Tomás de
Aquino encuentra bondad en la naturaleza, que para él, hombre de iglesia, es
creación.
Dice que
Dios es bondad. ¿Cómo llegó a esa conclusión? Por analogía. Las telas
exhibidas, en el jardín del arte o en la galería o en el museo, nos dicen cómo
es el maestro que movió los pinceles.
Al observar
la bondad que hay en el mundo, Tomás sabía ya que su creador es un ser
bondadoso.
En estos
tiempos empezar por el último párrafo, como es la técnica del periodismo,
del enorme trabajo del santo, es pensar
en los apresurados lectores del Internet y el periódico.
La obra de
Tomás es muy extensa y con la redacción de aquellos siglos, la Edad Media,
principalmente Suma Teológica y la Suma contra gentiles. Se requiere tener el hábito de la lectura para abordarla
hasta el final.
Dejando a un
lado los motivos del cielo y observando nuestro nivel de humanos, la obra de Tomás
busca una síntesis entre la causalidad y la fe.
Lo que se ha
logrado, en los siete siglos posteriores a su tiempo, por los más lucidos
cerebros, es que cada quien camine por el lado de la banqueta que le
corresponde de la calle. ¡Y en santa paz!
Pero nunca
falta una abstracción que vuelva a levantar la espada reclamando para sí toda
la calle. Y en nombre de la libertad de pensamiento prohíba la liberta de
pensar y expresarse.
En Jean
Whal, un filósofo de nuestro tiempo, encontramos también este anhelo de borrar antagonismo cuando dice que las
etiquetas en las maneras de decir (las etiquetas, no la libertad de pensar),
distancian, más que unen, los términos de racionalismo, idealismo,
materialismo, etc. para nada bueno sirven.
En el plano
social cierto modo de la libertad, que tiende hacia la individualidad
patológica, será negativo para el grupo. Tomás lo escribe en su libro Opúsculo sobre el gobierno de los príncipes:
“Donde hay mayor unión habrá más amor.”
A semejanza de lo que el periodista argentino Andrés
Oppenheimer dijo esta semana, en su programa de televisión, hablando de
economía. En un mundo donde los países
fuertes son todos capitalistas, eso de derecha e izquierda sólo son lugares
comunes con los que los políticos profesionales
perpetúan las etiquetas, pero nada más.
Los mismos
políticos, decimos nosotros, que se pasaron veinte años despotricando en mítines,
asambleas, mesas redondas, y mil artículos publicados, en revistas y diarios, contra la derecha, ahora están en la derecha y los
de la derecha ya se pasaron para la izquierda…¡Nunca falta un país así!
En la
dialéctica de las ideas también hay antagonismos pero, a diferencia de lo que
sucede en la política profesional, en filosofía se busca llegar a una síntesis
de los pareceres. Acercando intereses. Tendiendo puentes, no drenado cauces.
Síntesis de
razón y fe fue lo que Tomás emprendió entonces. Cristo y Aristóteles fueron sus
paradigmas. Donde Tomás se encontró con Aristóteles es cuando el santo piensa
que todo efecto tiene una causa y esta otra causa pero, ¡alto!.En este stop está la coincidencia de los dos filósofos.
Las causas hacia el pretérito no pueden irse hasta el infinito, como dice la
causalidad.
Todo esto
debe tener un principio: “no es posible continuar hasta el infinito en la cadena de la causalidad. Por ende, debe
haber una causa primera, y ésta es Dios”
Una vez
llegado al punto que Dios es el primer motor de todo, por decirlo en palabras de
Aristóteles, Tomás quiere saber de qué
manera se demuestra cómo es Dios. Es cuando “es posible
conocer el creador a partir de lo creado” anota W. Weischedel en su obra
Los filósofos entre bambalinas. (Fondo
de Cultura Econímica, México, 1974).
Pero esa
manera de conocer a Dios, es decir, por la bondad de esta vida, de la
naturaleza, es sólo un atisbo de cómo es él. En su Suma Teológica, Tomás dice que todo lo que creemos de él, por la fe,
siempre será limitado: “El conocimiento más elevado de Dios que podemos
alcanzar en esta vida consiste en saber que se encuentra por encima de todo lo
que pensamos de él.”
Se
preguntará que si la sociedad está
criminalizada, el planeta degradado, el aire que respiramos
es una porquería, las nieves en los
glaciares están desapareciendo, el cine sobre sexuado y en los países, aun en
los del primer mundo, también hay desempleo, miseria y analfabetismo. ¿Por eso
también se puede conocer cómo es Dios?
Es cuando
Tomás dice que “El hombre es creado por Dios, sin embargo, crear significa
participar a lo creado algo del propio ser”.
En el Tratado de la Ley, Tomás anota lo
siguiente:” todo precepto contra la inclinación de la naturaleza es injusto,
pues contradice a la ley natural”
Es lo que, traducido
al lenguaje laico o seglar, Greenpeace
y las Sectarias del Medio Ambiente, que hay en algunos países del planeta,
tratan de remediar…
“Tomás de Aquino, en italiano Tommaso D'Aquino (Roccasecca
o Belcastro,[1]
Italia, 1224/1225 – Abadía de Fossanuova, 7 de marzo
de 1274) fue un teólogo y filósofo
católico perteneciente a la Orden de Predicadores, el principal
representante de la enseñanza escolástica,
una de las mayores figuras de la teología sistemática y, a su vez, una de las
mayores autoridades en metafísica, hasta el punto de, después de muerto, ser el
referente de varias escuelas del pensamiento: tomista y neotomista.
Es conocido también como Doctor Angélico , Doctor Común y Doctor
de la Humanidad, apodos dados por la Iglesia católica, la cual lo recomienda para los
estudios de filosofía y teología.Sus
obras más conocidas son la Summa
theologiae, compendio de la doctrina católica en la cual trata 495
cuestiones divididas en artículos, y la Summa contra gentiles, compendio
de apología filosófica de la fe católica, que
consta de 410 capítulos agrupados en 4 libros, redactado a petición de Raimundo de Peñafort.” Wikipedia
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