En algunos países de América, donde la
enseñanza escolarizada es deficiente y la cultura  está casi en cero, circulaba hace tiempo lo
que se llama “cultura de calendario”.
“Casi en
cero “quiere decir que la cultura  está
confinada en nichos (institutos, universidades o sectas culturales) a los
que  el pueblo que viaja en metro no
llega.
Consistía  que en algunos calendarios, esos que traen los
doce meses del año y los días de cada mes, en su reverso, estaba impresa, en
cada día, la frase de algún pensador, ya fuera novelista, filósofo, poeta…
Sólo
flashazos de  cultura, pero eran mejor
que nada. Ahora ya ni siquiera ese modo de conocer ideas se encuentra en los
mencionados calendarios. Traen onomásticos de futbolistas…
En algún rincón,
del polvoso desván, conservamos uno de esos calendarios. Abierto al azar,
leemos cinco días:
Siempre me sorprende saber que el
arte depende del público, del instinto del rebaño, tanto como el fabricar
automóviles o medias.
W.Faulkner
Nada hay en el entendimiento que no
estuviera antes en los sentidos
Santo Tomás
de Aquino
Con la misma base con la que se
desdeña a un hombre de mérito se puede también admirar a un tonto.
A.Schopenhauer
Los deseos de las almas (antes de
nacer) conforman en la mayor medida  la
vida, y no parecemos seres formados desde afuera sino que sacamos de nosotros
mismos las inclinaciones conforme a las que vivimos.
Alcibiades
¡Qué hará de importante este que
promete abriendo tanto la boca!
Horacio
“William Faulkner
/ˈfɔːlknɚ/ fue un narrador y poeta estadounidense. En sus obras destacan el
drama psicológico y la profundidad emocional, utilizó para ello una larga y
serpenteada prosa, además de un léxico meticuloso.” Wikipedia


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