Regiones
ontológicas. Eso dijo la guía de nuestra visita a la zona arqueológica de
Malinalco.
Sí, comenté,
estamos muy arriba del pueblo de Malinalco, situado en los 1,740 msnm. Apenas
se divisa el convento-iglesia del Divino Salvador.
Arriba pero
no en el sentido de desnivel topográfico, dijo. Pasó a explicarnos: sur del
Estado de México, que data del Posclásico temprano, fue poblado originalmente
por matlatzinca y ocuiltecas (dos elementos étnicos que hasta la presente habitan la región).Tuvieron la presencia
militar y cultural de los teotihuacanos, toltecas, y aztecas.
EL RECINTO DE LOS GUERREROS ÁGUILA Y OCELOT |
Siguió
explicando: Esta zona se llama “Cerro de los ídolos”. Hay abundantes lugares de
importancia arqueológica y con el tiempo se han hallado muchos testimonios
precristianos tanto de arcilla como labrados en roca.
El lugar
tiene doble importancia porque el recinto principal, y otros sitios, fueron
tallados, en la época azteca, en plena roca de la montaña. En esta sala es en
la que ordenaban a los guerreros de alta jerarquía, como eran los “caballeros”
águila y los “caballeros” ocelot, es un
bello testimonio ontológico.
La lengua
bífida de serpiente que está labrada en la roca del piso, indica la entrada al
Mictlán o inframundo y, a la vez, por esta misma puerta, siempre sobre la
lengua bífida, el regreso del Mictlán hacia nuestro mundo o “nivel”.
La guía daba por hecho que la ontología y la filosofía nahuatl nos eran familiares:
INTERIOR DE LA SALA DE LOS GUERREROS ÁGUILA Y JAGUAR |
Se acordarán
que la religión mexica, mejor dicho, nahuatl, tiene nueve niveles. El del sótano
es el Mictlán, lugar oscuro, llamado de los descarnados, que todos al morir
recorreremos (oscuro pero no se trata del infierno modelo cristiano, con llamas
físicas y hogueras morales) hasta llegar al nivel más alto llamado Tlalocan o Paraíso.
Un poco a la
derecha, de la sala de consagración de los guerreros, están los restos de otras
salas en las que se dice eran incinerados los guerreros que moría en combate. Si
la región donde caían era lejana, los incineraban aquí en efigie. Estas salas
también fueron labradas a mano en la roca de la montaña.
¿Por qué dice que en esta zona nos encontramos en la región ontológica?
Se los acabo de explicar. Aquí, como en la ciudad de Petra, en Arabia, hubo una trasformación de la cosa, del objeto, lo que se llama óntico, también llamada “la ciencia de los entes particulares”.
A esta
trasformación se le dice ontológica, que algunos la utilizan como sinónimo de metafísica.
Lo óntico sigue objeto, la materia primordial, pero ahora también es ontológico,
trasformación.
Leyó algunos
apuntes que llevaba de Manuel García Morente, filósofo español, de su obra Lecciones preliminares de filosofía: “empleamos el término óntico para designar aquella propiedades características,
estructuras y formas que son de los objetos en cuanto objetos.”
Luego se
refirió a lo ontológico: “En cambio, empleamos el término de la objetividad
ontológica para designar aquella formas, estructuras o modalidades, que
conviene a los objetos, en cuanto que han sido incorporados a una teoría
científica o filosófica. El objeto en cuanto objeto, tiene su estructura propia.
A esa la llamamos óntica. Pero luego, el objeto es elaborado de una cierta manera,
por el esfuerzo del conocimiento. Es elaborado por la filosofía, por la psicología,
o las ciencias particulares. Y esa
elaboración hace sufrir al objeto algunas modificaciones y las modificaciones
que el objeto sufre, por el hecho de ingresar en la relación específica del
conocimiento, esas modificaciones son
las que llamaremos ontológicas. Más, por debajo de las modificaciones
ontológicas perduran siempre las estructuras ónticas.”
Morente (como Leibniz hace siglos y como Jean Wahl en el siglo veinte) se pronuncia por un criterio ecuménico en este tema de lo real y lo irreal. Se refiere a los filósofos que ponen en un lado lo real y en otro lo ideal, lo óntico y lo ontológico. Dice: "pero esto no es así:tiene que haber una unidad del ser."
Morente (como Leibniz hace siglos y como Jean Wahl en el siglo veinte) se pronuncia por un criterio ecuménico en este tema de lo real y lo irreal. Se refiere a los filósofos que ponen en un lado lo real y en otro lo ideal, lo óntico y lo ontológico. Dice: "pero esto no es así:tiene que haber una unidad del ser."
ZONA DE INCINERACIÓN |
Pero hay algo que más
de la mera trasformación de la materia, dijo nuestra guía. El Águila y el
Jaguar son dos elementos necesarios para que tenga lugar el olin, el movimiento espiritual, el devenir, como lo llaman los occidentales. Y la cremación de cuerpo
presente o en efigie es la confirmación de la idea en una existencia que
trasciende a la muerte, tal como se ve en el Tlalocan, el Paraíso nahuatl, en
Tepantitla, de la ciudad sagrada de Teotihuacán.
La roca de
la montaña y la acción del humano sobre ella, el fenómeno y la esencia, es una
idea integral de lo ontológico. Mejor que las meras abstracciones de los
fenomenólogos y de los metafísicos.
Malinalco es
el testimonio de la labor mecánica de labrar la roca que va en pos de la
irracionalidad, de la incognoscibilidad. ¿Está claro?
Dijimos que
sí…
M.G.MORENTE |
Manuel
García Morente (Arjonilla, Jaén, 22 de abril de 1886
– Madrid, 7 de diciembre de 1942)
fue un filósofo español y, converso católico, en sus últimos años de vida fue sacerdote. Fue un gran divulgador, traductor de obras del pensamiento europeo,
filósofo de cuño original, y gracias a su magisterio oral y escrito se iniciaron
en la filosofía, y aún hoy día lo siguen haciendo, multitud de promociones
universitarias….
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