¿Una mente científica puede
abrigar creencias religiosas ?
El pensamiento de Platón no rehúye el diálogo. Se mueve
dialécticamente en la influencia pitagórica y a la vez busca abrirse paso hacia lo espiritual con su teoría de las
Ideas y valores universales. Es decir en la ciencia y en lo místico.
La idea de Coplestón es que esta ambivalencia, investigar y creer, es lo que le da oxígeno a la sociedad, la recíproca.
Si bien es una mezcla que pocos albañiles saben hacer.
Si bien es una mezcla que pocos albañiles saben hacer.
¿Una mente científica puede
abrigar creencias religiosas o viceversa? De hecho algunas ordenes de la Iglesia Católica tienen el requisito, para ingresar a ellas, que primero tenga en sus manos, el aspirante a sacerdote, al menos una licenciatura universitaria.
De hecho la filosofía, desde antiguo,con su modo de pensamiento lógico, siempre está mirando los modos metafísicos.
Filosofía y teología tiene cada una su campo propio. Pero los que no se conforman con vivir en la abstracción, cruzan el puente y van y vienen de una ribera del río a la otra ribera. Como hacía Guillermo de Ockham, aquel filósofo -teólogo del siglo XIV, del que Copleston escribe:
"Las verdades en las que creía, pero de las que pensaba que no podían ser filosóficamente probadas, las relegaba a la esfera de la fe...El núcleo principal de pensadores del Romanticismo, eruditos y hombres de ciencia, eran, desde luego,cristianos."
"El espíritu humano va sin cesar de los átomos al éter, del éter a los electrones y así sucesivamente, descubriendo siempre algo nuevo, pero teniendo siempre delante algo nuevo que descubrir, hasta detenerse por último ante lo que ya no cabe estudiar científicamente."(Jean Wahl, El camino del filósofo)
De hecho la filosofía, desde antiguo,con su modo de pensamiento lógico, siempre está mirando los modos metafísicos.
Filosofía y teología tiene cada una su campo propio. Pero los que no se conforman con vivir en la abstracción, cruzan el puente y van y vienen de una ribera del río a la otra ribera. Como hacía Guillermo de Ockham, aquel filósofo -teólogo del siglo XIV, del que Copleston escribe:
"Las verdades en las que creía, pero de las que pensaba que no podían ser filosóficamente probadas, las relegaba a la esfera de la fe...El núcleo principal de pensadores del Romanticismo, eruditos y hombres de ciencia, eran, desde luego,cristianos."
"El espíritu humano va sin cesar de los átomos al éter, del éter a los electrones y así sucesivamente, descubriendo siempre algo nuevo, pero teniendo siempre delante algo nuevo que descubrir, hasta detenerse por último ante lo que ya no cabe estudiar científicamente."(Jean Wahl, El camino del filósofo)
Copleston se pregunta ¿por qué no? Evoca ambas posiciones
trayendo nombres que pueden sernos familiares. Se detiene un poco en Nietzsche.
Nietzsche es, según Copleston, el prototipo de intelectual
que desarrolla su filosofía de la vida a base de criticar lo religioso, en
lugar de profundizar y enriquecer el pensamiento ontológico y los juicio
sintéticos.
Para Nietzsche todo lo religioso es escapista que busca
esconderse de la fealdad de este mundo. Gente así, dice, no puede desarrollar
una mentalidad analítica para la ciencia. Salta que en Nietzsche no hay
disposición dialéctica.
La ausencia de dialogo, entre fe y ciencia, hay que insistir,
fue la que caracterizó la historia del siglo veinte: “La contabilización de las
víctimas de la Segunda Guerra Mundial ha sido objeto de numerosos estudios, que
normalmente ofrecen estimaciones de entre 55 y 60 millones de personas
fallecidas, elevándose hasta más de 70 millones según los cálculos más
pesimistas y de 40 a 45 millones según los más optimistas.” WIKIPEDIA
Aprendida la lección, los pueblos empezaron a dialogar y el
resultado fue la creación de la actual Unión Europea.
Coplestón: “Nietzsche acusaba a Platón de ser un enemigo de
este mundo, de construir un mundo trascendente por aversión a las realidades cuotidianas,
de establecer un contraste un “allá” y el “aquí” por su desagrado del mundo de
la experiencia y de la vida humana, y
por prejuicios e intereses morales. Que a Platón le influyeran las decepciones que tuvo en la vida real, por
ejemplo, el ver la conducta política del Estado ateniense, o su desengaño en
Sicilia.”(F. Copleston,Historia de la filosofía,
volumen I, tomo I)
En contra tesis, Copleston dice que hay un tipo de hombres y mujeres
que pueden “manejar” los juicios sintéticos,
los avalados por la experiencia, tanto como los juicios analíticos, esos que son válidos en todo lugar y en todo tiempo.
Platón mismo aprendió de los pitagóricos(materialistas) y, a la vez, fue el
creador (descubridor) de las Ideas y las Formas. Y los pitagóricos mismos fueron de la tierra al cielo y de este a la tierra y otra vez...
Coplestón: “…no nos asiste ningún derecho a declarar que
Platón no pudo haber reunido en sí mismo las tendencias religiosas y trascendentalistas con una
tendencia al panmatematicismo, dado que, sean tales tendencias incompatibles o
no desde el punto de vista abstracto, la historia demuestra que son compatibles desde el punto psicológico. Si
los pitagóricos pudieron existir, si Espinosa Y Pascal (y Leibniz, Kant, A.M.
Whitehead, etc.) fueron también posibles, no hay razón alguna por la que
hayamos de afirmar a priori que Platón no pudo escribir un libro místico ni profesar
la lección sobre el Bien en la que se
nos dice que habló de aritmética y de
astronomía e identificó el Uno con el
Bien.”
El país de la utopía existe, y siempre será posible,
realmente posible, pero sólo si hay voluntad dialéctica.
De hecho el mundo material del siglo veintiuno está hecho de utopías tecnológicas. Hace
apenas medio siglo alguien soñó que en un área, del tamaño de una cajetilla de
cerillos, se podría tener un teléfono de corta y larga distancia, una
biblioteca con mil volúmenes de obras literarias, un álbum de fotos, una cámara fotográfica y una
computadora. Era solo un peyotero y loco
sueño…
Copleston dice que “Platón no pretendió trasmutar la
“realidad” en ensueño, creándose su propio mundo poético, sino que trató de
remontarse por encima de este mudo inferior al mundo superior de las Ideas arquetípicas.
Sólo fue enemigo de la vida y de este mundo en la medida en que ambos son
desordenados y fragmentarios y están en esa armonía con lo que él pensaba eran
las realidades y las normas estables de valor supereminente y de significación
universal.”
COPLESTON |
“Frederick Charles Copleston S.J., (10 de abril, 1907,
Taunton, Somerset, Inglaterra – 3 de febrero, 1994, Londres, Inglaterra) fue un
sacerdote de la Compañía de Jesús y un escritor de filosofía. Copleston se
convirtió al catolicismo romano mientras asistía al Marlborough College. Fue el
autor de la influyente obra Historia de la filosofía, publicada en once
volúmenes. Es conocido además por el debate que sostuvo con el famoso pensador
inglés Bertrand Russell, transmitido en 1948 por la BBC. El debate se centró en
la existencia de Dios. El año siguiente debatió con A. J. Ayer sobre el
positivismo lógico y la significación del lenguaje religioso.”
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