El Cantar de
los Nibelungos
Traducción
al español e introducción de Marianne
Oeste Bopp
Editorial
Porrúa, México, Serie Sepan Cuantos… Núm.285
2012
Este es el relato de cómo los pueblos persisten en el origen de sus creencias. En su “origen original”.
El Cantar de los Nibelungos nos dice cómo son los pueblos, antes del cristianismo y ya dentro de él. Una religión internacional, la que se trate, puede ser el islamismo o el budismo, por lo general se impone por haberle abierto camino la espada, el libro (nuevo libro) o la propaganda.
La jerarquía intelectual es eliminada (ponemos el caso de México) y su lugar lo ocupan los nuevos evangelizadores. El pueblo común, sin luces suficientes, y bajo el peso de la conquista militar e intelectual, se encuentra en la disyuntiva de fingir o perecer. Y como hay que seguir viviendo, se finge que se cree. Lo mismo sucede con las ideas laicas o ateas. Fingir o morir. Pero no cambiar.
La “tozudez” de las etnias supervivientes de América india, desde Alaska hasta Patagonia, de conservar sus ancestrales costumbres y creencias, pese a la conquista, de la espada y el nuevo libro, es por lo que filósofos de la talla de Frederick C. Copleston, han dicho: “al tomar en cuenta la filosofías de otras culturas quizá contribuiríamos a corregir cierta miopía prevalente.”(Filosofía y culturas, Fondo de Cultura Económica, México, 1984)
La realidad es que a pesar del ocultamiento forzoso, o libre, ese pueblo no puede cambiar de fondo ni por la espada ni por el nuevo libro. Porque las creencias anteriores son producto de su idiosincrasia, de su idioma, y las nuevas creencias son ideas de otro pueblo con otro contexto geográfico, otra historia, otro idioma, otros mitos y otras leyendas.
De tal manera que, si como hacen los arqueólogos, se practica un corte vertical en la tierra, se verán capas o estratos con diferente contenido. El estrato mayor o profundo corresponde a la creencia original y, arriba de todo, una somera capa reciente impuesta. Es un humus muy delgado el que sustenta la nueva manera de vivir. El inconsciente colectivo pugna en todo tiempo por seguir manifestándose. Pueblos ya cristianos, y en ocasiones profundamente cristianos, pero sin abandonar la playa del pasado.
México es un lugar en el que, merced a su política de dar la bienvenida a los perseguidos del mundo, puede observarse el fenómeno de los trasterrados que van hacia otra cultura pero llevando en su mochila el molde que los vio nacer. Sus mitos, sus leyendas. Es la patología del éxodo. Vivir en otro lado y recordar en todo momento su lugar de origen.
Los pueblos del mundo entran a México mediante la conquista o por solidaridad. Traen un gran aporte cultural y el pueblo mexicano se occidentaliza y los que llegan con el tiempo se mexicanizan. Pero todos los occidentales y asiáticos que llegaron siguen suspirando por la tierra que dejaron.
Igual sucede con los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos o regados por el mundo. Dueños ya de otros modos de pensar, según la cultura del lugar que habiten, cada año, si pueden, volverán en el invierno al terreno que los vio nacer y la ciudad o el pueblo junto a la ancestral pirámide.
Mitos arcaicos el de los Nibelungos que se conservan a través de los siglos, las circunstancias y los modos posteriores:”Leyendas de un remoto tiempo heroico por siglos trasmitida únicamente por tradición oral, que sufrió infinitos cambios y transfiguraciones.”
Llegará el cristianismo y las gestas medievales pero el carácter de los germanos apenas se alterará: “el cristianismo, la caballería y las costumbres del tiempo, en que las antiguas leyendas se funden, sólo pueden transformarla exteriormente. Siguen siendo mitos arcaicos, tragedias de un pasado lejano.”
El Cantar de los Nibelungos es la manifestación auténtica de los pueblos germanos de la antigüedad y su proceso de aceptación del cristianismo y la consecuente fundición de ambas creencias. Ya fuera “absorbiendo” directamente el cristianismo del Impero Romano cuando la conquista germana de occidente o bien por el avance del cristianismo desde Bizancio-Constantinopla con dirección norte y oeste.
Estatua de Sigfrido en Bremen,en lucha con el dragón |
Uno de los grandes pensadores alemanes, Schopenhauer, diría sin darle vueltas al asunto: “El hombre es como es” y así los pueblos. Y Goethe, otra cumbre de la cultura alemana, dice del Cantar, junto con Guillermo Schlegel: “es fundamentalmente pagano.”
El germanismo se hizo protestante porque protestaba contra el mundo romano,en ese momento del siglo diecisés,objetivizado por el Vaticano.Los germanos no protestaron contra Jerusalem (o el Antiguo Testamento) sino contra Roma. Expresamente es lo que dice G.Santayana": "Protestaron contra el mundo romano." Lo hiciern durante centenares de años por medio de las armas y despué siguieron haciendolo en el terreno intelectual.(Tres poetas filósofos,Editorial Porrúa,México,1994.
Se le reconoce a Leibniz como pionero de la filología comparada al apuntar una serie de mezclas y combinaciones de lenguas, de los pueblos de la antiguedad, que tienen en común un fuerte ingrediente de las lenguas germánicas que conllevan una abundancia de mitos y leyendas: "También los antiguos llamaban celtas tanto a los germanos como a los galos, y remontandonos más para encontrar los orígenes tanto del celta como del latín y del griego, que tiene muchas raíces comunes con las lenguas germánicas." ( NuevoTratado sobre el entendimiento humano)
Ese es el proceso o contexto en el que se van a mover sus personajes. La gesta de Sigfrido, cazador de dragones, casi inmortal, de la corte de los burgundios, que gana la mano de la princesa Krimilda.Pero una indiscreción femenina desencadena una serie de conflictos y Sigfrido es asesinado.
El traidor Gunter descubre que Sigfrido es vulnerable en una pequeña porción de su espalda, donde la sangre del dragón no bañó su cuerpo, debido a que una hoja de tilo lo impidió, y la sangre no tocó su piel. Por ahí entra la lanza asesina.
Krimilda se refugia en la corte del Atila con la intención de ganar tiempo y pode ejecutar la venganza. Llega a ser esposa de Atila y un día este temible guerrero amanece muerto en su cama. Se cree que Krimilda lo asesinó. Al final Gunter y su esposa Brunilda también perecen.
“Se trata de una epopeya popular, es decir, de una tradición oral y escrita, preformada por poetas alemanes desde hacia setecientos años más o menos.”
Complicada porque, como se dijo, es el resultado de una compleja combinación de mitos, hechos y leyendas, que abarcan los tiempos del paganismo, y llegan y se funden con los hechos a la luz del cristianismo, pero sin cambiar su esencia germana.
“esto es más claro todavía en el campo de lo religioso. En su alma, los héroes del “Cantar de los Nibelungos” son guerreros germánicos, la creencia sigue siendo pagana, aunque los godos, francos, y las otras tribus del sur, ya eran cristianos desde el siglo IV. El Norte, empero, profesaría el paganismo todavía por siglos.”
El Cantar de los Nibelungos es, para la cultura de la humanidad, lo mismo que la Ilíada de los griegos o el Popol Vuh de los mayas.
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