Santo Tomás vivió hace setecientos años (1224-1274). Escribió extensamente de filosofía: Se destaca su Summa Theológica. Para conocer de su vigencia G. K. Chesterton dice: “ Lo que sabemos o podríamos saber o quizá tengamos la fortuna de aprender acerca de su obra llenaría, probablemente, más bibliotecas en lo futuro que ha llenado en el pasado”.
Se recordará que Chesterton es un célebre pensador y novelista inglés del siglo veinte. Es el autor de: Santo Tomás de Aquino. Una obra de gran profundidad y escrita con claridad y sencilles. Nosotros nos apoyamos en la edición de Espasa-Calpe, Argentina, S.A. Buenos Aires-México, 30 de julio de 1942.
Chesterton
Martín Lutero fue abrumadoramente impactado por Santo Tomás al grado que prefirió quemar sus obras. Chesterton escribe: “Se cuenta que el gran reformador quemó públicamente la Summa Theologica y las obras de Aquinas”.
Algunos siglos más tarde grandes pensadores del bando materialista estarían en una posición diferente a la de Lutero. Bochensky, en La Filosofía Actual (Fondo de Cultura Económica, México, 2002) diría: “Bertrand Russell, que forma parte del grupo de los filósofos de la materia y, por consiguiente, se halla en la prolongación del siglo XIX, dice que la influencia de Tomás de Aquino (en el año 1946) es mayor que la de Kant o la de Hegel”.
Agrega Bochensky que actualmente el tomismo es el que más centros de estudio tiene. En casi todo el mundo cuenta con centros de investigación. Sólo la revista Bulletín Thomiste ofrece cada año 500 indicaciones de libros. Sobre todo se ha desarrollado el estudio del tomismo vigorosamente en Francia, Bélgica, Italia, Suiza y en Estados Unidos.
Si su obra tiene un lugar destacado y vigente en la filosofía es porque Santo Tomás tiene un pie en lo sagrado y otro en lo profano: “La filosofía y la teología tomista, sinceramente comparadas con otras filosofías, como la budista y la monista,y con otras teologías , como la calvinista y la cientificocristiana, es enteramente un sistema practico y luchador lleno, por consiguiente, de esperanzas y promesas”.
Santo Tomás fue un hombre conocedor de las grandes filosofías de la antigüedad clásica: “El hecho sobre saliente de Santo Tomás fue que amó los libros y vivió con ellos; que vivió la misma vida que el estudiante de las Fabulas de Cantorbery, el cual prefería poseer cien libros de Aristóteles y su filosofía a toda riqueza que el mundo le podía ofrecer”.
Chesterton
Con la siguiente anotación Chesterton define el perfil de Santo Tomás en la perspectiva de su conocimiento de Aristóteles: “ Es un hecho de indiscutible importancia que Santo Tomás fue un hombre de un talento privilegiado que reconcilió a la religión con la razón, que la extendió hacia las ciencias experimentales, que insistió en que los sentidos son la ventana del alma y que la razón tiene un derecho divino a alimentarse de los hechos , y que es incumbencia de la fe digerir la comida fuerte de la más recia y la más practica de las filosofías paganas”.
Londres, (1874-1936). G. K. Chesterton, ensayista y novelista, mostró siempre en sus obras una honda preocupación religiosa, un agudo sentido del humor y un espíritu crítico mediante el empleo de la paradoja. Con un estilo brillante, vigoroso y agudo, sus escritos revelan un espíritu conservador y realizan una defensa constante del catolicismo. Entre sus creaciones más importantes se encuentran estudios teológicos, polémicas y libros de poesía; aunque, en la actualidad, su fama se debe a sus novelas y a una serie de relatos que narran las aventuras detectivescas del afable y católico Padre Brown.
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