se puso.

Convertido al cristianismo, el pagano Tertuliano debe sufrir en propia persona las persecuciones que a la sazón, y ya desde hacía dos siglos, se desataron en contra de los seguidores de Cristo, por parte del Imperio romano.

 Para el año 200 los cristianos todavía no eran considerados sujetos de la ley, dice Tertuliano, no se les juzgaba, sólo se buscaba exterminarlos. Como hizo el del automóvil del día 10 que les cuento de la Ciudad de México.  Se les exterminaba, sin derecho de ser oídos. Tertuliano pide a las autoridades que señalen qué delitos contra el trono y contra el Cesar  cometen los de la nueva religión.

Nada. Son perseguidos y condenados a muerte no porque hayan delinquido sino por ser cristianos. No por el delito sino por la etiqueta: cristianos, nada más.

Es cuando Tertuliano  empieza a hacer duros y abundantes señalamientos en contra de  los dioses del paganismo. Tertuliano, desbordante ya del sagrado convencimiento en su nueva fe, va a caer en el mismo lugar de los paganos que condenan al cristianismo. Lo romanos perseguían al cristianismo y Tertuliano ahora condena el politeísmo. 

Igual sucedió con San Agustín. “Después de su conversión, fue obispo de Hipona, al norte de África y dirigió una serie de luchas contra las herejías de los maniqueos, los donatistas”.

Dicho de otra manera todos querían colonizar la mente de los otros. Los cristianos colonizar a los romanos y los atomistas, con Lucrecio a la cabeza, colonizar a  politeístas y a  monoteístas.

Kiva:

Pero al final el cristianismo logró colonizar el pensamiento politeísta romano, ¿no?

Es lo que se cree.  Más bien fue el ambiente filosófico griego  el que conquistó a los cristianos. El mensaje que los cristianos llevaban para el mundo lo encontraron ya muy establecido y maduro de siglos en la Hélade.

En su Introducción a la filosofía, Wahl se pronuncia en ese sentido: "Podemos observar que cuando Aristóteles decía que el hombre viene del hombre y no de la idea del hombre, como parecían decir  los filósofos platónicos, dio también indicios de una concepción que preparaba  el camino para la doctrina cristiana." Capitulo III-2

De haberse aferrado en el pensamiento sectario de Tertuliano, la Iglesia no hubiera trascendido más allá de las limitadas fronteras de Palestina. Una secta más en el mundo romano. En cambio la Iglesia tuvo la suficiente  visión y flexibilidad de escuchar.

¡Ya me perdí!- dijo  Pancho.

Luis:

Empezando por San Pablo, rompió con todo prejuicio y se fue a abrevar a la Paideia griega.

 Con San Pablo hay que  detenerse un poco. En sus epístolas habla a las comunidades griegas pero nunca dice lo mucho que aprendió de ellas. Se cree que San Pablo era el de más cultura de los primeros que siguieron a Jesús. De ahí que con toda antelación debió de tener información, o hasta formación, de la Paideia griega. Los otros, Pedro…eran sencillos pescadores y les costó esfuerzo mental aceptar que debían salir de Palestina para comunicar el mensaje de Cristo. Pablo sabía bien hacia dónde dirigirse desde el principio. Labor que se le facilitó dado que las sinagogas de Grecia ya estaban un tanto helenizadas.

San Pablo es semejante  al  clásico erudito de nuestro  tiempo, que lleva a cabo una acuciosa labor de investigación de los textos, para desarrollar su teoría, pero no menciona sus fuentes, o de cien dice una o dos.



Presocráticos


Le siguió San Agustín, el grande de la Iglesia católica. El Papa tiene el mando, pero San Agustín habla al hombre de carne y hueso. Deslumbrado y fanático vive encantado y perdido  entre las filosofías que corren en su siglo. Hasta que se decide por Cristo pero, duda y le habla a la Divinidad: “Quiero seguirte pero me gustan mucho las mujeres.”

Vivió trescientos años más tarde de haber muerto Jesús y ochocientos de los Peripatéticos y  se declara lector cuidadoso de Platón. No arranca de cero, como da la impresión con San Pablo.

 En  plena Edad Media, otro grande de la Iglesia, Santo Tomás de Aquino, de familia de la media aristocracia, llevado  al convento a los cinco años de edad, para su educación,  llegó precisamente a su casa de donde   ya no quiso salir al mundo. Inconmovible en su fe, no tiene prejuicios y se pasa la vida estudiando  a Aristóteles, figura famosa   de los antiguos tiempos  paganos.

Se cree que por Santo Tomás de Aquino occidente conoció a Aristóteles, al que hasta entonces la Iglesia  veía con desconfianza por la naturaleza de su filosofía pero también porque Aristóteles ya era familiar en los países árabes.

Y leer a San Francisco, con su manto viejo y roto   de la humildad,pidiendo limosna por las calles de Asís y, en gran medida rescatador de la Iglesia, ya a la  sazón más inclinada por el tener que por el ser, siempre recuerda este gran santo al emperador  romano pagano  Marco Aurelio.

Pancho otra vez:

O sea que todos buscaban colonizar a todos. Era bueno y hasta necesario conocerse, así es esto del pensamiento universal, pero  eso de exigir que se pensara como  el otro, se pasaba   de la raya…

Luis:

Así fue en los pasados siglos. La cultura iba para allá y para acá. Ahora, siglo veintiuno, un    nuevo contendiente ha saltado al ring y se llama “mundo moderno", y ¿qué creen lo que sucedió?

¿Qué?-preguntó Yuma

Piensen.

No la hagas de emoción y dinos que pasó.

No qué pasó sino qué está pasando. Los polemistas clásicos mencionados  fueron sacados del ring  y ya nada más habla el “mundo moderno”.

¿Qué habla?

Nada.

 ¿Cómo que nada? Se dice  que precisamente este siglo es el que está más comunicado: satélites, celulares, periódicos, televisión, computadoras, GPS, redes sociales, etc.

Estamos en la era de la industria del comentario electronico.

¡Del chisme electrónico!

No lo diría yo así pues el periodismo informa y forma. Chisme es una palabra   famosa entre los mexicanos pero muy dura y falta de tacto. Wahl define la palabra opinión  de manera elegante y culta: "Opinión es algo siempre flotante y no racionalmente fundado en la razón y la causalidad". Cierto que ahora el mundo está muy comunicado  pero ¿qué comunica? Su lenguaje, es decir, su monólogo,   es el relativismo. Relativizar todo y de esa manera ya no se comenta ni se cree en  lo otro. 

Yuma:

Coincido. En el soliloquio electrónico no hay derecho a réplica! ¿Dónde quedaron  el materialismo, el idealismo, el escepticismo, lo religioso, lo ateo, los hombres de dios, los hombres sin dios, los hombres del sabio  equilibrio  situados en medio de ambos extremos, como el  medio aristotélico. En una palabra, el diálogo. "Mediante la duda filosófica se busca la certeza".

Luis:

 Estos temas están allá, en los centros de estudio universitarios, lejos  del noventa por ciento del pueblo. Un diez por ciento que habla entre el diez por ciento,que escribe para el diez por ciento.

Pancho parece haberle caído el veinte porque dijo:

¿Dónde quedó la Divinidad?

Ese es el punto-contestó  Luis. Sin la Divinidad, como mencioné,  no habríamos pasado de nuestra Palestina intelectual, al menos esa es la idea de Wahl.

¿Quién es ese Wahl que tanto mencionas?

   Jean André Wahl  es un filósofo  francés, marsellés, profesor de La Sorbona entre 1936 y 1940 y entre 1945 y 1967 (25 de mayo de 1888 – 1974).  Su obra  es de un eclecticismo integrador, contrario al modo desintegrador que es el relativismo. Lo dice de esta manera:

“Con su aproximación a la idea de Dios han cobrado a veces los problemas de la filosofía una profundidad que parece no habrían tenido de otra manera; y el pensamiento humano ha madurado en medio de este ambiente teológico, a veces por medio de él, a veces en contra de él.”

Wahl se fue unos años a Estados Unidos, la Gestapo lo tenía en la mira. Regresó a Francia (1945) para enseñar en la Sorbona y fundó el Colegio Filosófico de París. Con Wahl no se pierde el tiempo leyendo con él  filosofía.

 Luis come  una papa asada, sacada con dificultad de la hoguera, y sigue:

El pueblo del noventa por ciento lo que busca es la oportunidad de adquirir cultura y lo que encuentra es una pantalla que habla mucho de nada  y además  no  escucha. Ese es  el cuarto contendiente que les menciono  y cuya bata de boxeador, como dije,  lleva el nombre de “mundo moderno”.

Este “mundo  moderno” no hace caso de la vieja confrontación  de los credos religiosos como en la antigüedad la vivió Tertuliano. Tampoco es el pleito de la materia con la idea, como la imaginaron Parménides y Platón o Lucrecio y Sócrates. Cada quien con su personal criterio, su personal estilo en el escribir. Esas memorables polémicas se acabaron, Ahora lo que  habla en soliloquio es una pantalla.

¿No resulta igual con los libros, que sólo ellos hablan y nosotros nada más leemos?

 Pero tenemos  la opción de, a nuestra vez, también decir cosas por medio de la escritura y así  el juego dialéctico continuaría. Como es el caso que les mencionaba de mi experiencia en Chiapas, de mis críticos que a su vez encontraron sus críticos. 

Leer además va instalando en nuestro cerebro, aparte de las ideas de calidad del mundo, la manera de leer fluido, escribir (redactar,crear) sin miedo y,vencer el hueso duro que, aun para los de nivel de facultad universitaria ,es la ortografía.

¿Es cierto todo eso?

Aun los grandes escritores no las tiene todas consigo. Sofía Behers, esposa de Tolstoi, revisó siete veces el manuscrito de La guerra y la Paz antes de darlo a la imprenta. Y muchas de las famosas novelas de los últimos siglos cuya impresión, ya salida de la imprenta, aparecen casi perfectas, se debe a gente especializada en eso,en revisar textos, se les conoce como  "corrector de estilo".  

En otro plano- continuó Luis-, pero con la misma idea del carácter  propio de cada individuo, grupo o cultura, Ángel Ma.Garibay K. en su prólogo a la Filosofía Náhuatl, del doctor Miguel León Portilla, escribe:

“No importa que Demócrito, diré al azar, haya tomado sus nociones de peregrinantes de la India .Su doctrina está expresada en griego. Es filosofía griega. El Autor (se refiere al Doctor Miguel León Portilla)  recoge sus datos  de documentos que dieron  los que hablaban náhuatl. Su filosofía  es náhuatl. Y, ¿Por qué no  azteca?”  



C.S.Lewis


Luis buscó en su celular y encontró otra cita de C.S Lewis. “Por naturaleza, cada uno de nosotros ve el mundo desde un punto de vista, y con un criterio selectivo que le son propios”.

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Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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