Pensamientos de todos

Pensamientos de todos
(Los del asterisco son del autor)

Los viejos hábitos son difíciles de quitar. Si tú no los pateas, ellos te patearán el trasero.
Dijo Mel Gibson en la película El Cazador- comentario: no hay que ir tan lejos: la sal y el azúcar en los alimentos.

Si la historia sexual de un hombre da la clave de su vida es porque en la sexualidad del hombre se proyecta su manera de ser respecto al mundo.
F.L.Muller ( La Psicología Contemporánea)

Permite que yo posea sólo la riqueza que un hombre sensato puede tener y emplear.
Sócrates

Para afirmar que algo es peculiar debemos primero saber qué es lo común
Richard Wollheim (La Filosofía de la Percepción)

El escritor debe trasformarse en un esquizofrénico. Imaginar cosas, aunque no todas sean reales.*

Si hay una voluntad de ser curado,existe también,la antítesis,la voluntad de permanecer enfermo.
Wilhelm Stekel (La Mujer Frigida)

Huía no de su pasado, sino para salvarse  del futuro. Necesitó doce años para aprender que no se puede huir de ninguno de los dos.
Faulkner (El Villorrio).

Para creer en la buena voluntad mejor es verla que oirla.
Alfred Adler (El Caracter Neurótico)

Debo tener cuidado, últimamente todo me está saliendo bien
No recuerdo el autor

Una pasión que se modera no es otra cosa que un mal moderado
Séneca ( Cartas a Lucio)

De un golpe de suerte nadie se salva
No recuerdo el autor

México es un país muy pobre. De 110 millones de habitantes sólo 83 millones usamos teléfono celular.*
(febrero de 2010)

Si amas a tu hijo o tu mujer, acuerdate que es mortal lo que amas, y por este medio te librarás del impensado sobresalto cuando la muerte te los arrebate
Epicteto (Manual y Máximas)

Ha reprimido la religión y la moral, pero si ustedes descifran el lenguaje de sus sueños y de sus síntomas neuróticos, hallarán que sufren precisamente por la supresión del componente analógico.
W, Stekel (La Mujer Frigida)

No cenar sí es contraproducente, ya que genera un ayuno prolongado (mayor a 12 horas) lo que terminará favoreciendo la acumulación de grasa.
Gaceta UNAM 6 febrero 2007

Será bueno que te acuerdes que dentro de brevísimo tiempo, tanto tú como esos otros morirán, y que poco después ni aun de tu nombre quedará memoria.
Marco Aurelio (Soliloquios)

Cuanto más se emancipa  su pensamiento, más se aferra a la moral. Se está en el momento en que no hay más puritanos que unos pocos librepensadores.
André Gide 

Decía que si le llamaban como el Pánico de Wallstreet, a lo mejor se enriquecía como los que provocaron el Pánico.
Faulkner (El Villorrio).


Cuando un ser humano entra en el casino de “Montecarlo” con dieciocho mil francos y sale sin ellos, entonces el ser humano se instala en el “casino” declarando: “Hasta que no me desquite no salgo de aquí ni cloroformizado
Enrique Jardiel Poncela (Pero….¿hubo alguna vez once mil vírgenes?)

Ciertamente no sirve de nada  predicar a los sordos
Ernest van den Haag

El uso masivo de celulares se debe más que una necesidad  a una acción mecánica del medio sobre el individuo*

En los últimos tiempos(Calígula), su pasión por la riqueza había degenerado en verdadero frenesí hasta el punto de pasearse descalzo sobre inmensos montones de oro
Suetonio (Los Doce Césares)


Como los tentáculos de un pulpo enlazan invisiblemnete a padres e hijos,y por medio de la transferencia, al médico y al paciente.
Carl Jung ( La Psicología de la Transferencia)

Sin duda es cierto que los norteamericanos han llegado en gran medida a lo que llaman la bajamar de la “religión”, pero sólo sería una ligera exageración decir que son el pueblo menos laico de la Tierra
John R. Seeley

Como un grupo de arquitectos independientes, todos los científicos interesados en el problema común-el comportamiento humano-aunque trabajen independientemente, deben construir cada edificio de modo que sea compatible con los otros.
Ernest van den Haag

Esta “cultura ascética” ha sido suplantada por una cultura “terapéutica” en que la neurosis ha reemplazado como tema central al pecado.
Hendrik M. Ruitenbeek (Psicoanálisis y Ciencias Sociales)

¿Qué gran recurso para los novelistas es que los personajes se pongan a contemplar la luna! Si la luna no existiese, muchas novelas no se habrían podido escribir: ni siquiera ésta
Enrique Jardiel Poncela (Amor se escribe sin hache)

No todo puede y debe ser curado.
C, Jung (La Psicología de la Transferencia)

La vida se parece a una orquesta sinfónica.Una sinfonía parece al villamelón una absurdidad de ruidos.Pocos son los que pueden reconocer los diferentes instrumentos.*

Inglaterra me gusta pero no  los entiendo cuando empiezan a hablar.
Woody Allen

No comprendo por qué habría de exigirse que las teorías filosóficas tengan las mismas normas rigurosas de fecundidad predecible que tienen las teorías científicas.
R.J.Hirst (La Filosofía de la Percepción)


Las manifestaciones superiores de la actividad espiritual escapan a las investigaciones de laboratorio.
Wilhelm Wundt (La Psicología Contemporánea)

En México somos tan pobres que tenemos dos mil legisladores (diputados, senadores y ministros) cuyos sueldos, de algunos de ellos, son más altos que el del presidente de la república. Cuando nuestra economía mejore el presidente por fin podrá ganar como esos legisladores *

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Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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