“Lo que es suficiente para la salud es demasiado poco para el deleite” San
Agustín
Bill W. entendió bien, finalmente, lo que San Agustín, muchos
siglos atrás, hizo frente a su inclinación a la gula o exageración en el comer.
San Agustín declara (se lo dice a Dios) que él no tuvo
problemas con la bebida, pero sí con la comida.
Y todos los que hemos intentado una dieta contra el
sobrepeso, y hemos fallado, sabemos de lo que el santo está hablando.
En cuestión de beber alcohol, pasando cierta línea, no hay
regreso a la normalidad. Se seguirá bebiendo hasta la destrucción total, contra
toda oposición familiar, laboral y social. Lo mismo en el comer
desaforadamente, por decirlo de alguna manera.
No se cree hasta que sucede.
En lo que respecta a la manera de comer, que es el espíritu
de esta nota, presentamos algunos datos proporcionados por la Organización
Mundial de la Salud (OMS), como una manera de asomarnos a lo que entonces se
enfrentaba San Agustín pero que, por lo visto es de toda la humanidad y se da
en todos los tiempos.
“En 2014, más de 1900 millones de adultos, en el mundo, de 18 o más años tenían
sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos. En general, en 2014
alrededor del 13% de la población adulta mundial (un 11% de los hombres y un
15% de las mujeres) eran obesos. En 2014, el 39% de los adultos de 18 o más
años (un 38% de los hombres y un 40% de las mujeres) tenían sobrepeso. Entre
1980 y 2014, la prevalencia mundial de la obesidad se ha más que doblado.”
El rico dentro de su mansión y el pobre sobre la banqueta de
la calle. Con un infame brebaje que ni siquiera es alcohol o con una botella de
mil dólares. Todas las marcas caben en la barca.
El médico familiar o el psiquiatra de la clínica, tienen la
solución pero ya para entonces los oídos del individuo (trátese de alcohol o de
comida) se habrán cerrado a todo
argumento.
Un supremo narcisismo(perdón por la tautología) aleja la barca de todo trato social y
posible solución. Caronte no conoce ninguna vuelta en “U” ni hace caso de la
señal de “retorno”. Igual individuos de espíritu religioso, que laicos, son
abatidos por el alcohol y por el exceso en la comida.
Caronte
Como el capitán Ahab siguió a su ballena blanca hasta
a destrucción suya y de los otros. De toda esa hecatombe sólo uno pudo
regresar.
Melville no dice por qué ese sí pudo salvarse.
Algunos espíritus laicos dejan de beber (de manera perniciosa) o de fumar o de comer, "de un día para otro". No es así. Aquí el cielo o la naturaleza o la ciencia o la presión social o lo que quieran que sea, se fue filtrando en el cerebro a través de los años, veinte o treinta, y ¡pum!, un día hace crisis y deja de beber o fumar o comer.
Algunos espíritus laicos dejan de beber (de manera perniciosa) o de fumar o de comer, "de un día para otro". No es así. Aquí el cielo o la naturaleza o la ciencia o la presión social o lo que quieran que sea, se fue filtrando en el cerebro a través de los años, veinte o treinta, y ¡pum!, un día hace crisis y deja de beber o fumar o comer.
Como Bill W. lo explica es que no es que él, Bill, se haya salvado
sino que fue salvado, rescatado, del mecanismo de la causa y el efecto que, por
sí, no pudo romper.
Para las once de la mañana, dice, ya estaba tirado
inconsciente, en la banqueta, cerca de mi casa. Me recuperaba y sólo para
volver a emborracharme tres veces en el mismo día.
En el libro décimo, capítulo XXXI, de Confesiones, Agustín se
confiesa, le habla a Dios de su inclinación hasta el hartazgo por la comida:
“me resulta dulce esta necesidad y contra esta dulzura
lucho, para no ser su prisionero; cada día le hago la guerra con el ayuno, y
con mucha frecuencia, reduzco mi cuerpo a servidumbre. Y son expulsados mis
dolores por el placer; pues dolores son el hambre y la sed: queman y, como la
fiebre, matan, si no acude en socorro el remedio de los alimentos.”
OMS: “En 2014, según las estimaciones unos 41 millones de
niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. Si bien el
sobrepeso y la obesidad se consideraban antes un problema propio de los países
de ingresos altos, actualmente ambos trastornos aumentan en los países de
ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos. En África, el
número de niños con sobrepeso u obesidad prácticamente se ha duplicado: de 5,4
millones en 1990 a 10,6 millones en 2014. En ese mismo año, cerca de la mitad
de los niños menores de cinco años con sobrepeso u obesidad vivían en Asia.”
Antes del milagro todo parece imposible. Después del milagro
ya no se cree en el milagro. ¡Todo tiene una explicación epistemológica!
Luego que Bill W. se encontró a salvo respecto de su
alcholismo,empezó, con el Dr. Bob, el gran, movimiento de AA (Alcohólicos
Anónimos).Movimiento original, bien estructurado, con una ruta espiritual y
otra de higiene en la conducta, fue, y es, el puerto de salvación al que llegan miles desesperados a tocar las puertas de AA.
Y, como la tripulación del Pequod, de tanto miles sólo uno se salva. Las puertas del cielo están
abiertas para todos, a condición de estar dispuestos a abandonar la mochila
llena de solipsismo.
Deja todo, reparte tus haciendas entre los pobres y sígueme,
le dijo Jesús al rico…Hay algo más difícil de dejar, que la fortuna económica,
y es el narcisismo. El rico estaba acostumbrado a que le sirvieran y con Jesús iba a servir. Bill W. lo entendió perfectamente. La clave para que funcione AA es esa, servir a los otros. No hay otra manera de pelear contra el narcisismo que sirviendo a los demás.
Luego de bien establecido el movimiento de AA, como sucede en
la política profesional, en filosofía y en religión, cada quien hizo su parcela
donde moverse a gusto.
Del programa original de AA surgió, literalmente idéntico,
con la diferencia de tan sólo dos letras, el programa de DA, (Drogadictos
Anónimos), el de AN (Neuróticos Anónimos), el de CA (Comelones Anónimos), el de
FA (Fumadores Anónimos), etc.
En el de comelones es donde encontramos, en el siglo cuarto
de nuestra era, a San Agustín. Hasta donde sabemos, este personaje es el
pionero de esta lucha contra lo imposible de las adicciones.
San Agustín a Jesús: “Me has enseñado que me acerque a tomar
los alimentos, cual si fuesen medicinas. Pero mientras paso de la molestia a la
necesidad al bienestar de la saciedad, en ese mismo paso me acecha el lazo de
la concupiscencia. Porque ese mismo paso es un deleite."
En mayo de 2017 el ISSSTE, y la Secretaría de Salud, México, distribuyeron un tríptico con el título de Dieta Saludable, de la autoría del Dr. Jorge Luis Pintado Quintal, con el contenido de consejos básicos para llegar a una dieta saludable. Uno de los puntos es lo que se relaciona con el tema que tanto preocupaba a San Agustín y es el de las raciones en la comida: "Controlar el tamaño de las raciones-recomienda el Dr. Pintado- de forma que, con el tiempo( o mejor día a día) la cantidad de energía que se consume corresponda con nuestro nivel de actividad."
En mayo de 2017 el ISSSTE, y la Secretaría de Salud, México, distribuyeron un tríptico con el título de Dieta Saludable, de la autoría del Dr. Jorge Luis Pintado Quintal, con el contenido de consejos básicos para llegar a una dieta saludable. Uno de los puntos es lo que se relaciona con el tema que tanto preocupaba a San Agustín y es el de las raciones en la comida: "Controlar el tamaño de las raciones-recomienda el Dr. Pintado- de forma que, con el tiempo( o mejor día a día) la cantidad de energía que se consume corresponda con nuestro nivel de actividad."
En AA se menciona la
oración atribuida a San francisco, pero
el primero en recorrer el camino del imparable hartazgo de la gula destructora,
y hacer un alto para luchar contra ella, fue San Agustín. ¡Imposible ganarle la
partida al comer en exceso! ¡Humanamente imposible!
La solución que encontró San Agustín es la que en el siglo
veinte Bill W. puso en práctica. Abandonar la mochila del narcisismo, levantar
los ojos al cielo y pedir ayuda.
OMS: “A nivel mundial, el sobrepeso y la obesidad están vinculados
con un mayor número de muertes que la insuficiencia ponderal. En general, hay
más personas obesas que con peso inferior al normal. Ello ocurre en todas las
regiones, excepto en partes de África subsahariana y Asia. Qué causa el
sobrepeso y la obesidad? La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un
desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial
ha ocurrido lo siguiente: un aumento en la ingesta de alimentos de alto
contenido calórico que son ricos en grasa; y un descenso en la actividad física
debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los
nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.”
“Siendo la salud el motivo de comer y beber-sigue diciendo el
santo-, juntásele, como acompañante, un peligroso deleite y se empeña en ir
delante la mayor parte del tiempo, para que se haga por él lo que yo declaro
hacer o quiero hacer para la salud.”
Y es cuando San Agustín hace la declaración de impotencia, ante
Dios, para disponerse a recibir la gracia:
“Nadie puede ser continente, si tú no se lo concedes"
San Agustín
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