Escalada Vía Müller noroeste de la Iztaccihuatl





Iztaccihuatl W.
4- Cabeza-5-Sistema conocido, antes, como Las Peinetas y
en la actualidad como Las Inescalables. Aquí es donde se localiza la Vía Müller.
Foto tomada de Internet 21/2/2018
 
Si el país fuera plano en toda su extensión, y como única montaña la Cabeza, con esto sería suficiente y sobrado para que en México existiera el alpinismo de grandes vuelos. Con 5 mil metros ( 5, 146) su cumbre sobre el nivel del mar, ofrece en realidad muy pocas vías de acceso en las que sólo haya que caminar. Es el caso de la vía suroeste conocida como los “Aretes” o también las “Agujas”.Por cierto que se trata de una ascensión “de caminar” de las más alpinas que puedan encontrarse en nuestras montañas nevadas.

Estamos acostumbrados a considerar a la Cabeza como parte de una montaña o sierra conocida como Iztaccihuatl o Blanca Mujer, en nahuatl. El pueblo le dice "Mujer Dormida" por imaginara una mujer en  posición yacente y además dormida. En  realidad es una montaña aparte.

Con la excepción anotada de los Aretes, todo lo demás exige escalar. Sus tres ascensiones más accesibles, ya conocidas, son  en dirección al Cuello, por el Filo Noroccidental (arriba del refugio del Teyotl) y por la rampa(3) de Müller( a la derecha de la pared de Müller), en el oeste. Pero aun estas requieren alguna práctica de escalada. Y fuera de los lugares ya anotados, el resto de sus flancos es para escaladores que estén acostumbrados a evolucionar en roca erosionada, nieve y hielo. Además de familiarizados con las bajas temperaturas.








 
 
 
 
 
 
 
 

La Cabeza


(considerada aislada de las otras cumbres de la sierra) es la montaña mexicana alpina por excelencia. Su desnivel, a partir de Láminas ( 4, 080 m) es de mil metros hasta la cumbre. Los montañistas que llegan a ella son al uno por ciento con respecto a los que alcanzan el Pecho desde los Pies, en el sur.

Se trata de un lugar reservado para los escaladores. O bien para que los escaladores tresmileros y cuatromileros se conviertan en escaladores de alta montaña. Hay muchos sitios, todos ellos sin haber sido escalados,  con planteamientos sencillos para resolver. También otros muchos lugares para los escaladores experimentados que se lancen a estudiar problemas  de complicada solución. Unos escaladores que hagan de este lugar su habitual “terreno de juego”, pueden abordar, sin lugar a dudas, cualquier escalada de altas cotas  sin importar el macizo montañoso del planeta  de que se trate.

Se alcanza Láminas (un albergue que, pese a que ha tenido varias reparaciones, siempre es desmantelado) es saliendo del pueblo de San Rafael, en el oeste.  Hemos arribado al Teyotl, desde el norte, por ejemplo Llano Grande de Río Frío. Es poco usual por su enorme distancia y el desgaste que ello implican en el organismo y el tiempo que requiere. También de alguna población del lado noreste, pero estos pueblos  se encuentran todavía más lejos. La solución más sencilla, desde luego, es alcanzar  Llano Grande en vehículo (con este otro  Llano Grande nos  referimos al  que está debajo de la roca el Solitario), saliendo de San Rafael.


Müller fue un alpinista alemán que encabezó, en 1940,  un cordada por la pared marcada con el número 4.No sabemos mucho de este escalador. Parece que esta ascensión  no fue documentada en alguna parte. Se trató de una empresa inusitada para su tiempo en México. En Los Alpes Europeos acaban de caer las grandes escaladas   relatadas por Anderel Heickmar en “Los Tres Últimos Problemas de los Alpes (Editorial Juventud). Pero en el país ni había la mentalidad de escaladas en alta montaña en cordadas cortas ni mucho menos la idea de hacer un vivac  cerca de los 5 mil. Si hay antecedentes de permanenecias en esas cotas fue accidental y obligado pero no buscado.Además de que no se conocía el equipo necesario tal como bolsa de dormir, tienda –vivac, alimentos a propósito para esa clase de maniobras, la cuerda era de grueso henequén, etc.

 Llegado el pequeño grupo al extremo derecho de la pared número  (4), debieron vivaquear una noche en ese lugar. No disponían más que de cobijas y, a falta de chamarras de plumas, se protegían con varios suéteres y encima un saco de traje de vestir. No existía el plástico y no sabemos como hicieron en caso de caerles una nevada. 

El Solitario, la Cabeza y los Yautepemes. Foto tomada de la revista Roca y Nieve Pág 16, sin fecha.Probablemente 1935.

A la mañana siguiente siguieron hasta la cumbre. No sabemos más detalles de esta importante empresa, como decimos muy temprana para nuestro desarrollo como escaladores de alta montaña.Ni siquiera conocemos los nombres de los integrantes. Personalmente me fue relatada por Salvador Grammont (más conocido como “Chosky), del Club Alpino Brujos de la Montaña, de la ciudad de México. El fue uno de los que llevaron a cabo tal escalada. Y de Müller ignoramos su nombre y si fue un residente, nacido en México o refugiado. O bien, como era la época, alguien que marchó a la guerra y no volvió...

Grammont nos comentó que habían empezado a caminar desde el pueblo de San Rafael, lado oeste de la Iztaccihuatl. Todavía no asaltaban a los alpinistas en esta ascensión por esos bosque arriba de San Rafael  y pudieron llegar sin contratiempos a la base de "Las Peinetas Oeste", como se le conocía a ese flanco.

Ofrecemos estos dibujos para ambientar el lugar del lado norte de la cabeza, más conocido como Las Inescalables. Aunque estas propiamente están más a la derecha (norte-este). En esa época a este amplio lugar de las paredes de la Cabeza se le llamaba  “Las Peinetas”.

Foto tomada de la revista Sierra Club, México,enero 1935, Pág.15

El que conoce ese lugar sabe que en realidad la Cabeza comprende una pared en todo el derredor, con excepeción de la parte que da al Cuello, en el sur, lado derecho de la foto.

La Cabeza vista desde el oeste.Esa franja de paredes, casi en los 5 mil, rodea  toda la montaña. Un paraiso para los escaladores cincomileros.

Esta escalada en las paredes de la Cabeza tiene un lado interesante. Todavía una década más tarde los alpinistas mexicanos carecían de equipo especialmente diseñado para las cotas elevadas y, no obstante,  abrían nuevas rutas.
No usaban casco para protección de la cabeza, los mosquetones eran pesados,las clavijas todavía más, las cuerdas burdas (excelentes para la industria pero no confeccionadas para escalar),las botas, temibles, las chamarras especiales, cero, nada de bolsas para dormir. Absolutamente  nada que se pareciera a la maravilla de equipo que ahora poseemos. Y aquí la reflexión. Pero quiero hacerla citando una metáfora que F.L. Mueller hace  en el terreno de la psiquiatría. Se refiere a la época de oro de los tests de inteligencia, para los que se montaron impresionantes recursos técnicos: " Por lo que se refiere a los tests de inteligencia en particular, siempre he edvertido una desproporción entre el impresionante  aparato científico y la escasez de los resultados.Una impresión análoga a la que me daban  esos pescadores, provistos de un equipo formidable,que volvían el domingo por la noche con un puñado de esos peces que el habitante de la aldea atrapa lo mismo con una caña y un hilo" La psicología contemporánea, Editado por el Fondo de Cultura Económica, 1974,Pág.74.






Noticia por televisión mexicana del 23 de julio de 2015:en Tlalmanalco ( pueblo de tránsito obligado  antes de llegar a San Rafael).SW de la Iztaccihuatl, la policía agarró a tres que se dedicaban  a asaltar a montañistas.



El 5 de marzo del 2012 salió publicada esta nota en el diario El Universal. Se trata de un asalto a montañistas en la Iztaccihuatl. En esta caso, como en el del Nevado de Toluca, las autoridades castigan a los montañistas impidiéndoles  el acceso a esos lugares, en lugar de buscar y sancionar a los delincuentes.
TLALMANALCO, Méx., marzo 5 (EL UNIVERSAL).- La zona boscosa de San Rafael, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, es muy peligrosa para montañistas que visitan el lugar ya que operan bandas de delincuentes que fuertemente armados los asaltan y violan a las mujeres, advirtieron los propios excursionistas.

Según las propias autoridades municipales, se presentan hasta ocho atracos al mes en contra de deportistas extremos que acuden a este lugar, sobre todo los fines de semana, porque no hay vigilancia de ninguna de las corporaciones municipales, estatales y federales, ni de los ejidatarios que controlan el parque.

Juan Carlos Durán Gutiérrez, director de Protección Civil de Tlalmanalco, reconoció que cada fin de semana se registra un robo en diferentes parajes del ejido, pero hay ocasiones que son hasta dos, principalmente en “Las Trancas”, el más alejado de la caseta de vigilancia del área que administran ejidatarios que cobran una cuota a los visitantes.

El domingo 26 de febrero, 60 personas que acampaban y comían en el paraje “Nexcoalanco”, fueron asaltadas por 25 hombres armados y encapuchados que golpearon y causaron heridas a más de 20, incluyendo a un niño de ocho años y abusaron de tres mujeres.

Los ladrones, vestidos con ropa camufleada, cubiertos de la cara con pasamontañas, salieron de entre los matorrales armados con rifles, escopetas, pistolas y machetes para rodear primero a un grupo de aproximadamente 40 personas que acampaban y comían.

Luego sometieron a otras más que venían bajando, amarrándolas a todas, hasta sumar más de 60, incluyendo niños y mujeres.

Los encapuchados hicieron disparos al aire y a casi todos los hombres les pegaron con machetes y pistolas, causándoles lesiones a por lo menos a 20 en cara, cuerpo y cabeza, entre ellos Fernando, de ocho años, a quien le pegaron en la espalda.

A Alejandro, de 27 años, le fracturaron la nariz con la cacha y a Salvador lo hirieron de una pierna con una pistola de diábolos.

Un perro bóxer que acompañaba a campistas de Cuautitlán fue baleado en el cuello con una escopeta.

“Entregamos celulares, carteras, dinero, relojes, cámaras, equipo de montaña y luego nos quitaron los zapatos que aventaron a una camioneta Chevrolet para luego amarrarnos de pies y manos con las agujetas”, recordaron.

La misma suerte corrió un profesor y 11 alumnos de la primaria Juan Jacobo Rousseau, del Distrito Federal, que acampaban en la zona.

El jueves pasado, el ayuntamiento clausuró el parque ecoturismo “Dos Aguas” por carecer de licencia de funcionamiento y por falta de medidas de seguridad para protección de los paseantes.

El lugar se mantendrá cerrado, hasta que la empresa no regularice su situación administrativa ante el gobierno local y tome medidas internas para garantizar la seguridad de quienes semanalmente visitan el sitio.



Otros asalto en el SW de la Iztaccihuatl.

Nota publicada en el diario Excélsior-Línea

23/07/2015 13:03 Dalila Ramírez/Corresponsal       


Nueve montañistas fueron amagados las faldas del volcán Iztaccíhuatl el pasado 4 de julio                           


ESTADO DE MÉXICO, 23 de julio.- La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) anunció la captura de nueve sujetos, entre ellos dos mujeres, en el municipio de Tlalmanalco, quienes presuntamente conforman una banda delincuencial relacionada con al menos dos asaltos con violencia a montañistas.
El aseguramiento se realizó tras una denuncia mediante la cual las víctimas señalaron que cuando se encontraban en un paraje de ese  municipio en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, fueron amagados por varios sujetos, quienes los despojaron de sus pertenencias.
Derivado de ello, se hizo un operativo encubierto en el lugar “Piedra Lisa”, donde fueron detenidos los probables responsables al momento en que presuntamente cometían un robo en contra de tres montañistas.
Los detenidos tienen entre los 20 y 40 años y al indagar se pudo determinar que estos sujetos se relacionan con el robo del pasado 4 de julio en el paraje “El Refugio de los Cien”, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, lugar en donde al parecer amagaron a nueve montañistas, a quienes presuntamente les hurtaron diversos objetos y dinero en efectivo.
Los nueve detenidos fueron ingresados al Centro Preventivo y de Readaptación Social de Chalco.













1 comentario:

  1. Hola amigos. Tuve el gusto de conocer su país en el 99. Estuve en el Puerto de El Ferrol/ Madrid / Valencia y en la isla de mis abuelos Mayorca. Lamentablemente, debido a la depredación en mi país yo no queda muy buena pesca desde costa. Cuando era chico las corvinas de 25 kg es cosa común (tengo 46) Los molesto porque quería preguntarle si ustedes estan usando el mosquetones para surfcasting y de que manera lo hacen. Uso reel rotativo o giratorio.
    Muchas gracias.
    Saludos.

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Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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