Introducción a la filosofía.
Fondo de Cultura Económica, México, 1988
Jean Wahl nació en Marsella, en 1888. Falleció en
París en 1974. Filósofo francés. Tras ejercer como profesor en EE UU, regresó a
Francia (1945) para enseñar en la Sorbona y fundó el Colegio Filosófico de
París. Es recordado, sobre todo, por su estudio sobre La
desdicha de la conciencia en la filosofía de Hegel (1929). Otras obras a
destacar son, entre otros títulos, Filosofías pluralistas de Inglaterra
y América (1920), Hacia lo concreto (1932) e Introducción
a la filosofía (1948).
Jan Wahl advierte del peligro que hay en apartarse de la
corriente general de la cultura para, en
su lugar, instalarse en una abstracción. No está contra la libertad de pensar
del individuo. Bienvenidas las culturas étnicas, las regionales y las locales. En la mejor convivencia con las universales.
Su temor está en que se caiga en la
tentación de querer imponer la abstracción y prohibir la corriente general:”No
hay términos más peligrosos para el pensar filosófico que “realismo”, “idealismo”,”racionalismo”,”empirismo”,
etc.
Pare ello se presta la ambivalencia de algunas definiciones. Platón, por ejemplo, puede
ser realista o bien idealista. Se le saca de su con –texto y ya forma parte de
otra cosa que él ni siquiera imaginó: “Observamos que realismo tiene un sentido
en cuanto opuesto a nominalismo y un sentido completamente distinto cuando se
opone a idealismo. De suerte que, por ejemplo, Platón es un realista en el primer
sentido y un idealista en el último”.
El gobierno en turno, del país sin nombre, procura marcar la impronta de su ideología.
Ahora liberal, ahora conservadora. Siempre hay intelectuales a doc. Diez o quince nombres que van a aparecer
y a reaparecer, una y otra vez, hasta la saciedad, en el panorama cultural de
ese país. Así es como la cultura que circula en los medios de información
masiva, y en las calles, se vuelve una cultura de autoconsumo. ¿Qué piensan,
que sucede, qué se escribe, en Europa, en Asia, en América, en Oceanía, en
África?
Mayormente los que se sienten llamados a revolucionar el
mundo de las ideas. Wahl recuerda que primero es necesario conocer los
antecedentes. ¡Sino conocen la tradición contra qué harán la revolución
cultural ? Nietzsche, el enemigo público número de Dios, conocía de memoria la Biblia. Faltos de información, y
de formación, con frecuencia se inventa el mundo de las ideas, sólo para
empezar donde empezó hace diez mil años.
“Es esencial revelar la continuidad del pensamiento desde
los antiguos griegos, hasta nuestro tiempo, no obstante revoluciones y
guerras”. Se refiere a las ideas que han durado a través del tiempo, a la luz
del Sol. Las que han pasado la prueba de
la antítesis. Dice que apartarse del pensamiento cultural universal es por lo
que siempre habrá lugares que gimen bajo el peso de una abstracción. De un solo
modo de pensar.
La sociedad plural es plural porque en lo individual cada
quien piensa como prefiere. La libertad de expresarse pero sin que nadie calle
a los demás. Es frecuente que se reclame libertad personal, para sí, y al mismo
tiempo se tenga una actitud grupal punitiva para los modos de pensar de los otros.
Todo esto empieza en la filosofía. La filosofía es el campo
de futbol donde se “juega” con las
grandes ideas. De la filosofía se surten los modos de pensar los
novelistas, los intelectuales en general, los periodistas, los partidos políticos, los
sindicatos. Sólo que, como vimos con lo de Platón, cada quien le da el enfoque
que quiere. Así como las amas de casa y los “chef” van al mercado a buscar víveres para llenar la despensa, así
todos lo que de una manera u otra andan
en el campo de las ideas, acuden a la filosofía para llenar su mochila. O su
canasta.
Por desgracia algunos llevan una mochila reducida y solo
pueden cargar con una parte. Wahl Lo dice cuando se refiere al tipo de
filosofía.”Podemos distinguir entre filosofías de cualidad y filosofías de
cantidad. Hay filosofías, como la de los pitagóricos y, en tiempos más modernos,
de Renouvier, que lo reduce todo al número. Lo reducen todo al espacio y al movimiento. Al
otro lado encontramos las filosofías de la cualidad. Esta cualidad puede ser
una fuerza, o mejor, una pluralidad de fuerzas, como en la filosofía de Leibniz,
o la Voluntad, como en Schopenhauer, o el Espíritu, como en Hegel. Pero quizá los
filósofos que más enérgica y más
explícitamente hayan insistido sobre el aspecto cualitativo de las cosas
sean los filósofos franceses Boutroux y
Bergson.”
La conclusión es que no todos pueden llevar una mochila tan
suficientemente grande como para cargar a los llamados materialistas y los llamados
idealistas. Pero, los que lo hacen, son los que se apartan de la abstracción y
“juegan” en la cultura universal.
Esto, que viene de muy lejos, golpea fuertemente las puertas
de nuestra actualidad. Y lo que parece
una situación etérea, de pensadores que ocupan su tiempo en cosas más allá de
las nubes, impactan a los jóvenes hijos
de obreros que quieren estudiar y no pueden entrar a las universidades.
Un poco de historia.
Las universidades en Europa empezaron a fundarse en la Edad Media. De manera
genérica se llamaban “Universidad Real y Pontificia de…” El presupuesto de la
misma manera era solventado por el rey y por el papa. El modelo se trasladó a
las colonias. El sólo nombre hablaba de un ecumenismo académico en las disciplinas que se impartían. Era
todavía algo del oikoumenë romano que entendía el mundo como un todo.
Cuando las universidades se hicieron laicas se quedaron con
la mitad del presupuesto. Aparecieron las universidades particulares. Estas ven
desde entonces a la educación como una inversión.
Procuran mantenerse vigentes, sino adelantados, en cuanto a los programas académicos y las instalaciones
inmuebles.
En tanto los
gobiernos ven a la educación de la
universidad pública como un gasto. Sus trabajadores, tanto
administrativos como académicos, en considerable número, están en lo que se llama outsourcing. El que se dé la oportunidad de investigar qué es esto
encontrará que es la mayor ofensa que se
le puede hacer a la dignidad laboral y humana.
Como ejemplo diremos que en el primer tercio, de pleno siglo
veintiuno, algunas universidades
públicas de México, mencionamos la de
Oaxaca, sus trabajadores manuales y los académicos suelen no percibir sus
salarios regulares y en ocasiones se quedan sin despensa y sin el aguinaldo de fin de año. Y aun en la universidad más grande, e
importante del país (importante por la cantidad de investigación científica que
ahí se realiza), cada año miles y más
miles de estudiantes, procedentes de las colonias precaristas, no tienen
la oportunidad de entrar a estudiar en sus aulas. El presupuesto no alcanza.
Todo esto empezó en el remoto día en que, epicureistas y estoicos,
comenzaron a marchar cada quien por su lado. Fue cuando pareció
que la física y la metafísica entraban
en conflicto. Y andando el tiempo darían pie para que Wahl dijera
que:”No hay términos más peligrosos para el pensar filosófico que “realismo”,
“idealismo”, ”racionalismo”, ”empirismo”, etc.
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